Hace tiempo que he dejado apartado los fanfics porque estoy centrada en escribir historias propias, pero el final de temporada de The Gifted ha sido tan bueno, tan impactante, que necesitaba escribir esta mini-historia de cinco capítulos que no podía sacar de mi cabeza. Es una especie de continuación de la serie, centrada en Eclaris (Marcos y Lorna) pero sin entrar mucho en otros asuntos, porque solo quería mostrar el estado de su relación tras los acontecimientos de la temporada 1. Así que, ALERTA DE SPOILER si no has visto el último capítulo.

Ni falta hace decir que los personajes no me pertenecer, sino que son propiedad de Fox TV. Yo solo los he puesto en una situación.

De igual modo, agradecería que nadie hiciera una copia total o parcial de esta historia ni la publicara en otras redes apoderándose de su autoría. Por favor, somos escritores, no ladrones.

Sin nada más que decir, espero que os guste esta historia que he creado con todo el amor que siendo por estos personajes y por el universo de Marvel.


0000


_ 01_

Anteriormente, en The Gifted…

Lo que tanto temía Marcos había ocurrido. Lorna había cruzado esa línea de la que él siempre había intentado apartarla. Lorna había matado. No solo al doctor Campbell, sino también a todos los que iban a bordo del avión. Personas que tal vez no eran simpatizantes de Humanity Today. Y, aunque lo fueran, nadie merece morir. Nadie debe decidir quién debe morir o quién debe vivir.

Pero Lorna no lo veía de ese modo. Ella creía que era la única forma de salvar a su gente, de salvar el futuro de su hijo nonato. Había tomado esa decisión, había cruzado esa línea de no retorno con todas las consecuencias y se había ido.

Y, para colmo, Sentinel Services había atacado el cuartel general de los Mutant Underground mientras ellos estaban fuera intentando detener toda esta locura. Por suerte, los niños Strucker les consiguieron tiempo a los demás para que pudieran salir. Pero, una vez más, gente murió. Gente inocente, mutantes que estaban siendo controlados por Sentinel Services.

John tenía razón. Habían perdido tanto…

Y eso estaban discutiendo en la nueva estación, la Mutant Way Station. Los Mutant Underground estaban reunidos, todos ellos, hablando de cuál iba a ser su próximo movimiento.

-Sin el cuartel… Muchos no tienen a dónde ir –dijo John.

-John, sabemos lo que tenemos que hacer –intervino Marcos-. Debemos reconstruir.

-¿Reconstruir qué? –preguntó Blink-. Ya oyeron a Sage, el lugar se esfumó.

-No se trata de un edificio –explicó Eclipse-. Se trata de la red y de las personas que hay en ella.

-Todo lo que teníamos desapareció –dijo esta vez Sage-. ¿Comenzaremos sin nada? ¡Es imposible!

-Además, todo lo que construyamos lo van a destruir de nuevo –continuó Shatter las quejas de su compañera.

-Es verdad –se oyó una tímida voz entre la multitud.

-Sí, así es –dijo otra voz aún más débil.

-No es una razón para rendirnos –salió Caitlin en apoyo a las palabras de Marcos-, sino para luchar con más fuerza.

-Escucha, sé que tratas de ayudar –dijo Fade-. Pero ni siquiera eres mutante.

-Yo lo soy –se pronunció Reed, aceptando su condición de mutante por primera vez-. Y mis hijos también. Y vosotros nos salvasteis la vida.

"Si Sentinel Services persigue a más familias… Debemos estar ahí para ayudarlas.

-Lo siento, pero desde que vuestra familia llegó, la mitad de las estaciones han sido destruidas –le echó en cara Sage.

-No puedes culparnos por eso –se defendió Caitlin-. El programa Hound iba a ocurrir de una forma u otra.

-Vale, ¡Hey! –exclamó Marcos para acallar los cuchicheos que se oían por toda la sala-. Los X-Men no hicieron esto porque pensaban que sería fácil. Sabían que había a haber sufrimiento y sacrificio.

-No hay nada noble en el sufrimiento, Marcos –dijo una voz que esto no esperaba oír, Lorna, quien, vestida completamente de negro y con muchos elementos de metal en su ropa, entraba en la estación como Pedro por su casa acompañada de Esme-. Y "sacrificio" es solo un nombre bonito para "perder".

-Lorna, ¿qué estás haciendo aquí? –le preguntó Marcos tomando cierta postura defensiva que jamás pensó que necesitaría con ella.

-Diciéndoles la verdad –dijo la mutante con semblante frío, impenetrable-. Mutant Underground está muriendo. El mundo donde no hay que escondernos… del que siempre hablamos, es lo que quiero construir. Para todos nosotros. Para mi bebé.

-Ese bebé es nuestro –dijo Marcos de forma cortante-. Y aquí es donde está tu familia. Sabes que haría cualquier cosa por ti, pero… no puedo ayudarte a hacer esto.

-Nadie está pidiendo tu ayuda –dijo Esme con petulancia-. Las personas que buscamos saben quiénes son.

-¿Qué demonios significa eso?

Como si de una respuesta a su pregunta se tratara, Fade se levantó de su asiento.

-¿Qué…? -preguntó Caitlin incrédula viéndole dirigirse hacia Lorna..

-Fade –lo llamó Marcos, pidiéndole que regresara-. ¡Fade!

Casi de inmediato, otro mutante hizo lo mismo, sorprendiendo aún más a los presentes.

-Sage… -la llamó John.

-Lo siento, John. Ellos acabaron con el programa Hound. Esto solo se trata de supervivencia.

-Debe ser una broma –se quejó Clarice al ver que el grandote con súper fuerza se les unía también.

Aún no se había recuperado de ese mazazo emocional que había sido perder a sus amigos, cuando Andy se levantó.

-¡No! –gritó su padre agarrándole del brazo-. De ninguna manera.

-Andy, quédate donde estás –le ordenó su madre a la desesperada- ¡No te llevarás a mi hijo! –le gritó muy enfadado a una Lorna fría, una Lorna distante y peligrosa.

-No me llevan –se justificó Andy-. Es mi decisión. Esto que está reconstruyendo el Club Hellfire… Nuestra familia era parte de ello. Tú siempre hablas de ayudar a la gente.

-Una guerra entre mutantes y humanos no ayudará a nadie –le contradijo su madre-.

-No puedo dejar que lo hagas –dijo Reed.

-No estaba pidiendo permiso.

-¿Qué?

-Andy… -actuó Lauren con voz rota, también preocupado por su hermano-. Cuando éramos niños y jugábamos a los X-Men… Hicimos eso porque eran héroes. Porque salvaban a todos. Por favor… No me dejes.

-Los X-Men se fueron. Ya no somos niños pequeños.

-Andy, no...

Reed volvió a agarrar a su hijo del brazo, solo que esta vez él se opuso y, sin querer, empujó a su familia con sus poderes, dejando caer a su madre al suelo.

-Lo siento –se disculpó el niño mientras su familia y Marcos ayudaban a Caitlin a levantarse-. No quise hacerlo. Os quiero, chicos. Pero… sois mi familia, no quiero haceros daño. No intentéis detenerme.

Sentenciada su decisión, Andy se giró para posicionarse detrás de Sage entre las filas del ahora nuevo grupo del Club Hellfire. Estos dieron media vuelta y comenzaron su camino hacia la salida, quedando Lorna y Andy rezagados.

Caitlin volvió a intentar ir hacia su hijo, hacerle entrar en razón, pero rápidamente Marcos y Reed la agarraron de los brazos para impedírselo.

Aparentemente sin inmutarse por esa acogedora situación, una fría Lorna rodeó el hombro del joven Strucker con un brazo y le acompañó hacia la salida sin mirar atrás.

Lo que ninguno de los Mutant Underground sabía era que, tras esa falta frialdad, Lorna sí sentía. Y mucho. Sentía lástima por la familia Strucker que veía cómo su hijo les abandonaba, sentía preocupación por el incierto futuro que tenía aquel grupo ahora que había perdido a unos mutantes tan poderos. Pero, sobre todo, sentía miedo de que, si bajaba la guardia, si dejaba mostrar sus sentimientos, no podría soportar alejarse de Marcos. No otra vez.

Por eso se mostraba tan fría ante él, para que esta pensara que había cambiado, que no era la misma persona. Y sí, para que sintiera cierto resentimiento y puede que hasta odio hacia ella. Era mejor así. Era la única forma de protegerle, de conseguir ambos lo que quería: cambiar el mundo a su manera.


0000


Cuando vi esta escena en la serie, me enfadé mucho con Lorna por actuar tan fría con su familia. Es por eso que quise hacer las paces con ella intentando ver qué pasaba por su cabeza en estos momentos, por qué actuaba así.