Hola :D Como les va? Esta historia es un Ron/Luna Harry/Hermione Draco/Ginny. Luna le hace una proposicion a Ron de usarse el uno al otro solo por sexo, y este se ve en una posicion en la que no puede negarse. La regla basica es no enamorarse. Podran lograrlo? Es T por ahora porque no estoy segura si sere muy grafica, aunque lo dudo. Es pero que les guste, gracias por leer y por favor dejenme saber lo que piensan :D Los chicos no son magos.
Disclaimer: No soy J.k Rowling, obviamente si lo fuera... :D hahah :p
Ronald Weasly no estaba teniendo un buen día para nada, aparentemente cuando te levantas con el pie izquierdo tu día se vuelve un completo desastre. Primero que nada al levantarse, se dio cuenta que iba media hora retrasado para el trabajo y en su intento frenético de llegar a tiempo el dichoso pie izquierdo se le enredo con las sabanas provocando que se cayera cara al bagels se habían terminado, por lo que no pudo tener un desayuno decente. Al subirse a su auto para irse al trabajo, recordó que había olvidado el portafolio en casa. Como los ascensores estaban ocupados tuvo que subir los siete pisos por las escaleras.
Cuando por fin logro llegar al trabajo, en su carrera por llegar a su oficina tropezó con el muchacho que llevaba el café, provocando que una de las tazas que sostenía se le volcara encima de su inmaculada camisa blanca. Su mejor amigo, Harry Potter, se habría reído abiertamente al verlo entrar a la sala de reuniones completamente despeinado y con su secretaria detrás de él dándole palabras de aliento, se veía tan patético.
Todos los presentes se habían quedado callados hasta que el señor Parker, su jefe, se aclaró la garganta y rompió el silencio:
"¿Se siente bien, señor Weasly?"
Ante aquel comentario, el pelirrojo quiso que se lo tragara la tierra. Ron asintió y fue al frente para mostrar los planos con la propuesta para una empresa japonesa que pretendía comenzar a funcionar en Inglaterra.
Luego de terminar con su presentación, los japoneses parecían bastante satisfechos por lo que Ron se sintió aliviado, para luego volver a agobiarse cuando el sr. Parker le informo que tenía cinco nuevos proyectos esperándolo en su escritorio.
Tuvo que salir para ver cómo iban las obras y pelearse con el encargado de las obras, porque no estaban siguiendo al pie de la letra las instrucciones.
Si, Ronald Weasly era un talentoso y bien pagado arquitecto, la mayoría de los días le encantaba su trabajo y su vida en general pero hoy todo se había puesto patas arriba. Cuando al fin llegaba la hora de la almuerzo se alivió con el hambre que tenía podría comerse una vaca entera, tenía planeado comer con sus amigos, Harry y Draco, y su novia de dos años, Lavender Brown.
Pero Lavender le había enviado un mensaje cancelado, así que se encontraba solo con sus dos amigos en su restaurante favorito.
Harry trabajaba como abogado en la firma de su padre y su padrino, mientras Draco trabajaba para las empresas de su padre. Se conocían desde el colegio y vivían juntos desde el último año de universidad, pero Ron y Draco todavía no terminaban de congeniar.
"¿Y por qué la princesita de papa no nos acompaña?" Draco pregunto con un dejo de sarcasmo, pero puso una cara de inmenso interés.
"Porque saldría a almorzar con sus papas, por favor no finjas que te agrada Huron."
"No entiendo para que pierdes tu tiempo con la copia de Barbie, que tiene aires de grandeza y todavía vive con sus padres." Harry comento.
"No empieces porque tu salías con Cho que es una de las mejores amigas de Lavender, sin mencionar una arpía. El Huron tiene encuentros muy extraños con Poppy, Polly…"
"Pansy."
"Exacto, además Lavender no vive con sus padres solo se le hace difícil separarse de ellos." Ron explico, tomado un bocado de su almuerzo. "No es como si me fuera a casar con ella."
"Llevas dos años con ella, mejor dale esas noticias para que por fin rompas su burbuja de ilusiones." Draco recomendó. "Pansy es solo una diversión y está informada de ello."
"Ron acepta que te estas conformando, podrías salir con cualquiera, tener a cualquiera. Deja a Lavender y adopta el método de Draco, sin compromiso, solo un poco de diversión y adiós." Harry opino. "No es como si fueras a extrañarla, admite que no la soportas y que en cuestiones de cama podría mejorar."
Draco y Harry rieron juntos, recibiendo una mirada molesta por parte de Ron.
Si Ronald Weasly lo tenía todo, un gran trabajo, buenos amigos, era bien parecido, tenía una novia hermosa, un poco tonta y mimada, pero muchos le tenían envidia. Lo que no todos sabían era que Ron, que tenía fama por ser excepcional en el dormitorio, estaba sexualmente frustrado.
"Te aseguro que esto te alegrara, Lu." Hermione le sonrió a su rubia amiga, que solo soltó un gran suspiro.
La suerte no le estaba sonriendo a Luna Elizabeth Lovegood.
Parecía que los planetas se habían a lineado en su contra. Todo había comenzado hacia tan solo tres meses cuando su padre le había cortado toda ayuda económica. Lo había hecho para que
Luna se regresara a la casa paterna y detuviera sus andanzas. Antes de todo aquello, llevaba una vida tranquila y feliz. Vivía en un espacioso departamento solo para ella en uno de los mejores vecindarios de todo Londres, salía a divertirse con sus amigos, no se preocupaba por deudas, no más que a sus necesidades básicas.
Comida, alcohol y zapatos.
Pero Xenophilius Lovegood tenía una idea diferente a lo que las prioridades de Luna debían ser. Si era una escritora talentosa, podía lograr lo que quisiera si le ponía empeño.
Pero lo que Luna más quería en ese momento era salir a parrandear todos los fines de semana y ser un total dolor de cabeza para su editor, que no se atrevía a despedirla porque además de ser la hija del jefe, sus columnas eran muy buenas y al público les encantaban.
Y estaba el pequeño detalle de que Terry se la quería llevar a la cama.
Su padre llevaba casi un año con un discurso que ya aburría a Luna "si no veo una respuesta de ti Luna Elizabeth, te corto toda mi ayuda." Para ella solo era palabrería, hasta que vio que un día vinieron a cortarle el agua, luego el teléfono y por último el apagón a media noche que no significa una falla en el funcionamiento sino que le habían quitado la electricidad.
Al principio se resolvió a pagar, su salario le permitía aquello pero tuvo que dejar de comprarse los pares de zapatos Jimmy Choo que estuvo esperando llegaran por dos meses.
Pero lo peor estaba aún por venir, un día llego el casero reclamándole que no le habían pagado el alquiler del último mes. Ultrajada Luna le dijo que le pagaría en ese instante, pero al oír la cifra, se quedó con las palabras en la boca.
Dos semanas más tarde se estaba mudando al piso de su amiga Hermione que muy amablemente la había dejado vivir con ella. Y estaba muy agradecida, pero el gato de Hermione no la dejaba dormir, se la pasaba maullando en su ventana.
No podía salir a divertirse, porque la vecina de Herms una vieja amargada ya le había ido con el chisme a todo el edificio de que Luna era una indecente que llegaba a tardes horas de la noche con un muchacho nuevo siempre.
Y como se dormía temprano, se levantaba temprano. Por lo que no tenía excusa de faltar a la oficina y tenía que pasar más tiempo del que le parecía necesario con Terry.
"Herms, eres la mejor, pero dudo que ir a comer me animara." Luna resoplo. "¿Por qué no puedo ser como tú? Eres completamente capaz de manejar tu vida mientras yo no puedo ni pasar dos días sin que necesite tu ayuda desesperadamente."
Hermione era neurocirujana y su práctica se le daba muy bien. Era exitosa en casi todos los aspectos de su vida, era el estereotipo de la mujer independiente del siglo 21.
"Si pero, no consigo tener tantas citas como tú."
"Porque no lo intentas, si trataras de salir un poco más. Te aseguro que tendrías a todos a tus pies." Luna dijo, entrelazando sus brazos mientras más se acercaban al restaurante. "Alégrate al menos no eres como yo, soy completamente incapaz de arreglármelas sola a los 23."
"Lu tienes veinticinco." La rubia suspiro dramáticamente. "Bueno ya olvídalo, te aseguro que te encantara el lugar, Ginny dijo que se encontraría con nosotros aquí. ¡Allí esta! ¡Ginny!"
Una cabeza pelirroja se distinguió entre la multitud acercándose a ellas rápidamente. Ginny se presentó a ellas con una sonrisa y le dio un beso a la mejilla a cada una.
"Lu, cuanto me alegra verte. ¿Cómo estás?" Luna alzo los hombros y apoyo la cabeza en el hombro de Hermione mientras veía tristemente a la distancia. Marrón y miel intercambiaron una mirada de preocupación, antes de que Hermione se aclarara la garganta.
"Luna, ¿Qué sucede?"
"Zapatos." Lloriqueo la rubia. No se habían dado cuenta de que se habían detenido frente a una vitrina de una tienda de zapatos.
"¡Almuerzo! Vamos que me muero de hambre tuve doble turno en el hospital."
Ginny al igual que Hermione era médico, pero pediatra. Había conocido a Hermione cuando ambas iniciaban la carrera, mientras Luna y Ginny habían ido al colegio juntas. Uno ato a dos, y ahora eran inseparables.
Mientras que Hermione era la que siempre tenía la cabeza sobre los hombros de las tres, Luna era algo así como una hippie semi-alcoholica y Ginny era una mezcla del carácter de ambas, podía dejarse llevar un poco a veces pero conocía sus responsabilidades. Así que entre la pelirroja y la castaña se habían propuesto a tratar de enderezar un poco a Luna.
Habían progresado la rubia ahora bebía después de las tres de la tarde.
"Hola, mesa para tres por favor," Hermione le pidió a la recepcionista, que inmediatamente las adentro dentro del establecimiento, el lugar estaba un poco lleno pero no infestado de gente. Las tres iban tan sumidas en su conversación que no se percataron a un grupo de hombres conocidos sentados en una esquina del lugar.
"Ron, esa no es tu hermana." Harry pregunto al notar a una cabeza pelirroja demasiado conocida entrar acompañada de una mujer de cabello color chocolate que no se veía nada mal.
"Comadreja, ¿Quién diría que tendrías una hermana así?" Draco comento mientras se tomaba todas las libertades de mirar a la hermana de su amigo de arriba abajo sin una pizca de vergüenza.
"No mires a mi hermana, Huron!" Ron exclamo furioso. "¡Te parto la cara!"
"Cálmate, Ron y compórtate Draco." Harry golpeo el hombro de Draco, para que el rubio desviara su mirada y así Ron no terminara en la cárcel por homicidio. Ron era increíblementeceloso, especialmente con su hermanita menor a pesar de solo llevarle un año a Ginny, Ronald seguía pensando que Ginny era una niña pequeña a la que tenía que proteger. " ¿Conoces a sus amigas?"
Ron le retiro la mirada matadora a Draco para ver quien acompañaba a Ginny. "La castaña es Hermione Granger si no me equivoco, trabaja con Gin en el hospital y la rubia supongo que será Luna Lovegood. ¿La recuerdas, cierto? Estaba con Ginny en el colegio, y como ha cambiado."
Ron ladeo la cabeza para observar las largas piernas de Luna, se quedó embobado por unos minutos hasta que Harry trono sus dedos frente a su nariz para que se despertara de su ensoñamiento.
"Ron, es Luna recuerdas, la amiga de tu 'hermanita'" Harry hizo un ademan con sus dedos y el pelirrojo rodo los ojos.
"Si bueno, pero hay que admitir que esta crecidita ¿no?"
"¿Y tú no tienes novia, Comadreja?" Se burló Draco.
"Cállate Huron."
"Ya está bueno, ¿no?" Harry interrumpió la inminente discusión. "Voy a pedir la cuenta y luego saludamos a tu hermana, Ron. Es que nunca voy poder comer en paz con ustedes dos."
"¿Puedo traerles algo de beber?" Una mesera le pregunto a las chicas sonriente.
"Si, la jarra más grande que tengas de Margaritas por favor." Luna le respondió. "¿Y ustedes?"
Ginny rodo los ojos y Hermione se dirigió a la confundida mesera. "Agua, para todas."
"En seguida."
"Pero Herms." Gimió Luna.
"Dime, Luna." Hermione le sonrió haciéndose la desentendida. "Mira en el menú a ver qué quieres comer."
Luna se hundió en su asiento mientras veía que le apetecía de la sección de ensaladas. Las tres se sumieron en un cómodo silencio, hasta que una voz masculina lo rompió:
"Ginny." La pelirroja miro hacia arriba y choco con un par de ojos grises. Un hombre alto, rubio y fornido le dedicaba una sonrisa de esas que le ponían las piernas como gelatina a cualquiera, Ginny agradeció estar sentada y le devolvió el gesto torpemente. "¡Ginebra!"
"¿Qué?" Salió del hechizo en el cual aquel Adonis la tenía atrapada y sus ojos se concentraron en una cara conocida que la veía con el ceño fruncido. "¡Ron!"
"Si soy yo." Gruño el pelirrojo, que parecía estar a punto de lanzársele encima al rubio. Alguien se aclaró la garganta y se adentró a la conversación.
"Hola Gin."
"Harry." La pelirroja asintió como saludo. "Chicas este es mi hermano Ron, Luna ya lo conoces ¿no? Y su mejor amigo, Harry y perdón pero no sé quién eres realmente."
"Draco Malfoy, amigo de tu hermano." El ojigris le ofreció otra sonrisa que le pusola piel de gallina a Ginny, Luna tuvo que patearla para que reaccionara.
"Ah sí, Ron me ha hablado de ti." Draco alzo una ceja ante el pelirrojo que solo le dirigió una mirada de pocos amigos. "Bueno estas son mis amigas, Hermione y Luna."
Luna no les dio la gran importancia y se concentró en observar su vaso de agua como si fuera el primero que había visto en su vida. Hermione trato de mostrar un poco de compasión y trato de entablar conversación:
"Debes ser el arquitecto ¿no? Ginny siempre habla maravillas sobre ti, debes ser su hermano favorito."
"Si Ron es su hermano favorito, me acabo de sacar la lotería." Draco le murmuro a Harry. "Ese es nuestro amigo, Ron."
"¿Todos fueron juntos a la escuela?" Hermione pregunto.
"La universidad en realidad. Ron y yo fuimos a la escuela juntos, conocimos a Draco en nuestro primer día en orientación." Harry le contesto. "¿De dónde conoces a Ginny?"
"De la facultad, hemos sido compañeras todo el camino."
"Entonces eres inteligente y bonita." A Harry le salió su vena de conquistador provocando un sonrojo en Hermione.
"Ginny, ¿Qué le pasa a Luna?" Todos dirigieron su atención a Luna, que prácticamente se rompía el cuello siguiendo algo con su mirada. Hermione comprendió que era lo que la tenía en trance y rodo los ojos.
"Ha estado sobria por tres días completos y no ha ido de compras en una semana. Está bien, es solo un trastorno obsesivo-compulsivo, se le pasara ya la estamos medicando."
"Betsey Johnson." Luna soltó un murmullo bajo. Ron se volteo y ahí fue que su día empeoro más de lo que pensó que empeoraría. Su novia, Lavender Brown, entraba al establecimiento de brazo de su querido 'papi' y le saludaba frenéticamente, mientras el sr. Brown le dirigía una mirada fría.
"Trágame tierra." Ron rogo en aquel instante, sus amigo notaron a Lavender y miraron a Ron con una mezcla de lastima y diversión. Lavender empezó a acercarse a ellos arrastrando a su progenitor detrás de ella.
"¿Quién es?" Pregunto Ginny.
"Mi novia."
"¡Cariño!" Ginny no tuvo tiempo de asombrarse ante la revelación, ya que la rubia ya estaba colgada del cuello de su hermano como una sanguijuela. Les dedico a las chicas una mirada despectiva antes de dirigirse a su novio. "Ronnie, ¿Quién son 'ellas'?"
La novia de Ron era una rubia, que se le veía a leguas que no había trabajado un día en su vida, llevaba ropa de diseñador y tenía un porte de engreída que nadie se lo aguantaba.
"Mi hermana y sus amigas. Lavender, te presento a Ginny, mi hermanita." La cara de Lavender cambio de repente y les dirigió una amplia sonrisa.
"¡Es un placer conocerte, al fin!" Le dio un fuerte abrazo a una Ginny que todavía estaba un poco sorprendida.
"Lo mismo digo. Mis amigas, Luna y Hermione." Lavender las ignoro y se volvió a Ron.
"No sabía que querías presentarme a tu hermana, Ronnie. No hubiera cancelado. Pensé que era un almuerzo cualquiera con Henry y David."
"Harry y Draco." El rubio aclaro. "Siempre es un placer verte, Lavender."
"Si, sí. Bueno le dije a papa sobre esto y él pensó que sería una buena idea ir a comer nosotros tres. Si quieres puedes venir, Ginny, querida." La pelirroja alzo una ceja.
"Sr. Brown." El hombre asintió y miro su reloj pulsera. "Lav, nosotros ya comimos y Ginny vino con sus amigas…"Ante el súbito cambio de expresión de Lavender, el Sr. Brown puso una cara de furia retenida y Ron tuvo que rectificarse. "¿Por qué no tomamos café?"
"Perfecto. Nos vamos entonces." Lavender sonrió y se despidió mandándole besos a todos y diciéndole a Ginny que tenían que reunirse para conocerse mejor, llamándola cuñadita. Luego arrastro a Ron y a su adorado padre fuera del local dejando a todos atontados.
"Díganme que no me llamo, cuñadita."
"No te preocupes, Ginny. A nosotros nos llama un nombre diferente todos los días." Harry dijo rodando los ojos.
"Oh, lo hizo. ¿Por qué esa rubia oxigenada tiene un par de Betsey Johnson nuevos, recién sacados de su caja?" Luna peleo. "¡No se los merece! ¿Quiero decir quien llama a su novio, 'Ronnie'?"
"¿Es así siempre?"
"No cuando esta borracha."
"Ronald."
Ron miro al Sr. Brown a los ojos; Lavender había al tocador para refrescarse y había dejado a su padre y novio solos. Al pelirrojo no le gustaba para nada hacia donde iba todo aquello, sabía que no le caía en gracia al Sr. Brown, él tampoco era santo de la devoción de Ron. Pero habían aprendido a soportarse.
"¿Si, señor?"
"¿Cuáles son tus intenciones con mi hija?" Ron casi se ahoga en su café. "Quiero decir llevas casi dos años con ella, no has pensado en ella de otra manera. Además que como tu novia.'
"Sinceramente, no, señor. Creo que las cosas están muy bien cómo están por ahora." Ron dijo aclarándose la garganta.
"Pues yo no pienso lo mismo, Lavender es una niña hermosa, educada y buena. Tiene todo el derecho de ser feliz, y quiere eso contigo. Y mi niña tiene todo lo que quiere." Ron apretó su taza ante eso. "Espero que hagas algo al respecto."
"Sr. Brown, yo no soy un títere de Lavender y si a ella no le gusta como están las cosas, que me lo diga ella misma. Escúcheme claro, su hija es una malcriada, egoísta e insoportable niñita. Y sabe algo si voy a hacer algo al respecto."
"Como te atreves…"
"Ya me hastié, termine con esto. Usted no me soporta así que todos seremos felices."
"Ronnie, ¿Qué pasa? ¿Por qué le hablas así a papa?" La voz chillona de Lavender pregunto apareciendo de la nada, Ron ya estaba harto de tener que soportar a Lavender y todos sus caprichos.
"Sabes que pasa, que lo nuestro se acabó." Ron se levantó de su asiento y Lavender se arrojó a su cuello desesperada.
"Ronnie, ¡no! ¡No puedes dejarme! Te amo"
"Se. Acabo." Ron dijo lentamente mientras se deshacía del agarre de sus brazos. "Adiós Lavender."
Su día empezaba a mejorar para variar.
Luna estaba sentada en la barra de un bar eran a penas las 6 y 30, recién salía del trabajo. Hermione había llamado diciendo que debía hacer le turno de la noche en el hospital así que no había nada que perder, necesitaba un buen trago.
Algo extremadamente fuerte.
Estaba sentada preocupándose por sus propios problemas cuando un cuerpo se sentó a su lado y ordeno un trago, reconoció la voz al instante. Y volteo la cabeza para asegurarse que no estaba alucinando.
"¿Ron?"
El levanto la mirada de su propio trago y se sorprendió de verla sentada ahí. "Luna, ¿Qué haces aquí?"
"Lo mismo que tú." Dijo, levantando su trago. Ron sonrió de lado y a Luna le vino el pensamiento de que era realmente guapo. Ojos tan azules como el cielo, unos músculos para morirse, parecía que le iba bien en eso de la arquitectura. Su único defecto era la novia esa que tenía.
Levadura, Lavandería, no recordaba su nombre. Pero tampoco tenía mucha importancia.
"Yo estoy celebrando no sé tú."
"¿Celebrando? Se puede saber el que." Ahora estaba realmente interesada en lo que podía decir Ron. No lo conocía bien, lo único que sabía era que era el hermano mayor de Ginny.
"Mi soltería."
"¿La niñita te dejo?"
"¡No! Yo la deje." Ron exclamo. Luna sonrió, las cosas estaban a punto de ponerse muy interesantes.
Que les parecio? Dejenme saber :) Espero que les haya gustado, gracias por leer y por favor dejen comentarios :D
