Disclaimer: PoT, no me corresponde así como ninguno de los personas, pero la historia si es pura imaginación mía.

Advertencias: contenido Yaoi, lemon, todo lo que ustedes quieran.

IMPORTANTE! La historia continua después del campamento U-17 por lo cual puede que algunas personas no entiendan mucho si no han visto el anime "New prince of tennis" de todas formas, igual la historia se entiende a simple vista. Si no entienden algo, me lo hacen saber por medio de reviews, ya?

Nota de autor 2: hace muchos años que no he escrito, esta seria prácticamente la ultima historia que escribiré dedicada a esta gran pareja que cautivó e inspiró todas mis historias. Desde ya Muchas gracias a todos mis lectores :D esta historia va en dedicación a ustedes, en especial a Puroppu… quien me había mandado mensajes para que terminara la otra historia, no te preocupes, ya la terminaré : B

Muchas gracias!

Es increíble como en de un momento a otro las cosas cambian…

Donde pensabas que todo ya no podría mejorar más.. todo da un vuelco y vuelves a empezar de cero…

Tenías mentalizado que tu vida iba a continuar de la forma en la que estaba pero no..

Algo tenía que cambiar tarde o temprano…

O pierdes un trabajo, o te cambias de casa repentinamente, o simplemente la persona quien más ama se va tu lado…

Como dije… Todo cambia…

- ¿Quieres irte para Alemania, ¿no es así, Tezuka? – Preguntó Atobe mientras apoyaba su pierna contra la pared impidiendo el paso del capitán del Seigaku.

La imagen cambiaba, ahora se encontraba Fuji mirando fijamente a su rival, a aquel hombre indestructible, increíblemente fuerte, a quien nunca había podido derrotar y lo que era peor, a quien nunca le pudo decir lo que realmente sentía.

Aunque eso no era ninguna novedad, el haberlo acompañado durante tantos años, siempre a su lado, incluso cuando se había marchado por primera vez a Alemania a curar la lesión de su hombro, era la muestra clara de que los sentimientos de amistad habían sido reemplazados por otros aún más fuertes.

Estaban frente a frente… quería correr hacia él, pero no podía, fue en ese mismo instante que vió a un Tezuka muy alejado, levantando un arma y apuntándolo. En cuestión de segundos, escuchó el sonido de un balazo y sintió un golpe muy fuerte en su corazón.

Tocó su pecho y pudo observar como la sangre fluía, no podía hacer nada para parar la hemorragia, fue en ese confuso momento el cual Fuji cayendo de rodillas mientras lo miraba con los ojos nublados por las lagrimas le preguntó:

- ¿Porqué siempre insistes en alejarme de ti?

Como era de esperarse, las cosas siempre cambian… la vida nunca dura o permanece tal como está…

Pero algunas cosas… no.

Primer Capitulo: Encuentro.

3:40 a.m, pensaba que estaba sonando la alarma del despertador para levantarse, pero no, era el sonido del celular. Ya sentado en su cama con el corazón agitado trataba de recuperar el aliento y la compostura. Mirando su celular contesta.

- Lamento despertarte, pero llegó un caso a urgencias y necesito que vengas…. – la voz ronca y seductora de un joven se escuchó al otro lado del teléfono.

- No hay problema, Shiraishi, dame un par de minutos ya voy al hospital. –

Fuji cuelga su celular y lo deposita en la mesita de noche que se encuentra junto a su cama, prende la pequeña lámpara que se encontraba en su habitación, la cual ilumina justo el lugar donde dejó su celular.

Se levanta de la cama descalzo para mirar por la ventana. Suspirando mientras corría las cortinas pudo ver que todavía era de noche. La calle se encontraba iluminada por los faroles de la cuidad, se podía percibir el leve sonido de un par de autos que todavía se encontraban en la carretera. La vista de aquel lugar era hermosa, y como no si el Tensai vivía en uno de los mejores departamentos de Tokyo.

Al mirar al cielo estrellado se preguntó:

- ¿Cuantos años han pasado desde la ultima vez que tuve ese sueño?

Tratando de ignorar lo que había soñado, se quita la camisa de dormir, mientras se dirige al baño a darse una ducha antes de partir al hospital.

- No puedo perder el tiempo, el deber me llama.

Hospital de Yokohama se encontraba cerca del lugar donde Fuji vivía, así que podría llegar caminando a tan solo 10 minutos desde su casa.

Hacia mucho frío, porque ya era de invierno, la brisa helada congelaba su nariz y sus manos, por lo que decidió frotarlas mientras apuraba su paso para llegar al hospital.

Al doblar en la ultima esquina de la calle principal pudo divisar su lugar de trabajo.

Tan pronto como se abrió la puerta corrediza de urgencias, una enfermera se acercó a el para ponerlo al día.

- Doctor Fuji, gracias a Dios que llegó. El dr. Shiraishi lo estaba esperando para una consulta.

- Si, el mismo me ha llamado – contestó Fuji con su típica amabilidad- ¿Me puedes decir que sucedió?

- No es necesario… - se escuchó una voz ajena, esta era del mismo Shiraishi Kuranosuke quien había llegado a urgencias al saber que Fuji ya se encontraba en el lugar.

- Shiraishi…

- Siento haberte despertado Fuji, siendo que te prometí que tu primer día aquí sería tranquilo.

- No te preocupes. – contestó un sonriente Fuji

- Déjame que te presente a tu nuevo grupo de enfermeras – dijo Shiraishi – Ella es Midori, jefa de enfermeras del turno de noche,

- Mucho gusto, Midori-san…- Saludo cortésmente Fuji

- El placer es todo mío, Fuji-sempai. Es increíble que tengamos al mejor doctor de cardiología de todo el país, esto va a…

- Suficiente de presentaciones, lo siento Midori, pero tengo un paciente esperando… - interrumpió Shiraishi, llevándose a Fuji del brazo.

- Eso no fue muy cortés – comentó Fuji

- Después me lo agradecerás… - contestó Shiraishi

- Dime cual es el caso por el cual me llamaste.

- Aquí está el historial – Shiraishi le pasa una carpeta llena de papeles. – Te explico mejor mientras caminamos.

- Como gustes – Responde Fuji mientras sigue a su compañero por un pasillo hasta llegar a una habitación.

Al llegar a la habitación Shiraishi corre la cortina para mostrar a su nuevo colega el paciente que lo estaba esperando, mientras Fuji se acerca a él, Shiraishi comienza a leer su historial.

- Masahiko Ochiai, 54 años, presenta fuerte dolor en el pecho, brazo derecho y también tiene signos de mandíbula inflamada, sufre de Diabetes y tiene antecedentes familiares de cardiopatía coronaria temprana, su padre tuvo esta condición ante de los 50 años. – Al escuchar todo lo indicado por su colega, Fuji se acerca al paciente y con mucho cuidado y paciencia se presenta

- Mucho gusto, Soy el Dr. Fuji syusuke, del departamento de Cardiología, voy a examinarlo para ver en que lo puedo ayudar ¿de acuerdo?

Un paciente muy adolorido, asiente con la cabeza permitiendo que Fuji Syusuke coga el estetoscopio en ambos oídos diciéndole:

- Vamos a escuchar su corazón, por favor, si es que el dolor no es muy grande, ¿podría usted sentarse en la camilla para examinarlo?

El paciente haciendo caso, se sienta en la camilla, mientras Fuji escucha los latidos del corazón del paciente, mientras este respira con dificultad. Para salir de dudas Fuji hace un par de preguntas:

- ¿El dolor es más intenso cuando está en situaciones de estrés? – el paciente responde

- Hasta el momento no me había dado un dolor así, solo pequeñas molestias, pero en este ultimo tiempo ha aparecido con frecuencia, me sentí muy mal hoy y me despertó el intenso dolor en el pecho. – Al escuchar Fuji el relato del paciente, lo acomodó en la cama para después retirar el aparato de sus oídos y decir el diagnostico

- Usted padece de angina inestable, la angina es un tipo de molestia en el pecho causada por que el flujo de sangre que debería llevar al corazón es muy poco y tampoco recibe suficiente oxigeno, si usted no se trata podría sufrir un ataque cardiaco…

Mirando a la enfermera quien se encontraba sorprendida del diagnostico le indicó el procedimiento a seguir con el paciente:

- Debe tomar tres dosis de nitroglicerina y monitorearlo para ver si el dolor desaparece tras unos 15 minutos de la primera dosis, o si el dolor empeora. – después de dar las indicaciones mira al paciente y le dice

- Avíseme en cualquier momento si usted de siente más cansado de lo normal o débil o si el tratamiento ha funcionado solo por un periodo leve, debe cuidar de su salud. También debe bajar de peso, dejar de fumar y sobre todo comer alimentos ricos en verduras y frutas,

- Doctor, ¿y puedo beber alcohol?

- Solo con moderación, recuerde que su condición si bien es cierto, no es grave, pero es delicada y si usted no se cuida, puede sufrir un ataque al corazón en cualquier momento.

- Muchas gracias, doctor. – Fuji sonrió al escuchar las gracias de su paciente.

Después de salir de la habitación, Shiraishi, se acercó a el diciéndole

-No me equivoqué después de todo,

- ¿Con que, shiraishi? – Pregunta Fuji confundido.

-Con haberte traído a este Hospital, me alegra que hayas decidido trabajar aquí.

- Recuerda que tengo contrato por un mes antes de decidir si quedarme definitivamente o no…

- Te quedarás aquí… lo sé- respondió Shiraishi con firmeza, mientras que Fuji con una leve sonrisa en sus labios le preguntó

- ¿Y porque estás tan seguro?

- Presiento que así será – miró a Fuji fijamente a los ojos para después añadir – Ademas tus amigos de secundaria se encuentra trabajando en este lugar también.

- Fuuuuuuuuuuujiiiiiiiiiiiikooooooooo-chan! – se pudo escuchar a lo lejos la armoniosa y a la vez chillona voz de Eiji quien se encontraba rápidamente corriendo para abrazar a su gran amigo Fuji junto a un tranquilo Oishi.

- Eiji que alegría verte nuevamente – Dijo Fuji al ver a su amigo, claramente las cosas habían cambiado desde la ultima vez que se vieron.

Eiji se veía mucho más adulto y maduro, seguía con su misma simpatía y energía de siempre, pero tenía un semblante distinto de la ultima vez que se vieron. Su cabello rojizo estaba más largo que de costumbre que tenía que amarrarlo con una pequeña coleta. Su voz aunque tratara de sonar como antes ya no era la misma, era mucho más ronca, pero su sonrisa seguía intacta. Aunque físicamente su mejor amigo haya cambiado, Fuji se sentía acogido en aquel lugar.

- Nos da mucho gusto que hayas accedido a trabajar en este hospital, estoy seguro de que nos serás de mucha ayuda – Dijo Oishi tomando su mano.

- Daré lo mejor de mi – Respondió Fuji

Este ultimo pudo percibir también como Oishi Shuichiro también había cambiado. Después de aquel accidente en el cual le salvó la vida a su pareja Eiji, Oishi había perdido parte de su pierna, esto provocó un gran impacto en Kikumaru, quien dejo todos los planes que tenía en su vida, para así dedicarse a cuidar a Oishi y tratar de cumplir su sueño. Ambos estudiaron medicina, pero solo Kikumaru pudo especializarse en kinesiología avanzada. Todo esto lo hizo con el fin de ayudar a su gran amor para conseguir maquinaria de punta y que volviera a caminar con una prótesis avanzada el cual le permitiera terminar con su carrera de medico.

A pesar de lo mal que lo pasaron esos dos, Fuji pudo apreciar el inmenso amor que se tenía el uno al otro al ver como Kikumaru ayudaba a Oishi mientras se acomodaba el bastón. Al encontrarse con sus amigos de colegio, no pudo evitar pensar en el sueño que había tenido en la madrugada, aquel que lo obligó a recuperar antiguos recuerdos desde aquella vez que se esa persona se había marchado de su vida .

Era la hora de colación, la jornada laboral no había sido muy alentadora que digamos, pero la intervención de Fuji en el hospital había logrado salvar varias vidas durante la mañana.

Para despejar su mente, el genio ahora de cardiología, había salido a tomar aire a la cafetería del lugar, este estaba rodeado de árboles de cerezo y algunas bancas las cuales rodeaban una cruz inmensa para aquellos que fueran creyentes en Dios.

Levantando ambos brazos tratando de alcanzar el cielo, Fuji se estiraba para tratar de descansar y relajar los músculos para aliviar la presión del día. Antes de que pudiera terminar, escuchó como una ambulancia llegaba al lugar donde el trabajaba, esto llamo su atención por un par de segundos. Cerrando los ojos dijo

- Espero que me den aunque sea un par de minutos más para descansar….

Antes de que Fuji pudiera terminar la frase, su amigo Eiji le habló

- Veo que estás tratando de escapar Fuji…

- Jajaja, ¿tu crees que todavía estoy a tiempo de hacerlo?

- Oishi y yo ya te vimos, asi que no lo creo – Kikumaru reía mientras decía estas palabras. Con una sonrisa Fuji contestó

- Así parece….

Y fue ahí donde todo se paralizó en ese mismo instante, no sabía si parpadear o no, tampoco si rogarle a su mejor amigo que lo golpeara fuertemente o rogarle a Dios en ese mismo instante que su propio corazón no se saliera disparado atravesando su pecho de tan fuertes latidos que emitía.

Fue en ese mismo instante que al abrir las puertas de la ambulancia, luego de bajar la camilla donde traía un paciente, su figura apareció detrás del paramédico encargado de atender la situación. Con un traje elegantemente negro, de camisa blanca con la corbata levemente desamarrada y hablando por celular, nada más ni nada menos que el mismo Tezuka Kuminitsu hacia acto de presencia en este lugar.

Después de 6 años, sus miradas se volvieron a encontrar y el efecto que tuvo en ambos fue el mismo.

Sentir que se detiene el mundo por un momento mientras miras a esa persona que jamás en tu vida pudiste olvidar, sentir que tus rodillas flaquean que tu corazón se desprende de tu pecho en cada latido que emite y que tus pensamientos se congelan en el mismo instante en que lo vez a los ojos…

Como dije… algunas cosas en la vida cambian… otras no….