Disclaimer: Ningún personaje es mío. Las naciones pertenecen a Himaruya, y las personas pertenecen a la historia que, a través del internet, he podido poner esta historia.

Título: The last Tudor rose.

Resumen: Inglaterra no sabía cómo había caído, lo único que supo fue que no le importaba.

Pareja: Inglaterra x Isabel I.


Prólogo.


Cuando una de las criadas le dijo que la reina ya había dado a luz, Inglaterra asintió y se dirigió a la sala real, donde se encontraba el rey. Enrique VIII estaba ansioso por el nacimiento de su hijo desde que su segunda esposa le había informado sobre el embarazo, este no había dejado de añorar tener a su hijo en brazos.

Estaba sentado en su trono, con la expresión seria y nerviosa.

—Mi rey —fue el saludo que Inglaterra le dio—. Me informan que mi Reina Ana Bolena está dando a luz a vuestro hijo.

El hombre le vio casi espantado, pero muy emocionado. Se paró de su asiento de un brinco, le dio las gracias por la información y se fue por la puerta, en busca de su esposa. Inglaterra tenía el semblante serio, pero estaba también verdaderamente curioso de saber el sexo del pequeño, ya que su rey había hecho mucho esfuerzo para casarse con Ana Bolena y velaba para que sus esfuerzos dieran frutos.

Después de todo, con la desgracia de Catalina de Aragón, solo quería que su rey consiguiera a un heredero fuerte y saludable, quien podría gobernar por mucho tiempo.

Intentó parecer desinteresado mientras daba unos pasos para ver al niño, quien su llanto ya resonaba por el pasillo. Tocó la puerta suavemente y la abrió luego de pedir permiso, solo para descubrir que su rey no estaba ahí. Estaban algunas doncellas que habían ayudado al parto, la reina que seguía en cama y el bebé quien no paraba de sollozar. Ingresó al lugar un tanto confundido, todas las chicas le dieron una mirada apenada.

—Disculpen mi intromisión —dijo pareciendo lo más tranquilo posible—. ¿Cómo se encuentra el niño?

Ninguna mujer le respondió, pero la reina le dio una leve sonrisa feliz y extendió a la pequeña criatura que tenía en brazos, para que este lo agarrara. Algo torpe obedeció la orden en silencio, tomó en brazos al pequeño niño y ahí vio sus cabellos rojos fuego, el gran gen de la casa Tudor. No pudo evitar sonreír un poco mientras lo acunaba levemente. El niño parecía bastante saludable, al menos sus pulmones mostraban eso.

—Parece que será un gran heredero.

Ante sus palabras todas las mujeres vieron al piso, pero Ana Bolena siguió sonriendo, extendiendo los brazos para que le devolvieran al niño.

—Pasa que este bebé es una ella.

En ese momento no pudo evitar ver a la criatura que aún tenía cerca, y sin agregar más devolvió a la niña a su madre. Ahí por fin entendió por qué su rey no estaba ahí. De seguro que decepcionado había preferido irse a otro cuarto para procesar la amarga noticia.

Algo dudoso de hablar, asintió y luego de unos segundos de mutismo, habló:

—Felicidades por su hija, mi reina —dijo solemne—. ¿Puedo preguntar como la quieres llamar?

La reina sonrió más, tomó al bebe entre sus brazos y la arrulló tranquilamente.

—Isabel… Ella será Isabel I.

Inglaterra sintió cierta lástima que la niña, quién tenía la clara señal de ser una de la dinastía Tudor, jamás podría estar en el trono. También le dio pena su rey por la desafortunada suerte que tuvo, pero, sobre todo, temió el futuro que podría traer a su nueva reina si ella no le daba un hijo.


Hace mucho tiempo que quería escribir sobre Inglaterra y su reina. Pero la verdad me daba flojera hacerlo por toda la historia que tenía que leer. Que conste que aún no leo toda (o lo suficiente) de la historia de Isabel I, Enrique VIII y de Catalina Perr (o de su muy mal nacido marido…), empero lo haré una vez con cada nuevo capítulo.

Quiero hacer lo más exacto que se puede, sin embargo la jerga de ese momento se me es difícil de buscar y hacer, por ello pido que me disculpen al no poder hacerlo bien en ese aspecto, puesto que lo único que puedo hacer es poner las palabras más respetuosas que conozca.

En fin, breves notas:

Enrique VIII es bastante conocido por haberse casado con seis esposas y haber creado el divorcio. Este personaje histórico era parte de la casa Tudor, una dinastía que se creó luego de la guerra de las rosas (mucha historia…). Murió Estando casado con su sexta esposa, Catalina Perr. En fin, este personaje siempre quiso tener un heredero hombre, pero por desgracia ninguna pudo darle al heredero que tanto deseaba.

Primeramente casado con Catalina de Aragón (de España, hija de los reyes católicos), fue decepcionado con una hija (María de Tudor) y cinco partos donde los hijos murieron pronto. Enrique VIII pensó que ella no le podía dar un heredero bueno, puesto que ella antes ya había estado casada con su hermano (Arthur) quien murió por estar enfermo. Diciéndole maldita, se divorció de ella para estar con su amante, Ana Bolena.

Para divorciarse de Catalina de Aragón tuvo que separarse de la iglesia de Roma, creo su propia iglesia y… demás. Fue un lío para casarse con Ana Bolena.

Sin embargo Ana Bolena jamás pudo darle un hijo.

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Espero que es haya agradado. Nos leemos pronto.