Título: Time to return
Autor: Tiny lizard
Género: Drama, Viajes en el Tiempo
Público: Mayores de 16, si eres sensible de 18.
Advertencias: Puede contener escenas que dañen tu sensibilidad.
Publicaciones: en fanfiction
Resumen: Ella busca poner fin a su sufrimiento, busca como nunca para poder volver al la normalidad su mundo...
La guerra produjo una masacre que acabó con todos sus amigos, Sakura Haruno solo desea que todo sea sólo una pesadilla. ¿Qué pasará cuando se le conceda ese deseo?
— TIME TO RETURN—
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— Prólogo—
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El mundo estaba llorando. Derramaba lágrimas por las miles de almas que se habían desvanecido casi con demasiada facilidad. Sakura andaba perdida entre los cuerpos de sus compañeros caídos en batalla. Las guerras eran horribles. Ríos de sangre se filtraban entre las rocas, los árboles estaban calcinados y caían miles de plumas negras. El mundo entonaba una siniestra canción mientras Sakura permanecía andando sin rumbo.
Ella se detuvo enfrente del cuerpo de su sensei, su máscara estaba rota, al igual que casi toda su ropa. Ella vio al ojo simpático y triste de su sensei volverse brilloso por tener un tomo de su libro totalmente único en sus memorias. Ella cerró ese ojo, ahora sin luz alguna y siguió su camino.
Más adelante estaban sus amigos, sus compañeros. Ino, su casi hermana, la tímida Hinata y a la alegre Tenten, ella las vio a todas en las aguas termales, hablando despreocupadas mientras molestaban a una muy roja Hinata. Todos, absolutamente todos no estaban ya con ella.
Avanzó unos pasos más adelante solo para encontrarse un escenario aun peor. Había un enorme cráter que había arrasado con todo a su alrededor. Y justo en medio de este estaban sus amigos, sus hermanos. Su familia. Ella se arrodilló a su lado y miró sus rostros llenos de sangre, sus cuerpos destrozados. Ella vio sus ojos sin vida alguna, mientras un seguido de recuerdos se conglomeraban en su mente.
Sakura-chan
¡Frente!
Fea
Sakura-san
Sakura
Haruno-san
¡Sakura-chan!
…Molestia…
Sintió algo tibio que recorría su rostro, notó como todo su cuerpo se enfriaba y su corazón se oprimía.
Sakura chilló, chilló en rabia, en furia, frustrada y iracunda con ellos. Ellos se habían ido, la habían dejado sola, ¿cómo habían podido ser tan egoístas? ¿Por qué no podían haber seguido juntos? Ahora que se habían vuelto a reunir tendría que estar todo bien.
Sakura lloró hasta que le ardieron los ojos y le dolieron los pulmones. Y el mundo lloró con ella. Una lluvia torrencial cayó encima de los inertes cuerpos de sus compañeros caídos. Sakura parecía una de ellos, inerte, con la cabeza echada para atrás, dejando que las lágrimas del cielo se convirtieran en las suyas.
El frío de la lluvia inundaba como una ola helada en su piel, congelándole los huesos y clavando sus dientes en su alma.
Ella debería estar con ellos, así que ¿por qué su cuerpo aún seguía tibio? ¿Por qué respiraba? ¿Por qué su corazón seguía latiendo?
Sintió un chapoteó detrás de ella. No quiso moverse. Las pisadas siguieron acercándose hacia ella pero no se movió. Una persona se paró a su lado y después se derrumbó junto a ella. Lágrimas de sangre corrían por sus mejillas.
—¿Tú eras alumna de Tsunade?
Sakura se limitó a mover un poco la cabeza para mirar a lo que quedaba de Hashirama Senju.
—No te voy a decir que lo superarás, niña, pero debes hacerlo.
El puso la mano encima de la cabeza de Sakura mientras revolvía suavemente sus cabellos.
—Es hora de marcharme, el jutsu está llegando a su fin. —Se levantó dando la espalda a la pelirrosa. —La aldea está más vulnerable que nunca, todas en realidad. Y no estaría mal que alguien devolviera a sus familiares a los aldeanos… Así que escúchame—iba desapareciendo poco a poco— tienes que levantarte, pase lo que pase, y cargar con todo lo que les quedaba por vivir a la gente que ha dado su vida para proteger a los que aman. Así que vive, vive por todos, Sakura Haruno.
Konoha
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El cementerio de Konoha tenía un nuevo monumento. Era una piedra blanca de varios metros de altura. En ella estaban gravados todos los nombres de aquellos que fallecieron en la guerra. Y en la base, en caracteres dorados estaba el nombre de Naruto Uzumaki, junto a una breve inscripción, también en letras doradas:
"Yo nunca me rendiré, ni retractaré mi palabra, ese es mi camino ninja"
Sakura acarició esas palabras con la punta de sus dedos. Después de la guerra había invocado a Katsuyu, ésta la ayudó a transportar los numerosos cuerpos de algunos sobrevivientes. A cada aldea que visitó el llanto fue multitudinario, palabras de pena y orgullo derramado por todos los héroes que habían dejado sus vidas para salvar cientos de otras.
Y los cuerpos de los que habían muerto fueron enterrados uno por uno por ella en el campo de batalla, el que ahora se había convertido en un lugar lleno de tumbas.
Cuando Sakura llegó a Konoha con apenas diez personas heridas los aldeanos rugieron en furia. ¿Por qué les habían arrebatado a sus hermanos, hijos, nietos, a su familia? Sakura ordenó llevar a los heridos al hospital y ella se presentó ante el consejo. Los rostros prietos de esas personas no las olvidaría nunca.
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—Sakura Haruno, haznos el informe de la misión.
—Completada, perdida de shinobis de la alianza shinobi, superior a los 100.000 fallecidos. Heridos en combate alrededor de setenta personas. Shinobis de la Hoja sobrevivientes, doce, incluida yo.
El rostro de Sakura fue en todo momento una máscara de hielo y frialdad que competía con la de los ancianos.
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En esa misma sala se decidió un substituto para el Hokage, ese fue Umino Iruka. Se encargaría de gobernar la aldea hasta que los jóvenes genins estuvieran preparados para tomar la responsabilidad de un Hokage. Y a la vez, se le otorgó a Sakura el título de Neo Sannin, junto a los caídos Naruto y Sasuke.
Ese día Sakura también se convirtió en una errante como Jiraiya, iba por todas las tierras en busca de algo. Nadie sabía el que, solo que la joven Neo Sannin lo buscaba.
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Continuará...
