Hola! este es mi primer fic de Get Backers, aunque hace mucho que quería subir algo no tenía ideas... como sea, es algo sobre la primera y casi unica pareja que me gusta de la serie (auqnue ahora la estoy abandonando por el KazuToshiki y el KazuYohan) como sea, me imagine esta escena despues de la batalla de Kazuki y Juubei, ya no hay rencores ^3^
MÁS ALLÁ DE LA LUZ
Y vi entonces que solo quedabas tú...
El primer sentimiento que vino a él en el momento que abrió los ojos, fue el del miedo. Miedo puro y desnudo, miedo que recorrió todo su entumecido cuerpo, despertándolo por completo. Pero al miedo le siguió la desesperación, la desesperación al sentir el calor, sentir a las personas que lo rodeaban, el lugar, la luz... lo sentía, todo y sin falta estaba ahí, mas él no lo veía. Nada, negro.
Se incorporó en la camilla –supuso que era una camilla en lo que se encontraba- y quedó sentado. Sintió entonces aquella delgada mano, aquellos finos y largos dedos acariciar su hombro en busca de un gesto de consuelo. Lo sabía. Aquella suave mano sabía lo que había sucedido...
-Juubei –oyó y la mano bajó por su espalda.
Una segunda mano lo asió por el otro hombro. Habían quedado solos, el dueño de aquellas manos y él mismo. Pudo sentirlo cerca, su presencia lo embriagaba y lo dejaba a la vez completamente desolado.
Estiró su propio brazo y encontró la cintura del otro. Ne recordaba que fuese tan delgado... Aunque ahora que lo pensaba, jamás lo había tocado, no en esa zona ni de esa manera, y solo con el tacto las cosas adoptaban todas una nueva textura y otro tamaño. La imagen de su amigo de la infancia volvió a él, pero solo mentalmente. Lo vio parado frente a él, lo vio sonreír, vio su esbelta figura, su largo y sedoso cabello, sus grandes ojos... ojos que veían, ojos que él ya no vería. Kazuki no replicó nada al ser jalado hacia el maestro de las agujas. Juubei pasó los brazos por la cintura del hilandero, abrazándolo. El maestro de los hilos bajó la mirada y correspondió a aquel abrazo. Sintió la cabeza de Juubei caer rendida en su estómago, permaneciendo ahí, tranquila. Lo abrazó por ello por la cabeza, presionándolo aún más contra su cuerpo en busca de reafirmar su presencia allí, a su lado. Reafirmando su apoyo, su amistad. Y entonces Kazuki las sintió, resbalándose y hundiéndose en la tela de su ropa. No dijo nada, su silencio sería bien apreciado en ese momento y de todas maneras las palabras no eran siempre la mejor opción. Pero tuvo que sonreír, no por maldad, sino por alivio. Y es que Juubei había perdido la vista, mas no las lágrimas.
