Los personajes no me pertenecen son de Meyer, la historia si es mía y pido que no la plagien si quieren permiso de publicarla en otra parte primero pregúntenme por favor
*si están entre los guiones son los diálogos – bella -
Y al cerrarse estos son como los pensamientos de bella
Y si están en cursiva son pensamientos que bella agrega en su mente después de una cosa que dice
*y creo que hay ya aclare un poco las cosas los dejo con la historia*
Espía de tu corazón
Capitulo 1:
-Bella amor esta segura-. Ahí está de nuevo mi madre preguntando lo mismo desde hace 20 min. -Sabes q no tienes necesidad de marcharte-
-Tu madre tiene razón bella no es necesario que te vayas.- Y Phil la ayuda a convencerme pero no puedo quedarme tengo una misión que cumplir.
Extraño poder tomar el sol tranquilamente, antes podía salir sin ningún problema, pero ahora solo puedo salir usando abrigo largo, camisas de manga larga y pantalones. Sin olvidar un sombrero y lentes para el sol, simplemente para evitar en lo más posible el contacto con el sol, no por mis ojos, sino por mi piel; al solo tener tres meses de haber sido transformada mis ojos han adquirido un color vino oscuro, que al parecer no llama mucho la atención. Pero aun así como al pueblo al que voy no están acostumbrados a excentricidades, compre unos lentes que podre usar hasta que mis ojos tengan un color más presentable.
Por suerte Rene, mi madre, no había hecho comentarios sobre mi nueva forma de vestir y Phil, pues tampoco se había echo mucho problema con eso; ahora me encuentro en el aeropuerto de Phoenix esperando mi vuelo para Seattle.
-No se preocupen de verdad quiero ir.- Ya había dicho tantas veces esa mentira que hasta ya me salía como si fuera verdad.
-Los pasajeros para el vuelo de Port Angeles por favor abordar el avión-. Dijo una mujer por los altoparlantes del aeropuerto.
Nos encaminamos hasta llegar asta el área donde mi madre y Phil ya no me podían acompañar.
-¿Bella estás segura?- Volvió a preguntar, pero su voz ya sonó mas resignada que antes yo solo asentí suavemente dándole una sonrisa de consuelo pues veía la tristeza que le llenaba sus ojos por verme partir. Saludos a Charlie, cuídate Bella.
Después de los abrazos que siguieron a la despedida, me fui hacia el avión sin mirar atrás, solo para evitar sentir que no podía irme. Mi madre siempre es tan observadora pero al mismo tiempo tan atolondrada, despistada y torpe, no piensa bien las cosas antes de hacerlas; pero Phil es muy bueno y sé que se encargara muy bien de ella.
Subí al avión me acomode en mi asiento y me puse mis audífonos para poder escuchar música y relajarme, ya que me esperaba un largo viaje. Para poder llegar a Forks tenía por delante un vuelo de cuatro horas de Phoenix a Seattle, y de allí a Port Angeles, una hora más en una avioneta, y otra más en coche.
Pasar una hora en un coche con Charlie será un poco incomodo ninguno de nosotros es bueno para expresar lo que siente y tampoco somos muy sociables por decirlo de alguna manera.
Me encuentro a punto de llegar a Port Ángeles, la avioneta esta por aterrizar.
Me pregunto si mi papa se dará cuenta del cambio en mi apariencia, espero que no se sorprenda demasiado.
Al bajar de la avioneta espere a que me dieran el equipaje, divise a un hombre cerca de una patrulla, agudice mi vista, aunque no era muy necesario ya que ahora tengo una visión del 100 por ciento. Me acerco lentamente a él para que no se sorprenda de mi cambio a la última vez que nos vimos.
Cuando me reconoció, se quedo un momento asombrado, luego me dio una ligera sonrisa para acercarse a grandes zancadas, tomar mis maletas y darme un abrazo.
-Bienvenida bella-. Me dijo con algo de alegría, la verdad, creo que le entusiasma el hecho de que me venga a vivir con él, creo que piensa que no lo quiero.- ¿Cómo esta Rene y Phil?-
-Me alegra verte papa, mi madre y Phil están bien-. Subimos las maletas al maletero del coche no eran muchas, puesto que mi ropa era muy ligera para traerla a un sitio tan frió como este; aunque yo ya no necesite mucho abrigo, siempre debo aparentar las cosas para que mis padre no sospechen.
Ya han pasado casi 30 minutos desde que nos pusimos en marcha y todavía no hemos intercambiado palabra alguna, me parece que Charlie está muy nervioso creo q tiene miedo a que salga corriendo o algo por el estilo. Pero su voz me saco de mis pensamientos.
-Adivina que Bella, te compre un regalo de bienvenida-. Lo mire confusa, él sabe que no me gustan los regalos y tampoco las sorpresas.
-Papa sabes que no era necesario que lo hicieras-. Le dije con voz tranquila.
-No te preocupes te aseguro que te gustara, y no costó mucho la verdad ¿recuerdas a Billy Black?- Para sinceros no recuerdo casi nada de cuando me quedaba aquí con Charlie, pero no se lo iba a decir
-¿Tu amigo de la push? La verdad no lo recuerdo muy bien-. Tras convertirme, el intentar recordar cuando veía con mis débiles ojos humanos todo se ve borroso y la verdad como casi no pensaba en el tiempo que pasaba aquí antes, se me han olvidado demasiadas cosas, por suerte recuerdo la reserva.
-Si justamente él, bueno, estaba vendiendo su camión por una ganga.-
-Bueno y dime ¿de qué año es?- Hizo una expresión un tanto extraña creo que esa pregunta no le gustaba.
-1984 creo…-
-¿Cuando la compro era nueva? -Me aventure a preguntar.
-En realidad, no. Creo que era nuevo a principios de los sesenta, o a lo mejor a finales de los cincuenta-. Confesó con timidez.
-Pero papa que hare si se descompone no se nada de autos y no podemos estar pagando para que lo reparen-. Le dije algo preocupada
-No te preocupes Bella, él cacharro funciona a la perfección-
-Eso espero papa-. Después de esa pequeña charla nos mantuvimos en silencio por el resto del camino, por suerte no faltaba mucho para llegar a mi nuevo hogar; y efectivamente dimos vuelta en la curva y a los pocos segundos ya estábamos en casa.
Bajamos del auto y Charlie tomo mis maletas, nos encaminamos a la casa en cuanto entramos vi algunas fotografías.
-Tu cuarto esta tal cual como lo dejaste Bella ¿por qué no subes a verlo?-
Apenas termino de decirme eso fui hacía mi habitación, la conocía bien; había sido mía desde que nací. El suelo de madera, las paredes pintadas de azul claro, el techo de cielo raso a dos aguas, las cortinas de encaje, ya amarillentas, flanqueando las ventanas… Todo aquello formaba parte de mi infancia. Los únicos cambios que había introducido Charlie se limitaban a sustituir la cuna por una cama y añadir un escritorio cuando crecí. En el escritorio había ahora una computadora no muy nueva pero tampoco un dinosaurio.
-Espero que te sientas cómoda Bella-. La voz de mi padre me hizo reaccionar voltee a verle con una pequeña sonrisa en mi rostro, ninguno era bueno para esto de los sentimientos y emociones.
-Si papa no te preocupes estoy bien-. Después de eso dejo mis maletas y salió de mi habitación, después de repasar con la mirada la habitación decidí ponerme a arreglar un poco las cosas cuando termine eran las diez de la noche. Así que salí de mi habitación para poder tomar un baño, escuche el televisor en la sala; así que asumí que Charlie estaba viendo algún partido o las noticias. Me metí a la ducha y deje que el agua caliente me relajara, la verdad, es que me gustaba sentir, aunque sea, un poco de calor en mi cuerpo desde que soy vampiro no siento frió; pero veo la reacción de las personas ante mi contacto tan gélido. Me relaje un poco mas en la ducha hasta que me pareció que ya me había tardado en salir; fui a mi habitación y me puse un pijama. Fui a buscar a Charlie el cual estaba inconsciente en el sofá, me acerque a él para tocarle el hombro.
-Papa despierta-. Sin respuesta alguna.- Papa si te quedas en el sofá mañana te dolerá la espalda.-
-Mmm… ¿Bella?-
-Si papa, te quedaste dormido vamos te ayudo a llegar al cuarto-. Después de decirle esto lo ayude a ponerse de pie, caminaba como un zombi; intentaba no poner todo su peso en mi pero la realidad es que yo podría cargarlo con una sola mano sin hacer el más mínimo esfuerzo.
Después de dejar a Charlie en su cama me fui a mi habitación para revisar mis correos, de seguro ya tenia unos cuantos de mi madre, y, efectivamente cuando abrí el correo tenía unos tres de mi madre y uno de Cayo.
Los de mi madre eran simplemente preguntando cómo había llegado, que había hecho, como estaba Charlie y que recordara escribirle todos los días.
El de Cayo decía:
Volterra: Volturi
Isabella recuerda que tu misión, por el momento, es solo de observar
a los Cullen, interactúa con ellos para que ganes su confianza, así
podrás enterarte de cualquier cosa que puedan planear y deberás
de avisarnos apenas te enteres de algún intento de traición
Mañana se enviara a otro vampiro el cual será tu apoyo, el tiene
un don que tal vez te interese, se acercara a ti así que mantente
atenta, ten cuidado.
Esperamos el informe de tus descubrimientos.
Me ocupe de responder los correos de Rene y luego de informarles a los volturi como había llegado, mañana sería la primera vez que viera los Cullen en la escuela. Cuando termine con eso simplemente apague el computador, y me puse a perder el tiempo recostada en mi cama; ahora que no podía dormir las noche se me iban a hacer bastante aburridas fingiendo que duermo.
Genial son las 3:00 a.m. y yo aquí tirada sin nada que hacer, leer tal vez sería una buena opción, aunque con mi nueva vida recuerdo cada palabra a la perfección.
Bien las 5:30 a.m. al fin tendré excusa para levantarme, le cocinare a Charlie, salte de la cama y baje rápidamente las escaleras; como mi padre aun sigue dormido no me preocupare mucho por eso.
Por suerte al trasformarme no perdí mi habilidad para cocinar, aunque sinceramente, no sé cómo podía comer algo que huele tan mal.
Le prepare a Charlie unos simples huevos revueltos con tocino y un poco de jugo, el se levanto alrededor de las 6:00 a.m.
-Buenos días Bella ¿cómo pasaste la noche?-
-Bien.- Aburrida. Agregue mentalmente
Después de ese pequeño intercambio de palabras se sentó a comer. Me preguntó porque no desayunaba, que si me sentía enferma, pero le aclare que me levante muy temprano y desayune antes de hacer su desayuno. Pareció creérselo. Pero bueno, cuando puedes hacer que tu rostro parezca el de una estatua, es difícil que alguien realmente note cuando mientes.
-Hey Bella, ven un momento-. Llamo Charlie desde la planta baja, ya que después del desayuno subí a arreglarme para la escuela.
-¿Que ocurre papá?-Pregunte llegando a su lado en la puerta de la casa.
-Mira, ese va a ser tu auto.-
-Está genial papá-. Al frente de mi se encontraba nuevo monovolumen, era de un rojo desvaído, con guardabarros, grandes y redondos, y una cabina de aspecto bulboso. Para mi enorme sorpresa, me encantó. No sabía si funcionaría, pero podía imaginarme al volante. Además, era uno de esos modelos de hierro sólido que jamás sufren daños, la clase de coches que ves en un accidente de tráfico con la pintura intacta y rodeada de los trozos del coche extranjero que acaba de destrozar.
-Me alegra que te guste Bella, bueno tengo que irme al trabajo, espero que te vaya bien hoy en la escuela-
-Cuídate nos vemos-. La escuela, mi misión, no creo poder con esto de seguro me descubrirán pero si no lo hago, es probable, que usen a mi familia para motivarme y no quiero eso.
Después de divagar un rato mas por mis pensamientos decidí que ya era hora de ir a la escuela, al llegar me dirigí a la dirección para recibir mi horario ahí me atendió una señora ya de unos 50 años, después de hablar brevemente y recibir la bienvenida de parte de ella al pueblo me fui a clases.
La mañana paso realmente tranquila, me puse hablar con una chica llamada Jessica con la que compartía la clase de historia. La hora del almuerzo llego de manera rápida, así que hay tendría el primer contacto visual con los Cullen y me reuniría con mi compañero a la salida.
Entramos a la cafetería, al buscar nuestros alimentos solo tome un refresco de cola alegando que por los nervios de ser mi primer día no tenía hambre, solo algo de sed; luego Jessica me dirigió a la mesa que ella comparte con sus amigos. Allí me presento a: Tyler Crowley, Lauren Mallory, Mike Newton, Ángela Weber y Eric Yorkie.
Me pareció que con la que me llevaría mejor sería con Ángela, y luego de ese pensamiento fue que los vi… los Cullen me dispuse a observándolos de manera disimulada, identificándolos mientras iban entrando.
-Rosalie Hale, de una hermosa cabellera rubia y de una belleza propia de una modelo de revista y con una mirada bastante seria y algo arrogante.
-Emmett Cullen, el compañero de Rosalie, de cabello negro y corto, alto y fornido, se nota que cuando era humano era muy fuerte y al parecer es el bromista, muy sonriente.
-Alice Cullen, es pequeña como un duendecillo, de cabello negro corto y en punta, vestido a la moda y su andar parecía de bailarina muy agraciada y muy sonriente.
-Jasper Hale, alto y fornido, pero no tanto como Emmett, rubio; el compañero de Alice, se veía serio algo retraído. Según el informe era el ultimo en integrarse a la familia, no tenía mucho autocontrol, así que de seguro estar en un lugar así debe de suponer un reto.
Yo por suerte tengo un gran control con respecto a estar rodeada de humanos, pero si huelo sangre de alguna herida, mi control se debilita y si es mucha sangre lo pierdo por completo Y entonces lo vi…
-Edward Cullen, el más delgado, se ve que tenia buen físico y también de aspecto más joven, cuando entro en el lugar todo lo demás desapareció para mí, en ese momento solo me que mirándolo aun con disimulo. Pero no podía apartar la mirada de él, con el cabello cobrizo y una sonrisa de medio lado en su rostro, la cual si fuera humana me haría ruborizar en ese instante, volteo el rostro y me miro, se quedo unos segundos haciéndolo, cuando yo decidí desviar mi mirada.
Luego de eso ellos se sentaron en su mesa mientras yo fingía estar escuchando los chismes que intercambiaban Jessica y Lauren, intentaba escuchar si ellos decían algo pero no lo hicieron hasta que al fin termino el almuerzo y según mi horario tenía que ir a clase de biología.
Al acercarme al salón podía oler q había un vampiro en el lugar, pero no sabía cual, solo sabía que su olor me resultaba completamente embriagante y justo cuando entre ahí estaba Edward, en una mesa completamente solo. Note que cuando me acercaba al profesor, él, me miraba por el rabillo del ojo y decidí nuevamente desviar mi mirada de esos ojos que me estaban empezando a hipnotizar.
El maestro me hizo presentarme a la clase, lo cual realmente detesto, jamás me ha gustado la atención y esta no es la acepción. Cuando termine de hacerlo el profesor me indico que me sentara al lado de Edward, el cual sonrió con esa sonrisa de lado, que tanto me gusto en el almuerzo; y mientras me iba acercando note que el me miraba con algo de nervio, curiosidad y algo que identifique como entusiasmo. Yo solo podía mirar al piso ya que por alguna razón me sentía nerviosa, muy nerviosa; pero no por la misión, sino por estar tan cerca de él y si mi corazón todavía latiera en este momento estaría desbocado. Tome asiento finalmente y nos miramos por unos segundos, en ese momento el parecía estar meditando algo y entonces movió sus labios para decirme algo cuando...
Hola espero les aya gustado.
Para los que ya avían leído este capi es solo que decidí editarlo que note Unos errores en el y pues estuve con unas cosas y no avía podido actualizar Prometo hacerlo mas seguido ahora y justo horita creo que subiré el segundo capi Espero me tengan paciencia en especial con la horrible ortografía que tengo u.u
Cuídense matta ne!! (hasta luego)
