No lo haría

Una noche Ron estaba echado en la cama cuando entro Harry al cuarto de los Gryffindors de cuarto año. Frunció el entrecejo, se levanto de la y se fue a buscar a Hermione, la castaña había ido a la biblioteca y aun no volvía, si no se apuraba los prefectos la regañarían.

En la biblioteca había una mesa llena de libros apilados que solo dejaban ver una cabellera rebelde castaña.

-Te encontré- dijo Ron acercándose- si no vuelves pronto…- se detuvo al notar que Hermione estaba dormida. La sacudió levemente para intentar despertarla.

-Los dragones rojos de Australia tienen las alas de 20 metros de largo que tienen picos en…- murmuraba Hermione dormida sin que él movimiento la molestara.

Ron sonrió levemente y negó con la cabeza. Observó los libros, todos eran sobre dragones, seguro Hermione estaba investigando para ayudar a Harry con la primera prueba.

-… emana fuego por la boca a las presas que…- seguía murmurando Hermione como si lo estuviera leyendo.

-Me pregunto si harías todo esto por mí- murmuro Ron levemente.

-no es mayor a… No lo haría…- murmuro Hermione sacudiendo la cabeza un poco.

-¡Oye!- dijo Ron algo molesto.

-…No te dejaría participar en primer lugar, es demasiado- Hermione bostezó- peligroso… 60° centígrados.

-Oye…-

-No puedo dejar que tú estés en peligro… por que… yo…- murmuró y bostezó otra vez- …cuando las presas son alcanzadas por las brasas…

-¿Por qué tu…?- la instó a continuar Ron.

-…La cola es de 40 metros de largo y el dragón la usa para…- siguió murmurando ignorando la presencia del pelirrojo.

-¿Hermione?- intentó nuevamente él menor de los chicos Weasley.

-¿Ah? ¿Qué?- preguntó Hermione abriendo los ojos- Hola Ron, ¿Qué hora es?

-Ya es tarde- dijo Ron- oye sobre lo que dijiste…

-¡¿Tarde?! ¡Oh no! ¡Los prefectos van a regañarnos!- dijo Hermione levantándose ya completamente despierta. Metió todos los libros a su mochila y se estiró- ¿Por qué no me despertaste?

-Lo intente- dijo Ron siguiendo a Hermione que ya se estaba yendo- ¿sabias que hablas dormida?

-¿Enserió?- preguntó la castaña empezando a correr para llegar a la torre de Gryffindor.

-Si, ¿no recuerdas nada?- pregunto Ron corriendo también. Ella negó con la cabeza encogiéndose de hombros.

-¿Dije algo importante?- preguntó Hermione.

-Nada, solo algo de un dragón Australiano- dijo Ron suspirando resignado.

Quería saber lo que Hermione iba a decir pero también algo en él le decía que tarde o temprano iba a enterarse.

Y que la espera valía la pena.