Bueno es mi primer fic así que espero que tengan un poco de consideración con migo :) basicamente la historia estara dividida en unos 20 capitulos, bueno esa es la idea pero uno nunca sabe que puede pasar, es una historia bastante rara pero espero que les guste, eso sí les advierto que tiene una fuerte dosis de drama y romance asi que si no les gusta eso mejor ni lean jaja.

La historia es un sorato pero contiene gran cantidad de mimato y otras parejas que con el avanzar de la historia irán apareciendo, solo quiero recomendarles que no se sorprendan de nada ya que en este fic todo puede pasar muajajajajjaja (risa maléfica) xD.

Algo muy importante es agradecer a Mizh-n-Rozh o Rose como mejor la conozcan, antes que nada quiero decir que sin la ayuda de esta chica el capitulo no seria lo que es, ya que ella me ayudo y me oriento en varias cosas así como también corrigió algunas, por esa razón y por la paciencia infinita que me tuvo GRACIAS ROSEEE!:D en este mismo momento tengo un altar para Rose con una foto mega grande de ella y todo jaja no mentira pero si le estoy verdaderamente agradecida.

Digimon ni sus personajes me pertenecen solo los utilizo con fines de entretenerme y entretener al lector..

Bueno sin mas vueltas los dejo con el fic y espero les guste.


Last Butterfly

Capítulo 1 - Noche Estrellada.

En una ciudad de Europa, específicamente en París, protegida bajo el manto de la noche, paseaba con tranquilidad por un pequeño parque de la zona una chica de largos cabellos castaños; cualquiera que la viera diría que llevaba un gran problema sobre sus hombros ya que parecía muy afligida y cansada, al detenerse a mitad de un puente situado sobre el lago del parque dejo salir un gran suspiro, pareciera que de esa forma trataba de deshacerse de sus frustraciones. Dirigió su mirada hacia el lago, lo observó cuidadosamente y su rostro cambió por uno de molestia, ¿acaso era posible que ese lago estuviera tan calmado y quieto? Por un momento sintió envidia, ¿eso era posible? Es que se veía tan tranquilo… tan feliz ahí donde estaba, todo lo contrario a ella, pero luego de un rato ese sentimiento desapareció, y sonrió por lo tonta de su idea: ¿sentir envidia de un lago? ¡Qué era eso! Era verdad que en ese momento no se encontraba bien pero tampoco deseaba ser un lago.

Mientras ésta seguía con la mente en otro planeta, siente una mano sobre su hombro, su cuerpo se congeló, quería correr, gritar pero un sentimiento de pánico la invadió y su cuerpo no respondió. Miles de ideas de lo que podría sucederle pasaron por su mente, ninguna muy agradable que digamos. ¿Qué haría ahora? No veía a nadie cerca que pudiera ayudarla, ¡esa persona podría hacer lo que quisiera con ella y nadie sabría que paso de ella!

Mientras ésta ya se despedía de este mundo, como una revelación, una idea apareció en su mente… si bien era arriesgada era todo lo que podía hacer, era eso o nada. Así que sacando fuerzas de quién sabe dónde piso a su atacante en el pie derecho con todas sus fuerzas, él se alejo, ¡bien! ¡Usaría esa oportunidad para escapar! Pero su atacante fue más rápido, y la sujeto de la cintura con fuerza para evitar su escape.

Terror no era suficiente para expresar lo que sentía en ese momento, toda su vida pasó ante sus ojos, había tanto que no hizo, tanto que quería hacer, que decir, que sentir… en ese momento un suave aroma llega a ella, al principio se sorprendió, ya que le era muy familiar, pero luego lo reconoció y sonrió. Sabía de quién se trataba. Nadie más tendría ese olor tan dulce y fuerte al mismo tiempo, y como volviendo la cordura, a su cuerpo dijo:

- No deberías asustar así a las jóvenes indefensas, Taichi - terminó girándose para ver a su atacante con una sonrisa calmada y divertida, no se había equivocado era el su amigo de la infancia.

Al verla no pudo más que sonreír por todo lo que sólo Dios sabe, su amiga había imaginado en el momento en que la tocó y dejando salir una suave risilla dijo:

- Mimi, si ambos sabemos que no eres una joven indefensa… ni mucho menos - colocando ambas manos sobre la cabeza, como muestra de lo poco serio que era cuando se trataba de su amiga.

Ofendida por el comentario, la joven cambia su tono dulce por uno más alto y molesto - Pero qué dices, tonto, por supuesto que lo soy, que tú no lo creas no es mi problema - girándose para darle la espalda ofendida.

El chico sólo sonríe, sabía bien cómo cambiar la actitud de esa niña, no por nada eran amigos desde siempre… y rodeándola para ver su rostro dice:

- Ah... vamos Mimi, no te pongas así, no es para tanto - en ese momento el rostro del chico choca contra la mirada fija de la castaña, pudiendo ver así la gran y hermosa sonrisa tan fresca y feliz de éste.

Con su rostro tan cerca de suyo la joven, podía sentir como sus mejillas se enrojecían así que dijo:

- Está bien, ¿a que viniste? - tomando distancia de éste antes de que notara sus mejillas sonrojadas, disimulándolo con un falso tono molesto. No podía enojarse con Taichi, él era su amigo desde la infancia, la conocía muy bien y sabía que nunca se resistiría a esa sonrisa que siempre le daba cuando ella se colocaba en plan niña mimada.

Sonrió por dentro al recordar que siempre fue así, ella se molestaba con él por sus comentaros sinceros y poco delicados, y éste sólo sonreía como no notando que ella buscaba que la adularan así que sin más remedio debía perdonarlo.

Mientras Mimi revivía su infancia, el chico, como recordando el porqué estaba allí, cambio su sonrisa por una cara más seria y dijo sin rodeos:

- Yamato me mandó buscarte.

Saliendo de su mundo de ensueños y como asimilando lo que éste le decía, Tachikawa se quedó en silencio, algo poco normal en ésta, así que su amigo se preocupó… pero al ver la sonrisa en la cara de ella supo que estaba bien.

- ¿Yamato me mando buscar? ¡Qué bueno! - dice saltando de alegría como una niña chiquita, a lo que Taichi sólo sonreía, bastaba con pronunciar "Yamato" y esa chica cambiaba de ánimo por más triste que se encontrara.

- Siempre te pones así cuando se trata de él - dice sonriendo.

Pero a ésta pareció no darle gracia como a él, y lo demostró cambiando su rostro alegre por uno serio y dijo:

- ¿Qué no lo entiendes, Taichi? Si Yamato me mandó buscar es porque ya ha tomado una decisión.

- ¿Decisión? - ¿de qué decisión hablaba? No la entendía.

- ¡Sí! - dice ella, volviendo a cambiar su rostro serio por uno de felicidad, y continua con un tono más calmado y pausado, como buscando la comprensión de su amigo ante un tema tan delicado, según ésta -. Antes de salir de casa, le dije que no volvería hasta que tomara una decisión con respecto a nosotros y si te mandó a buscarme es porque ya la ha tomado - la emoción se notaba en su voz y se le veían estrellitas en los ojos, pero éstas desaparecieron al no encontrar la emoción en su amigo como esperaba.

Un suspiro de cansancio sale de los labios del chico, y con cara de fastidio dice:

- ¿Es que acaso no te cansas de eso, Mimi?

- ¿De qué hablas? - dice ésta confundida, es verdad que no esperaba que su amigo saltara de emoción como ella, pero tampoco se esperaba la cara de sepulcro que éste tenía.

Él le responde sin rodeos: - De ser rechazada por Yamato, ¿no te cansas de eso? ¿Por qué mejor no te fijas en alguien más, en un chico que esté interesado en ti, en un chico de tu edad…? - dice éste de lo más tranquilo y sincero, pero aparentemente ella no lo tomó de ese modo ya que en cuanto el miró a la chica, pudo ver odio total hacia él y fue ahí que una sonora cachetada se escucho claramente en el silencio de la noche.

Histérica, ésta empieza a gritar:

- ¿Cómo te atreves a insinuar que mire a alguien que no sea Yamato? Nunca vuelvas a decirlo, nunca… ¿entendiste? ¡Nunca! - con furia y odio, sentimientos poco comunes en Mimi. A lo que Taichi se asusta, ella jamás le había pegado, no había visto tanto odio en ella y menos hacia él, así que asustado y dolido dice:

- Lo siento, Mimi, yo no quería ofenderte, es solo que yo… - con el rostro mirando hacia el suelo, y la voz con un tono apenado.

Esto obviamente llego al corazón de la castaña así que volviendo en sí, dice:

- Lo siento también, Taichi, no quise hacerlo… pero sólo la idea de no estar con Yamato me altera ya sabes cuánto lo quiero y bueno… lo siento – dice, sintiéndose muy apenada por haber perdido los estribos así con quien la había soportado por tanto tiempo.

El castaño recuperó su sonrisa normal ante este gesto de su amiga, si bien ella era una persona adorable, no solía pedir disculpas por sus fallas… estaba muy acostumbrada a que la mimaran, pero si las pedía era porque en realidad lo sentía, así que abrazándola dice:

- Está bien. Ya vámonos, Yamato debe estar esperando - al ver la sonrisa de ésta, la toma de la mano para correr hacia la oscuridad de la noche.


Mientras tanto, en una mansión enorme, específicamente sobre el tejado, refugiado en la oscuridad de la noche y como única compañera la luna, un joven miraba la noche con ojos tristes… la luna alumbraba su rostro haciéndolo ver más hermoso de lo que era, si eso es posible, lo que no sabía era que mientras él meditaba con la luna como testigo, alguien lo observaba atento desde las sombras.

- ¿Mirando el cielo de nuevo? Ya creo que te gusta más estar aquí que conmigo - escucha decir a alguien con un tono divertido fingiendo tristeza, y sorprendido se gira para ver de quién provenía ese comentario ya que juraba que estaba solo.

Al notar el rostro de su acompañante salir de entre las sombras sonrió con cariño, pues se trataba de su pequeño hermano, el único ser en Europa capaz de sacar el verdadero ser de Yamato, ese que sólo le era revelado a seres muy especiales. La razón de que la calidez no desapareciera por completo de su corazón, sí quería a sus amigos, pero el amor que sentía por su hermano era distinto… era puro, sin apuros, sin presiones. Él simplemente lo amaba.

- Sólo observo el cielo, ya sabes que me da tranquilidad - dice volviendo su rostro de nuevo sereno a su compañera de tantas noches, la luna.

- Ya lo sé hermano, pero pasas demasiado tiempo aquí últimamente - dice éste cambiando su tono divertido por uno preocupado de verdad, su hermano notó esto y se apresuró a decir con una pequeña sonrisa:

- Es que últimamente tengo más cosas que pensar - cambió su rostro tranquilo por uno de tristeza, rostro que pasó desapercibido para Takeru ya que le daba la espalda en ese momento o eso creyó Yamato… pero Takeru conocía muy bien a su hermano y podía suponer cuál era esa razón por la cual su hermano pasaba tanto tiempo pensando.

- ¿Es sobre Mimi? - dijo Takeru.

- Sí - respondió el mayor, ¿para qué mentir de todas formas se enteraría?

Al escuchar la afirmación de su hermano Takeru se llenó de una mezcla de rabia y frustración, ya que por más que conocía el problema de su hermano no podía hacer nada por él. Y bajando la cabeza con tristeza dijo: - ya veo.

- Me casare con ella - dijo Yamato directamente.

- ¡¿Qué? - fue la respuesta de Takeru, lo escuchaba, lo sabía, pero no lo creía, no podía ser verdad… no quería creerlo, es decir, adoraba a Mimi, era como de su familia, pero definitivamente no la quería de cuñada.

Y viendo el pánico dibujado en el rostro de su hermano, Yamato sólo pudo sonreír… es que ese chico era tan sincero que hasta un ciego vería la verdad en su rostro. Así que con una pequeña sonrisa en los labios dijo:

- No pareces muy contento.

La respuesta de su hermano lo despertó de su pesadilla personal.

- No es eso hermano, es sólo que… bueno, yo no lo esperaba, llevan tanto hablando de esto que en realidad no pensé que llegaría - dijo éste más relajado que antes y con un poco de tristeza en su voz.

- Pero llegó hermanito, llegó - le dice éste mirando hacia el cielo de nuevo, Takeru sintió cómo se le rompía el corazón sólo de imaginar la tristeza de su hermano.

Si él mismo se sentía mal, ¿cómo se sentiría Yamato? Y no es como que no quisiera a Mimi y tampoco era que le ponían una pistola en la cabeza para que se casara, pero sabía que ella no era la mujer para su hermano. Amaba a Mimi, era su amiga, como una hermana, y sabia que su hermano la veía igual… por mucho que esta tratara de que eso cambiara.

Takeru estaba confundido y no dudo en comunicárselo a su hermano con una simple pregunta.

- ¿Por qué?

- ¿No quieres que me case? - fue la respuesta de Yamato, si a eso se le podía llamar respuesta… mas bien era otra pregunta.

Takeru sintió que Yamato le exigía una respuesta ya que él no dudo en demostrar su desagrado ante la noticia del mismo modo. Debía responder a la pregunta de su hermano, así que menos seguro que antes dijo:

- No es eso, hermano, sabes que adoro a Mimi pero…

- ¿Pero, qué? - exigió saber Yamato mirando a su hermano con determinación.

Ante esta mirada tan penetrante y segura de Yamato, el miedo en el menor creció al igual que su duda y sólo pudo responder con vacilaciones.

- Creo, creo… - dijo éste con signos de miedo, y tras una fuerte inhalación, como tratando de que el valor lo llenara de esa forma, dijo -: Creo que deberías casarte por amor y no porque así lo quieran nuestros padres - terminó diciendo con gran determinación, al parecer el valor que buscaba llego a él.

Observando detenidamente a su hermano, Yamato colocó la mano sobre la cabeza de éste, y mirándolo con dulzura la acarició, terminando así de disipar los miedos de éste, y muy seguro le dijo:
- ¿Sabes, Takeru? No me había dado cuenta de cuánto creciste… - ofreciéndole una sonrisa sincera, de esas que sólo le daba a él. El menor correspondió a la sonrisa de su hermano y de esa forma compartieron un vinculo único que sólo sienten los hermanos.

Luego de ese momento fraternal, Yamato poniéndose de pie, se aleja de su hermano para dirigirse al interior de la casa.

Mirándolo partir con gran tristeza, Takeru sólo puede confiar en que lo que su hermano decidió será lo mejor.


Al mismo tiempo, una pareja muy especial entraba a la residencia de los rubios hermanos, y no exactamente de una forma discreta.

- Mimi, ya te he dicho que no te cargaré hasta el despacho de Yamato - decía Taichi, entrando un poco fastidiado ya que la castaña venía quejándose todo el camino.

- ¡Pero, Taichi! Estoy muy cansada y si voy caminando llegaré sudada, ¿acaso quieres que mi Yama me vea de esa forma? - con tono de reproche y la típica cara de perrito, sí de esas caras a las que no puedes decirle no.

Pero el castaño ya llevaba años entrenándose para resistirse, ya que si caía seria usado vilmente más de una vez, así que con maestría, sonrió como avisando que ese truco no funcionaba en él y dijo:

- Ah… no me importa en lo mas mínimo, ya cumplí con traerte, además es imposible que llegues en ese estado a la oficina, sólo está a unos metros de aquí - como queriendo hacer entender a la castaña que lo que pedía, además de absurdo, no era necesario. Pero claro… ésta no cedería así de fácil y contraatacó.

- Pero me hiciste correr por toda la ciudad, y si camino un poco más moriré - era su estrategia final "la lástima".

Pero Taichi no era tonto, sabía que era un capricho más de su amiga para parecer más frágil ante Yamato. Si accedía a eso seguro le diría a Yamato que había caminado kilómetros y kilómetros en su huida, y claro, juraría que cuando Taichi la encontró se encontraba en el peor de los estados y éste debió cargarla hasta la casa.

Ya se imaginaba la historia que tenía pensado contar, así que con una sonrisa divertida, le dijo: - Pues no te vendría nada mal perder unos kilos de más sabes - claro, el enfado de la castaña no tardo en aparecer, ¿cómo se atrevía a decir que estaba gorda?

- ¡Estás insinuando que estoy gorda! – dijo, con una cara digna de un demonio y nada linda, cómo solía ser.

- Si lo ves por ese lado debe ser por algo, yo solo dije que no te vendría mal -siguiendo con su juego de hacer enfadar a la castaña.

No podía negarlo, era lo mejor que existía para él… ver las distintas caras de Mimi sin saber cómo responder, escuchar las absurdas defensas de ésta, y lo mejor, cuando ésta decidía matarlo y lo perseguía por toda la casa buscando su cabeza en venganza. Y su pronóstico no erró. Ella actuó exactamente de ese modo.

- ¡Taichi Yagami, me las pagarás! - con ojos que echaban fuego. Ya no lo soportaba lo mataría, no importaba si la arrestaban, él se lo merecía por ofenderla y de ese modo empezó la batalla Yagami vs. Tachikawa.

Taichi sólo reía mientras corría por su vida, ya que Mimi lo perseguía con una mirada asesina, pero su juego fue interrumpido por un sonido muy conocido para los dos.

Era el sonido de la garganta de Yamato cuando exigía su atención, y no se equivocaron, al mirar sobre la escalera se encontraba Yamato recostado sobre el barandal con los brazos cruzados, molesto; ambos castaños detuvieron su matanza para observarlo, en cuanto éste sintió las miradas de los dos dijo:

- ¿Podrían dejar de mostrarse su amor por un momento, al menos ante mí? - esto último lo dijo mirándolos con una sonrisa coqueta en los labios rompiendo así el hielo.

- ¡Yamato! - fue lo primero que dijo Tachikawa antes de tirarse a sus brazos con entusiasmo, éste la recibió con cariño y miró a Taichi desafiante pero divertido.

La respuesta del castaño no se hizo esperar, y mostrando también una gran sonrisa, dijo:

- ¡Já! Yamato, no puedes compararte conmigo, y lo sabes, además tu novia se muere por mi - esto último lo dijo colocándose en una pose extremadamente sexy.

- Sí, lo sé Taichi, pero podrían tratar de respetar esta casa - con un falso tono de molestia a lo que éste sólo sonrió.

Pero la joven no estaba de acuerdo con su juego y dijo: - No digas esas cosas, sabes que no es verdad, yo te adoro, Yamato.

Y mirándola con ternura y acariciando su cabeza, dijo

- Lo sé, Mimi.

Eso no era lo que la castaña quería escuchar, ella buscaba un "yo también te amo, amor". No un seco "lo sé" y Taichi lo notó, notó la tristeza en los ojos de Mimi, así que decidió interferir antes de que ésta le dijera algo a Yamato, y las cosas salieran de un juego inocente para entrar en una discusión acalorada.

- Perfecto, Mimi, ya has despertado a la bestia de Yamato - dijo como buscando molestar al rubio cosa que paso.

- ¿Qué dices, Yagami? Si ambos sabemos quién es el mejor - con cara de galán y una sonrisa arrogante.

Y viendo que logró su objetivo prosiguió el juego diciendo: - Por supuesto que sí, ¡yo!

- Ya quisieras, Yagami - dijo Yamato con su característica galantería y tomando la mano de su novia, la besó y preguntó - ¿Quién crees que es mejor Mimi?

Al principio le sorprendió el acto de su novio, pero lo recibió con gusto y dijo:

- ¡Ya basta, chicos! ¡Parecen unos niños! Saben que no puedo elegir entre ustedes, a ambos los quiero pero de formas distintas, así que me sería imposible decidir - dijo con una linda sonrisa

- Está bien, sabemos la respuesta - dijeron ambos, lo cual produjo la risa de los tres y de esa forma terminó la pequeña disputa por el poder masculino en la mansión Ishida.

Con todos más calmados y relajados, Yamato recordó algo muy importante.

- Es verdad, ¿donde estabas, Mimi? - dijo serio.

La joven cambió su sonrisa por un rostro serio y mirando a Yamato dijo:

- Te dije que me iría hasta que pensaras en nosotros, y creo que si me mandaste buscar es por esa razón - dijo con la esperanza de que así fuera, claro que no mostró sus nervios, ella debía parecer tranquila y segura… así que se alejó de éste, rompiendo su abrazo con pesadez para esperar su respuesta.

Bajando la mirada triste, Yamato dijo:

- Tienes razón, pero también es porque me tenías preocupado, sabes que no me gusta que salgas sola de noche.

- Y por eso me tiene cuidándote como tu niñera - agregó Taichi, fingiendo molestia pero en realidad era para bajar la tensión que se sentía entre la pareja.

- Baka - dijo Yamato, sabía que las intenciones de Taichi eran buenas, así que en agradecimiento le regala una sonrisa y dice -. ¿Taichi podrías llamar a los demás? Tengo un anuncio que dar.

Mimi creyó estar soñando, ¿acaso podía ser lo que tanto había esperado?

- Yamato… podría ser que…

Yamato no dijo nada solo sonrió a su novia como respuesta.

- Ay… Yama - abrazándolo con alegría.

- La verdad es que me gustaría mucho que guardaras el secreto hasta que yo se los diga, ¿está bien? - le dijo el rubio guiñando un ojo a la castaña que ahora no se despegaba de él y tenía una sonrisa de no creer en los labios.


notas de la autora

Y que les pareció? como dije antes es mi primer fic y estoy mega emocionada por saber que les pareció por lo mismo espero reviews xD.

Acepto criticas constructivas, tomatazos y hasta criticas ofensivas todo por mejorar ¬¬ claro espero que no tengan que llegar a lo ultimo.

Cualquier duda que tengan las aclarare con gusto, no duden en preguntar .

Una vez más muchas gracias a Rose que me apoyó en este proyecto, espero que me tengas paciencia Rose prometo que mejoraré jajaja

Escribir este capitulo podría decirse que fue sencillo ya que prácticamente se escribió solo, las palabras salían de mi mente como lo más natural del mundo ni siquiera pensé mucho para escribir, pero al mismo tiempo fue un reto ya que me propuse hacer una historia que llegue a sus corazones como muchas de las suyas me llegaron a mí, es como una especie de regalo para ustedes por ayudar a que mi imaginación vuele y aunque no lo crean leer fics me ayudo en varios momentos difíciles, me refiero a que me distraían y me ponían una sonrisa en los labios de nuevo, por eso, deseo darles lo mejor de mi y prometo mejorar en cada capitulo, de hecho ya tengo otros dos escritos y dependiendo de como sea recibido esté los subiré rápidamente.

Sin mas vueltas los dejo y les deseo un hermoso dia o lo que resta de él, espero muchos reviews ^_^.

Matta ne! nos leemos pronto xD