Ante la Nueva Vida

No estaba segura si era una ingenua o sencillamente estúpida por tener aquel tipo de pensamientos, pero no podía evitarlo, supuso que era algo natural, inherente a la maternidad, cómo no iba a ilusionarse, aunque fuera levemente al pensar en la vida que crecía en su interior. Pero aún así le parecía egoísta e impropio.

Habían tantos problemas, tantas dificultadas, tantos peligros... que la culpabilidad la asediaba un segundo después de sonreír al mirar su incipiente vientre. Pero acaso ¿no podía esperanzarse aunque fuera un poco?

Sabía que había un millón de cosas más importantes, pero no podía evitar preguntarse si sería un niño o una niña está vez. Y fuera lo que fuera desear tenerlo entre sus brazos, arrullarlo, acunarlo y cuidarlo. Aquella vida, aquella existencia que en ocasiones se le antojaba como burbujas en su tripa, era lo único que le hacía ver algo de luz en su vida.

Todo era completamente diferente a cuando esperaba a Carl, y no sólo porque el mundo fuera un lugar absolutamente distinto... sino por todo. Y aún así, sus principales miedos, los importantes eran los mismo. Que aquella pequeña vida estuviera sana, que fuera fuerte y todo saliera bien. Claro que también deseaba especialmente que fuera tranquila y llorase poco. Que no les pusiera en peligro más de lo que ya lo estaban.

Tenías mucho miedo, no lo podía negar, pero era ilógico no sentirlo ante la incertidumbre que se cernía sobre su futuro y su situación, como mujer, como madre. Pero pese a ello sentía que Rick lo lograría, una extraña calma la invadía pensando que de alguna forma él los protegería y los cuidaría, como nunca había dejado de hacer. Pese a que evitase su mirada siempre estaba velando por ellos, siempre estaba ahí.

Y tenía la extraña esperanza de que aquél bebé les uniría de nuevo, aunque fuera sólo como padres, aunque fuera sólo en una mínima parte de lo que alguna vez fueron. Aquella vida que se abría paso en su interior podría lograrlo, o eso quería que creer.

Tal vez sí fuera terriblemente ingenua pensando así, pero como madre se negaba a pensar que su bebé no trajera más luz que problemas, porque a cada complicación que sabía que provocaría, ella no podía sencillamente pensar en él, en su imagen y evitar sonreír. Quería a ese bebé, quería que naciera, que creciera. Lo quería más que a si misma. Ya no podía renunciar a él. Sabía que no recibía elogios por traer una nueva vida a esté mundo de muerte, pero iba ha hacerlo de todos modos.

Pensar en ello, en su bebé, la daba fuerzas para soportar los viajes y valor para aguantar la vicisitudes a las que se enfrentaban día a día, porque pensar en él la inundaba de amor.

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FIN

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NdA: Está es la primera vez que me meto dentro de la cabeza de Lori, ahora que me doy cuenta. Sé que es el personaje más odiado de la serie, al menos antes de la llegada del Gob.

Lo he escrito por pedido en el foro, y me he ceñido todo lo posible a lo que se pedía, por eso no hablo de Shane ni del papel que Lori y su embarazo jugaron en el desenlace del policía, solo de la futura maternidad y sus pensamiento.

Sólo puedo decir que ha sido interesante, tremendamente complicado, no voy a mentir, porque son las 500 palabras más complicadas de hilar y dar sentido y orden que he tenido que manejar en mi vida. Pero ha sido muy interesante. Sé que no es excesivamente canon, pero mejor no lo he podido hacer. Mil perdones!

A los que acaben llegando hasta aquí leyendo, Gracias!

Como siempre se admiten críticas.