Hola es mi primera historia, lleva tiempo en mi mente pero finalmente me he decidido a publicarla, espero sus comentarios por favor y sobre que la disfruten.

Los personajes y el mundo pertenecen a J. K. Rowling.

SOLO POR UNA PELEA...

La noche había caído hacia unas horas, el cielo ahora estaba adornado por un manto negro cubierto de estrellas, y como imagen principal la luna, enorme y majestuosa se alzaba en donde ella no podía llegar sin ser perturbada por nada ni por nadie. Como se sentía ella en ese lugar, sola... sola y enfadada con Ron, por haberse enredado con la estúpida de Lavander, y con esa zorra por haber engatusado al imbécil de Ro-Ro como le decía, eso era enfermizo no soportaba verlos besuqueándose, intercambiando baba, prácticamente tragándose, les odiaba por hacerla sentir poca cosa, pero mas se odiaba a ella misma por haberse enamorado de Ron, y no luchar por él.

Pero ella no era la clase de chica que esperaba a su príncipe azul, !no¡ ella era practica y fuerte... podría superar esto en cuestión de tiempo sí se lo proponía.

Engañarse no valía la pena, estaba deshecha, pero no lloraría, ya no, como que se llamaba Hermione Jean Granger; por el momento estaba furiosa, porque acababa de ver otro encuentro entre la pareja más empalagosa de Hogwarts y no es que estuviera celosa, bueno un poco, pero también estaba harta de verlos y sentir arcadas, para luego salir corriendo, por eso se encontraba en ese momento caminando sin rumbo fijo esperando que su ira se aplacara.

Finalmente sus piernas no soportaron mas y se detuvo, sintiendo como éstas se aflojaban y no querían responder mas. Optó por ubicarse, estaba cerca de la torre astronomía, hacía mucho que no subía y la idea se le antojaba tentadora, a esa hora nadie estaría ahí, por lo tanto no la molestarían o eso pensaba.

Subió con cuidado pensando en lo tarde que era pero no quería volver, no aún. Sabía que si la llegaban a encontrar la castigarían, pero en ese momento no importaba mucho lo que pudiera pasarle "sólo será un rato" se dijo a si misma, además era prefecta si bien recordaba. Entró con cautela y se dirigió a la orilla tomándose fuertemente de la baranda. El aire frío tocó su rostro, refrescante, pues tenia la cara roja por correr minutos. Abrió los ojos encontrándose con el cielo adornado de estrellas. Recordó cuando era pequeña y sus padres solían pasar las noches cálidas de verano observando el cielo estrellado.

Sonrío ante el recuerdo, extrañaba mucho a sus padres les escribiría una carta. Un escalofrío repentino recorrió su cuerpo, sintiéndose repentinamente incómoda y observada, volvió el rostro y buscó con la mirada aquello que le hacía sentir mal. Lo encontró en una esquina recostado contra el muro con los brazos cruzados en una posición desinteresada pero elegante con su vista fija en ella. Parpadeo esperando estar confundida pero no fue así, seguía viendo la figura de Draco Malfoy.

La había visto llegar, le molesto su presencia él quería estar solo tenia mucho que pensar y poco tiempo, había que idear otro ataque para poder deshacerse de Dumbledore y mantener a salvo a su familia, ya que el collar maldito que le entregó a Katie Bell no había funcionado. Le enervaba que sus planes no resultaran pero ya planearía algo, por el momento quería estar solo, pero no, tenía que aparecer la sangre sucia Granger y amargarle el momento, pensó en echarla, pero hacía tanto que no la molestaba uno de sus pasatiempos favoritos en especial ahora que se se encontraba sola, sin Potter ni Weasley para defenderla. Centro su vista en ella y vio como se removía inquieta, sin duda, intuyendo su presencia, la observo buscando aquello que la inquietaba, posó sus ojos en él y su rostro reflejo sorpresa para después volverse indiferente sin embargo le sostuvo la mirada "patética" pensó.

-¿piensas aventarte ya? nos harías un favor a todos, o ¿esperas que te detenga?-preguntó con su típica manía de arrastrar las palabras, sus labios esbozaron una sonrisa burlona al ver el rostro de la chica con el ceño fruncido y las mejillas rojas por la indignación -Ya te diste cuenta que no vales nada, no me sorprende, ¿quien se interesaría en ti que eres tan insignificante?, ni siquiera el pobretón de tu amigo, hasta él se ha dado cuenta que no vales nada- concluyó con malicia.

-¡Callate Malfoy!- Para este punto Hermione había perdido la paciencia, en un principió le fue indiferente pero el recordarle porque se encontraba así, fue un golpe bajó y es que le molestaba que fuera el ser al que menos quería el que se lo recordara.

Pensó en irse, pero no le daría el gusto de verla huir, ya lo había hecho con Ron no se iría por Malfoy.

-No debes hablarme así, un ser como tu ni siquiera tienes el derecho de estar ante mi presencia inmunda- dijo Draco con toda la arrogancia que le era posible, como se atrevía esa a levantarle la voz, a él un sangre pura así que siguió incordiandola.

-Tengo tanto derecho como tú de estar aquí, si tanto te molesta mi presencia lárgate- aunque su voz sonó segura y su mirada era desafiante, no se sentía así tenía ganas de llorar por lo que Malfoy le acababa de decir para hacerla sentir mal, de que Ron se andará besuqueando con otra, porque si estaba celosa, no podía negarlo, de que a pesar de todo lo que ella hiciera no terminaba de ser aceptada en ese mundo y sentirse insegura, por la guerra que se avecinaba, porque no era tonta y sabía que esa calma que se vivía no podía traer nada bueno, los secretos las desapariciones, las muertes el silenció, pronto ocurriría algo grande lo intuía... Y cuando eso pasara ella estaría del lado de Harry, quería que terminaran esos prejuicios que existían en el mundo mágico con los que eran como ella, hijos de muggles. De que personas como Malfoy la trataran mal solo por algo tan estúpido como la sangre.

-No te atrevas a darme ordenes-pronunció Malfoy en voz fría y calculadora, dejando entrever su enfado, porque si odiaba a esa sangre sucia por tener mejores calificaciones y humillarlo frente a su padre, por tener la amistad de Potter cuando él rechazó la suya, por creerse mejor que los demás y con el derecho de sobrepasarlo a él, pero pronto se acabaría, cuando el Lord Oscuro ganara.

Hermione no dijo nada, pudo ver su mal humor y no quería empeorarlo, o terminarían peleando, o peor aún castigados. Le dio la espalda dispuesta a ignorarlo por su propio bien.

Draco la observó, y al ver lo que hacía quiso aventarla al vació, se atrevía a ignorarlo, pero no dejaría las cosas así. Se acercó cautelosa mente a donde ella, que ni siquiera había advertido este movimiento y seguía distraída, pensando en su futuro incierto.

-Y dime quien te a rotó el corazón para felicitarlo, o es que ni siquiera lo sabe- su voz denotaba sarcasmo y burla, dejó salir una carcajada al ver a Granger sobresaltarse y verlo con el rostro impreso de pánico para después cambiar a uno de total enfadó.

-Y dime Malfoy-respondió la gryffindor con burla- ya se cansaron tus admiradoras de ti... o pero que va si ni te tienen, solo te buscan por tu cara bonita y es que eres tan fácil, para que molestarse en buscar a alguien que las quiera si lo que buscan es pasar un buen rato- Hermione se sobresalto al decir eso en voz alta, nunca le había hablado así a Malfoy, pero ya lo había dicho y no pensaba retractarse y mas al ver el rostro de sorpresa de chico.

-Y dime Granger que te hace pensar eso, yo puedo tener a la chica que quiera y ellas me adoran pero no puedo decir lo mismo de ti que eres una empollona y mojigata- lo ultimo lo escupió con toda la cizaña que pudo, pues le había molestado el comentario que había dicho.

-Por favor... no me hagas reír, ya te lo dije ellas se dejan porque eres tan fácil, ademas solo juegas con ellas, dime quien de ellas te quiere realmente, quizás solo amen tu físico y lo que les puedes ofrecer, pero no te dan cariño de verdad, porque en el momento en que se dan cuenta de lo realmente eres, todo eso sale sobrando-ignoro el ultimo comentario y es que si ya lo había hecho una vez que mas daba que lo siguiera haciendo, estaba enfadada y una discusión con Malfoy quizá le ayudaría a desquitar su enojo, generalmente no usaría a otra persona para ese fin, pero en este momento su vena compasiva estaba tan decaída que no le importaba.

-Eso es mentira-respondió Draco un tanto desconcertado ya que nunca se había puesto a pensar en ese tema. Hermione sonrió era divertida ver a Malfoy así.

-En un futuro me sorprenderá escuchar que te has casado o mejor aun imaginar quien cometería semejante suplicio-Prosiguió Hermione ignorando por completo a Malfoy.

-Eso crees come libros, todas se morirían por casarse conmigo en este momento si se los pido, incluso me suplicaran que lo haga- Añadió Draco en un tono que no aceptaba replicas.

Hermione lo observó un segundo analizándolo y él empezó a sentirse incomodo por el escrutinio pero no se lo iba a mostrar a la chica -No lo creó- concluyo en un tono confiado ganándose una mirada furiosa del chico.

-No me importa que lo creas o no...- Respondió irritado

-Demuéstralo- interrumpió- En... dos años tendrás que estar casado.

El chico la miró incrédulo quien se creía para proponer semejante cosa, pero no se iba a dejar, el podía hacer todo eso y mas.

-Bien hagamos un trato, en dos años yo estaré casado y tu también tendrás que estarlo- Propuso el chico Granger no se prestaría a este tipo de cuestiones, quería probarlo, el podía jugar también.

Hermione dudó unos segundos, en que momento se le ocurrió probarlo, no lo sabia...

-A menos que no puedas hacerlo- se burlo el chico.

-Claro lo haré, pero como sabre que te casaste y no lo inventaste o compraste a un par de abogados y una chica para fingir tu matrimonio- añadió la castaña maliciosamente.

-¿No confías en mi?- Preguntó Draco inocentemente pero ya sabia la respuesta.

-No, no confió en ti- afirmo la chica.

-Pues, tu cásate conmigo y sabrás que no miento- Mencionó sin pensar, solo para ver la cara de la chica, con los ojos abiertos y la boca abierta, sabia que no aceptaría así que se la sacaría de encima, y no tendría que casarse solo para ganarle a la estúpida Gryffindor. Aunque claro no intuyo que estaba tratando con la chica mas inteligente de su generación y engañarla a ella no era facil y mucho menos vencerla. Hermione vio lo que el slytherin se traía entre manos, y si creía que ella era de las que no cumplían su palabra estaba muy equivocado.

-Esta bien me casare contigo, pero dime como sabre que cumplirás tu palabra- Acepto solo para ver como el se daba por vencido y terminaba con todo eso de una vez.

Draco la miró impaciente y es que no se daba por vencida, pero claro con quien estaba tratando, podía dar su palabra pero tal vez para ese tiempo ya estaría muerta o él mismo lo estaría si no cumplía con lo encomendado, así que que mas daba lo que prometiera ahora si su futuro era incierto.

-Yo siempre la cumplo-afirmó el chico.

-No me digas, así que te casaras conmigo- a esas alturas el ya no estaba seguro pero no iba a retractarse ni a admitirlo.

-Si- aseguró el chico con diplomacia.

Pero antes de que pudiera responderle un sonido los distrajo y ambos se quedaron en silencio pensando en el castigo que recibirían por andar a deshoras fuera, y peor aún en la torre de astronomía solos.

Se dieron vuelta para encontrarse con la imponente figura de Albus Dumbledore, mirándolos a ambos y sonriendoles como si no hubieran hecho nada malo. Hermione bajo la mirada avergonzada y es que aunque haya rotó las reglas antes en ese momento contaba con sus amigos. Draco aparto la mirada no le gustaba verlo, y mas cuando estaba a punto de matarle, no es que fuera su persona favorita pero él no era un asesino.

-Buenas noches, sr. Malfoy, srta. Granger- Su saludo fue alegre e indiferente como si encontrarlos a media noche en la torre de astronomía fuera su pasatiempo favorito.

-Buenas noches, profesor- contestaron al unisonó

Camino hacía la orilla bajo la atenta mirada de los jóvenes, una vez ahí se detuvo y miró a lo lejos, parecía extasiado muy metido en sus pensamientos, de repente se volvió hacia ellos.

-Es una agradable noche, para pensar ¿no?, tranquila y apacible y es una hermosa vista que contemplar, ¿por qué?... eso es lo que hacían ¿o me equivoco?- pregunto amablemente, como aquel que pregunta la hora.

Ambos chicos asintieron silenciosamente, porque eso hacían antes de encontrarse y comenzar a discutir. Pero Dumbledore no paso por alto la cara de estupefacción de los chicos al intentar insinuar algo mas.

-Ya veo... no pude evitar escuchar su conversación- Draco puso mala cara ya había olvidado ese asunto y Hermione se puso roja de la vergüenza y de lo irreal de la situación, pero el profesor Dumbledore ignoro estos gestos-... me parece un poco precipitado dado su edad, pero es así como se deberían hacer las cosas, dialogando para llegar a acuerdos, sin peleas de por medio. Por eso voy a ayudarlos- Concluyo dejando a los chicos estáticos.