Fullmetal Alchemist pertenece a Hiromu Arakawa, que es una vaca de Hokkaido.
El caballero de la armadura
―¿A-Alphonse… ?
La repentina voz le hizo dar un respingo. Giró el cuello y sus ojos se encontraron con la silueta de una mujer, escondida tras el marco de la puerta. El sol alcanzaba a iluminar parcialmente la caseta, así que Alphonse no tuvo necesidad de esforzar la vista para descubrir que era Lanfan. La muchacha había ido a Resembool para hacerle una revisión a su automail, y de paso las Rockbell la habían invitado a quedarse en casa y tomarse un pequeño descanso mientras ponían a punto el brazo.
Tímida y con una mano cubriendo su boca, la joven titubeó antes de volver a llamarlo.
―Oh, perdona. No sabía que estabas ahí. ―Se levantó del taburete, sacudió las manos e invitó a Lanfan a entrar dentro. Allí había un frescor inusual en el agobiante calor de verano que golpeaba Resembool esos días.
―Tu abuela… ―hablaba con voz tan bajita que Al tuvo que hacer un esfuerzo para entenderla―. Me ha dicho que la comida estaría lista dentro de poco.
―¡Perfecto! Me moría de hambre ―exclamó, desperezándose.
Había pasado la mañana encerrado en la caseta, solo y lejos del calor, con un único propósito. Delante del taburete donde se había sentado, una armadura de tamaño considerable brillaba. El metal estaba reluciente, como si lo acabasen de limpiar con esmero. Alphonse se percató de la mirada curiosa, y cohibida, que la joven xinguense lanzaba al armatoste.
―Eso es…
El menor de los Elric pronunció su sonrisa, frotándose el cuello con fervor.
―Sí. Es la armadura de mi padre… bueno, ahora supongo que es mía ―añadió, con una risita nerviosa.
Los pómulos de Lanfan se cubrieron de un suave color sonrojado que Al pudo notar a pesar de la oscuridad. Reconocía que era una situación un tanto extraña, pues no le había dicho a nadie qué iba a hacer con la armadura. Un impulso le había llevado esa mañana a la cabaña, con la firme decisión de al menos adecentarla un poco. No es que la considerase parte de él ya; pero tenía la sensación de que le debía a esa armadura algo más que ser abandonada en un trastero. Por eso se había pasado la mañana limpiándola. Qué pensaría en ese momento Lanfan de él era un misterio que casi prefería no resolver. La chica, sin embargo, parecía más avergonzada por haber interrumpido alguna especie de momento personal. O eso creía.
―Uh… puedo… ¿puedo hacerte una pregunta?
Alphonse parpadeó, sorprendido.
―Claro, adelante.
Ella carraspeó ligeramente. Estaba tan encogida que Alphonse la notó más bajita que nunca, a pesar de que Lanfan era una mujer que imponía con su presencia si en su rostro había un gesto serio.
―Cuando he visto la armadura, me he acordado de algo que la princesa Mei del clan Zhang solía decir a menudo en voz alta.
Volvió a parparear, esperando a que ella continuase.
―¿Qué… qué es "caballero de armadura resplandeciente"? ―lo dijo tran atribulada que las palabras se habían atropellado unas a otras en su garganta―. E-es decir, en Xing no conocemos esa expresión y bueno… tenía… curiosidad. Siempre lo había asociado contigo por la armadura y… pensé…
La misma sensación que le tocaba el corazón cada vez que los ojos de un gatito le miraban fijamente se apoderó de él cuando Lanfan habló, y sin saber cómo ni por qué pero no pudiendo evitarlo, Alphonse la abrazó con fuerza, levantándola por encima del suelo, mientras no dejaba de reír a carcajada limpia.
―¿Sabes, Lanfan? Creo que eres la chica más mona que he conocido nunca.
La cara de Lanfan adquirió un tono más allá del simple rojo.
-fin-
Abygate me pidió un Al/Lanfan con las palabras Resembool y armadura para un meme; y heme aquí con el resultado. Es una pareja crack total, pero me ha gustado escribir de ellos (quizás porque son la monez).
