N/A: Pues aquí vengo con otro reto. Este reto consiste en que nos dan un tema obligatorio y cinco palabras prohibidas (que evidentemente tienen mucho que ver con el tema y que dan ganas de usarlas). Espero que os guste. Este reto participa en el Pequeño Desafio del foro Draco Dormiens Nunquam Titillandus.
El tema es el odio infundado. Y las palabras prohibidas: Odio, matar, soportar, insultos, saber.
Disclaimer: Me gustaría mucho poner un disclimer original [...] muchas gracias a Rowling por hacermelas pasar canutas con el segundo libro en la parte de las arañas, creo que nunca podré leer esa parte. Soy igualita que Ron. ¿Sirve eso para decir que no soy Rowling?
Arañas.
Si le preguntaban a Ron Weasley cual era su talón de Aquiles ese eran las arañas.
Para empezar,¿Porqué tenían ocho patas? ¿Y porqué tantos ojos? (no sabía el número exacto de ojos que tenía, ya que cada vez que veía a...eso salían corriendo en la dirección cotraria), y ¿porqué había tantas?
Iban en manada, grupo, con colegas etc...
¿Porqué no podía haber una sola que fuera pequeñita? Así el con su gran pie la podía pisar sin problemas.
Pero bueno las...cosas esas de su casa eran pequeñas.
No como las de Hogwarts.
Eso si que eran arañas. Las más grandes que había visto en su vida.
Cada vez que se acordaba, un escalofrío le recorría la espina dorsal. ¿Porqué no podían haber seguido a unas bonitas mariposas gigantes? No, tenían que ser arañas. Siempre tenía ganas de cagarse en todos los antepasados de Hagrid por hacerle tan rarito y fan de los bichos raros.
Era...puaj.
Harry y Hermmione habían intentado que superar su miedo a las arañas. Pero el método no había sido para nada efectivo. Es más, estaba seguro al cien por cien que les tenía más pavor aún que antes por eso. Bueno, por eso y por que Hagrid también intenató que superara su miedo regalandole una de las arañas de Hogwarts.
Solo para que lo sepáis, le tuvieron que llevar a San Mungo traumatizado y tuvo que quedarse una semana en observación. El pobre no paraba de soñar con...esas cosas en cuato se dormía.
Y la cosa mejoraba todavía. Una vez, estándo en la Madriguera en una comida familiar, su querido sobrino James Sirius Potter Weasley le trajo una araña gigante de peluche.
Ron pensó que se trataba de una de verdad y como consecuencia gritó (como si el mismisimo Voldemort estuviera ahí mismo pidiéndole una cita) salió corriendo (tropezandose con los pies de todo el mundo) hasta llegar a la cocina donde estaba el resto de sus sobrinos (y sus hijos) dibujando arañas.
Naturalmente Ron acabó en el suelo. Desmayado.
Desde entonces está estrcitamete prohibido dibujar, hacer una escultura, traer o exibiar cualquier tipo de araña delante de Ronald Weasley.
Esperan que así, al menos, llegue a ver a sus nietos.
¿Reviews?
Mitsuki Sakurai.
