Notas de autora: Inazuma Eleven pertenece a Level5.
Este fic es un regalo de cumpleaños para Mireyan. Iba a ser una idea corta (one-shot) y de algún modo se convirtió en un pequeño monstruito de 5 capítulos, prólogo y epílogo. Aún así, no es algo muy largo ni muy ambicioso.
Hete aquí el prólogo, espero que os guste.
[PRÓLOGO]
El restaurante familiar abrió un día cualquiera del mes de octubre, de hace tres años, en una de las calles más secundarias de Inazuma Town. Se llamó Dragón Venus (un nombre poco comercial) y se situó en una discreta esquina entre una tienda de electrodomésticos y una de videojuegos.
La puerta era casi enteramente de cristal, y unos grandes ventanales dejaban ver el luminoso interior de paredes blancas y techo de color granate oscuro, salpicado por un montón de focos redondos y repartidos por parejas sobre mesas de madera de fresno. En la barra, larga y oscura, solía estar siempre el dueño del local, un hombre joven al que todas las chicas prestaban mucha atención cuando se sentaban a tomar algo, suspirando casi sin darse cuenta. Y al final de la barra, contra la pared, una abertura sin puerta, tan sólo tapada ocasionalmente por una cortina gruesa. Ahí estaba la cocina. Al fondo del local se encontraban los baños, cada uno con un gracioso cartelito que señalaba hombres y mujeres con un dibujo un tanto infantil y bastante deforme, probablemente hecho por un niño pequeño. Eso le daba, según las clientas, un toque muy tierno al sitio y especialmente al dueño. Decían que, seguramente, ese chico tan guapo había permitido a su hermanito o sobrinito hacer los carteles movido totalmente por el cariño fraternal. Y eso era adorable.
El Dragón Venus no era, a pesar de la belleza del dueño, un restaurante muy popular. No estaba en el mejor de los sitios ni tenía el mejor de los nombres, ni tampoco publicidad; aún así, por regla general todo aquel que entraba allí se volvía cliente habitual. Algunos lo hacían por el servicio (además del dueño contaban con un camarero también muy guapo aunque bastante despeinado), otros por el ambiente tranquilo, alguno por el precio y la mayoría por la comida.
La comida estaba buenísima.
Casi siempre.
(Cuando el cocinero estaba de humor)
¡Mañana actualizo con el capítulo 1! Gracias por leer.
