Ronald Weasley, el típico chico dulce, protector, alegre, gracioso. A veces algo arrogante y poco inteligente… Pero muy habilidoso para hacer bromas pesadas, debido a la influencia de sus hermanos mayores.

Año siete en la escuela Hogwarts de magia y hechicería, los niños crecen y pasan a ser jóvenes apuestos, y agradables. Los cambios se producen tanto es los varones como en las mujeres.

Es por eso que muchos de los chicos que concurrían el 7º año, había notado un cambio muy interesante y agradable en Hermione.

Ron, dejó de ser el niño miedoso que solía ser. Hubo muchas situaciones a lo largo de los años que lo hicieron madurar en ese aspecto, pero de todas formas seguía siendo un bromista empedernido.

Y por eso adoraba aguar la fiesta a los pretendientes de su mejor amiga. Según él, era porque no los consideraba buenos partidos para Hermione.

Todo empezó una tarde de septiembre, Ron estaba rodeado de chicas (como acostumbraba desde 6º), y de repente vio pasar a la castaña acompañada por un chico de Hufflepuff.

Las jóvenes no lo dejaban en paz, pero alcanzó a oír algo:

- Hermione, mañana no tengo nada que hacer por la tarde¿tú si?

- …No… en realidad, no tengo que hacer nada

- ¡Genial¿podrías acompañarme a caminar?, me encantaría pasar un tiempo a solas contigo…

- No suena mal… de acuerdo, nos vemos- Al finalizar la charla, su compañero se acercó y le dio un beso en la mejilla, algo que sonrojó un poco a la Prefecta Granger…

Ron logró zafarse de una de sus "fans", que lo había tomado del brazo, y se acercó sorpresivamente a su amiga:

- ¿Quién era ese?

- Oh… el es John, simpático ¿no crees?- Ron puso cara de "no hablas enserio", pero fingió una sonrisa y agregó:- Si, claro…y… ¿Qué quería?

- En realidad solo me invitó a caminar con él… ¿te importa?

- ¿Qué¿A mi? Para nada...jeje. Es solo un amigo¿verdad?

- Si, solo un amigo… bueno, ya me voy, nos vemos después

- Bien… adiós…- En ese momento el pelirrojo pensó: solo un amigo… ja… ya quisieras, idiota…

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Al día siguiente, todo transcurría normalmente. Ron había logrado superar una pequeña crisis que tuvo la noche anterior.

Lo cierto es que no entendía como Hermione, su amiga, la que siempre lo ayudaba con sus tareas y demás, podía fijarse un simple muchacho que no tenía ninguna gracia… ¿O si la tenía?

Por eso decidió que haría cualquier cosa para que Hermione se diera cuenta de que ese chico no era para ella. ¿Pero qué?

No importaba, durante el día siguiente trataría de pensar en algo, algo que hiciera caer muy bajo a ese tal John…

¿Quién se creía ese desconocido para hablar tan a gusto con su amiga?...

En fin, el pelirrojo contó su pequeño problema a Harry, quien dio a entender que si no ayudaba él también sería odiado por su amigo. Además comenzó a descubrir actitudes en Ron que hacían relucir los verdaderos intereses del colorado:

- Ron… ¿Cuál es el problema¿Qué te hizo ese pobre diablo para que lo odies así?

- No Harry, tú no entiendes, no es lo que me hizo a mi, es lo que le hará a Hermione… Ese tipo no es nada, no vale ni la mitad de su tiempo, teniendo tantos idiotas alrededor, tenía que fijarse en ese Hufflepuff.

- Perdóname, pero sigo sin entender… Además, tú que sabes… tal vez ella solo quiere hacer un amigo, me acabas de decir precisamente eso. Y si quisiera tener algo más, no entiendo que tiene de malo, es solo un chico. Hermione tiene derecho a hacer su vida

- Ese es el problema: ella no es solo una chica, ella es… algo más, es muy especial… tiene un no se que, que hace que te olvides de todo, y solo pienses en ella. Su voz es tan dulce que solo es eso lo que oyes si te le acercas...

Ron, no se dio cuenta de que estaba haciendo el ridículo frente a su amigo. Que se veía tan cursi, pero a la vez muy romántico. Al decir todo eso, sus ojos tomaron un brillo especial:

- Es como ya dije, muy especial, y ese tipo es un cualquiera, sé que no la merece. Eso es todo…

- Vuelvo a mi primera pregunta¿POR QUÉ?

-… Pu-pu-pues… porque si, porque no me cae bien, y porque… ¡¡porque tengo ganas de hacer una broma y punto¿Es tan difícil de entender?

- Entiendo que no te caiga bien… pero qué hay de Hermione… ¿cómo sabes si a ella no le agrada?

- Es que es obvio¿no?,

- Claro que… ¡no!, en fin, al parecer no vas a darme una explicación convincente, así que supongo que te tendré que ayudar… este es el precio que hay que pagar por ser amigo del hermano de dos genios de bromas pesadas…

- Ese es el Harry que yo conozco…

- Y el que se meterá en problemas, por tu causa… No es cierto, bromeo… pero si voy a pensar cómo cobrármela.

- Bien… Oye¿Qué hora es?

- Es la hora del almuerzo¿Por qué?

- OK, tenemos tres malditas horas… a las tres de la tarde, se irán a caminar, y para ese momento, tenemos que tener nuestro plan armado…

Consígueme algún recipiente bastante grande, una cuerda, puede que la necesitemos después¿Sabes hacer pintura casera?... Y llama a los gemelos, después de todo es solo una broma ¿verdad?- Al decir esto último una sonrisa entre maliciosa e inocente se apareció en su rostro.