Después de escuchar esa canción y jugar con el generador de palabras, nació esta pequeña idea.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.
Advertencias: Fallos en ortografía, posibilidad de que los personajes se salga de su personalidad y mucho romance de estos dos escrito de forma cotidiana.
Classic
By KellenHakuen
1. Natural.
—¡Todoroki-kun!
Su voz hizo el efecto deseado al verlo deteníendose en medio del pasillo. Midoriya no desaprovechó la oportunidad que se abrió y corrió desgastando sus tenis por el piso de la academia. El resto del cuerpo estudiantil caminaba (corría) precipitados de llegar por fin a su casa después del horario escolár, y él, empeñaba sus energías en tratar de alcanzarle.
Había un ligero intervalo entre ellos, dos salones, pero nada que no pudiera vencer al apresurarse.
Todoroki quedó ahí, esperando con una expresión estoica y viendo de reojo a algunos que clamaban sobre ir a comer algo o pasar por algo en el centro. Rápidamente Izuku no tardó en manifestarse delante de él.
—Todoroki-Kun —exclamó tan rápido como pudo alcanzarlo. Apoyó sus manos de sus rodillas e inhaló aire que le faltaba a sus pulmones, fue bastante duro hallarle, sobre todo porqué tan pronto como tocó la tampana éste desapareció trás el umbral
El susodicho en silencio, le otorgó una mirada dándole todo su atención.
—¿Qué suecede Midoriya?
Midoriya no respondió de inmediato, se tomó unos segundos para recuperarse y se levantó, introduciendo su mano en el interior de su mochila. Todoroki también le observó, con paciencia, no es como si tuviera algo mejor en dónde emplear su tiempo, pero tampoco es que tuviera mucho interés en lo que Midoriya quisiera mostrarle, Izuku holló en las entrañas de su mochila, hasta dejar de emerger una esquina perfecta y forrada de rojo.
—Olvidaste tu cuaderno.
Se lo tendió, el chico de cabello bicolor se limitó a recibirlo con los brazos extendidos.
—Oh.
Exclamó, Midoriya correspondió con una sonrisa que brotó de forma ingenua.
En realidad a quién debía agradecerle era a Lida y su minucia, fue el único que había notado la libreta botada sobre el banco y entre gritos desesperados, le pidió que si podía darsela (Ya que Midoriya era el único que mostraba indicios de ser el más cercano a Todoroki) éste aceptó con gusto.
Lo que no esperaba era que le tomará más del tiempo del necesario encontrarlo.
—Gracias, disculpa mi descuido.
Alerta.
—Nos vemos mañana, Midoriya. Gracias por ser atento conmigo.
Doble alerta.
El hijo de Endeavor se despidió cortés de él, y el tutelado de All Might no pudo articular algo decente, sólo un efímero despido de sus manos al agitarlas en el aire.
Oh, maldición. Ahora comprendía porqué Mina decía que Todoroki era apuesto y Tsuyu apoyaba argumentando que poseía encanto.
¿Lo de hace rato fue una pequeña sonrisa?
2. Al revés.
El bolígrafo raspó el blanco de la libreta, atrayendo sonidos molesto que interrumpían el silencio. Llenándose ese color de pálido de color negro y parráfos pequeños, notó lo rápido que era Midoriya al escribir e interpretar sus propias notas. Todoroki recargó su cabeza en su mano y prestó atención a su compañero sumido en sus propios pensamientos. Incluso lo percibía murmurar rápidamente y de forma elocuente (para él) ligeros detalles que seguramente escribiría unos minutos.
Midoriya se esforzaba demasiado, concluyó para él. De su compañero de alborotados cabellos paseó por la ventana, el crepúsculo se asomaba y pintaba el salón de color naranja. No había nadie más que ellos y un Midoriya que le pidió poder compartir notas para el exámen del profesor Aizawa. Él aceptó, no veía nada de malo en ello.
Todoroki prefirió prestar atención a lo que tanto escribía Midoriya, así que le dio una hojeada de soslayo a las notas de tinta.
Oh, qué mala suerte para Midoriya.
—Midoriya —llamó, éste sólo hizo un sonido gutural, indicándole que tenía parte de su atención, la otra mitad estaba abstraída en que faltaba poco para acabar.
—Estás haciendo las notas de manera equivocada.
El nombrado tardó en comprender que la libreta estaba volteada hacia arriba.
3. Puntos.
—No te muevas —gesticuló, Midoriya quedó estático y sus manos se estacionaron a cada orilla del banco en dónde reposaba, aferrándose a éste. Miró a Todoroki con confusión, miles ideas se descargaron en su cerebro y plasmándose rápido a él.
¿Una basura en su pelo? ¿Un insecto? ¿Estaba sangrando otra vez?
Midoriya no podia codificar nada a tráves de esos ojos tranquilos, Todoroki levantó su mano y la aproximó a su mejilla.
Los dedos gélidos se posaron en su piel, un escalofrío por el contacto gélido se manifestó, ahora ya entendía que era lo que sucedía.
Una abeja.
Quizá tenía una abeja y Todoroki le había congelado.
Sintió cuatro picoteos en su mejillas, uno en cada lado para ser exactos. Fueron rápidos y suaves, justamente en la zona dónde quedaban ataviadas sus pecas. Después, el tacto desapareció y Todoroki regresó a su lugar, no sin antes confirmarle con voz monótona.
—Son ocho.
A Midoriya le desconcertó su respuesta.
Notas finales
¡Gracias por leer hasta aquí! Sólo es un desahogo para mí y un divertido reto pesonal para jugar con las palabras de ese generador. En fin, iré escribiendo más pequeñeces sin lógica conforme se me ocurra.
