Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, pero esta historia es mía ¬¬.
Maullando en el tejado
Capítulo 1 "Duelo de borrachos"
La fiesta estaba saliendo mucho mejor de lo que la mayoría de alumnos habrían esperado. Eran pasadas las 2 de la madrugada y aun no había aparecido ningún profesor para desbaratarles la juerga, solo eso compensaba el frío que estaban pasando los alumnos de séptimo de las cuatro casas metidos en un invernadero.
En un principio la casa de los leones se había opuesto firmemente a que Slytherin participara en la fiesta, pero ya se sabe como son estas cosas; o todos o ninguno, según habían dicho los Ravenclaw. El resultado había sido bastante bueno, aun no había habido ningún enfrentamiento Potter-Malfoy de los que pasan a las manos, por fortuna.
Hermione estaba dividida; no sabía si sentirse culpable por permitir además de asistir a aquella fiesta clandestina el día de Navidad, o dar rienda suelta al estudiante rebelde y con desdén por las normas que dentro, muy dentro, de ella se lo estaba pasando en grande.
Harry y Ron estaban en la improvisada pista de baile, Harry se había atrevido a pedirle a Ginny que bailara con él y Ron cogía posesivamente a Lavender por la cintura, pensando ingenuamente que Hermione le estaba mirando. Pero no, a Hermione no le interesaba lo más mínimo que a Ron se saliera humo de los pies de bailar con Lavender y a ella no la hubiera invitado ni a un mísero baile. Qué va, no le importaba nada.
Y como no le importaba decidió ir a por otra copa, la que tenía en la mano acababa de terminársele y como no estaba bailando ni había nadie dispuesto a invitarla a bailar, lo mejor sería seguir bebiendo, sí, era lo mejor...
Media hora después Hermione veía como el suelo se tambaleaba peligrosamente a sus pies y eso solo le ocasionaba una risa tonta que no podía parar. Todo se veía brillante y un poco borroso y de pronto sí que le importaba que el estúpido de Ron no supiera todavía que ella existía.
Muy enfadada se levantó y estuvo a punto de caerse de no encontrar un apoyo en el hombro de Neville que bailaba animadamente con Luna Lovegood.
—Hermione ¿Estás bien? Pareces un poco mareada —Preguntó Neville un poco preocupado por su amiga. Luna miró a Hermione y después desvió sus grandes ojos azules a Neville.
—Solo está borracha, Neville.— Se encogió de hombros y siguió bailando con el chico, recibiendo los agradecimientos mentales de Hermione por que la hubieran dejado tranquila. En esos momentos solo quería irse a la sala común y dormir...
—Vaya, Granger, ¿Nadie te ha dicho que esto es una fiesta? —La voz arrastrada de Draco Malfoy le sonó a Hermione como un millón de gatos atropellados en medio de la música del invernadero.
—Apártate de mi camino, Malfoy.— Dijo, sin prestarle mayor atención al rubio y sus secuaces.
Siguió caminando con dificultad, apoyándose de vez en cuando en alguien para no caer al suelo, hasta que llegó a la puerta del invernadero y salió a los terrenos del castillo. El frío aire invernal pareció despejarla lo suficiente como para no ir cayéndose al suelo cada paso y medio. Respiró hondo, acordándose de Ron y Lavender besándose como si quisieran devorarse el uno al otro y comenzó a andar el dirección al castillo.
Cuando estuvo entre el calor de los muros de piedra ya estaba menos borracha. Al menos ya no tenía que lidiar con un suelo tambaleante bajo sus pies. Intentó caminar lo más silenciosamente de lo que fue capaz, pero al parecer no lo logró, puesto que pronto pudo escuchar unos pasos pesados a su espalda junto con un lumos que iluminaba parte del oscuro pasillo.
Ahora que Hermione se daba cuenta, no sabía en qué parte del castillo estaba.
—Debo de tener una suerte extraordinaria esta noche para encontrarme a tres Gryffindors fuera de sus camas a estas horas de la noche... –Hermione se estremeció visiblemente mientras se daba la vuelta. Era el profesor Snape; ella si que no podía haber tenido peor mala suerte.— ¿Qué me dice señorita Granger, le gustaría hacer compañía a sus amigos Weasley y Brown?
Hermione abrió los ojos inmensamente antes de fruncir el ceño y negar enérgicamente con la cabeza. Tal vez si que seguía un poco borracha porque no había entendido el matiz retórico en la pregunta del profesor. Snape enarcó una de sus finas cejas negras.
—Me temo que no ha comprendido, señorita Granger.— Tomó con más fuerza de la necesaria el brazo de la chica y comenzó a guiarla por los pasillos.– No era una oferta negociable.
Los pasillos se volvían más oscuros y húmedos a medida que avanzaban. Un tramo de escaleras de caracol, un tapiz falso... Hermione ya no recordaba la mayor parte del camino y gracias al brazo del profesor Snape podía andar sin tambalearse. Repasó las palabras del profesor "hacer compañía a Weasley y Brown..." No, la verdad no le apetecía nada, pero ya nada podía hacer para evitar lo inevitable.
Una puerta se abrió a un gesto de la mano de Snape y los dos entraron a una habitación tenuemente iluminada con velas en sitios estratégicos y el fuego moribundo de la chimenea. Las paredes eran de un color marcadamente Slytherin y en la sala había una mesa de roble con una silla detrás, dos sillas del otro lado, pegado a una pared y un sillón de varias plazas en medio de la habitación.
Hermione intentó pensar; debían encontrarse en el despacho de Snape, pues no recordaba haber estado allí antes. Pero allí no estaban ni Ron ni Lavender. Intentó entender qué pasaba cuando de repente el profesor soltó su brazo y ella no tuvo tiempo de recuperar el equilibrio. Cayó estrepitosamente al suelo.
Roja como un tomate y bajo la mirada atenta de Snape intentó levantarse, en vano. El alcohol le impedía moverse con agilidad.
—Veo que usted tampoco está en sus plenas facultades, señorita Granger.— Snape apretó los dientes al decir su nombre mientras alargaba de nuevo la mano hacia ella para levantarla.
—Lo-lo siento, pro-profesor...
Ahora si que Hermione estaba temblando de miedo, pero no tanto como hubiera podido sentir en una situación normal. Extrañamente no le importaba lo más mínimo que Snape supiera que estaba borracha como una cuba y se hubiera caído redonda al suelo en las narices del hombre. Solo podía pensar en Ron y Lavender y toda la saliva que se habían pasado durante esa larga noche.
Interrumpió sus pensamientos el profesor Snape, quien ahora se encontraba extremadamente cerca de ella. Demasiado cerca. Hermione sintió el perfume familiar y agradable que emanaba de él y que le invitaba a acercarse más a su profesor.
Estaba borracha. Muy borracha. Por eso tal vez no supo en qué momento había juntado sus labios con los de Snape, pensando en darle a Ron una lección y hacerle sentir como ella se había sentido al verle con Lavender. Lo extraño del asunto, y que Hermione no se planteó en ningún momento, era que Snape correspondía su desesperado beso igual que si su vida terminara al día siguiente.
Hermione sentía la respiración pesada del profesor contra su mejilla mientras él devoraba sus labios tan deliciosamente, tan suave y a la vez tan bruscamente que la hacía desfallecer de placer. De pronto le sobraba toda la ropa y solo quería sentir su piel acariciada por esas manos grandes que ahora la sujetaban por la cintura.
Aquella escena casi parecía un forcejeo, pero no era más que la apariencia, pues ambos implicados tenían embotados los sentidos. Snape apretaba a Hermione contra él todo lo que podía sin hacerle daño y aun se preguntaba qué diablos estaba haciendo. Era verdad que había bebido de más, todas las navidades lo hacía, pero estas eran las primeras navidades que Hermione se cruzaba en su camino.
Ambos terminaron tumbados en el sofá que había en medio de la habitación, Hermione encerrada por los enormes brazos de Snape y la mullida superficie del sillón. De pronto Snape paró. Y Hermione abrió los ojos para tratar de averiguar porqué el profesor de Pociones había dejado de abstraerla de la realidad y hacerla flotar.
Snape se separó de ella, poniéndose de pié y dándose la vuelta abruptamente. Hermione se sentó el en sillón, confusa, aun no era capaz de ponerse en pie por sí misma.
—Suficiente... –Murmuró Snape mas para sí mismo que para Hermione.— Está borracha, señorita Granger y...
Snape vio la cara angustiada de Hermione vuelta hacia él. La chica tenía sus grandes ojos color chocolate clavados en él, suplicándole sin palabras algo que Snape deseaba con todas sus fuerzas.
—La llevaré hasta su sala común.
Cuando Snape se alejó por el pasillo donde se encontraba el retrato de la Señora Gorda Hermione recordó que debería entrar, subir hasta su habitación y dormir por lo menos durante doce horas... Pero no podía apartar la mirada de las largas zancadas que el profesor daba para alejarse de ella. ¿Porqué se alejaba si ella le necesitaba?
No pudo seguir pensando cuando cayó exhausta en su cama y las mullidas sábanas la sumergieron en un sueño borracho y sin sentido en el que Ron la prefería a ella en vez de Lavender y ella le rechazaba por Snape. Totalmente sin sentido, pero muy placentero.
OoO
De vuelta a sus habitaciones privadas, el profesor Snape se dejó caer en el mismo sillón en el que minutos antes acorralara a Hermione presa de un deseo desesperado de fundirse con ella inducido sin duda por el alcohol que recorría sus venas. Tomó su varita y apuntó con ella a la puerta, pronunciando un hechizo para sellarla. No daría más vueltas nocturnas por esa noche.
—¡Accio Whisky de Fuego!
Inmediatamente llegaron volando desde el otro extremo de la habitación una botella del mentado licor a medio vaciar y una copa. No se demoró en llenar el recipiente de cristal con el dorado líquido y beberlo igual que si de agua se tratara.
Así estaba mejor... por ahora. Cuando al día siguiente se levantara solo rogaría por que la señorita Granger no recordara nada de lo sucedido.
Hola! Bueno, pues como algunos sabrán, esta es la nueva historia de Severus y Hermione larga que estaba preparando... o al menos una de ellas jeje, porque a estas alturas tenía en mente un montón de tramas y me estaba volviendo loca, así que primeramente he optado empezar por algo sencillo... espero poder con ello .
De momento este es el primer capítulo, no se ahora mismo cuantos tendrá la historia. El rating es M porque, como podréis adivinar, contendra escenas de alto contenido para adultos jeje...
Sobre el título no se que decir, me ha costado mucho elegirlo y supongo que es una especie de simbología sobre los sentimientos de Hermione.
Espero que os haya gustado este primer capi, dejadme rews con vuestras opiniones , es mi primera historia larga de HP que no es una tabla y tengo mucho miedoooo jejej un beso a todos!
