Disclaimer: ninguno de los personajes que aparecen nombrados en la siguiente historia son de propiedad de J. K. Rowling.
Este fic participa en el Reto #24: "Día de los enamorados del foro "Hogwarts a través de los años".
To Be Human
Louis odiaba ese día desde hacía tres años; lo odiaba tanto que ya no podía pasar ni un segundo de esa fecha en su casa, porque todo le recordaba a ella.
Ella, la persona que tenía en la palma de su mano su pobre corazón desprotegido. Ella, quien había retorcido su corazón en un instante sin saberlo.
Pero la muchacha no era culpable, ella no sabía que su amigo estaba enamorado hasta la médula; no sabía que Louis pasaba horas y horas pensando en ella e imaginando como se sentiría entre sus brazos, protegiéndola y dándole todo lo que se merece.
Cada catorce de febrero era una tortura para él; vagaba por las calles de Londres entre callejones, evitando las multitudes y las parejas que caminaban por las calles. Era un alma desolada en la noche, buscando consuelo en las sombras y bares muggles de mala fama, porque sabía que allí nadie se preocupaba por el otro y no debía fingir que todo iba bien.
Entró en un bar al final del callejón y se dirigió a la barra, sentándose en un taburete libre, casi al final de ésta.
—Lo más fuerte que tengas—demandó al hombre detrás de la barra, sin preocuparle si era rudo; pasó una mano por el cabello, apartándolo de su frente.
A los pocos minutos tenía un vaso pequeño con un líquido oscuro en él, que no dudó en llevárselo a los labios y bebérselo por completo. Con un golpe, dejó el objeto vacío y le hizo una seña al hombre. Al instante, otro vaso apareció en su campo de visión; lo tomó entre sus dedos, pero dudó.
¿Qué dirían su familia si lo vieran en esos momentos? ¿Qué dirían sus amigos?
Cerró los ojos y gruñó; nadie podría decirle nada de su comportamiento porque ninguno recibió, en el Día de los Enamorados, la invitación a la boda de la mujer de la que llevaba enamorado tres años; tres años enamorado de alguien que no sentía lo mismo por él.
Él era humano, los humanos se quiebran, son frágiles; y él ya estaba harto de fingir ser fuerte.
