Disclaimer: Los personajes de Gakuen Alice no me pertenecen.
Prologo
En una pequeña isla llamada Dimiteret situada en medio del mar oceánico, a principios del siglo XV donde aún existía la monarquía se podía observar un castillo oscuro algo tétrico rodeado de muchos guardias, dentro de este castillo estaba la familia del rey durmiendo, protegidos por los guardias…aunque no por mucho…
Pov escritora
En un cuarto de niña pequeña se encontraba una niñita de cuatro años apenas, durmiendo tranquilamente, sin saber cómo cambiaría su vida hoy; esta se despertó por un extraño olor que había en el ambiente, era realmente raro, no olía como nada que hubiera olido antes, es más era como hecho de…de…de…¿compuestos químicos? Sí, al parecer tenía eso dedujo la pequeña niña, pero… ¿qué era esa sustancia? La niña siguió pensando en eso, así que decidió que sería más fácil ir a la fuente del olor y averiguarlo, pero cuando intento mover las piernas estas no respondieron "Que raro" pensó la niña, pero minutos después la niña descubrió la razón por la cual no podía mover sus piernas, ¡Era el olor! ¡Ese olor pertenecía a un somnífero! ¡Por eso se estaba quedando sin fuerzas!
La niña asustada por este nuevo descubrimiento, uso las últimas fuerzas que le quedaban y logró sacar un enorme libro que estaba en la mesita auxiliar al lado suyo, murmuro un conjuro y el libro paso de ser enorme a uno del tamaño de un dedo pulgar, se guardó el librito en uno de los bolsillo que había en su camisón antes de perder la razón y caer dormida en su cama.
Mientras esto pasaba unos señores de máscaras de cuadros color negro y blanco (parecidos a las de los bufones) buscaban algo en la enorme mansión, entraron al cuarto del Rey y la Reina y lo registraron completamente, aunque uno sufrió la mala suerte de ser agarrado por el sonámbulo Rey, quien lo tiró al piso, no sin pequeñas risitas de sus compañeros y una mirada asesina por parte del señor de la máscara; después fueron a la habitación del hermano mayor, donde tampoco había nada, igual paso en la habitación de la hermanita menor; al no encontrar nada decidieron quemar la mansión.
Pov Mikan
Me desperté con el olor de las llamas, cuando abrí los ojos lo único que encontré frente a mí fue unas grandes llamaradas, asustada retrocedí, le tenía un miedo terrible al fuego y es que nosotros somos todos iguales. Pero dejando eso de lado… Em.…._. ¿En qué estaba?...Ah sí…la casa se quema, la casa se quema… ¡LA CASA SE QUEMA! ¡¿QUÉ RAYOS HAGO AQUÍ SENTADA SIN HACER NADA?! Me paré lo más rápido que pude, las llamas eran horribles, se extendían desde el piso de abajo hasta el segundo piso, había demasiadas, en frente de mi habitación habían unas llamaradas enormes, si quería salir tenía que cruzarlas…Mou ¡¿POR QUÉ ESTO TENÍA QUE PASARME JUSTAMENTE A MÍ?! Unas lágrimas traicioneras salieron de mis ojos, tenía miedo, pero no, no debía llorar, ¿Qué pensaría Hotaru? Me pare y me seque las lágrimas aunque aún seguían cayendo, tomo carrerilla y di un salto olímpico a través de las llamas, o eso era lo que se suponía que debía haber hecho, porque realmente impacte contra la pared, un par de lágrimas volvieron a salir y me puse a llorar allí como si no hubiera mañana.
-¡Mikan!
Esa voz, esa voz me era conocida, levanté mi vista encontrándome con una imagen que no sé si me tranquilizo o me traumo más, ¡Era mi hermano Tsubasa! Pero, algo andaba mal, tenía gran parte de la ropa quemada y eso era malo, además sudaba demasiado, eso me hizo llorar más fuerte.
-¡¿Qué esperas?! ¡Ven!-me gritó mi hermano mayor.
Obediente me lance a través de las llamas y él me atrapó, fue una experiencia horrible, las llamas por poco me tocaban y eso fue lo que más me asusto, por lo que al estar en los brazos de mi hermano lo único que pude hacer fue suspirar de alivio, mi hermano al oír mi suspiro se volteó hacia mí y dijo burlonamente:
-¿Acaso tenías miedo?
- ¬¬ ¿Enserio? Hasta en el fin del mundo tú te pones a reír-dije acusadoramente.
De repente su mirada se oscureció y comprendí al instante lo que había pasado, también baje la mirada y esta vez me permití llorar, sollocé y jadeé, ¡Mis padres estaban muertos! Lo supe al ver la mirada de mi hermano, Ellos…ellos…están muertos, realmente en ese momento no me cayó todo el impacto de la noticia, por la situación actual y porque aún no me lo creía, ¡Ellos no podían morir! Eeeeellos…e…ellos…no podían, ¡No podían morir! Pero eso era lo que mi hermano creía, pero estaba segura de que pensaba lo mismo que yo…nosotros no podemos morir…es imposible…a menos que…a menos que…
-Mikan-interrumpió mis pensamientos mi hermano.
-Entiendo, vamos-le dije montada en su espalda y usándolo como un caballito.
Corrimos, bueno, mejor dicho, él corrió (yo solo veía el horrible paisaje a nuestro alrededor) por todos los lugares del castillo buscando una salida, pero todas las puertas estaban trancadas, no había lugar por el cual pudiéramos escapar y mi hermano no tenía las fuerzas suficientes para romper las puertas; estábamos en el segundo piso, las llamas estaban por todos lados y eso me asustaba, aún alimentaba la esperanza de que saldríamos vivos de esta pero esta empezaba a apagarse, me permití llorar un poquito, ¡Íbamos a morir!
-No pierdas la esperanza-me susurró mi hermano mayor al verme llorar.
Eso me dio un poquito de fuerzas para continuar, cansada me baje de su espalda e intente caminar entre el fuego: mala idea, me caí al tocar al piso y por poco caigo en un lugar con llamas, pero mi hermano me atrapó y me volvió a montar en su espalda mientras volvía a buscar un lugar por donde salir, me sentí culpable pero muy pronto ese sentimiento fue remplazado por el miedo, un miedo que empezaba desde mi estómago y se extendía por todo mi ser, me dejaba paralizada y temblando, con escalofríos en la espalda y una horrible sensación de impotencia, mi hermano también lo sentía lo veía temblar y creo que yo estaba peor; empecé a llorar por esa sensación ¡No quería llorar! ¡Pero no podía detenerme era horrible!
Por fuera de seguro debía de dar miedo este castillo, sabía que mis sollozos se escucharían hasta el pueblo, pero no pude contenerme y empecé a llorar y sollozar, lo único que me tranquilizaba era saber que estaba con mi hermano.
Seguimos caminando y llegamos a un pasillo infinito, donde las llamas aún no lo alcanzaba, esperanzados entramos en él, quizás hubiera una salida, este pasillo tenía muchos balcones a los lados y una puerta al final; sin perder la esperanza entramos en él y mi hermano pateó la puerta del último cuarto esperando ver una salida, pero lo que vimos nos dejo paralizados. Dentro del cuarto se podían observar ca…cadá…veres de personas, tragué saliva, eran cuatros, estaban descompuestos, se le veían los huesos y p…pare…cía… que la p…piel colgara de ellos, no tenían carne; asustados retrocedimos varios pasos, para golpearnos con algo, al voltearnos nos encontramos con una imagen que me alivio, pero la tensión de mi hermano me puso en guardia, en frente nuestro se encontraban tres señores con máscaras de cuadros negros y blancos y capas negras, al verlos con más detalle me daban mala espina y a mi hermano al parecer también.
-¿Qué hacen aquí? ¿Por qué quemaron el castillo? ¿Qué quieren de nosotros?-preguntó mi hermano.
Me quedé paralizada, ellos h…ha…habían que…que…quema…do el castillo, ellos eran los culpables…aunque sabía que era más poderosa que ellos no pude evitar tenerles miedo, pero me mantuve firme.
-Ja, Ja-río el del medio y en un segundo se lanzó a mi hermano.
Todo pasó tan rápido que no logré verlo, pero creo que esto paso (más bien espero._.): él señor de en medio se lanzó hacia mi hermano, lo único que pude hacer fue gritar, intenté ayudar pero él me lanzó lejos y empezó a pelear contra los tres señores; eso es lo que deduzco que pasó porque ahora me encontraba en el balcón y no podía ver gran parte de la pelea, me dolían las piernas y cuando me fije me di cuenta de que tenía unos horribles rasguños gracias a la espada escondida que tenía el del medio, cuando intenté levantarme no pude y simplemente pude arrastrarme hacia la pelea, pero el fuego no me dejaba ver nada…espera…¿fuego? ¡FUEGO! ¡¿DE DÓNDE RAYOS SALIÓ?! Me alejé de él y me quede atrapada entre el barandal del balcón y el fuego, nada más escuchaba rugidos y embestidas que debían pertenecer a mi hermano que estaba peleando, no podía ir a ayudarlo, con tener el fuego tan cerca de mí eso ya me debilitaba y cuando me quise dar cuenta mi pesadilla se había hecho realidad: uno de los señores se había librado de las garras de mi hermano.
-Mmm que linda niñita tenemos aquí-susurró el hombre relamiéndose los labios.
No entendí sus gestos, pero por ellos supuse que tenía malas intenciones. Intenté defenderme pero lo único que logré fue pararme contra el barandal sin poder hacer nada contra mi captor.
-Hum-de un momento a otro el señor estaba frente mío acorralándome contra el barandal y él-Dime pequeña, ¿dónde rayos esta el libro?-me preguntó en tono amenazador.
Abrí mis ojos impresionada, era verdad, tenía que proteger el libro, y en esta situación no podía, se me había encomendado al nacer protegerlo y decían que él me protegería a mí, pero ahora que lo tenía no sentía que me estaba protegiendo.
-Por tu cara veo que lo tienes…mmm…pero ¿Dónde?-dijo el señor mientras jalaba parte de mi ropa.
Me asusté ante ese jalón y me fui más para atrás o por lo menos lo intenté porque el barandal me lo impedía, además las llamas hacían que todo se viera más amenazante.
-¡Entrégamelo!-gritó el señor mientras sacaba una espada de no sé dónde.
Allí me di cuenta que el señor no le importaba matarme contar de conseguir el libro, me fui para atrás y esta vez pasó lo inevitable: me caí, desde dos pisos de altura, escuché simplemente el gritó del señor temiendo por el libro y nada más sentí cuando me solté de todo y ahora lo único que sentía era el vértigo en mi estómago y mi desesperación que empezaba a nublar todos mis pensamientos ¡No quería morir! Pero sabía que no sobreviviría a esta caída, yo no era como mis padres que podrían sobrevivir a algo así y mucho más, aún era muy débil, como un humano; mientras caía vi mi vida pasar ante mis ojos, pero no de la forma normal, vi a las personas que quería: Mis padres, mi hermano Tsubasa, mi mejor amiga Hotaru, la novia humana de mi hermano (el no sabe que yo lo sé) Misaki y muchas personas más, pero cuando termine me di cuenta que no quería morir y con la última esperanza que me quedaba deseé poder vivir, junto con ellos, "los quiero demasiado" fue lo último que pensé antes de que una luz blanca me tragará.
-Tú no morirás princesa Mikan-me dijo una voz en la luz antes de que cayera inconsciente.
Siglo XX, año 2013 mes 06 día 01. Lugar: isla Dimiteret.
Pov escritora
En la escena se podía ver a una castaña con ojos miel jugando a hacer burbujas, junto con una azabache de ojos violetas en el parque central.
-¡Mira Hotaru! ¡Mira!-gritaba la castaña que aparentaba cinco años de edad a su amiga señalando las burbujas.
-¬¬ BAKA ¡Te caerás!-le dijo la azabache que aparentaba su misma edad mientras intentaba que no se cayera.
¿Qué tal les pareció? ¿Les gustó? ¿Lo odiaron? O se quedaron así: O.O ¿¡Qué rayos paso!? ._. No entendí.
Bueno si se quedaron así esa era mi intención ;) así van descubriendo que paso con Mikan y todos esos secretos, pero ustedes: ¿Qué creen que paso? (Yo sé) Cállate conciencia! Por supuesto que sabes eres mi CONCIENCIA, ¿entendiste Pepe Grillo? ¬¬ (;-; ¡Malvada!)Lo sé
Bueno, creo que eso es todo (¬¬ no te gusta hablar ¿verdad?)
Chao! Nos vemos luego (¡No me ignores!)
(;-; me ignoró, chao!)
