Advertencia — Shounen Ai (RikuRoxas, SoraRiku, AkuRoku.Romance, Drama, Song fic. UA (Semi - Universo alternoNo me hago responsable por futuros traumas musicales.
Disclaimers—Los personajes de Kingdom Hearts pertenecen a su diseñador Tetsuya Nomura. Las canciones de este fic son propiedad de sus autores. (Y de ser así, Axel no hubiera muerto o al menos Roxas hubiera sufrido mucho XD, A Kairi se la hubiera llevado una ola, Naminé sería fan Yaoi, Riku y Sora se hubieran quedado a vivir en la costa oscura –y hubieran tenido 10 heartless- Ven y Terra hubiera aparecido desde el primer juego, Aqua no existiría, ni Zexion, Marluxia, ni Demyx habrían muerto tampoco, de hecho le daría un cerebro a ese último y los Moogles hubiera dominado el universo…)
Nota—Omitan el comentario de arriba ¿Quieren? Hoy ando muy quejumbroso. Bueno aquí les traigo esta fumada que me vino durante las fechas navideñas. Algo con trama simple pero trágica. ¡Un RikuRoxas¿No les encantan? –¡Todo porI'llbewaiting-sama!- bueno, igualmente amo el RikuSora y el AkorRoku, también habrá en el fic. Pero a mi me gustan las parejas raras (Como el RikuVen) Habrá muchas parejas más también en este fic. Como sea, Por cierto, sí eres EMO por favor abstente de leer este capitulo. ¡Thanks! Comentarios y similares, favs y alertas son bien recibidas.
El cuerpo de la constelación.
1.- "Ambrosía"
Solía ser una de esas tardes de invierno. Frías y cubiertas por hielo. Sí, una gruesa capa de hielo que apuntaba a ser la primera nevada de la temporada. Hubiese pasado unos días antes, pero las aguanieves se hicieron presentes arruinando aquel festival musical que se celebraba cada año en Hollow Bastion.
Se solían reunir en una pequeña, pero basta cafetería del centro de la ciudad. El dueño era Axel; bueno, casi dueño. Su abuelo era el real dueño del lugar y se lo traspasó al jubilarse. Pero aún tenía una considerable deuda que pagarle.
En fin. Los días en los que tenía más clientela solían ser durante los fines de semana y en las fechas importantes como en el famoso festival de música. En dónde rentaban más mesas y sillas y las colocaban fuera del local.
—Dos Frapes de moka para la mesa cinco — se escuchó la voz de la pelirroja llamar a través de la barra del lugar. Se viró al oír que otro cliente en alguna mesa la solicitaba, sonrió y tomó orden.
Kairi iba y venía de mesa en mesa, sonreía y tomaba orden. En ocasiones Naminé le ayudaba o a veces Larxane cuando se le daba la gana y Axel le quería pagar alguna otra comisión más que sus propinas. Pero por lo regular estaba sola atendiendo. Y no era que le molestara, sucedía que de vez en cuando le agradaba darse un respiro, pero ni modo.
—"De algo hay que vivir" — pensó esbozando otra sonrisa mecánica. Recogió las bebidas y las entrego a paso firme.
Y Axel; Bueno, Axel era feliz. Tenía todo lo que solía soñar. Una casa; bueno departamento. Un negocio; que aún tenía que pagar. La escuela; que aún no terminaba. Y un novio; en realidad no era su novio, pero…
—Se vale soñar… — rió animadamente entregando otro encargo. Kairi le acompañó en su aparente felicidad.
—Bueno — la pelirroja dudó —No es que te corte las alas. Pero a Roxas no le veo muy entusiasmado por tus acosos.
—¡Nah! Se hace del rogar. Todos son así. Primero no te pelan. Después se hacen los ardidos y luego son más indiferentes.
—Y luego te golpean. Sí, claro — se burló.
—Bueno, algún día. —
Sin decir palabra más. Cada quien regreso a sus respectivas actividades. Así el día transcurrió sin novedad alguna.
La noche llegó y la calefacción se encendió, para llenar el lugar de un ambiente agradable para los clientes. El frió era intenso, tanto que, el simple hecho de ser un sitió acogedor lo hacia imán para los transeúntes.
—¡Qué frió! — exclamó el rubio antes mencionado entrando al negocio. Frotó sus manos no sin ates despojarse de sus guantes y la gruesa bufanda. —Hola, Kairi — pasó del largo a la muchacha al ver que atendía una de las tantas mesas.
Colocó sus cosas en la barra, y tomó asiento esperando la entrada triunfal de su acosador.
Tal cual como adivino, sólo sintió aquella asfixiante sensación, su cuerpo pegado al de Axel en un abraso constrictor.
—¡Roxas! —
—¡Axel!—
—¡Roxas!—
—¡Ay! Axel!— se quejo.
—¡Sí, Roxas! —
—¡Qué me sueltes! — exclamó, moviendo su cuerpo para poder librarse del agarre.
El pelirrojo se limito a sonreír afectadamente. Le soltó lentamente y sólo dijo —¿Y Sora?
—¿No ha llegado? Salió antes que yo de la Escuela. — ladeó su cabeza algo confundido, busco al castaño con la mirada, pero aparentemente no había señal. —Qué raro.
—No, ni ha llamado ni nada. — suspiró en resignación —Dijo que hoy a más tardar me traía el encargo.
—Se le ha de haber atravesado algo o alguien. Pero, ya llegara.
—¿Quieres algo de tomar?—
—Mmm… Tan sólo un té. — le sonrió. Y era una de esas sonrisas que Axel no podía resistir. Y muy pero muy en el fondo sabía que sólo lo hacía por conveniencia. En el tiempo que el ojiverde tenía de dueño del lugar, el rubio no había pagado ni un solo centavo por todo su consumo. —¿Quieres?
Ojos de borrego.
—Sale un Té. —
Él era Roxas. Y es el amor de Axel, algo así como una obsesión compulsiva. De esas en las que sientes mariposas en el estomago, el corazón te late a gran velocidad y ardes por dentro. "Mi corazón arde por ti" Le llegó a decir tantas veces. Pero Roxas no era de aquellos que se tomaba las cosas muy enserio, sí no le convenía, claro. Y Axel no era precisamente una de esas cosas. Sí, sentía mucho cariño por él. Una sensación de bienestar, y no negaba que le atraía, era sólo que no sentía esa "necesidad", suponía que sólo lo asfixiaba en esporádicas situaciones.
—Tenemos casa llena — canturreó Kairi llevado una orden más —Hey Roxas — le llamó y este la miró de reojo. —¿Quieres ganarte un dinero?
—¿Quieres que te ayude, eh? —
—Algo como eso — y le guiñó un ojo.
—Okey, en un momento, sólo deja que me tomé mi té —
El rubio recibió su bebida y la comenzó a consumir con relativa calma.
Sora no llegaba, Roxas atendía una que otra mesa, sabía el ritual que su amiga realizaba cada tarde, así que no era del todo complejo. Pasaron de las nueve y no había señal alguna de su hermano. Miraba de vez en cuando la puerta para ver si uno de esos clientes era él, pero nada. Aunque su miraba de quedo más tiempo clavada en un mismo punto cuando aquel platinado entró por ella.
Sus miradas se cruzaron por no más de dos segundos y eso sólo le bastó a Roxas para comprender el real significado de la expresión "obsesión compulsiva" Dejó el pequeño plato en la mesa que atendía, y sin querer prestó atención a sus movimientos y le siguió con la mirada hasta la barra.
Al no estar Axel ni Kairi disponibles, él; como gesto de cortesía, si claro, Se acercó quietamente y le llamó.
—¿Puedo hacer algo por ti? — cuestionó en lo que el ojiturquesa le escaneaba con la mirada.
—Estoy buscando a So…—
—¿Qué haces por aquí?— ninguno de los dos se esperaba cuando Axel; de pronto, saltó entre los dos para poder separarlos. Escondió a Roxas tras de sí y encaró al platinado.
—Vengo a buscar a alguien — respondió rolando los ojos.
—No te creo ¡De seguro eres un espía de la Trufa! — rugió señalándolo. —¡Esto es espionaje industrial! —
—¿Espionaje industrial, de que hablas? — Roxas preguntó algo confundido, siendo testigo de su lucha de batallas.
—¿Qué no lo sabes, Roxas? Él — y lo señaló de nuevo —Él es el hermano menor de Sephiroth, que a su vez es el co-propietario del Séptimo cielo o no es más que la cafetería de Tifa, mi más grande rival… — pausa dramática — y también trabaja allí.
—¡Uuh! — rió el platinado — Qué denso. No vengo buscando problemas, ni vengo a espiarlos. Vengo a buscar a Sora.
—¿A, Sora?— se preguntaron al unísono.
—Sí, a él. ¿Está presente? —
—No, no lo está — contestó el pelirrojo — Y si estuviera aquí no te lo diría.
—¿Está presente? — preguntó de nueva cuenta pero la cuestión era para Roxas. Quien negó con un ligero movimiento de cabeza. —Entonces lo esperaré. — dijo limitándose a sentarse en la barra. Para molestia de Axel. Qué, a decir verdad le traía ganas. No, no ganas de esas, sino ganas de golpearlo.
Supuso que ese chico era de aquellos que solían gritar en las peleas "En la cara no, en la cara no" hubiese pagado para poder hacerlo gritar, no, no mal piensen, de dolor… oh, mal ejemplo, bueno, de agonía.
Debía pensar rápido antes de que se acomodara, así que sólo analizó sus movimientos y cuando sacó una cajetilla de cigarros, no tardo en exclamar.
—¡No se permite fumar! — y rió triunfal.
—¿No tienes sección para fumadores? — le miró de reojo. —Vaya, que mal servició.
—¡Ja! Pues si quieres fumar, salte. Allí espera a que llegué. — rió —Si es que llega.
—Esperare afuera, pelirrojo — se bufó y salió con calma y se posó a lado de la puerta principal. Sacando por fin su vició pero no encontró su encendedor. Palpó sus ropas, pero nada.
—¿Buscabas esto? — le llamó Roxas desde la puerta trasera, no muy lejos de allí, era sólo al virar la calle.
El platinado, se dirigió hasta el punto en dónde su iniciador estaba, sin decir más palabra, lo tomó entre sus manos, lo encendió y prendió su cigarrillo. Se contemplaron en silenció por largo rato. Roxas recargado en la pared y el ojiturquesa en medio del callejón, dando algunas vueltas.
—¿Conoces a Sora? — preguntó al aire y sin mirarle.
—Algo como eso —
—¿Qué es de ti, tu novio? — rió por su propio comentario. Exhaló. —¿O qué?
—Mi hermano — respondió ofendido —Mi hermano gemelo. — recalcó entre dientes.
—Incesto. — y volvió a reír acercándose a Roxas — Eso suena más interesante. No es que me moleste — viró su vista al interior de la bodega. —Es sólo que como muchos en la universidad fantasean conmigo y mi hermano, es algo normal.
—¿Eres Universitario? —
—No, no estoy estudiando ni nada. — cortó en seco —Sólo debo encontrar a alguien igual a ti.
—No es tan fácil. No somos idénticos. — eso plantó una duda en el platinado, quien lo miró con suspenso —Soy ligeramente más alto que él. Y soy rubio. —le dedicó otra mirada —Y él es castaño.
—Prefiero a los rubios — dijo con simpleza y sin pensarlo mucho. Roxas le reprocho con la mirada y tan pronto este le respondió con ojos… ¿Pervertidos? Como desnudándole con la mirada, viró su vista al fondo del callejón.
Una nueva ola de silencio les arrasó, y al aparecer el único ruido entre ellos era el de sus respiraciones.
—I curse the day my dream became my descent… suddenly… — alarga la nota, toma aire y de nuevo canturrea. — I long for you, my only love.(2)
El rubio por instinto le miró y lanzó un dejo de desconcierto. Ladeo la cabeza y dijo —Esa canción es de Demyx. —pensó y conrriji o — es decir, de la banda de Demyx.
—I curse the day my dream became my descent… suddenly… —repitió la estrofa, un poco más entonado.— I long for you— y le miró de reojo—, my only love…Sí, es de él, esa frase, tiene ese "no se que, qué que se yo" que me gusto en cuanto la oí. ¿No crees?
—Sí, es pegajosa— comenta ligeramente.
—Al parecer tu Gemelo "No idéntico" no hace acto de presencia. Dile que vine a buscarle. Lo necesito para un trabajo.
—¿y Quién le digo que lo vino a buscar? — le retó —Hasta dónde yo sé, es un acto de cortesía decir tú nombre.
—Dile que vine de parte de Demyx. — sonrió socarronamente. — Y también dile a ese estúpido que me dejo plantado: Que si no me buscan en tres días, no hay trato.
—¿Trato?— ladeó la cabeza.
—Sólo dile eso, rubio. — dejó caer la colilla y la aplasto contra el suelo con la suela de sus botines negros.
Aquella escena había tenido lugar en callejón del café de Axel. Y si me lo permiten decir. Roxas había encontrado aquella "necesidad" que tanto buscaba en Axel. Sólo que el no era Axel, sino… debería recordar pregunta su nombre antes. Como sea. Y ahora tenía tres grandes incógnitas. ¿Quién era, para qué quería a Sora y cuál era el famoso trato?
Sólo había una forma de averiguarlo. Y esa era interrogando a Demyx.
To be Continued.
(1) "Trufa" Ese apodo se lo puse yo a Tifa. ¿Por qué? No lo sé, quizás fue porque al conocer el nombre de esa chica fue la primera cosa que se me vino a la mente. Y cuando la vi en KH le apode "La trufa vengadora" Suena gracioso.
(2) Para los que saben de música y no saben cual es la banda "Alesana"… pues, eso habla muy bien de ustedes –rié por lo bajo— Mi hermano y yo nos pusimos a escuchar esta música para conocer mejor al enemigo y llegamos a la conclusión de que todos Tenemos un EMO dentro. (Sólo que nosotros no somos tan pendejos) Amén por eso.
(Ningún EMO murió durante la realización de este capitulo ni de ese comentario… ¡Lastima!, no ya enserio sí eres un EMO y te ofendió mi comentario, lo siento, pero así es la vida, dear¡Sufre!), Toma esa navaja que esta debajo de su almohada y trágatela, te aseguro que ahora sí te mueres.
(No, ya enserio, no lo hago con el afán de ofender)
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§ Mikael Mudou §
"Maldigo el día en el que mi sueño que convirtió en mi perdición, de pronto, espero aún por ti, mi único amor"
