Este nuevo fic está basado en la Tabla de La Pirámide de Maslow de la ComunidadLj de CrackandRoll ( h t t p : / / community . livejournal . com / crack_and_roll / 80123 . html -quitad los espacios para más información sobre esta Tabla y sus necesidades).
Cada capítulo contiene una necesidad y serán bastante cortitos, como éste. Las palabras en negrita son las que tenían que aparecer en la Tabla.
Disclaimer: Harry Potter pertenece a (Draco Malfoy) J. Rowling y hago esto sin fines de lucro.
NECESIDAD FISIOLÓGICA
Draco tiene muy claras sus necesidades fisiológicas. Esas necesidades más básicas, las primeras que todo el mundo quiere satisfacer.
Su vida entera estaba completa y tenía sentido, llena hasta la cúspide de su propia pirámide, hasta que empezó a sentir que estas necesidades más fundamentales empezaron a temblar.
Porque a veces, Draco siente un nudo en su estómago que le impide comer, e incluso beber. No es que la comida de Hogwarts le produzca tal asco que le cause esa aversión al alimento, hasta debe admitir que es bastante comestible, sólo que no siente ni apetito ni ansias por comer y acabar con una hambre que no siente. Ese nudo, ese insistente nudo, le puede durar días enteros y solamente se le relaja lo suficiente para no parecer un malnutrido (oh, gracias Merlín).
Intentando descubrir la causa de su reciente odio a la comida, Draco decide visitar a Snape. Después de hacerle una poción para provocarle un hambre voraz que le dura cuatro horas en las que por poco vacía las cocinas de Hogwarts y causa un paro cardíaco a los elfos de allí, se dirige a la Enfermería.
Con la intervención de Madame Promfey prueba una vez más la incompetencia de la escuela y acaba con la paciencia de la enfermera. Decidido a resolver su problema a su manera, llama a su madre para que le envíe esas carísimas pastas suizas que hacen que se le caiga la baba nada más olerlas y que administra con sumo cuidado.
Días después, al recibir la caja de pastas, se va directo a su habitación para poder concentrarse y llevar a cabo la tarea. Sentado en su cama, con un hechizo anti-migajas sobre esta, se come con éxito cinco de las doce pastas variadas hasta que, en un absurdo pensamiento (provocado por el delirio de comer tan poco desde hacía días), se pregunta si Potter se comería esas pastas con tanta ansía como se come cada mañana las tres tostadas con mermelada de mora, el zumo de naranja y el café con leche con tres cucharitas de azúcar. Al ver que el nudo le vuelve al estómago, coge el paquete con rabia y lo tira a la basura (hecho del que se lamenta rápidamente).
Después de estar un tiempo así, se podría haber acostumbrado y resolver este cambio en su alimentación como un proceso de crecimiento más si no fuera porque empieza a faltarle el aire. Preguntándose si es normal olvidarse de respirar hasta acabar mareado viendo a Potter volar, reír, mirarle y desabrocharse la túnica cuando hace demasiado calor en el aula de Pociones, le envía otra carta a su madre preguntándole si en su historial médico hay constancia de algún síntoma de asma. Con la negación y preocupación de Narcissa, pierde un día de colegio para visitar el médico de la familia.
Tras cuatro horas de chequeo (alargadas por la insistencia de Draco), no se le encuentra nada más a parte de una pequeña falta de vitaminas que se resuelve con una carta al director con una denuncia por mala alimentación.
Y cuando empieza a no poder dormir por las noches, cuando le retumban voces, hechos y luces en los ojos, pensando y dándole vueltas a porqué Potter lo ha mirado en ese preciso momento, se decide a buscar la causa y razón de su problema.
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