Hi~! Nee, éste es el pequeño fic del que les estaba hablando por la encuenta, de nuevo, gracias por votar a los que lo hiceron :D~ tuve que hacer unos cuantos cambios al Summary original debido a las parejas que salieron ganadoras.

Creo que la trama sufrió un cambio radical, no debí empezar a escribir y publicar si estar 100% segura de como iría (tengo cierta manía de cambiar todo a última hora ¬¬U) en fin, aquí el Summary pues no me alcanzó completo allá fuera:

Zero odia a los vampiros, Yori también, durante este año, la misión de Zero es enseñar a Yori a ser uno de ellos, pero cuando se enteran de que Kuran Kaname está prófugo de acesinato, Zero queda en shock, y jusnto a Yori tendrá que acostumbrase a que Yuuki y Aido vivan con él, mientras que por culpa de Kaito se tendrá tantos problemas como encuentros con el mayor de los Kuran.

Diversas parejas; Main: KanaZero, YuuSayo, KaiIchi; Secondary: TakuShiki, ZeroSayo, KainHana, RukaRima, KanaYuu, IchiOcc y otras que se iran ocurriendo =)

Disclaimer: Vampi-Vampi (xD) osea VK, no me pertence, sino que Matsuri-sensei que vive en Japón por lo que estoy incapasitada de viajar para allá y quitarle los derechos de autor, sin fines de lucro, sólo osio, ecepto un personaje que meteré más adelante :3

Adv: Yaoi, Yuri, Gore (¿?), Violación, Occ, Humor, leve Misterio, Parodia

Musicals Words, Musical lovE

++++PRÓ+Lo+go++++

-1-

"Madre me había dicho una vez, que cuidara todo aquello que amara…"

No importaba lo que pasara, el amor siempre iba a ser más fuerte y siempre te protegería

"Aunque fuese desde un lugar muy lejano… aunque fuese desde el más allá, te cuidarían"

Repitió, otra vez, palabras que había oído de su madre desde niña. Sabias palabras que reconfortaban a la joven rubia que miraban con tristeza las tumbas de sus padres. Cobijada por el frío adormecedor de un invierno vestido de blanco y rocío.

Copitos de nieve caían a su alrededor enfriando la nívea piel que se perdía entre la neblina mañanera de un lunes a mediados de junio.

Depositó las rosas blancas y azules que traía, en las tumbas, decorando de blanco la de su madre y de azul la de su padre, para luego limpiar las tapas con sus guantes dejando visibles los nombres de la joven pareja Wakaba entre la nieve.

Sus bellos ojos marrones se afilaron en agonía, recordando eventos recientes que habían cambiado tanto su vida.

Había pasado un mes, al comienzo del invierno, en una noche nevada e incluso más fría de la que se veía llegar hoy, la muerte de sus padres la había marcado, y todavía no sabía muy bien que sería de ella ahora.

Wakaba Sayori, acababa de cumplir los dieciséis años hace treintas días y la verdad, nunca hubiera querido cumplirlos, terminado su cumpleaños de esa forma

"Oka-san, Oto-san… Nos os preocupéis, ¿vale? Estaré bien, todavía tengo la Academia Cross, se que el Director me acogerá y podré vivir allí mientras.. Sniff- poco a poco comenzaban a salir pequeñas y cristalinas lágrimas como su voz se formaba un hilillo a punto de cortarse- Mientras… Sniff… nuestra casa esté…

La imagen del rojo vivo que quemaba su piel y sus manos mientras intentaba vanamente de sacarlos de aquel infierno, la invadió como las salvajes llamas que había dejado marcas tan horribles en sus muñecas y brazos, con punzadas en el corazón, se llevó las manos al rostro mientras caía de rodillas, sollozando.

-Yo… yo, Gomene, Mama, Papa, yo no pude… salvarlos… sniff

Se recostó entre las tumbas, depositando sus brazos y su cabeza en la tapa, buscando algo de confort y tratando de tranquilizarse, esta vez su corazón le había ganado, había venido con el propósito de no llorar, pero los recuerdos aún estaban a flor de piel, como si hubiese sido ayer.

Realmente era una pobre infeliz, estaba completamente sola, luego de un año de la partida de su mejor amiga, de la cual no había tenido noticia, y ahora esto…

Lo último que pasó por su mente fueron esos despreciables y repugnantes chupasangres que destrozaron vilmente a su familia.

¿eran tan parecidos pero a la vez completamente distintos?

-Yuuki…. Te odio-

No fue su intensión, pero el cansancio que traía el desvelo de los últimos días la vencieron, y cerró los ojos quedándose dormida entre la nieve.

Porque era cierto, ella siempre desconfió de los vampiros, siempre, pero después de todo esto, Yori los odiaba, a cada uno y sin excepción; odiaba a los vampiros.

-2-

Luces y besos…

Gemas valiosas que no se deben de tocar

Luces preciosas que no se pueden desperdiciar

Besos amargos que nacen de una boca que no quiero besar….

"Desde que me comencé a interesar por la literatura, historias de amor y poemas no han hecho nada más que confundirme, claro, los entiendo muy bien, por algo soy profesor de ética, y lo que me enreda es exactamente eso, comprenderlo, vivirlo, pues últimamente todo a lo que a frases de amor se refiera lo asimilo inmediatamente con alguien, un alguien que en cierta forma está prohibido para mí"

El castaño dio un suspiro de cansancio mientras bajaba la cabeza, dispuesto a chequear lo que debía transcribir al pizarrón del libro de contenidos, volteó la cabeza y vio de reojo dos puestos en particular, ambos vacíos, volvió a suspirar, pero esta vez con resignación.

"Wakaba a faltado todo un mes, joder, entiendo su pena, pero, demonios… Si sigue así repetirá tercero" pensó para así mientras bufaba y anotaba unas cuantas oraciones en la pizarra.

Luego de hacer mayor parte de la clase, se sentó en su puesto, hojeando algunas páginas y se dispuso a pasar la lista, como siempre, y era obvio, se detenía en la misma parte…

-Kiryuu Zero…- se hacía un pequeño silencio antes que comenzara la habladuría de todos los días.

-Etto.. Kaito-sensei, Kiryuu-kun no está- respuesta clásica dentro del salón de clases

-"Hm. Típico!" pensó como si nada, y sin inmutarse siguió con la revisión de asistencia.

El timbre anunció el recreo y todos los alumnos salieron, mientras que Takayima leía despreocupadamente un libro de poesía francesa, vio como una de las estudiantes se acercaba tímidamente a su escritorio y dejaba una manzana a su lado.

-Gracias- sólo bastó una sonrisa de agradecimiento para que la chica se derritiera, roja como tomate salió corriendo hacia afuera no sin antes balbucear un tartamudo "No-no-hay de qué-Kai-Kaito-sensei"

Luego de esto, el castaño miró por el gran ventanal del salón vacío con la manzana en su mano.

-Dios, Zero, eres tan predecible, quizás en eso si que tu hermano te pasa por mucho, él siempre haya la forma de pasar inadvertido… ¿qué le dirás ahora… Zero?- pronunció al viento mientras veía la nieve caer copiosa -Espero que no te resfríes, Oh, es cierto, los vampiros no lo hacen- dijo con burla, para luego salir y desaparecer por los pasillos con su avejentado libro "rosa"

-3-

Siempre era igual ¿no? Siempre.

Como cualquier día de su aburrida vida que estaba lejos de ser sedentaria.

-Pescarás un resfrío, Wakaba-

La chica abrió los ojos soñolientos pero sin levantar su cabeza de entre sus manos. Su nariz estaba enrojecida por el frío haciendo contraste con la demás parte de su piel blanca. No le sorprendía su presencia, no es como si no se hubiese percatado de que era seguida de cerca, que va, sus sentidos se había agudizado mucho.

-Creí que…- balbuceó con pereza mientras se sentaba de lado apoyándose en su mano y con la otra tallándose los ojos -No podía resfriarme, Zero-kun- se detuvo para observar al chico de gabardina negra y ojos lilas. Sus miradas se conectaron por unos segundos, en cierta forma, Zero entendía su dolor, y eso era exactamente lo que los había echo acercarse este último tiempo, la franja se iba estrechando y ambos comenzaban a entender que se parecían demasiado. En el fondo, dos mentes brillantes y analíticas camufladas de dureza e indiferencia.

-Me han dado una orden, y sólo vengo a cumplirla, Wakaba-kun*- dijo aún con las manos en los bolsillos.

-No me importa mucho lo que esos idiotas quieran de mí, supongo que eso lo tienes bien claro ¿no?

-No te preocupes, la Asociación te protegerá de los chupasangres del Consejo, si es que haces las cosas fáciles, claro. No quiero problemas, Wakaba, sólo ven conmigo…- ante las mirada poco convencida de la chica y de su nula intención de cooperar, no le quedó de otra. Suspiró, y luego abrió los ojos suavizando su mirada -Por favor, te lo ruego, Sayori…-

Zero Kiryuu, el joven cazador de vampiros con un pasado trágico que lo había transformado no sólo en vampiro sino que también en un chico cerrado y rudo, pedía "por favor" amablemente. Wow, eso era de película, pensó Yori mientras pestañeaba incrédula.

El peliplata bufó sonoramente, creando una gran nube de aliento, mientras fruncía el ceño.

La verdad no quería ver a Wakaba llena de tubos, como un espécimen experimental de laboratorio, y aunque fuese un caso raro, aún le quedaba un poco de humanidad y sabía perfectamente que Sayori no quería eso como futuro, después de todo ambos eran…

-¿Vienes?

-Más te vale que no sea mentira-

-¿Por qué tendría que engañarte? Se perfectamente lo que estás pasando, yo también lo viví-

-Yum… tampoco es como que fuera tan terrible ¿sabes? es genial pensar que puedes escapar de esas bestias en buena hora- sonrió con ironía

-Sólo camina, quieres? Es un largo viaje- soltó con simpleza mientras se volteaba. La ojimiel se paró y estiró limpiando su falda de nieve descuidadamente y comenzaba a seguir al chico de cabellos plata.

"La nieve se hacía cada vez más espesa mientras nos salíamos del camino, la esbelta espalda de Kiryuu era lo único que miraba realmente, el alrededor blanco y el frío adormecedor no importaban, y otra vez me sentía guiada por aquella luz que parecía salir de aquel chico, de alguna manera quería conocerlo, ser importante para él, no es que me gustara, era tan sólo que despedía ese magnetismo. ¿Sería por eso que para Yuuki fue tan difícil separarse de él, y también… el sangre pura, su hermano, se perfectamente que para él fue igual…

Pero bueno… nunca lo sabré, mi pasado se fue al demonio y ahora sólo se una cosa…"

"Los vampiros… seres hermosos y engañosos ¿Realmente merecen vivir?"

Los ojos amatistas se cerraron luego de voltear hacia la chica que reposaba su potente mirada en él. Yori le sonrió tristemente para luego agachar la cabeza y seguir caminando entre la nieve.

Dos lagrimas reposaron en sus ojos mientras dos gemas rojizas se pasearon por su mente.

Él sentía lo mismo, Yori lo sabía, Zero no podía guardar sus sentimientos hacia ella, era obvio, él también dejó escapar su vida por algo así, su pasado también lo jodió a él.

"Desear lo que odiamos… Vaya, disyuntiva"

"Zero y yo estamos en problemas"- suspiró con desgano "Tengo hambre… ¿pero qué..?"

-Kiryuu…- llamó algo atontada por sus pensamientos

-Mm? El peliplata la miró con el rabadillo de ojo

-Se que no es tan urgente, también se que no eres nada de puntual, ¿que importaría si primero pasamos a tomar café?- sonó con "amabilidad"

-No..- fue la seca respuesta

Una venita apareció en la frente de la chica mientras miraba asesinamente al peliplata

-Idiota-

-Tonta-

Sayori se enfurruñó mientras que Zero caminaba como si nada, pero en el fondo, se reía por la actitud de la rubia.

"¿Ese era el cariño de hermanos que Yuuki sentía por Zero?"

No lo sabía, tampoco lo sabría, su pasado se esfumó y sóloimportaba el presente, no se fíaba del fututo, y menos si ella desconocía que el destino los volverían a juntar...

FIN PRÓLOGO++++

Bueno eso es todo, se les agradece un montón haber leído ^^ gracias por soportarme

en fin, si llegan Reviews subiré rápido el prox capi :D si es que les gusto obiamente :3

Se me cuidan, Bye~

Izhyoh