ICHIRUKI - HISTORIA SOBRE UN CORAZON ROTO Y TALVEZ UN PAR DE COLMILLOS
Este fict está hecho sin fines de lucro solo para su entretenimiento, si bien la historia no es mia, es de M.B Brozon y los perdonajes son del anime bleach que son creación de Tite Kubo, la edicion si lo es y toma tiempo y trabajo, la edición y el tipeo es un trabajaso, asi q no se lleven el credito, ayudenme compartiendola bajo este nickname, phamkuchiki, arigatou
Prologo:
Cualquiera podría suponer, por el título, que esta es una historia de amor. ¿Por qué empezar entonces con el principio de la vida?
Aclaro, no quiero aquí hacer un discurso sobre EL PRINCIPIO DE LA VIDA, todo con mayúsculas, el cual no eh acabado de entender y creo que nunca acabare. Me referiré en concreto al principio de mi vida. Lo que quiero contar aquí tal vez no tenga mucho que ver con el principio de mi vida, y menos con lo que paso casi quince años antes del principio. Pero por hai dicen que la vida en una cadena de acontecimientos que se relacionan ente sí, necesariamente. Alguna vez leí un ensayo de un tipo que hablaba de todas las circunstancias que habían tenido que coincidir para para que a fin de cuentas sus padres se conocieran y el fuera concebido. Se remontaba el asunto hasta la época de los dinosaurios, y al final del ensayo, el amor concluía que, probabilísticamente, su existencia era imposible.
Y si la existencia de tal ensayista era imposible, yo tendría que agregar una circunstancia extra que haría mi propia existencia un poco más que imposible.
Pero, evidentemente, la teoría de las probabilidades debe funcionar distinto, y prueba de ello (y de mi existencia, claro) son estas líneas.
Sin embargo, es posible que el principio de mi vida y de lo que ocurrió en el haya sido la causa de la consecuencia que es esta historia.
Tal vez no.
Pero, de todos modos, fue un principio divertido.
Capitulo 1:
Si no hubieran asesinado a Genryusai Yamamoto, es probable que yo no estuviera escribiendo esto.
Me explico:
Aquel día mi tío Kaien, el primo de mi mamá, la llamó para pedirle que lo acompañara a una cita. Iba a presentar a dos amigos suyos, Rangiku e Isshin, y no le gustaba mucho la idea de hacer mal tercio. Mi madre era una jovencita soltera que no tenia una vida social precisamente vertiginosa, asi es que a falta de un mejor que hacer, acepto completar el cuarteto.
Cuando mi tio kaien pasó por ella, ya venían en el asiento de atrás Isshin y Rangiku. Se dirigieron a una fuente de sodas, o a alguno de esos lugares que se estilaban entonces, y mientras bebían malteadas y platicaban del clima, una televisión que había en el lugar les dio la noticia: acababan de asesinar al capitán comandante Genryusai Yamamoto.
A mi mamá y mi tío Kaien les causo la expresión que a cualquier gente normal le causa saber que acaban de asesinar al capitán del que ya desde entonces era el shinigami mas poderoso del Seireitei. O sea, bastante, pero sin llegar al extremo de un colapso. Sin embargo Rangiku fue presa de un ataque de histeria similar al que debe haber sufrido Hinamori. Con desmayo y todo. Asi es que mi tío Kaien fue quien tuvo que regresarla a su casa a llorar en soledad, pues, aunque Isshin era su pareja en esa cita, era la primera, y calcularon que aun no le correspondían esas atribuciones. Isshin y mi mamá, quienes no se conocían y tampoco fueron tan sensibles a la noticia, se quedaron en el lugar terminando sus espesos brebajes. Platicaron, descubrieron que se gustaban y que, además, vivian en el mismo pueblo. El tio Kaien ya no regreso.
Isshin es mi papá.
En 1988, Isshin y Masaki, mis papás, se casaron. Se fueron de luna de miel al pueblo de Karakura y se aborcaron de inmediato a la fabricación de mi hermano Isshin Jr, quien nació el 6 de marzo de 1989. No conformes con ello, continuaron rápidamente con sus labores reproductivas y el 6 de marzo de 1990 nació mi hermana Masaki (Mis papas, evidentemente, no se rompieron la cabeza para escoger los nombres). En realidad no sabemos si mi hermana nació exactamente en esa fecha o mis papás decidieron suscribirla para ahorrarse una fiesta.
Pasaron siete años para que mis papás decidieran que con esos dos tenían suficiente descendencia. De manera que lo platicaron y tomaron la resolución de que mi papá se hiciera la famosa operación de control natal permanente.
Dos meses después mi madre notó que su organismo no presentaba el comportamiento periódico normal que debía presentar. Muy extrañada, claro esta, fue y se hizo un examen. Al dia siguiente el papelito aquel le dijo que estaba embarazada. Esto puedo haber convertido a mi padre en un Otelo furioso y ocasionar un caos marital, pero él, tranquilo, racional y pragmático como siempre, fue a reclamarle al autor de la operación de sus conductos deferentes. La explicación fue bien simple: poco después mis papás festejaron la operación. El doctor debio haberles dicho que era necesario esperar a que los citados conductos se vaciaran.
Que bueno que se ahorro esa información. Que bueno que mis padres tenían la costumbre de festejar las cirugias.
Siete meses despues, el día 28 de diciembre de 1998, vine a dar al mundo, con el mismo aspecto de tamal coreano que suelen presentar todos los recién nacidos.
El doctor entro al cuarto cuando mi mamá estaba todavía medio ida por la anestesia. Llevaba un bulto en sus manos envuelto en una cobija.
- Aquí esta su hijo –dijo sonriente.
Casi puedo imaginar la tierna mirada de mi madre ante su pequeño y extemporáneo hijito, convertida en un rictus de horror cuando el medico dejo caer el bulto al suelo y dijo: "Ay, perdón". Después empezó a reírse y levanto del suelo el bulto que no era yo, si no un muñeco de trapo.
Son las desventajas de dar a luz en el día de los santos inocentes para la madre victima de doctores jocosos y también para el hijo. Cada vez que digo la fecha de mi cumpleaños es inevitable la exclamación:
-¡Aaaaay, eres inocente!
O aun mas mal intencionadas:
-Dile a tu mamá que para broma fue de muy mal gusto.
Y eso ultimo si molesta. Mas molesta cuando uno se ah enterado de su origen que, en verdad, parece broma y que los condenados de mis hermanos tuvieron a bien confesarme durante alguna de aquellas noches donde aflora la sinceridad.
Yo, después de mucho meditarlo, estableci una respuesta estándar para decírsela a todo aquel que se burle o se sorprenda con mi historia:
-Mira –digo -, todos los demás quien sabe, pero lo que es yo, algo vine a hacer a este mundo.
Creo que es cierto. Y sin Embargo no fue nada fácil irrumpir en una familia para ser, como el mas quiquito, el concentido de los papás y, en consecuencia el receptor de los celos infantiles de dos hermanos que, a pesar de sus nueve y ocho años respectivamente, aun eran muy inmaduros y se sentían menospreciados porque de pronto, la atención integra de todos los miembros de la familia, amigos y vecinos se centraba en "el bebé" .
No fue un buen comienzo, pero me imagino que debe haber sido fácil cuando yo era muy pequeño y me pasaba el dia echado en la cama tomando biberones, sin preocuparme de mis hermanos y sus confictos existenciales. Lamentablemente esa etapa no ha quedado registrada en mi memoria.
Lo difícil vino después, cuando mis hermanos confundieron el asunto y pensaron que mis papás , en vez de darles un hermano, les habían dado un bell-boy .
"Ichigo, tráeme agua" , "Ichigo, abre la puerta" , "Ichigo, contesta el teléfono". Estoy seguro que el único infante de mi generación que comprendia perfectamente a la Cenicienta era yo. Incluso hay una anécdota que aun se cuenta en todas las fiestas y convivios, familiares o no:
Mi hermano estaba en una reunión con sus amigos, que supongo que eran una bola de burgueses y todos hablaban de sus televisores con control remoto, que entonces era una novedad que aun no había entrado a mi casa. Pero de pronto mi hermano dijo:
-Yo tengo un control remoto que responde al sonido de la voz.
Los demás se quedaron perplejos y pensaron que en casa eramos poseedores de la tecnología mas avanzada, hasta que Isshin Jr continuo:
-Si, solo tengo que decir: "Ichigo, cambiale".
Cada vez que se cuenta, las carcajadas afloran de los oyentes, y de mi, el recuerdo de mi servicial pasado.
No fue malo desde el dia que descubri que los favores se pueden cambiar por dinero u otro tipo de bienes.
-Esta bien, voy por las onigiri, pero me compro uno ramen.
En general no me puedo quejar. A pesar de que la brecha generacional con mis hermanos era entonces casi insalvable, tenia dos opciones entre las que dividia mi tiempo: la televisión y Mizuiro. La televisión nunca me gusto mucho, además, implocaba la vespertina y eterna discusión con mi hermana, sobre que era mejor, Los Karakura Riser, que era lo que me gustaba a mi, o Soul Candy, que era lo que le gustaba a ella. Mi hermana siempre a tenido sobre mi la autoridad que le confiere la edad. En ese entonces también tenia una superioridad importante en cuanto al físico, asi es que no le costaba ningún trabajo descontarme. Claro que yo era lo suficientemente listo (o cobarde) como para no llegar a ese extremo. Por ello en mi curriculum televisivo, claro, se encontraba Soul Candy. Incluso seria honesto confesar que acabe esperando los capítulos con cierto interés.
Una tarde mi papa llego temprano, nos encontró a Mizuiro y a mi aventando bolitas de papel de baño mojado a los coches que pasaban y, en aras de alejarnos de ese malsano habito, después de regañarnos un rato, intento enseñarnos a jugar ajedrez. Yo aprendi un poco, Mizuiro, nada. Mi papá rápidamente decidio que no tenia la suficiente pericia pedagógica para ello y me emboleto la tarea. Pero Mizuiro nunca aprendio a hacer, ya no digamos una jugada, ni siquiera los movimientos elementales.
Mizuiro era el único a quien yo podía hacer complice de mis aventuras, y aunque fui incapaz de aprender los secretos del ajedrez, siempre fue una buen compañía, sobre todo porque nunca le importo ser el antagonista en nuestros juegos, asi es que durante los años que fuimos amigos, a Mizuiro le toco representar a Nnoitra, Szayelaporro, Yammy y, las mas de las veces, a Sosuke Aizen.
Sucedió después que la situación económica de la familia de Mizuiro mejoro notablemente y se mudaron a una casa grande en Hueco Mundo. Mizuiro y yo seguimos llamándonos por teléfono durante algún tiempo, pero poco a poco esas llamadas de fueron espaciando hasta desaparecer por completo. Es triste lo que pueden hacer el tiempo y la distancia, pues aunque el Hueco Mundo no quedaba tan lejos del edificio donde yo seguía viviendo, mis posibilidaddes de desplazamiento eran muy limitadas. Mizuiro fue realmente mi primer amigo, y no volvi a saber nada de el.
Sin Mizuiro alrededor, yo daba la pinta de niño solitario y taciturno. Y si, asi me comportaba, pero no porque fuera parte esencial de mi carácter, si no porque no tenia otro remedio. Me la pasaba inventándome quehaceres en el edificio, al rato iba al parque Rukongai, del cual solo me separaban dos cuadras. Pero nunca fui bueno para aquello de la socialización. Generalmente los demás niños iban al parque en bola, y llegar con un grupo a pedir que me integraran es algo que jamas fui capaz de hacer, y sigo sin serlo hasta la fecha.
Mis dos hermanos estaban ya instalados en la adolescencia, y me hacían poco o ningún caso. Es mas, ya ni siquiera me pedían hacer mandados.
El conjunto de circunstancias me convertia en el único niño de la escuela (probablemente del mundo entero) que miraba la cercanía de las vacaciones con angustia. Sabia que lo único que podía esperar de ellas era un par de meses de perfecto aburrimiento. Varias fueron eso. Algunas otras no
(si ya se al principio parece un poco aburrido pero ni bien aparece ya saben quién todo cambia asi q paciencia, vale la pena, dejen sus reviews y sus comentarios son importantes, Atte PhamKuchiki)
