¡Hola! ~ 3

Me alegra mucho que hayas podido llegar hasta aquí y espero que te guste.

Primeramente hay algunas cosas que desearía aclarar para que la historia logre tener sentido.

Primero que nada todo el contexto de este relato se basa en un AU (Alternative Univers)al que se desarrolla el mundo original de Shingeki no Kyojin.

El contexto, trama y reglas de esta historia me pertenecen completamente no así sus personajes., ellos son propiedad de su respectivo creador.

Esto es un BL( boys love), es decir contiene temática de carácter homosexual. Si no te gusta este género por favor cierra la pestañita y evitemonos problemas.

Las personas están divididas en tres grupos sociales: A, B y C. Siendo los categoría A las personas de más poder y soberanía en el mundo, seguido de los B, quienes mantienen un papel activo en la sociedad y son de utilidad a esta misma. En el último lugar están los C, personas de inferior grado no sólo económico, sino también académico y social, usadas normalmente como esclavos o sometidos a tortura por diversión.

Ahora sí ~

Muñecas ∆: Se les llama muñecas a las persona de clasificación "C" que están bajo el cuidado de un A. Las muñecas tienen diferentes labores, entre estos está el complacer a su poseedor o coleccionista de la manera necesaria siguiendo las reglas establecidas por este mismo. No están reconocidas como personas ante la ley, si no como animales.

Golden Doll ∆: Las Golden Doll o GD son las personas de categoría C con una descendencia exótica al país en donde habitan. Son muy difíciles de encontrar y bastante caras, por lo que la mayoría de las GD son adquiridas por millonarios coleccionistas o Poseedores por contrabando. Las GD con ojos tornasol tienen un poder hipnótico hacia otras personas, lo que las hace irresistibles.

Free Doll ∆: También llamadas -FD. Son las personas de clasificación C ya declaradas muñecas pero que no han sido compradas.

Coleccionista ∆: Es aquella persona que tiene bajo su mando a más de tres muñecas legalmente. Un coleccionista es una persona dedicada a sus muñecas para vestirlas y tratarlas como tal.

Poseedor ∆: Al contrario del coleccionista el poseedor no se ve beneficiado totalmente con las muñecas, ya que sólo puede tener tres como máximo.

Teddy Mark ∆: Cuando una persona de cualquier clase mantiene relaciones sexuales con una GD por primera vez con el consentimiento de esta última, aparece una pequeña marca bajo su ojo derecho que indica posesión absoluta y el cambio de muñeca a la clasificación de su pareja.

AU | BL | RiRen | Posible M-preg | Uso descarado del OoC | Crime | Leemon más adelante.

Sin nada más que decir, por favor disfrute su lectura.


(...)

— Me niego. — Exclamó el hombre, cruzándose de brazos. — Tu más que nadie sabes perfectamente cuánto odio a esos bastardos, Erwin. Me niego a ser uno de ellos.

— Lo sé, y por esa razón no te pediría esto si no fuera tan importante, Levi. — Ya cansado, decidió tomar asiento frente al más bajo. — Hay una red de tráfico ligada con este chico, necesitamos tenerlo de nuestro lado para poder manejar la situación y descubrir si esto tiene relación con los homicidios continuos a las muñecas de los peces gordos. Es nuestra oportunidad de acabar con una de las redes de tráfico más grandes de Estados Unidos.

— Suena bien pero no quiero ser parte de esta mierda, tengo otras cosas que atender.

— Es un GD y también un -FD. ¿Sabes lo que eso significa? — Hizo una pausa, esperando que el otro respondiera. Luego de un minuto agregó: — los coleccionistas deben estar peleandoselo y como el pobre muchacho no tiene la Teddy Mark será ultrajado en menos de veinticuatro horas.

— En verdad no piensas dejarme ir de aquí. Eh. — Chasqueo la lengua al reconocer la mirada de su superior. — Tienes cinco minutos.

Smith sonrió por primera vez en días, quizás su plan no estaba del todo perdido si usaba las palabras correctas.

— Su nombre es Eren y procede de Alemania, no sabemos nada de su familia o del quién lo trajo hasta aquí ya que se niega rotundamente a hablar con nosotros. Sin embargo, sabemos que llegó en la última embarcación de The Qyeens.

— ¿El grupo de contrabandistas?

El otro asintió.— Al parecer una parte de ellos no han sido capturados y se han dedicado al contrabando de GD.

— Cambiaron de metodología, están trayendo especies finas en vez de las mestizas de siempre.

— Exacto y allí es donde entra este chico. A diferencia de los demás GD, él es el único con el grado académico más alto de entre todas las muñecas contrabandeadas, a sido el único que a llegado en un perfecto estado físico y con ropas de gran valor.

— ¿Por qué preocuparse por uno, si todos son exóticos?

— Eso es lo que necesitamos saber, y para ello necesitamos que alguien pueda hacerlo propiedad antes que algún coleccionista.

— No tengo el dinero suficiente como para pagar por él.

— El cuartel y la Legión correrá con los gastos de la compra.

— Mi departamento está hecho para una sola persona.

— Te alquilarémos y reubicarémos en un lugar con mejor accesibilidad en caso de que debamos intervenir.

Levi se calló y meditó en silencio, repasando los pros y los contras de convertirse en un poseedor y tener a muñeca bajo su cuidado, de tener una muñeca dorada en su posesión se corrigió. Debería dejar su antigua casa y sus cosas para mudarse, estaría en constante vigilancia hasta el punto de no poder ir al baño sin que lo observarán.

Aquello no sonaba muy agradable.

— ¿Por qué crees que esto se relaciona con los homicidios de las muñecas?.

— Trece GD del último contrabando tenían quemado el mismo símbolo en sus espaldas, en el mismo lugar. Creo que él es la pista que necesitamos.

— Joder. — Se levantó de su lugar y caminó alrededor de la habitación, exasperado.— ¿Por qué no Mike, Erd o Gunter?

— Sus ojos son tornasol.

— ¿Qué te hace pensar que yo podré resistirme a él y no ultrajarlo?

Smith se tomó unos segundos en responder, segundos en los cuales no apartó la mirada del Ackerman.

— Porque eres tú, Levi y en caso de que sientas la necesidad, te expondremos las veces necesarias para que puedas acostumbrarte a él.

— No creo tener tanto autocontrol. Busca a alguien más.

— Te ayudaremos a tenerlo, Levi, no pienso ceder ese niño a nadie más que no seas tú.

Una vez más chasqueo la lengua y se hacerlo a la ventana, dando un profundo suspiro mientras regresaba a cruzar los brazos en una protesta silenciosa hacia sí mismo, no le quedaban demasiadas excusas por las cuales negarse sin embargo aún había una pequeña pregunta que rondaba su cabeza.

— ¿Cuántos años tiene?

— Catorce.

Dentro de su mente, se maldijo mil veces por ser tan blando.

(...)

Caminó detrás del más alto con las manos en los bolsillos, observando el lugar con atención discreta y aparentemente superficial, él jamás había estado en esa parte del cuartel e incluso dudaba que aquello fuera parte de este último ya que a medida que avanzaban las paredes parecían hacerse más perturbadoramente blancas.

Por supuesto, jamás lo admitiría.

El siempre fue consciente de los experimentos que realizaba el equipo de investigación con los reclusos condenados a muerte, lo sabía, pero fue entonces cuando supo que tener el conocimiento eran dos cosas completamente diferentes y que ni cerca estaban la una dela otra.

Su estómago se revolvió completo y los vellos de sus brazos se erizaron bajo su ropa cuando al pasar miró curiosamente hacia una ventana, viendo del otro lado a un hombre atado de manos y piernas con una camisa de fuerza, con el cráneo abierto mientras los que parecían ser unos médicos urgueteaban la masa gelatinosa con un pincho de metal.

¿Cómo es que aquello se permitía? Ah claro, los desechos de la sociedad — Que a menudo eran C — debían ser útiles cuando su periodo de vida tenían un tiempo límite.

Como había sido capaz de olvidarlo. Torpe Levi, torpe.

— ¿Por qué lo tienen en un lugar como este? — Preguntó, intentando distraerse. — Los papeles ya están hechos, deberían haberlo llevado.

— Aún cuando confío completamente en tu autocontrol, necesitó saber que no comprometeras este caso. Así que le pedí a Hanji que les aplicará a ambos una prueba de tolerancia.

— ¿Y no podía ser en un lugar más normal?

— Ella insistió en que aquí sería mucho más efectivo y seguro.

Calló, sintiendo parte del alivio recorrerle el cuerpo cuando vio en el final del pasillo una gran oficina de colores marrón y duraznos; sobre ella había un gran letrero de madera tallada que decía: Jefes del equipo de investigación 1.

Nunca creyó que sentiria tanto cariño por la ostentosidad de Zoe como en ese preciso momento.

Ambos se adentraron en la oficina, encontrándola completamente diferente al paisaje anterior. Las paredes de color rosa pálido con los toques medianamente perfectos de estampado de madera. Los muebles y sillas talladas a mano al igual que los tres escritorios repartidos en equidad dentro de la habitación.

— ¡Pensé que se habían perdido! — Exclamó la castaña de lentes, afirmada en el marco de la puerta trasera. — Ya iba a ir a buscarlos para que hablaran con Darling~

— ¿Darling? — Preguntó Erwin.

— Si, es una delicia de persona. Estuve hablando con él a través del cristal, tiene un sentido del humor un poco bizarro pero es bastante dulce~

— ¿Te dijo algo de él?

— Nada que no sepamos, es muy inteligente y sabe medir perfectamente sus palabras.

— Será difícil...

— ¿Y bien Levi? — Canturreo la mujer desde su lugar. — ¿Crees poder soportar estar en la misma habitación durante diez minutos con Darling.?

— Deberías llevarme hasta allá en vez de parlotear tanto.

— Uhh~ alguien se levantó de malas~ — Se burló, haciéndoles una seña para que le siguieran. — Si sientes que estás a punto de ultrajarlo sal de allí inmediatamente, a diferencia de los demás él no sólo es inteligente sino que también su atracción es mucho más potente.

— De cuanto hablamos. — Interrogó el azabache.

— 80 a 20. Predominando la atracción.

— ¿80? — Erwin no ocultó su sorpresa. — Eso es mucho más por encima de lo normal. ¿

— Lo sé, también, su ficha dice que su clasificación es C. Pero creo que están terriblemente, la inteligencia de este chico aún más allá de sus estudios es tan alta como la de un A. Darling es un A.

— ¿Por qué transportarían a un A como muñeca? No tiene sentido. ¿No ha sido expuesto a radiación o alteración genética?

— En absoluto. Es un chico sano y completamente natural, no ha mutado ni su sistema genético ha sido alterado, su ADN se ha mantenido intacto también.

— Entonces él es...

— ...el 1 en un millón que no se encuentra.

Levi se detuvo al llegar a una gran habitación equipada con un sistema de sonido, televisores que dejaban ver las grabaciones de las cámaras de seguridad en cada punto del área de investigación y que en el centro del lugar, había una gran ventana de casi todo el ancho de la pared que dejaba ver la habitación siguiente donde un chico yacía sentado en el suelo, con los ojos vendados.

La primera palabra que vino a la mente de Levi fue Inocencia.

— Bien Levi, te lo advierto una vez más: si sientes que estás a punto de perderte y abalanzarse sobre él sal de allí. Sal-de-ahí.

— Lo entiendo. — Dijo y sin más traspasó la puerta que daba al cuarto consiguiente.

Lo primero que hizo fue caminar hasta la puerta en el otro lado de la habitación y afirmarse en ella, así, en caso de que algo sucediera podría abrirla y salir rápidamente de allí. Se cruzó de brazos y tras estar aparentemente cómodo miró al chico una vez más.

Se veía elegante para sólo tener catorce años.

Los pantalones estilo militar en gris y negro hacían verlo más alto y formado de lo que estaba, mientras que su camiseta con una imagen alterada de Winnie Pooh y Piglet para que se vieran rockeros remarcaba lo infantil que aún era.

"Ya puedes quitarte la venda, Darling"

La voz de Zoe se escuchó por lo parlantes, el pequeño castaño asintió llevándose las manos hasta la venda que cubría sus ojos y bajarla — Quitársela sería una molestia ya que luego debería ponérsela otra vez— y miró a su alrededor con curiosidad. Deteniéndose en uno que otro juguete en el piso.

Lo primero que golpeó a Levi fueron sus ojos.

Cuando aquel par de esmeraldas le miraron directamente no pudo evitar sentir un cosquilleo en la boca del estómago, uno agradable y placentero que no tardó en desplazarse hacia su espina dorsal, enviando pequeñas corrientes eléctricas a lo largo de todo su cuerpo.

Tragó en seco, él sabía lo que estaba sucediendo y tenía una idea aproximada a lo que podría sucederle luego sin embargo aún podía estar así, de aquella manera con el chico durante los diez minutos que habían pedido.

Deslizó su mirada de sus ojos hacia su nariz, observando cada pequeño detalle, cada pequeña imperfección hecha perfección en aquel rostro; lentamente y con pesar movió un poco sus ojos hacia sus mejillas que aún manteniendo una expresión seria y neutral se veían tentadoras; como si le incitaran a morderlas.

Lo segundo en golpearlo fue aquella coqueta y tersa sonrisa que sus labios cómplices formaron para él y sólo para él.

Entonces Levi se preguntó qué se sentiría besarlo, que se sentiría lamer, morder y chupar esos dos pedacitos de carne que tanto le invitaban a adueñarse de ellos de la forma más sensual y tentadora, una sonrisa coqueta.

Inconscientemente se relamió los labios y apretó los puños, pegando aún más la espalda a la puerta intentando mantener la distancia entre ambos cuerpos para poder reaccionar con claridad en caso de alguna emergencia.

Una emergencia...

Querer pasar su lengua por toda la piel de aquel niño era una de sus más grandes urgencias, deslizar las manos por su delineada cintura hasta llegar a las moldeadas caderas y apretarlas con fuerza hasta dejar la marca de sus dedos en aquella piel, demostrándole de esa forma a los demás que aquel muchacho tenía dueño; que él era su dueño.

— ¿Sucede algo, Sargento?

La tercera cosa que le golpeó y le hizo perder la razón fue su voz.

Aquella pregunta tan banal, tan simple retumbó en sus oídos una y otra vez, hasta perderse en alguna parte de su cuerpo; mandando escalofríos placenteros a través de su espalda hacia todo el resto de su cuerpo quién, ansioso tembló levemente en anticipación.

No supo en qué momento había terminado con el muchacho arrinconado en la pared mientras asaltaba su boca con hambre, introduciendo su lengua para explorar su cálida y suave cavidad bucal. Para su sorpresa él no se resistió sino que correspondió a cada uno de los actos que hacia el mayor.

Deslizó sus manos por su pecho y abdomen desviando la zurda hasta la pierna derecha del castaño y elevarla hasta dejarla sobre la cintura. Eren pareció entender el mensaje pues presionó esa misma extremidad contra la cintura del mayor y con un pequeño salto enredo la otra, abrazándose de su cuello para no caerse.

Los gritos de Hanji y los golpes en la puertas estaban en un segundo plano, no importaban.

Con cuidado de no botarlo, serpenteo sus manos por la espalda de Eren hasta llegar a sus glúteos que no dudó en apretar con la mano estirada, separándose de sus labios y soltar un pequeño gruñido al ver el hilo de saliva que unía su boca con los — ahora— rojos labios del adolescente.

Eren se acercó a lamer la parte trasera de su oído, mordiéndole de vez en cuando para luego trazar un camino de besos hasta su cuello dónde chupó y mordió todo lo que quiso, complaciéndose con los gruñidos y cortos suspiros que le proporcionaba el azabache.

— Está perdiendo el control, sargento~ — Susurró el castaño.

El sonido de la puerta cayendo retumbó en sus oídos, viendo como Eren se bajaba de un salto de sobre él al tiempo que sentía un piquete en la nuca diez segundos antes de caer en la inconsciencia.

— Buona notte, Mr Ackerman~