Al final del camino

Capitulo 1

Él la besaba como si la vida se le fuera en ello, ella enredaba sus pálidos brazos en su cuello mientras él la cargaba para luego recostarla en el pasto, mientras que unos ojos chocolate se inundaban en lágrimas que no podía contener.

— Te amo Inuyasha - decía con gran amor Kikyou

— yo... También

En ese momento Kagome ya no aguanto más y salió corriendo del lugar hasta llegar al pozo, sentándose en el mientras la luna reflejaba su luz en sus lágrimas que recorrían sus sonrojadas mejillas hasta morir en su clavícula.

— Ya no más Kami, ayúdame a olvidarlo - decía mientras caminaba al campamento-

...

Aun se estaban besando mientras que Kikyou trataba de desvestir a Inuyasha. Justo cuando iba a volver a besarla la imagen de una joven sacerdotisa alegre y cálida llego a su mente provocando que se separara de la mujer que ya hacia bajo de él.

— que pasa Inuyasha?

— lo siento, pero no puedo, tengo que irme

Caminó hasta el campamento donde vio a todos dormidos, y su vista se fue hasta la joven que dormía con su cara cubierta por sus brazos.

—Perdóname Kagome - pensó Inuyasha-

Al día siguiente todo el grupo caminaba en busca de más fragmentos, pero ahora era diferente Kagome caminaba al lado de Sango y cuando tenían que ir más rápido, montaba en kirara.

— Kagome te pasa algo? - preguntó Sango a lo que Inuyasha movió sus orejas -

— estoy bien, sólo un poco cansada

— no durmió bien señorita Kagome ?

— me costó un poco conciliar el sueño

Todos en ese momento voltearon a ver a Inuyasha.

El grupo pasaba por un tronco que servía como puente para un potente río por el que estaban cruzando. En ese momento Kagome sintió la presencia de un fragmento, cuando de entre los arboles salió Naraku.

— hola Inuyasha

Todos se prepararon para pelear cuando salió Kikyou de entre el bosque.

— este es el final Naraku

Todos comenzaron a atacarlo cuando una flecha con gran poder espiritual impacto contra una de las extensiones de Naraku desintegrándola , cuando éste dirigió su vista hacia las sacerdotisas que estaban sobre el tronco se sorprendió al darse cuenta que la dueña de esa fecha no era Kikyou sino Kagome que aún mantenía su arco en posición.

— vaya creo que tus poderes se han desarrollado demasiado, pero eso no me conviene

En ese momento con una nueva extensión hirió a Kagome en el brazo y partió el tronco provocando desequilibrio en las dos sacerdotisas quedando una de cada lado del tronco partido. Inuyasha corrió para ayudarlas, pero sólo atrapo a Kikyou. Kagome estaba colgada de una rama del tronco, pero se había sujetado con su brazo herido, en ese momento vio a Inuyasha saltar con Kikyou en brazos, cuando un crujido, no sabía si se debía a su corazón rompiéndose en mil pedazos o el tronco que se le venía encima soltándose y cayendo al potente río, sango trato de ir en kirara pero demonios se interpusieron.

— KAGOMEEE! - grito Inuyasha

Kagome cayó al agua y por más que fuera una excelente nadadora no podía contra la fuerza de la corriente que la estrellaba en las rocas de la profundidad del río, hasta que una la estrelló lo suficientemente fuerte en la cien como para hacer que perdiera el conocimiento siendo arrastrada por un rato hasta caer por una cascada.

Inuyasha corrió por la orilla del rio, pero Naraku lo ataco evitando su camino.

— pero a dónde vas Inuyasha

— maldito

Inuyasha ataco a Naraku, pero este desapareció

— inu...

— ahora no Kikyou tengo que buscar a Kagome

Todos se fueron a buscar a Kagome con gran preocupación.

...

Kagome había terminado en un riachuelo entre rocas, no sabía si no podía despertar o no quería justo cuando estaba recordando a Inuyasha salvando sólo a Kikyou, sintió que se elevaban, entreabría los ojos con gran dificultad y logro ver unos ojos serios, llenos de bondad de un hermoso azul violeta, ya no aguanto más perdiendo una vez más el conocimiento.

En una pequeña aldea escondida entre montañas, dentro de una cabaña estaba una sacerdotisa curando a una joven inconsciente muy golpeada.

— eres una joven muy fuerte, tus golpes en el cuerpo son superficiales, los que me preocupan son el de la cabeza y en especial el del brazo tiene un veneno muy poderoso mis poderes espirituales son muy débiles para este veneno.

En ese momento un resplandor emanó del cuerpo de Kagome purificando la herida que había hecho Naraku en ella. La sacerdotisa quedo impresionada ante su poder y más porque en el pecho de Kagome al momento de su resplandor vio una extraña figura.

Kagome abrió los ojos y fijo su vista a la mujer que la había vendado y cuidado.

— hola, yo soy la sacerdotisa Misaki, como te sientes

— mareada

— cuál es tu nombre?

— mi nombre... Mi nombre es - aturdida-

— no lo recuerdas?, que te paso?

— No lo sé, yo no recuerdo que paso, yo - tocándose la frente-

— tranquila tal vez esto es transitorio debido al golpe en tu cien, me dijeron que te encontraron en el río, lo que significa que fuiste arrastrada hasta el final del río de la cascada de jade. Descansa ya mañana estarás mejor, mientras tanto vivirás aquí hasta que recuperes la memoria y te sientas mejor

...

— no está! - decía Shipoo llorando-

— maldito Naraku

— tenemos que encontrar a la señorita Kagome

— pero no hay rastro de ella

— aquí termina el río y no hay nada más que montañas y rocas alrededor, ni siquiera detecto su olor por el agua, hay muchos olores mezclados

— volvamos a la aldea, tal vez esté allá

— no lo creo excelencia, estaba herida, además la corriente y las rocas habrán provocado daños en su cuerpo

— es mejor que descansen y mañana continúen con la búsqueda de Kagome

— Kikyou ...

— si gustan yo los puedo acompañar sirve que buscamos los fragmentos también

Los demás no estaban conformes, pero Inuyasha aceptó en seguida. Todos se fueron a dormir para seguir con la búsqueda de la chica.

El sol iluminaba la pequeña aldea dejando atrás la oscuridad de la noche.

Kagome había despertado y al ver que no estaba la sacerdotisa Misaki salió a explorar, cuando salió de la cabaña el sol la encandilo, cuando pudo ver bien antes sus ojos estaba un joven de cabello corto peli plata, tés blanca y unos profundos ojos azul violeta, lo que llamo su atención es que en su cabeza de encontraban dos grandes orejas de zorro; el joven barría fuera de la cabaña, al ver a la chica se toparon el azul y el chocolate de sus ojos.

Listo, el primer capítulo de esta historia, espero sus comentarios y hasta la próxima.