Él te besa con una pasión desenfrenada, una pasión oculta en la calma, sus dientes muerden tus labios y a pesar de estar sangrando no se detiene, incluso siente una excitación por este hecho y aunque tú también la sientes nunca se lo dirás en voz alta, aunque sabes que él lo sabe, no tienes ni la jodida idea de cómo pero lo sabe.
Y él cuela sus manos frías entre tu uniforme, las sientes y te estremeces, tu piel cálida contra la fría de él producen un efecto electrizante, delirante, anhelante… Sientes su mano posarse en tu pezón, masajeándolo con movimientos circulares, la otra mano desciende lento, se filtra debajo de tu falda y a pesar que cierras las piernas estas se abren de forma fácil ante sus movimientos candentes , ante sus dedos hábiles que masajean y penetran en ti. Su movimiento es lento y tortuoso, es doloroso, es placentero, es excitante, es rudo y delicado, empiezas a gemir de forma brutal, tu voz suena tan llena de perversión, tan inmoral y él te lo dice mientras hace que lamas sus dedos empapados pruebas tu sabor lleno de lujuria, sientes su erección rozándote por detrás incitándote a probarla, a sentirla en tu boca, a morderla a beberla. Pero no lo vas a hacer, hasta que él te obligue hacerlo;él sabe cuánto te excita que te forcé.
Te sientes en éxtasis cuando lo hace, cuando toma tu cabeza y te obliga a meterlo, cuando jala tus cabellos, cuando mueve sus caderas, te sientes en éxtasis al escucharlo pedir más entre gemidos cuando escuchas tu nombre salir de sus labios. "Hermione… más, no te detengas" él pierde los estribos y su aparente calma ante ti, Theodore Nott el chico frió, antisocial y antipático, de Slytherin te ruega y lo sientes explotar.
Te sube con suma facilidad a su regazo y te penetra de forma ruda, cruel y ansiosa. Entra rápido y fuerte. Mueves tus caderas al mismo vaivén y lo sientes dentro, lo sientes palpitar, lo sientes vibrar en ti. Le dices lo vergonzosa que es esa posición y una sonrisa burlona se forma contra tu nuca, porque él lo sabe, como sabe todo lo demás. Sabe que esa posición es una de tus favoritas.
Un espejo aparece frente a ti. Un enorme espejo de cuerpo completo, que refleja de forma exquisita la lasciva imagen de ustedes dos. Sientes su erección crecer entre tus piernas y entiendes el porqué ya que has llegado al orgasmo al ver la cara de Theodore mientras te folla. No sabes si fu él o tú el que deseo ese espejo pero ya no importa.
Theodore aumenta la velocidad sus penetraciones se vuelven más rudas, tan rudas que te desgarran, te rompen, te parten, te encienden… Y tú gimes extasiada del placer, entra tan profundo dentro de ti, se funden, sí se funden. Cuerpo, alma y corazón. Te invade una sensación dolorosa y sublime. El universo explota en ti, arde, sientes como si un volcán hiciera erupción dentro de ti, te sientes completa, te sientes viva.
Empiezan a compartir caricias, más suaves, mas tiernas, te besa la frente antes de separarse, antes de que tú vuelvas a ser iluminada y él vuelva a esconderse en los rincones obscuros. Esperando ansiosos que salga la luna, que el castillo quede en silencio para poder escabullirse en las penumbras hasta la sala de menesteres.
