El amor es música.

Capítulo 1: presentaciones.

Un año había pasado desde que habían ganado el premio UtaPri, y Starish estaba en su punto de auge. El grupo pasaba por una etapa profesional maravillosa, pero cosa distinta eran sus vidas personales.

Ese año, por alguna razón desconocida, Shining había decidido quitar la regla de "prohibido el romance", y ellos como amigos que eran, habían acordado que si uno ganaba el corazón de Haruka los demás se harían a un lado. Pero su decepción fue mayúscula cuando la compositora se apareció con la "feliz" noticia de que tenía novio hace algún tiempo y que tenían planeado casarse para fin de ese año.

Obviamente que cuando Haruka lo anunció todo era felicidad y fingidas felicitaciones, pero era muy distinto cuando Haruka aparecía con su prometido. Mientras que la joven estuviese en la misma habitación fingían amabilidad, pero si esta debía abandonar la habitación por alguna razón, ignoraban al pobre chico y lo trataban de manera fría si intentaba hablarles.

Ahora todos se encontraban en la mansión del curso maestro, ya que ese año recibirían a las nuevas promesas de Shining entretaiment. (Nda: la verdad es que no se como se llama la compañía siempre lo olvido :D)

-¿cómo creen que serán?- preguntó Ittoki, que se encontraba frente a uno de los ventanales, mientras los demás estaban sentados en los elegantes sillones de la sala de estar, compartiendo té con galletas.

-no lo sé, Shining ni siquiera mencionó sus nombres, sólo dijo que sería una gran sorpresa.- acotó Syo.

Siguieron en lo suyo un par de minutos, hasta que escucharon pasos y voces acercándose. Todos miraron en la dirección donde escuchaban las voces. Cual fue su sorpresa cuando vieron a seis lindas chicas llegar a la sala.

-konnichi wa- saludó una de las chicas que tenía largo cabello negro y ojos de color violeta, llevaba puesto un vestido negro de mangas cortas que le llegaba justo sobre las rodillas- somos las White Rose y estamos aquí por el curso maestro.

-¿qué, qué?- gritaron todos al unísono, y miraron sorprendidos a las chicas que rieron por lo bajo.

- por cierto Shining-sama no va a aparecer porque tenía un negocio que atender (nda: se podía ver a Shining amordazado y atado a una silla en un almacén desierto XD)- continuó la morena- así que nosotras nos presentaremos.- miró a las demás chicas que asintieron con la cabeza y se pusieron en fila un paso por detrás de ella.

-mi nombre es Amatista, y soy la líder del grupo. Estoy asignada a Ittoki senpai.- dijo y les dirigió una reverencia, para luego hacerse un paso por detrás y quedar en la línea que las demás.

-mi nombre es Elizabeth- la chica que dio un paso al frente era idéntica a Amatista pero sus ojos eran de un color azul cielo. Llevaba puesto una falda de tablas roja y una blusa blanca.- y estoy asignada a Tokiya sempai, es un placer.- el aludido asintió.

- mi nombre es Naviki- Naviki tenia el cabello pelirrojo y ojos de color verde. Llevaba puesto una falda tubo negra y una camisa blanca, de la cual tenía abiertos los dos primeros botones, dejando a la vista sus espléndidos atributos.- yo estoy asignada a Ren sempai.- le guiño el ojo al rubio y este le sonrió seductor, al parecer se llevarían muy bien.

-mi nombre es cristal- la chica tenía el cabello color plata y ojos color celestes muy claros, casi como transparentes. Llevaba puesto un kimono negro con estampados de pétalos de Sakura, el Obi del mismo era de color rosa pálido.- estoy asignada a Hijirikawa-sempai – le dirigió una perfecta reverencia, y el peliazul se levantó para devolvérsela.

-sigo yo, sigo yo- dio un paso adelante una linda rubia de ojos verdes que sonreía alegremente, llevaba puesto un vestido rosa pastel y parte de su cabello estaba atado en dos coletas y el resto suelto.- soy Esmeralda y estoy asignada a Syo-sempai. Por cierto, soy gran fan de tu trabajo.- dijo con ojitos de fangirl y luego dio un paso para atrás.

-mi nombre es Rubí- una sonriente castaña de ojos rojos como el fuego saludó con la mano, llevaba puesto un vestido igual al de Esmerald, pero el de ella era color menta.- y estoy asignada a Natsuki sempai.

- OH eres tan pequeña y linda- dijo el rubio haciendo que la chica se sonrojara en sobre manera- estaré feliz de trabajar contigo.

- no es justo, todos tienen una kohai menos yo.- dijo Cecil al notar que ya todas se habían presentado.

-onee-chan ¿Dónde está Yuo-nee?- preguntó Esmerald, Amy sonrió.

- seguro entrará por la ventana y dirá que…

De repente la ventana se abrió, asustando a todos los chicos de Starish, y por ella ingresó una chica de largos cabellos color plata y ojos color dorado. Su piel era algo oscura, como la de Cecil, llevaba puestos unos shorts de jean y una blusa negra de tiras finas. De su cabeza se podían ver salir dos lindas orejas de zorro del mismo color que su cabello y también tenía una cola a juego.

-Amy-san lo siento, me perdí en el camino y tuve que llamar a Fausto para que me fuese a buscar- decía con lágrimas en los ojos, las demás chicas comenzaron a reír.

-no tienes remedio- dijo y le señaló la fila, ella se colocó en su lugar.

-¿Yuoko-chan?- Cecil se levantó de su asiento y se acercó a la chica.

-Cecil-sama- le sonrió y le dedicó una reverencia.- las musas han deseado nuestro reencuentro.- dijo y le sonrió.

-ceshi ¿la conoces?- preguntó Ren.

-si, lo siento, ella es Yuoko y fuimos criados juntos en Agnápolis.

-es un placer conocer a los amigos de Cecil-sama.

-¿Sama?- preguntó Ittoki sin entender.

-si, es que en Agnápolis mi familia pertenecía a la servidumbre del palacio. Yo soy la guardaespaldas de Cecil-sama.

-bueno no quiero interrumpir el bello reencuentro- habló Amatista.- pero debemos desempacar nuestras cosas.- todas asintieron.- por cierto, nuestro apellido es Rose, y somos hermanas. Ahora con su permiso.

El grupo de chicas le dirigió una última reverencia a sus sempai, y se marcharon rumbo a sus nuevas habitaciones.

- bueno chicas este es el comienzo, ya saben si algo pasa…

- te llamamos, Amy-nee.- dijeron todas al mismo tiempo y rieron por lo ocurrido, luego se separaron, para cada cual ir a la habitación que compartirían con sus respectivos sempai.

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Luego de que las muchachas se marcharan, siguieron conversando en la sala acerca de sus próximos trabajos como grupo. En medio de la conversación comenzaron a escuchar pasos, y al voltear se encontraron con que Haruka quien estaba acompañada de un chico de largos cabellos negros y ojos azules que vestía un traje negro.

-Konnichi wa- minna san- saludó a todos con una alegre sonrisa.

-buenos días Haru-chan- saludó Ittoki y se acercó a ella, ignorando "disimuladamente" al chico.- ¿esas son las nuevas canciones?- preguntó señalando los papeles que ella llevaba en la mano.

- ¡Hai, espero que les gusten!- mientras cada cual recibía su partitura de manos de la compositora, el celular de la misma comenzó a sonar y excusándose, se alejó para poder hablar en privado, dejando a su prometido y amigos solos. Cuando notaron que la chica estaba lejos, todos le dirigieron una mirada fría al moreno, quien al sentirse odiado por los amigos del amor de su vida, se sintió triste. Al parecer hoy sería uno de esos días.

Mientras tanto, el grupo de kohai se encontraba observando a una distancia prudente.

- ¿no te dijimos que no queríamos verte por aquí?- el que hablaba era Jinguji, el chico de ojos azules agachó la cabeza.

Amatista hizo un gesto a sus hermanas menores- Rubí y Esmerald- y estas salieron corriendo a toda velocidad para lanzarse sobre el moreno, antes de que los chicos de Starish se pusieran más agresivos.

-Zafiro-nii- gritó la rubia y se lanzó a los brazos de su hermano, mientras Rubí se lanzaba desde atrás aforrándose a su cuello.

- Onii san, no sabíamos que vendrías.- hablo Cristal, mientras ella y Elizabeth se acercaban para bajar a sus hermanas menores de sobre el pobre chico.

- yo tampoco, Haruka y yo tuvimos que arreglar unos asuntos sobre la boda y nos desviamos aquí porque tenía que entregar las partituras a los chicos de Starish.

Los aludidos fingían leer sus partituras, y Amatista creyó que era el momento adecuado. Les hizo un gesto disimulado a sus hermanas, que entendieron inmediatamente el mensaje.

-nii san, nii san, ven te mostraremos algo.- las dos revoltosas chicas se llevaron a la rastra a su confundido hermano mayor, mientras eran seguidas de las demás, excepto Yuoko y Amatista que se quedaron con sus sempai.

- tratando mal a mi hermano, no obtendrán a Haruka.- habló severamente, y pudo notar caras tristes y seños fruncidos.- Haru-chan ama a mi hermano y él a ella, es algo que no pueden cambiar.

-no puedo aceptarlo- la voz de Tokiya sonó seria y contundente, la morena la miró de reojo.

-voy a ser directa ¿cómo creen que ella se siente con esto? ¿Tan tonta creen que es?- se estaba comenzando a enfadar y le costaba trabajo controlar sus palabras.- ella puede ser algo ingenua, pero no tonta. Hace un tiempo que lo ha notado y cada día llora en brazos de Onii-san porque las personas que ella mas quiere en este mundo no se llevan bien con la persona con la que ella decidió pasar el resto de su vida.- pudo ver que los rostros de Cecil, Ren, Masato y Tokiya se suavizaban y mostraban tristeza, sus palabras estaban surtiendo efecto.- sé que es difícil, pero deben superarlo. Ella realmente desea que en su boda todos estén junto a ella compartiendo su felicidad. Haru-chan los adora y los necesita. ¿No creen que se lo merece?

- tú no lo entiendes- habló Ren.- no se puede superar. ¿Tú que…

-si entiendo- frenó lo que decía el otro, su rostro se puso aún más serio.- entiendo que es amar a alguien y que te sea arrebatado. Se lo que es amar a alguien a quien no puedes tener y por eso se los digo. Ver sufrir a quien amas es aún más doloroso que no tener su amor.

Todos asintieron, la morena sonrió de lado y liberó un largo suspiro.

-como sempai nos guiarán en la música, nosotras le devolveremos el favor apoyándolos si nos necesitan.

-las musas nos han guiado a este encuentro- la peli plata habló para todos pero su vista se fijaba en su amo.- las coincidencias no existen, deben aprovechar este momento para avanzar y mejorar en sus vidas.

-bien los dejaremos tranquilos, creo que son demasiadas emociones por un día.

Y sin más, ambas se retiraron dejando a unos pensativos idols.

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Ittoki x Amy.

Luego de ponerse unos shorts y una playera holgada para dormir, se tumbó en su cama notando que Ittoki había llegado y se encontraba tocando la guitarra en el sofá de dos cuerpos que tenían en el cuarto. Lo escuchó por unos momentos y luego se acercó y se sentó en el espacio que quedaba libre del sofá.

- Ittoki sempai ¿te encuentras bien?- preguntó preocupada, el pelirrojo suspiró.

- estoy un poco perdido. ¿Cómo se hace para superar un sentimiento tan grande?

La morena sonrió dulcemente.

-pues eso depende de cada uno. Lo mejor sería que primero me cuentes lo que sientes, pero entiendo que recién nos conocemos y tal vez no confíes en mí. Por eso voy a contarte mi historia, te revelaré algo muy personal y así estaremos a mano. ¿Qué te parece?- Itokki asintió, su mirada estaba perdida en un punto en la nada y se podía notar la tristeza que sentía. Amy tomó aire y comenzó a hablar.- mis hermanas y yo, al igual que ustedes, nos enamoramos de la misma persona, pero para nosotras no había esperanza. Nos enamoramos de alguien tan imposible que ya sabíamos que no sería de ninguna. Pero, no fue sino hasta que lo vimos con alguien más que eso se hizo real para nosotras.- a pesar de no mirar a su interlocutora, Itokki no perdía detalle de lo que le estaba contando. – Esa persona era mi hermano, por raro que parezca así era.- el chico la miro sorprendido, ella le sonrió de lado.- cuando Haruka apareció simplemente caímos en la negación. Le hicimos tantas cosas horribles que Zafiro decidió no volver a traerla a la casa. Creíamos que habíamos ganado, pero nada más lejos de la realidad. Encontré a mi hermano llorando y supe que era nuestra culpa. Él se debatía entre dejarla a ella o a nosotras, y por eso ese día mis hermanas y yo nos hicimos una promesa. Lloraríamos, odiaríamos, sufriríamos todo lo necesario y al día siguiente seríamos las hermanas que debíamos ser y compartiríamos la felicidad de nii san, porque eso es lo que hacen las familias.- miró a su acompañante y espero un momento antes de volver a hablar para que asimilara toda la información.- dime Itokki-kun ¿te duele?- dijo y apoyó su mano sobre el pecho del otro, y como si hubiese apretado un botón los ojos del pelirrojo se aguaron y se abrazó fuertemente a su kohai mientras lloraba amargamente.- llora lo que necesites, me quedaré aquí toda la noche.

Los minutos pasaron, casi llegando a una hora. Paulatinamente el llanto fue cesando, y cuando se detuvo Amy supo que su sempai se había quedado dormido. Como pudo lo acomodó en el sofá y fue por una manta, lo cubrió y se volvió a sentar donde estaba, dejando que la cabeza del chico reposara sobre sus piernas, lo mejor sería quedarse a su lado a la noche por si despertaba y quería desahogarse. Recordó a sus hermanas, y al verlo dormir tan angelicalmente no pudo evitar comenzar a acariciarle el cabello maternalmente. Se mantuvo así por unos minutos, hasta que el sueño comenzó a vencerla e inevitablemente se quedó dormida en aquella posición.

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Tokiya x Elizabeth.

Miró la hora en su celular… ya era medianoche y su sempai no volvía, mejor hablaría con él en la mañana.

Se dirigió a su armario, y tomó de el una manta y su abrigo, ya que afuera hacía frío. Caminó por el bosque que rodeaba la mansión, hasta llegar al destino que había elegido, el lago. Rodeó uno de los árboles para sentarse mirando al lago, y allí en posición fetal con la vista perdida en el lago encontró a su sempai. Sin decir nada se sentó a su lado y cubrió a ambos con su manta, ya que el mayor tiritaba de frío.

-no era necesario que lo hagas- pudo notar la hostilidad en la voz del otro, pero decidió quedarse de todas formas.

-vine a ver el lago y ya que traje una manta y tú también estás aquí ¿por qué no compartirla?- sonrío de lado sin apartar su vista de donde estaba mirando.

-no necesito tu ayuda, ni que me consueles. Puedo manejarlo por mi mismo.- esperaba que su kohai entendiera el mensaje y por fin lo dejara solo.

- lo que yo veo es que puedes autodestruirte- sonó algo enfadada, suspiró y prosiguió más calmada.- no está mal recibir ayuda de otros de vez en cuando. No voy a juzgarte, y nadie más lo sabrá. Tu, yo y el lago, nada más.

-no puedo dejarla ir- su voz se quebró a pesar de su esfuerzo, y aunque no quería llorar frente a una desconocida, las lágrimas parecían salir por si solas.

- te corrijo no quieres dejarla ir, poder puedes. Solo debes tener la voluntad de hacerlo.-siguió mirando el lago, no quería incomodar a su sempai mirándolo directamente.- pero debes hacerlo, dime ¿quieres perderla del todo? ¿Quieres verla sufrir? ¿Quieres que se vaya por completo de tu vida y de la peor manera?

Se quedó en silencio, las lágrimas seguían cayendo y parecían no querer detenerse. Pensó en lo que la morena le estaba diciendo y calló en la cuenta de lo egoísta que estaba siendo. Haruka le había dado una nueva vida, maravillosos amigos, canciones hermosas y sobre todo su incondicional amistad. ¿Y él que le había dado? Nada, y el le estaba quitado la oportunidad de ser feliz.

- sé que no confías en mí, que recién nos conocemos, pero quiero ayudarte. Haruka nos ha hablado tanto de ustedes que ya los conocemos tanto como ella, y para ser honesta me encantaría poder conocer al Tokiya del que ella siempre me habla.

- pero ¿qué puedo hacer?- miró por primera vez a la chica que le sonrió de lado.

- deja aquí todo lo que sientes por ella, y mañana empieza de nuevo, sé la persona que Haru-chan necesita.

Tokiya asintió y siguieron mirando el algo, hasta que el mayor sintió que la cabeza de Elizabeth caía suavemente sobre su hombro. Cuando iba a replicar, notó que la morena estaba dormida. Bueno, ya luego la despertaría para volver a la habitación.

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Ren x Naviki

Le había dado vueltas al asunto desde la charla con Amatista. Caminó por los jardines, subió a la azotea, tocó el saxo, se enfadó, gritó y liberó alguna que otra lágrima en el proceso, concluyendo que por su bien debía dar un paso adelante y continuar. Después de ese día volvería a ser el Jinguji que era antes, y dejaría ese mismo día aquello que había reservado para Haruka, esa noche le daría eso a otra persona y empezaría de nuevo. Se dirigió a su cuarto a paso rápido y seguro, le valía poco si Naviki a esas horas estaba dormida o no, se desahogaría, así ella no tuviese nada que ver con el asunto.

Entró en la habitación, encontrando a la pelirroja acostada en su cama, llevaba puestos unos shorts negros extremadamente cortos y una blusa de tiras finas que dejaba muy poco a la imaginación y dejaba notar claramente que no traía sostén.

-buenas noches Ren-sempai- la pelirroja se acercó a él caminando de forma tan provocativa, que a pesar de su decisión se paralizó.-llevo un rato esperándote. ¿Qué te parece si jugamos un rato?

Naviki le desabrochó los primeros botones de su camisa, y tocaba indecorosamente su pecho. La tomó de la cintura y la cercó a su cuerpo, para luego tocar sin pudor su trasero.

-nada me haría más feliz que complacerte, usagi-chan.- su voz sonó completamente sugestiva, y sin decir una palabra más se besaron con desbordante pasión y desenfreno. La excitación comenzó a aumentar junto con el calor, y las ropas comenzaron a estorbar. Rápido y sin saber exactamente como, ambos ya estaban en la cama, Naviki sobre Ren, restregándose el uno con el otro, perdidos en la pasión del momento.

Sudor, gemidos, gritos y maldiciones, un frenesí violento y pasional que los llevaría al más grande de los éxtasis vividos. Nada importaba más que la desesperada pasión que sentían en ese instante.

El final se acercaba, ambos llegaron al más glorioso orgasmo jamás imaginado. Naviki se acostó a su lado, ambos trataban de calmar sus respiraciones.

Cuando sintió que su respiración era más parecida a la de una persona normal, la pelirroja se levantó y comenzó a recoger la ropa del suelo. Se vistió y dejo la ropa de Ren en la punta de su cama, ya que el rubio parecía estar perdido en su mundo.

-Ren-sempai- el tonó de voz de la chica le pareció completamente sugestivo- no me importaría jugar de vez en cuando contigo.

Ren sonrió de lado y se colocó los boxers, después de todo ¿para que vestirse al completo si su kohai ya le había visto desnudo?

-como gustes, usagi-chan.- se acercó y la tomó de la cintura, para luego besarla con pasión.- hasta mañana.

-hasta mañana.

Cada cual se acostó en su cama, y luego de apagar las luces, se dejaron acunar en los brazos de Morfeo.

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Masato x Cristal

Llevaba media hora sentada en posición perfecta frente a la mesa con todos los elementos para practicar caligrafía sobre ella. De frente a sus cosas estaban las de Masato, ya que algo le decía que su sempai se sentaría allí a practicar sólo para no pensar en lo que sentía.

Unos minutos más tarde entró al cuarto aquel por quien esperaba, y aún en la distancia podía notar que había estado llorando. Lo vio meterse al baño con su yukata en la mano, y supo que se iría a cambiar, por lo cual decidió comenzar a escribir en su papel.

Cuando Masato tomó su lugar frente a la peli plata, se encontró, en una perfecta caligrafía escrito en papel de arroz la palabra "avanzar". Miró a la chica frente suyo, que le dedicó una educada reverencia. Corrió a un lado el papel, y escribió en otro "imposible", la respuesta de Cristal fue "posible" y "apoyo". La miró con el seño fruncido, y escribió "desconocida", a lo que ella respondió "comprender", y el escribió "dolor". La chica dejó las cosas a un lado, y lo miró seriamente dándole a entender que hablaría.

- Hijirikawa-sempai, ¿usted quiere hacer feliz a Nanami-san?- asintió con la cabeza- entonces debe avanzar por su bien y el de ella.

- ¿y que hago con estos sentimientos que he guardado?- no supo porque, pero la chica le inspiraba seguridad y confianza.

-libérelos aquí y ahora- ella le sonrió amablemente- y mañana verá que será más fácil.

Asintió levemente, y volvió a tomar su pincel, ya había llorado suficiente así que solo le quedaba eso. Escribió en varios papeles, AMOR, CELOS, RABIA, DOLOR, y luego se los entrego a la chica.

-¿puedes guardarlos por mí?- Cristal asintió, y guardó las hojas en un cajón con llave que había en su escritorio.- arigatou gozai masu, Rose-san.

-puede llamarme cristal, Hijirikawa sempai.

-entonces tú puedes llamarme Masato.

La muchacha asintió y luego de dirigirse una última reverencia se fueron a dormir para reponer las energías perdidas en el día.

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Natsuki x Rubí

Encontró a su sempai mirando concentradamente las estrellas. Pudo notar que un par de lágrimas cayeron de sus ojos y que para limpiarlas se quitó las gafas, en ese momento supo que conocería a Satsuki, tal cual Haruka le había contado, solo esperaba poder controlar la situación.

Amarró su cabello en una cola de caballo y se acercó al rubio que comenzaba a voltear hacia ella.

-no te acerques- la voz de aquel hombre sonaba seria y enfadada- no pienso tenerte compasión por ser mujer.

-no espero que la tengas- respondió segura- necesito hablar con Natsuki sempai y no vas a impedirlo.

-haré que te tragues tus palabras pequeña mocosa.

A toda velocidad y con el puño en alto se acercó a la chica que pudo detener el golpe con las manos, y haciendo uso de su fuerza le aplicó una llave que lo tumbó al suelo.

- Debo admitir que eres fuerte, pero esta vez Natsuki tiene que superar esto por el mismo.

Sacó del bolsillo de su chaqueta un par de lentes que había tomado del cajón del rubio y se los colocó, para luego separarse de él rápidamente y arrodillarse a su lado.

- Natsuki sempai, Natsuki sempai- el rubio despertó y se sentó en el suelo algo perdido- gracias a Dios que está bien.- actuó, ya que sabía que Natsuki no tenía idea de su contraparte.

-¿Rubí chan?- dijo confuso, ambos se levantaron del suelo.- ¿qué pasó?

-vine a ver las estrellas y te vi a lo lejos, mientras me acercaba se desmayó. Me llevé un buen susto- mintió, se sentaron en una banca cercana- es una bonita noche ¿no?- desvió el tema y le sonrió ampliamente.- las estrellas brillan hermosamente.

- Hai- respondió, su semblante se volvió triste, la castaña apoyó su mano sobre la suya, sobresaltándolo.

- todo va a estar bien. ¿Sí? Nos apoyaremos de ahora en más. Sé que no soy tan kawaii como Haru-chan, pero podemos ser amigos ¿no?

Natsuki asintió y siguieron viendo las estrellas por un rato.

-¿crees que ella me perdone?- preguntó, la mano de Rubí acarició la suya.

-claro que si, Haru chan no puede odiar a nadie, la hará muy feliz saber que aceptan a Onii-san.

-arigatou rubí chan- le dedicó una sonrisa radiante que hizo ruborizar a la chica- y sabes una cosa, si eres muy kawaii.

El rubio se levantó de la banca y ambos emprendieron el camino a su cuarto sin hablar de nada más.

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Syo x Esmerald

Hacía ya una hora que se había internado en el gimnasio, y no pensaba salir de allí hasta que su cuerpo ya no aguantara y desfalleciera allí mismo.

Oyó pasos acercarse, y vio a una sonriente rubia que lo miraba atentamente.

-Syo sempai ¿Qué le parece si conversamos?

-no ahora estoy ocupado.- respondió secamente, y reparó en que la chica traía puesta ropa deportiva.

-entonces lo seguiré hasta que hable conmigo.

La chica subió a la bici fija que estaba junto a la del rubio y así comenzaron unas largas horas de seguir a su sempai por cada máquina que el hiciera.

Cuando ambos estuvieron cansados, se sentaron en un banco a descansar y recuperar el aliento.

-¿siempre eres tan insistente?- le preguntó con voz entrecortada, la rubia sonrió como pudo.

- es mi mejor cualidad.- sonrió de lado.- ¿te sientes mejor?

- no sé de que hablas- dijo seriamente.

- tú sabes de que hablo Syo sempai.- por primera vez en su vida, Esmerald se permitió poner una expresión seria.- negarlo no va a acabar el problema.

- Aceptarlo es el problema- suspiró, al parecer no podría huir de la chica.- no creo…

- si puedes- lo miró directo a los ojos con decisión- has logrado muchas cosas, este es solo un muro más que hay que escalar, y yo confío en ti.

Syo sintió que las palabras de la chica le daban fuerzas, y que ahora tenía la energía suficiente para seguir adelante. Se sentía con la fuerza para superar lo que sea, y no entendía como había logrado, esa hasta ahora desconocida, darle ese envión tan potente.

- tienes razón, eso es lo que un hombre debe hacer.

-así se habla- lo animó- ahora ¿nos vamos? No creo que más sudor nos traiga algo bueno.

Rieron por el comentario, y entre risas y bromas, se marcharon a su cuarto para ducharse y descansar.

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Cecil x Yuoko.

Al acercarse al claro del bosque podía escuchar con más intensidad la voz de su amo que cantaba un típico arrullo agnapoliano.

-al fin lo encuentro Cecil-sama.- habló y se sentó junto al castaño en el césped.

- ya sabes que me molesta que me llames así- Tenía la vista perdida en el frente y el seño levemente fruncido- ¿vas con ese cosplay a todos lados?

La chica rió por el comentario y luego se puso seria.

- es por la maldición- Cecil la miró sorprendido- no pude librarme de ella, pero al saber que tú ya eras libre quise hacer lo mismo. Claro está, solo pude liberarme a medias, así que soy mitad zorro por ahora.

-lo siento.

-no hay porque disculparse- le sonrió de lado- por otro lado, las musas me atrajeron hasta aquí, supongo que estas triste.

-lo estaba, ahora estoy molesto- tomó una roca y la lanzó lejos- me comporté como u imbécil, Haru debe estar muy triste.

-no puedo negar que así es, pero sé que ella estará mejor cuando sepa que ustedes lo sienten.

- Yuo-chan, gracias- le dedicó una sonrisa que hiso que la kitsune sintiera mariposas en el estómago.

-no hay de que, para eso están los amigos.

Pasaron algunos minutos más en aquel lugar y luego ambos se dirigieron a su cuarto para descansar.

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Esa mañana las kohai y su sempai se encontraban desayunando en el comedor, cada grupo hablando entre ellos, todos menos Amy que había salido a atender una llamada.

Al cabo de unos minutos la mayor de las Rose ingresó al comedor y liberó un gran suspiro.

-oigan- habló fuerte para que todos le prestaran atención- tengo 2 noticias que dar.- todos miraron atentos a la chica- esta noche nuestro padre piensa hacer una fiesta en casa por la boda de Haruka y Zafiro, todos estamos invitados. Eso como primera noticia, como segunda noticia, Shining quiere vernos a todos ahora.

Ya en la oficina de Shining, el hombre les dio la bienvenida y comenzó a reír como maniaco tal cual lo hacía siempre.

-ya tengo el plan de trabajos para Starih y White Rose.- todos miraron al hombre con incertidumbre, ya que viniendo de él podían esperar cualquier cosa.- mr. Ichinose, ms. Elizabeth, ustedes trabajaron en 2 nuevas canciones para un single en dúo.- ambos asintieron- mr. Ittoki y ms Amatista, para ustedes han llegado propuestas de algunos programas de variedades.- la morena frunció el seño levemente, a Ittoki le brillaban los ojos de la emoción- mr. Hijirikawa, ms. Cristal, han sido elegidos para ser la pareja protagonista de un nuevo dorama, aquí están los libretos del primer episodio.- le entregó a cada uno su libreto- mr. Jinguji, ms. Naviki será su bailarina en sus presentaciones como solista y será su coreógrafa.- el rubio le guiñó el ojo galán.- mr. Kurusu, ms. Esmerald, fueron elegidos para estar en la nueva película re Ryuuga- les extendió unas carpetas.- mr. Shinomiya y ms. Rubí, estarán en los próximos comerciales para los nuevos productos de Piyo-chan- a ambos le brillaban los ojos de alegría.- mr. Aijima, ms. Yuoko, han sido elegidos para algunos trabajos de modelaje- les entregó una hoja con sus itinerarios.- de acuerdo eso es todo… god luke.

Luego de la reunión con Shining, todos se dirigieron a la sala común para comenzar a arreglar detalles de sus respectivos trabajos, y hablar sobre la fiesta de esa noche.