Disclaimer: Los personajes mencionados en esta historia no me pertenecen, sino a Rumiko Takahashi.
N/A: Sí, hay personas que gustan de mejorar su léxico, si bien no me siento incluida en este tipo de personas, necesito aprendérmelas, y que mejor haciéndolas pequeñas historias. Espero disfrutas y aprendas… Tranquilos, no necesitan diccionario a la mano, el significado se aclara en la misma historia. ¡Disfruten!
DATO: Aprender y aprehender no son lo mismo, uno es "saber cosas nuevas" y el otro es "agarrar".
Filántropo y Altruista
Kagome repaso hasta lo más harto en su libro de lenguaje, palabras de las cuales desconocía su existencia pero que en la próxima clase le tomarían un examen oral. Ella sabía que para aprenderlas más rápido, tenía que utilizar estas palabras en el momento correcto, preciso. En el lacónico texto observo detalladamente el significado de cada palabra tratando en vano de aprendérselas aunque ninguna le entraba en la cabeza, cansada y frustrada cerró su libro de lenguaje y lo hundió en lo más profundo de su clásica mochila amarilla.
No paso mucho tiempo hasta que apareció su atrabiliario compañero de viajes con orejas felpudas y suaves… bastante suaves.
- ¡Oye Kagome hay que irnos! Los fragmentos no se buscaran solos.
- Inuyasha, estoy cansada.
- ¡Cansada nada! ¿Tú qué crees que Naraku está cansado? Él atacara en cualquier momento que vea debilidad, así que deprisa…
- Se una persona altruista, Inuyasha, déjame un momento… - gruño la pelinegra e Inuyasha movió sus orejitas con confusión.
- ¿Altruista? – pregunto confuso.
- Filántropo – respondió ella con tranquilidad mientras Inuyasha empezaba a rascarse la cabeza ¿Qué rayos estaba hablando la muchacha? ¿Por qué rayos mencionaba a los hombres lobos? ¡Malditos licántropos, están por todas partes! Inuyasha no quiso quedarse con la duda y le grito.
- ¡Habla bien, niña!
- ¡Generoso! – Termino gritando ella – Se mas generoso… ¿Qué tanto te cuesta? Ahora no fastidies o diré "abajo"
Inmediatamente Inuyasha cayó al duro suelo de la habitación mientras ella profería un grito ahogado por la impresión para luego disculparse un millón de veces después mientras el hanyou la asesinaba con la mirada y le gritaba groserías.
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Denuesto y Baldón
Cruzaron el pozo y recorrieron el sendero hacia la aldea. No se hablaron en todo el camino, cansada de disculparse trillones de veces dejo de hablar y por consiguiente el orgulloso de Inuyasha no quiso dar su brazo a torcer, al momento de llegar a la cabaña de Kaede, los recibieron contentos los demás acompañantes en el viaje de los fragmentos.
Sango esbozo una sonrisa y saludo a la pelinegra mientras Shippo corría a su encuentro.
- ¿Qué pasa, Kagome? – pregunto Sango al ver el distanciamiento entre ambos personajes que no se dirigían ni la mirada. Se pregunto si tal vez Kikyo tenía algo que ver pero luego lo descarto porque si ella hubiera estado involucrada Kagome no estaría enfadada, estaría triste. Sango repitió la pregunta y ella respondió con un gruñido.
- Ese tonto, solo sabe decir palabras soeces… fue un gran baldón para mí.
Sango entrecerró los ojos mientras Inuyasha volteaba con una cara de furia.
- ¡Ahí está de nuevo! Hablando tus tonterías que nadie entiende ¡Habla bien, maldita sea!
Ella no se quedo atrás y se le enfrento - ¿Quieres dejar de decir denuestos sobre mi? Es un verdadero fastidio…
- ¿Pero tú…? ¿Eres estúpida o qué? ¡Te estoy diciendo que hables como debe ser y sigues diciendo cosas que no entiendo! ¡¿Qué rayos es denuesto?! – grito el hanyou a todo pulmón con una cara de total enojo mientras el resto del grupo trataba de mantenerse al margen, aunque de alguna manera Sango estaba algo de parte de Inuyasha, no había captado nada acerca de la palabra "baldón" y se había quedado en blanco.
- ¿Y si puedes, también puedes decir que es baldón? – aporto ligeramente Sango y Kagome golpeo su frente.
- ¡Denuesto y baldón significan ofensa! Significan afrenta ¡Ambos son sinónimos!
- ¡Ya estas de nuevo! – rugió Inuyasha.
Sango levanto la mano – Ahora… ¿Qué son sinónimos?
Kagome grito de frustración… muy fuerte.
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Baladrón y Picotero
Miroku repaso el ultimo pergamino que sus manos acariciaron y lo cerro en el justo momento en el que Sango se sentó a su lado.
- ¿Qué hace, excelencia?
- Estaba buscando e informándome un poco en estos pergaminos antiguos.
- ¿De que tratan? ¿Acaso está aprendiendo algo nuevo? – pregunto ella con curiosidad.
- No – suspiro Miroku y volteo a ver a la morena – Ya los había leído antes así que podría decirse que no estoy aprendiendo absolutamente nada nuevo. Y son pergaminos para mejorar el léxico.
- Oh, pues no necesita eso, si quiere nuevas palabras siempre esta Kagome – sonrió Sango y Miroku la miro extrañado hasta que recordó lo de la mañana, cuantas palabras que para él no tenían sentido pero que para Kagome tenían un claro significado. Conversaron otro rato más hasta que Miroku se decidió a preguntarle a la señorita Kagome.
La mencionada estaba en la cabaña de Kaede, junto a la anciana conversando acerca de plantas medicinales. Mientras Inuyasha descansaba plácidamente en una esquina.
- ¿Cómo dice que se llama esta planta? – pregunto Kagome. La anciana estuvo a punto de responder cuando Inuyasha la interrumpió y Miroku entro a la cabaña con un saludo.
- ¡Tonta! – Gruño el hanyou mientras Miroku se quedaba estancado en la puerta – Obviamente eso es aloe… Sirve para las quemaduras – respondió él sabiamente con el pecho inflado y una cara de total arrogancia.
Y Miroku tuvo su primera clase acerca del léxico.
- Baladrón – gruño Kagome.
Todos ladearon la cabeza. Hasta que el hanyou sospechando que la palabra mencionada era un insulto (y uno muy grave) se levanto y la apunto con el dedo. El chico se pregunto otra vez si lo que ella había dicho era una ofensa o estaba diciendo gracias en su extraño nuevo idioma. No, no podía ser, ese tono que utilizo no lo permitió, se convenció a sí mismo y le grito otra vez en lo que llevaba el día.
- ¡¿Pero tú eres terca, no?! Se te dice que hables bien y peor lo haces – le reprocho él mientras Miroku analizaba las palabras mencionadas en su cabeza y la anciana Kaede se quedaba en blanco.
- ¡Pero es que eres un picotero! Agradece que te lo diga en tu cara.
- ¡¿Qué rayos es eso?! ¿Sabes qué? No me lo digas, me iré de aquí.
Ella picona vio como el hanyou se iba de la cabaña empujando a Miroku. Entonces sin poder evitarlo debido a la adrenalina y la furia, le grito cuando él se iba a alejando.
- ¡Presumido! ¡Eso significa picotero y baladrón! ¡Que eres un gran fanfarrón! – ella se detuvo y volvió a gritar - ¡Abajo!
Al medio segundo se escucho un gemido de dolor proveniente de los arboles a la lejanía. Kagome entro en la cabaña sin darse cuenta de que Miroku había sacado un pergamino vacio y apuntaba las palabras que había dicho con anterioridad.
- Ciertamente – aprobó Miroku – la señorita Kagome tiene un léxico muy variado.
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Juglar, Paleto y Melifluo
Por todo lo que resto del dia Inuyasha y Kagome no se dirigieron la palabra y aunque Inuyasha en todo momento quizo muy dentro de él arreglar las cosas, su orgullo y dignidad no lo dejaban continuar. Por consiguiente al momento de partir, Kagome iba comodamente sentada en Kirara e Inuyasha se sintió un tanto solitario sin nigun peso que cargar en su espalda.
No paso algo importante durante lo que quedo del día. Excepto algún que otro monstruo que quiso atacar alguna aldea inocente. Por otro lado nada de información interesante o algún ataque indiscriminado de parte de Naraku, ni siquiera Koga hizo su aparición en el resto del día. Llegada la noche, Sango, Miroku y Kagome se pusieron a jugar naipes.
Inuyasha bostezaba a un lado de ellos, y Shippo dormía acolchonado y cómodo en el saco de dormir de Kagome.
Inuyasha detallo el rostro de Kagome iluminado por el fuego de la fogata, su sonrisa divertida y la forma en la que hacia pucheros cuando perdía, sin darse cuenta siguió mirándola y sonrió levemente pero de forma notoria. Kagome sintió su fijo mirar y volteo el rostro para encontrarse directamente con sus ojos. Ella aspiro hondo al verlo sonreír hacia su dirección.
No le quedo otra opción, y eso le agrado. Le devolvió la sonrisa, con un brillo singular en los ojos, aquello no paso desapercibido para nadie. Por supuesto Sango tuvo que suspirar, ambos se peleaban debido a una palabra y se reconciliaban con una sonrisa. No tenía sentido pero para nadie le resultaba extraño.
Siguieron jugando e Inuyasha más tranquilo subió a la copa de un árbol a descansar lo necesario para su organismo. Llego el momento de dormir para todos, y por fin acomodada junto a Shippo, suspiro palabras.
- No será un juglar, más bien es un paleto pero cuando quiere puede ser melifluo.
Y cerró los ojos para quedar dormida. Miroku que escucho su improvisada frase extrajo de su túnica uno de sus pergaminos y reviso. Había conseguido el libro de lenguaje de la señorita donde ella había recalcado palabras muy interesantes y él las había apuntado. Juglar significaba poeta, hizo un trazo y siguió buscando.
- Melifluo es dulce. Pero… ¿Qué es paleto? – susurro para sí mismo.
- Vulgar – respondió Kagome desde su posición - eso significa paleto… vulgar.
Miroku sonrió – Gracias – guardo sus cosas después de anotar todo debidamente y se entrego a los brazos de Morfeo.
Fin 1
Tendrá máxim capítulos, no conozco tantas palabras. Espero hallas aprendido mucho acerca de esto. Por cierto Filántropo es generoso y Licántropo es hombre lobo, no confundir. Yo a veces lo hacía, era algo extraño.
OTRO DATO: Barrenar es perforar.
