El amor duele y bastante
Caía la tarde, el cielo rojizo , se veía genial, por la ventana se podía observar a las personas caminar tranquilamente sintiendo el aire fresco, pero dudo que fuera mejor que el aire acondicionado del laboratorio.
Aunque era tarde debía de terminar ese aparato.
Hacía ya tiempo que había ocurrido el incidente, aun lo recordaba, fue una noche en la que las estrellas se veían bastante claras, mi padre había ido al cuartel para una minuciosa observación de los movimientos de el nuevo planeta.
-¡!OBSERVEN AHÍ EN EL CIELO!- una enorme luz roja se desprendía de la bóveda celeste, parecía un meteoro pero no era del típico color blanco y tampoco el efecto del Bólido indicaba que no lo fuese.
La gente actuó como común mente actúa en una emergencia o en algún acontecimiento desconocido, algunos corrían y gritaban aterrados, otros se juntaban tanto que se empujaban por ver el extraño acontecimiento, sería algo realmente especial
Entre los espacios de los edificios caminaba un muchachillo, de unos 12 y algo, tenía un aspecto de lo que era un NERD, cabello peinado azul, ojos del mismo color, lentes del mismo color pero rotos por el medio, ósea en la nariz, usaba una bata en la que cargaba algunos bolígrafos y una pequeña libreta en la cual anotar, cuando vio lo que acontecía esa noche busco desesperadamente en sus apuntes, era imposible que un meteoro callera en esa fecha, tenía todos los cálculos, siguió buscando, incluso aunque se corto el dedo con una hoja de la libreta, al ver que no tenía nada que le fuera útil en esa agenda, se dedico a buscarlo en los bolsillos de todas sus bolsas e incluso debajo de las plantillas ortopédicas de sus zapatos y el resultado había sido el mismo, nada relevante.
Alguien en la parte oscura del callejón se acerco al niño y lo tomo del brazo, esto provoco que el niño se sobresaltara.
-¿Sniffles?, ¿Qué estás haciendo en la calle a estas horas, si tu padre se entera…-era su tutor, un hombre no muy grande, de cabello también azul, mirada un tanto distraída y cara de muy corta atención.
Una luz se desprendió del supuesto meteoro y callo a unas millas de ahí, bastante cerca del centro. Luego la luz más grande fue a caer unos 7km del bosque. Por un momento reino la paz en el pueblo cuando de repente en el centro se inicio la sirena de emergencia, el sonido se volvió ensordecedor, el hombre joven cuando por fin recupero la concentración y dejaba de dar vueltas corriendo y gritando recordó que tenía que llevar al niño de regreso a su casa cuando noto que no tenía nada en la mano, el escuincle se había ido.
Sniffles no había esperado a que su tutor lo dejara, le interesaba ver lo que había pasado en el centro, pero de nuevo vio su plan frustrado, entre todo el desorden termino por no poder entrar y como era bastante enclenque no se pudo abrir paso, al final decidió volver a su casa. En la madrugada cuando ya se había calmado la gente, regreso su padre bastante alterado y diciendo cosas como que ahora estaba marcado y que la ciencia no enseñaba a ese tipo de actos, poco después de eso fue convocado para enlistarse al ejercito, esa sería una de las últimas veces el niño vio a su padre.
La clase comenzaba, aunque los 10 minutos tarde reglamentados ya habían pasado y algunos compañeros se habían retirado, entre ellos ese adicto a los azucares, Nutty, aunque me agradaba (un poco) solía causarme bastantes problemas; Como la vez que había sido aplastado por una montaña de dulces y tuve que quitarle uno a uno los caramelos y demás porquerías que atravesaban su aparato digestivo. Como fuese yo permanecía en el aula.
El profesor seguía siendo el mismo de los últimos 6 años de mi vida escolar, aunque durante un tiempo aprendí bastante de él, comenzaba a dudar, en primera el motivo por el que nos tocaba siempre como profesor titular y en segundo dudaba de su capacidad para dar clases, siempre en cada excursión un accidente, si no acababa siendo molido a golpes por un odioso primate, terminaba en el sol y no sé cuantas más. Si era a veces, y con mucho respeto, un lerdo, pero bueno me daba permiso de usar los laboratorios siempre y cuando YO cerrara la escuela.
De repente por el altavoz se escucho como lo llamaban.
-Profesor Lummpy, su presencia es necesaria en este momento- dijo una voz gangosa y molesta del otro lado del aparato, lo siguiente que modificaría en la escuela en cuanto terminara el aparato seria el altavoz, tal vez le debería de poner un sonido más similar al de la voz de la princesa Lila, era tan suave y hermosa.
Cuando volví a mirar el reloj habían pasado otros 5min sin clase, luego el profesor volvió a aparecer, traía sus típicos adornos amarillos en el cabello azul, y también venia algo pasado de tazas de café, su camisa lo indicaba y después de estar balbuceando quien sabe que cosas presento a una nueva estudiante… esperen ¡si! Era una nueva estudiante y era muy peculiar, tenía en el cabello antenas ¡Antenas!
Levante la mano para comentar ese descubrimiento pero nadie me prestó atención, como siempre. Seguí a la chica con la vista, algo en aquella chica me daba mala espina o algo parecido, vi como se sentó cerca de Giggles, una de mis compañeras que también me agradaba, y también note la enorme facilidad de las chicas para socializar.
Cuando acabaron las clases como siempre me quede en el laboratorio, necesitaba terminar eso.
De repente la puerta se abrió, para mi sorpresa la persona que estaba en la puerta era la nueva estudiante, este solo hecho hizo que me alegrara pues solo necesitaba ajustar unos tornillos y mi invento estaría completo, por otra parte que mejor que probarla en la supuesta estudiante, si todo salía a pedir de boca y la chica resultaba ser un alíen, la gloria entera seria para mi persona y aparte quien notaria la falta de una estudiante de nuevo ingreso que había intercambiado algunas palabras con otras personas, solo algunas no creo que algo importante.
-Perdí mi cartera, con permiso- ella de repente hablo mientras todas mis ideas volaban, viéndola bien no parecía diferente, era de piel más o menos morena, o la mía era muy pálida tal vez por lo poco que salía, cabello castaño y algo rizado debidamente acomodado en coletas, un vestidito negro con muchos pliegues y una cara redondita muy linda e infantil. Recordé sus antenas.
Seguí con mi proyecto y cuando termine de apretar los tornillos vi cerca de la mesa una cartera con holanes negra, perfecto.
-¿es esto lo que buscas? Ehhh ¿Cuál es tu nombre?- pregunte
-AH lo encontraste muchas gracias!, ah si soy Antie mucho gusto y- puso una cara picaresca- tu no me dijiste tu nombre- me ofreció estrechar su mano
-Sniffles, igualmente-respondí cordialmente al gesto, tome su mano era suave
-AH, me estas apretando demasiado fuerte, suéltame-
-Lo lamento Antie, pero hasta que no demuestre lo que eres no te puedo soltar- intente sonar amable…aunque claro no creo que se pueda considerar amable a alguien que te apunta con una maquina de extracción de ADN y te sujeta de manera un tanto ruda.
No sé cómo, de repente solo sentí el golpe en la cara y luego el piso, la chica, que hasta hace unos segundos tenia sujeta, con su rodilla aplastaba mi hombro y con el brazo ejercía presión en mi cuello, me comenzó a ejercer mas presión.
-De déjame, mi cuello cof- comenzaba a cansarme, era muy fuerte definitivamente, vista desde arriba se veía un tanto terrorífica su expresión, sus ojos negros mostraban una mescla entre diversión y terror.
-¿Cuánto sabes de nosotros?- pregunto con una vos bastante seductora…en qué demonios pensaba. De reojo vi a alguien en la puerta.
-Antie! Estas bien?- pregunto la persona, era la vos de un chico.
-Antón, este chico, me ataco-dijo- y creo que sabe algo pero no me ha dicho nada-
-Cof, no sé nada es por tus antenas, no son huma- la presión en mi brazo hizo que algo me tronara, un dolor exagerado me llego, luego sentí que alguien me tomaba de la muñeca que estaba medianamente libre, algo como una aguja tenso mi piel, sabía que eso no era muy buena señal- Suéltenme por favor los dejare y no volveré a hacerles nada SUELTENTME- grite esperando que entendieran pero como respuesta el objeto como aguja atravesó mi piel, primero un dolor bastante agudo al principio, así como cuando una abeja te pica, sentí, cuando puse mi vista en la mano note que no era una aguja si no un enorme clavo.
-hermano que hacemos con él, es mejor que no haga ruido alguien aun podría rondar la escuela- dijo la chica, algo hizo que el dolor no se sintiera tan mal cuando escuche la palabra hermano
- Tienes razón será mejor que no dejemos nada- bueno eso ultimo me hizo estremecerme e intentar moverme, sin éxito claro.
Si me giraba, el brazo realmente se rompería, a la izquierda la mano clavada se desgarraría.
La puerta seguía abierta, entonces intente inclinarme, esto hizo que la mano clavada se abriera un poco, el liquido rojizo comenzaba a soltar un olor molesto en mis sentidos, sangre.
Pero ni bien logre incorporarme un poco un puñetazo directo rompió mis lentes, uno de los cristales se separo y sentí su textura atravesando mi ojo derecho.
-No señorito, el maltratar a mi hermana te costara, ni creas que te salvaras de esto- de las figuras borrosas vi como la que se figuraba mas a un chico, tomaba algo del piso, era un cristal, sentí este en mi garganta y algo liquido resbalando de esta, sentí el aire faltándome, luego la oscuridad.
