Capítulo 1

Deslizó la llave en la herradura antes de girarla y abrir la puerta de su habitación con cansancio. Su cama estaba desecha y teñida de un cálido anaranjado proveniente de la ventana cercana. A pesar de ello su pieza no podía sentirse más fría, estaba solo por ahora ya que el día de hoy no había tenido que pasarse por el teatro universitario para ayudar con la documentación de los ensayos del elenco para la presentación de Mucho ruido y pocas nueces en la que su compañero de cuarto participaba. Era un alivio, en realidad, ya que toda la semana estuvo asistiendo a los ensayos para grabar lo que sería la presentación de invierno del taller de teatro de la universidad y estaba agotado.

Probablemente en unos minutos llegaría Kouichi, su compañero de habitación y estudiante de tercer semestre de Drama, con el que extrañamente había congeniado a pesar de su enérgica personalidad y su constante insistencia por invitarlo a salir los viernes por la noche. Lo más seguro es que después de llegar comenzaría a arreglarse con sus pantalones ajustados y sus chaquetas de cuero negro y trataría de convencerlo para que lo acompañase, pero Kyon lo único que deseaba era acostarse, tal vez ver alguna serie basura que le apagara el cerebro por un rato en Netflix y dormir lo que restaba del día hasta el amanecer.

De cualquier manera, Kouichi ya estaba algo acostumbrado a su actitud huraña y ya no insistía tanto.

Kyon se sentó en la orilla de su cama y se sacó las converse y la sudadera para meterse por completo, pasándose la manta más grande por encima. Alcanzó su laptop de la mesita de a lado y la prendió, iniciando sesión en su correo electrónico y abriendo su cuenta de Netflix. Revisó su correo y tenía un par de mensajes de grupo de la clase de Producción audiovisual y Teoría del conocimiento, más avisos de su cuenta de Amazon. Más abajo estaba un mensaje con el nombre de su padre, el cual abrió primero, decidiendo dejar las tareas para el fin de semana.

¿Vendrás para la Navidad? Puedo ir a recogerte, o bien, puedo mandarte para el autobús. Tu hermana y yo estamos ansiosos por verte. Planeamos preparar pierna de pavo, esta vez sin destruir la cocina, promesa.

Kyon sonrió ante aquello último, la navidad pasada, antes de mudarse a la residencia de la universidad, su padre, su hermana y él habían decidido preparar la cena por sí mismos, consiguiendo como resultado pavo extremadamente rostizado, un puré de patatas muy salado y bollos de pan crudos. Al final habían decidido pedir pizza a domicilio y sentarse a ver Ninja Warrior en la televisión. Kyon recordaba la sonrisa tranquila de su padre esa noche y la constante alegría de su hermana pequeña, logrando amortiguar en parte la ausencia que había dejado su madre al marcharse meses atrás.

A pesar de ello, Kyon se estaba debatiendo ante la decisión de ir a acompañar a su familia en las fiesta de navidad. Sabía que era lo correcto ir a verlos en la semana que les daría la escuela pero exactamente en esa fecha se cumplía un año desde la última vez que la había visto. Sabía también que era inmaduro estarse escondiendo, pero él realmente no sabría qué hacer si la volvía a ver.

Seguramente Haruhi también se pasaría por la ciudad para ir a ver a su familia y la posibilidad de encontrarla, aunque era remota, le aterraba. Había pasado casi un año intentando no pensar en ella, fallidamente por supuesto. Aún no lograba eliminar las canciones de Joan Jett y Sting que le recordaban a ella, y sus fotografías seguían estando en un álbum en su celular. Todavía murmuraba medio dormido su nombre y despertaba aturdido de acalorados sueños con su cabello largo, largo y brillante y sus caderas suaves, a punto de tocar las suyas.

Kyon se torturaba a sí mismo con pensamientos de cuán débil era, cuán entretenida estaría ella seguramente estudiando en un país del cual él ignoraba la lengua y sus costumbres, teniendo un montón de proyectos, un montón de amigos, chicos que la visitarían a su habitación a los cuales ella les invitaría a pasar la noche, y de los cuales ninguno sería él.

Aunque él no lo había hecho tan mal, en realidad, el problema es que no sabía reconocer sus propios méritos a través de la densa capa de auto odio.

Había logrado cursar un semestre y medio como estudiante de Medios audiovisuales con un historial de notas bastante decente, era un miembro constante y activo del taller de Cine documental (aunque no haya sido lo bastante intrépido para tomar el taller de Producción creativa, como lo había deseado desde el principio), iba a la piscina a nadar cada sábado que sus tareas se lo permitían y se había hecho de un grupo pequeño pero reconfortante de compañeros con los que podía charlar sobre sus proyectos y de vez en cuando ir a tomar algo al pub universitario.

Sin duda para él seguía siendo difícil que sus constantes actividades o sus compañeros llenaran el espacio que desde la navidad del año pasado había quedado vacío y el cual hasta ahora le parecía imposible cubrir con libros de ciencia ficción futuristas, canciones deprimentes de Radiohead o pajas silenciosas a media noche.

Ese espacio estaba ahí cuando se sentaba en el teatro y no había una mano en el apoyabrasos para sujetar hasta que su palma se pusiera sudorosa, cuando detectaba demasiado silencio en la sala de cine, nada de comentarios sarcásticos sobre las voces de los personajes o abucheos molestos cuando los personajes de una comedia romántica se besaban en el momento más cliché. Había un espació vacío ahora mismo en su cama, cubierto por un bulto de camisas y pantalones usados y semiusados que torpemente había colocado ahí desde que se mudó a esa habitación y el cual se negaba a quitar.

Sacudió su cabeza tratando de desplazar sus pensamientos a una respuesta coherente que ocultara su cobardía para enviarla a su padre.

No lo sé todavía. Quiero estar ahí, pero probablemente tenga que cubrir la obra de Kouichi por esas fechas. Te mantendré avisado. Abrazos.

Dio en enviar y cruzó los dedos mentalmente para que así fuera. Le aterraba volver.

.


Ya tengo el capítulo 2 escrito :D Quiero que sea una historia triste pero no sé si lo lograré :s

- Aída