Este es mi segundo fanfic… intentaré ser más clara!

La serie se llama "por ti" y esta contada enteramente por Jasper.

Capítulo 1: "reencuentro"

- ¡Más alto! – Alice y yo estábamos columpiándonos en los balancines para niños que estaban al lado del instituto, bueno, más bien yo la estaba empujando a ella.

- si le doy más alto vas a acabar cayéndote del columpio – me lanzó una mirada envenenada – muy bien, tú lo has querido.

La empujé con una pequeña parte de mi fuerza, que era mucha, el columpio dio una vuelta al metal y cayó de nuevo, enviando a mi pequeña compañera por los aires, quien dic una voltereta y aterrizó sobre las punteras de los zapatos, como una bailarina. Miré nerviosamente de un lado a otro para asegurarme de que nadie nos había visto, el parque permanecía desierto, de humanos, al menos.

- ¡otra vez! – me hizo sonreír, era como una niña pequeña – venga porfiiii.

Me puso cara de cachorrito y yo reí con ganas.

- nos va a acabar viendo alguien – me resultaba tan difícil decirle que no…

- El parque está vacío, nadie nos ve ¡vamos! – Me eché a reír de nuevo mientras colocaba el balancín en su posición original.

- ¿y si deja de estarlo que? – sin hacerme ni caso se apresuró a sentarse, mirándome expectante, bufé y me coloqué detrás.

- ¿no será que te da miedo no poder tirarme hasta los árboles porque eres demasiado débil?

Mi expresión se volvió amenazadora, lanzando el columpio hacia arriba con buena parte de mi fuerza, la cadena se rompió con un sonoro chasquido y Alice salió disparada hacia el cielo, donde se cogió con una rama y la usó para frenarse, después desapareció entre la espesura.

Me agazapé, mirando a mí alrededor para localizarla, olí el aire, su aroma provenía de todos los árboles a mí alrededor, "chica lista" murmuré. Un sonido enfrente de mí me avisó y siseé entre dientes, mirando hacia ese lugar. Oí una risita proveniente de otro árbol a mi izquierda, me agaché dispuesto a saltar cuando un peso cayó sobre mi espalda y unos labios se posaron en mi garganta; Intenté levantarme, confiado, cuando los labios se abrieron y unos dientes mordieron fuertemente mi cuello, sentí como la ponzoña de otro vampiro penetraba en mi cuerpo y los ojos se me nublaban, vía a Alice mirándome desde un árbol imponente y caí al suelo, retorciéndome mientras mi propio veneno intentaba contrarrestar la ponzoña intrusa, el otro vampiro se incorporó con una sonrisa: ¿¿Maria!?

Alice gritó desde el árbol y luego aterrizó enfrente de mí, enfrentándose a la vampiresa, yo me arrastré hacia ella, no comprendía como maría podía llegar a tener una ponzoña tan fuerte, parecida a la mía. A pesar de ello mi veneno parecía ir ganando la batalla, miré a María.

- ¿Qué… haces aquí? – me costaba hablar, Alice se inclinó hacia mí, yo le enseñé la garganta, donde tenía la mordedura y le lancé una mirada suplicante, ella se acercó más y me mordió donde lo había hecho María. Mi dolor disminuyó y me tranquilicé, sabía que su ponzoña no era tóxica para mí y podía ayudar a la mía.

- ¿No te alegras de verme, Jasper? – dijo maría, NO, no me alegraba de verla y menos de su manera de presentarse.

- Podrías haber venido a nuestra casa, sin necesidad de atacar, no te hubiésemos echado – Alice se incorporó, furiosa, usé mi don para tranquilizarla, una pelea no arreglaría nada.

- Lo sé - ¿si lo sabía por que lo hacía? Me respondió sin necesidad de preguntárselo – pero me apetecía recordar viejos tiempos.

- Tú misma lo has dicho: Los viejos tiempos, viejos son – me incorporé, el veneno de Alice había decantado la victoria hacia el mío propio - ¿Qué quieres, María?

Me dirigió una sonrisa pícara y yo me interpuse entre ella y Alice, podía perder cosas, pero no a mi compañera.

- A ti-

- ¿Algo minimamente realista? – mordiéndome no era una manera de ganarme precisamente.

- Te lo acabo de decir- no podía creerme que creyese que tenía alguna posibilidad.

- María, ¿Qué has bebido?

- Tu veneno – me recordó, mierda, es verdad.

- Ya me entiendes.

- Mira, Jasper, es tan fácil como que lo que quiero es tenerte de nuevo a mi lado, ¿tan difícil de comprender es?

- ¿La verdad?, sí – esto empezaba a ser preocupante, ella estaba muy segura de si misma.

- Oh, vamos, no me digas que ya no sientes nada por mí – estooo ¿en que parte del contrato de ir a vivir con los Cullen decía que tenía que volver a María?

- Siento por ti lo mismo que sentiría cualquiera hacia alguien que le ha condenado eternamente para luego convertirlo en un soldado y un asesino.

- sin embargo fuiste mi compañero durante casi un siglo – estaba muy tranquila, al contrario que yo y Alice, que estábamos furiosos a pesar de mi empeño para intentar evitarlo.

- Tú no sabes que es ser el compañero de alguien, como yo no lo sabía antes de conocer a Alice- Abracé a mi compañera, que temblaba detrás de mí con los ojos escaseando el futuro.

- no necesito saberlo, vendrás conmigo quieras o no.

- Eso habrá que verlo – dije con toda la frialdad que pude, empezaba a preocuparme.

- Los Volturis están a punto de venir a buscaros, os matarán a todos, pero yo puedo hacerles cambiar de opinión- sonrió, por fin había descubierto su juego.

- Los Volturis tienen otros problemas que un aquelarre que no ha hecho nada.

- Yo sé que no habéis hecho nada, pero ellos no – su sonrisa se ensanchó.

Mis ojos se abrieron desmesuradamente conforme comprendí sus palabras, no podía poner a mi familia en peligro y menos a Alice.

- ¿Qué quieres? – le di a mi voz un tono de amenaza.

- Un año de tu valioso tiempo, tengo algunos neófitos en el sur que necesitan adiestramiento, en México, a cambio desmentiré los rumores que he propagado.

- ¿Qué rumores? – ninguno bueno, seguro.

- No quieras saberlo, neófito – eso me enfadó, mi autocontrol era muy escaso pero ella no tenía porqué saberlo.

- No lo hagas, Jasper, no vayas – Alice interrumpió mis pensamientos – ¡NO!

La abracé, preguntándome que era lo correcto.

- No tengo todo el día – Gritó maría.

Me volví hacia Alice, tenía que tomar una decisión.

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