Personajes de Meyer. Historia sacada de esta sucia cabecita.

Protagonistas: Bella y Edward (Of course) Aunque también entrarán en juego los demás.

Título: Adicción.

Género: Mmm... es difícil, porque aunque es de amor, también es enfermizo y habrá dominación (o eso espero). De momento será Romance

POV: Está en tercera persona con narrado omnisciente.

Aviso: Es un M en toda regla, es decir, no leas si tu mente no está preparada para ello. No me resposabilizo de tus traumas después.

Aviso 2: No copien. Sean lo suficientemente valientes para escribir una historia por sí mismos y no jodan a los que nos lo curramos.

Por último: Sé que comencé hace poco Deseando la muerte, creando una vida; pero está historía la subí a otra cuenta de FanFiction por equivocación. Gracias a todos los que me habeís leido hasta ahora, me he quedado soprendida con su reviews, favotios y alertas, de verdad muchas gracias. Actualizaré lo antes posible, pero segundo de bachiller me trae por la calle de la amargura. Siento mucho haceros esperar de verdad =(

Bueno ya me callo y aquí os dejo otro comienzo de locura. Un beso y muchas gracias.


Prólogo.

El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse.
Friedrich Nietzsche

Se mira al espejo y se muerde el labio sensualmente. Está caliente, cachonda, llámalo como quieras. No busca amor, no busca promesas, solo que la deseen como la diosa que puede llegar a ser.

Se pinta y se viste provocativamente. Quiere ser cazada y no desea más que la toquen como nunca lo han hecho.

Se sube en sus altos tacones y baila al ritmo de la música de su minicadena. Quiere gritarle al mundo lo que quiere y como lo quiere, pero se contiene. Lo soltará todo en la pista de baile.

Su amiga llama a la puerta y ambas se miran de arriba abajo dándose el visto bueno. No las hay más hermosas que esas dos mujeres sedientas de sexo.

Se suben al coche y ella sigue dejándose envolver por la música. Esa será su noche.

Llegan a la discoteca y como divas entran sin tener que esperar la inmensa cola que hay a sus espaldas. Sueltan sus abrigos y andan decididas hacia la barra, en busca de alcohol para dejar de pensar y solo sentir, bailar, reír y vivir. Se toman su copa despacio, saboreando su sabor, aunque por dentro están ansiosas, mirando con hambre a cada hermoso hombre que pasa por su lado. Observan a los que las miran con deseo y sonríen por surgir ese efecto en ellos.

Una vez terminan, van al centro de la pista y como si por obra del destino se tratase, comienza a sonar la canción más sensual, caliente y ardiente que haya existido.

Ambas levantas sus brazos en símbolo de victoria y se aproximan la una a la otra. Esa es su especialidad y no van a dejar a ningún hombre sin un buen dolor de huevos.

Se acarician mientras bailan y los hombres las acosan con miradas y palabras, pero el juego solo acaba de empezar. Juntan sus caderas y se observan intensamente mientras sonríen. Notan las manos de algún no tan caballero en sus caderas, pero lo ignoran porque todavía es pronto para darse la vuelta. Cada una recorre el cuerpo de la otra mientras ellos las observan hacerlo. Ellas se sonríen por verlos tragar en seco. Son las amas del lugar y en ese preciso momento pueden elegir al hombre que más les guste. Pero no les basta con los babosos de siempre. No. Ellas desean a un hombre de verdad, que las secuestre y las haga suyas con solo palabras.

La canción acaba y empieza otra más lenta pero igual de provocativa. Es el momento de elegir a la su presa pero que sorpresa se lleva al ver en la oscuridad la mirada del único hombre que no se ha acercado a deleitarse con su danza. Él la mira con deseo y furia a la vez, ella lo mira con curiosidad y se muerde el labio porque lo ha encontrado.

No sabe nada de ese hombre, solo se deja guiar por su aura peligrosa y misteriosa. Se acerca donde él está y ese hombre le sonríe descaradamente.

No les hace falta más nada que una mirada, para que ambos se unan en un baile excitante y lleno de deseos y promesas de placer.

Ambos se miran a los ojos, como si con ello se estuviesen diciendo todo lo que querían. Él le vuelve a sonreír y ella no lo soporta, no quiere jugar más, quiere ser mujer como lo son las demás, así que sin más dilación lo besa con miedo y pasión. Él no se resiste, no se contiene, la acerca más a su cuerpo para que sienta en su vientre el efecto que ha causado su actitud y ella sonríe sin dejar de besarlo. Sus lenguas se baten en duelo y ella no lo deja ganar. Está ansiosa, mojada, excitada y solo quiere volverse loca con su polla.

- ¿Quién eres? – Le pregunta él con voz ronca rompiendo el beso. Ella siente un escalofrío porque esa voz le es vagamente familiar pero no lograr recordar de quién es o de cuando la escuchó por última vez.

- Soy un sueño. Soy una pesadilla. No soy nada y lo soy todo. ¿Quién soy? Ni yo misma lo sé.

- ¿Qué quieres de mí? – Pregunta en su boca. Ella inspira su olor y siente como regresa al pasado sin entender bien el porqué.

- Todo lo que estés dispuesto a darme – Contesta intentando concentrarse en el momento.

- ¿Y si te dijera que te lo doy todo?

- Nadie puede darlo todo. Crees que podrías pero no es cierto. Shh… no te engañes a ti mismo. Deja que esta noche sea un buen recuerdo, solo eso, un dulce y excitante recuerdo – Hubo una vez que alguien le dijo eso y para acallar a su mente y al desconocido lo vuelve a besar como sino hubiese mañana pero él de nuevo tiene una última pregunta antes de dejarse llevar por sus instintos más básicos.

- ¿Cuál es tu nombre?

- Puede que si algún día volvemos a encontrarnos te lo diga, pero por ahora seamos dos desconocidos que se desean ardientemente el uno al otro. Nada más y nada menos que eso.


Si os ha gustado no dudéis en hacérmelo saber, os contestaré todas vuestras dudas como mejor pueda y os daré las gracias por cada palabra.

P.D.: Antes de despedirme, busco alguna Beta para que me ayude con las faltas de ortografía que se me escapan y por si necesito ayuda para pedir consejo ^^ Si hay alguna interesada o conocéis de alguna poneros en contacto conmigo por MP o a mi correo atalayaninfadora gmail .com =) Ahora sí, adiós y gracias!