Hola a todos. Este es un fic nuevo. Bueno, es la saga del Fin del Mundo, pero aquí aparte de escribir la saga, voy a escribir una continuación también, porque me quedé con la duda sobre qué habría pasado con Rin. Por eso me inspiré. La primera parte es Ichiru No Negai. El próximo capítulo será Utopía y finalmente Shin Seiki, para después escribir mi continuación. Ni las canciones ni vocaloid me pertenecen. Espero les guste el capítulo.

Capítulo I: ¿Acaso este es un buen futuro?

Una familia preocupada corría buscando un refugio. Todo estaba mal, la existencia de los seres humanos sería borrada para siempre. Se había aprobado un proyecto para hacer que los cerebros de los seres humanos fueran transferidos a robots. Era una locura, simplemente una tontería, al borrar los sentimientos negativos de las personas no se valoran los positivos.

Además que esos robots sólo destruían lo que se encontraba a su paso.

La familia que se encontraba huyendo la conformaba padre, madre y dos pequeños gemelos recién nacidos.

-¡Tenemos que huir! ¡Avisar a las demás personas!

-No tiene caso. Ya todo el mundo está enterado de esto y piensan que así los recursos naturales no se agotarán.

-¿Qué hacemos entonces?

-Por el momento sólo podemos huir.

-¿A dónde?

-A un lugar donde no nos puedan encontrar.

La pareja huyó con sus hijos.

Vivieron en un campo varios años, todo fue bueno durante este tiempo. El país donde se encontraba estaba casi en su totalidad lleno de androides que en un pasado fueron seres humanos.

Este programa fue llamado "Proyecto de Revivir a la Humanidad". El cual consistía en intercambiar los cerebros de las personas a los robots. Este programa tenía como fin sólo retener sentimientos y pensamientos positivos en las personas, eliminando todo rastro de dolor, ya fuese físico o emocional, y al mismo tiempo quitar sentimientos que llevasen al dolor. Esto se consideraba una utopía, por fin iba a haber felicidad y paz en el mundo, algo que se pensaba que sólo era un sueño… y así se quedó, el proyecto no fue como se pensaba, ya que al borrar sentimientos que se pueden volver tragedias, se borra todo lo que existe moralmente; la felicidad se puede transformar en tristeza, el amor en desamor, la sorpresa en susto, la curiosidad en miedo, los gustos en obsesión, la vida en muerte…

La familia Kagamine huyó al campo, donde nadie pudiese encontrarlos. Dedicaron su vida a cómo era la de los antepasados de los seres humanos: Vivir de la tierra. Sembraron comida, y vivían cerca de un río, así que no había problema.

Pasaron 14 años, Rin y Len ya habían crecido, pero aunque fuese su cumpleaños no era momento de festejar, en ese tiempo el proyecto había cubierto todo el mundo. Ahora el cielo ya no era color azul, sino amarillo, el agua escaseaba, la tierra se había vuelto infértil, y la vida… el planeta Tierra ya no tenía vida. Los animales estaban extintos, intentaron cambiar su cerebro a un cuerpo de metal también, pero fue un fracaso, los animales no pudieron con este programa, los androides en su insistencia de aumentar su "utopía" terminaron por extinguir todas las especies de animales.

Los únicos 4 seres humanos que quedaban en la tierra eran los Kagamine, quienes decidieron viajar de nuevo a su país de origen para tratar de detener este lugar que era un infierno.

Al llegar no lo podían creer, todo eran escombros y ruinas de lo que antes era la tierra.

Empezaron a caminar.

Rin tomó el brazo de Len, este a su vez tomaba la mano de Rin que lo sostenía y ambos seguían a sus padres.

Ninguno de ellos habló durante el camino, ya que los oídos de los androides eran más avanzados que los de un perro y podían escucharlos a varios metros de distancia, incluso kilómetros, dependiendo el volumen de su voz.

Pero no se dieron cuenta de que alguien los seguía: Un androide.

Llegaron a lo que parecía un edificio destruido, cuando oyeron un disparo. Voltearon y vieron a un androide con un arma colocada en su brazo. El robot disparó de nuevo y esta vez lastimó a la madre.

-¡Anna!

Ella no dijo nada pero se quejó de dolor, y casi grita cuando su esposo la levantó del suelo y se la llevó en su espalda.

-¡Corran!

Dijo él a sus hijos.

Los tres corrieron y llegaron a las ruinas y escombros de una casa. Estaban cansados, habían corrido demasiado. Para el androide, ellos no eran rivales, él no se podía cansar, no se podía lastimar, no podía morir, pero los perdió de vista y los estaba buscando.

-Ustedes sálvense…

Dijo la señora, para luego cerrar sus ojos.

-M-mamá…

Dijo Rin llorando. Su esposo la colocó con cuidado en el suelo. Vio en un rincón obscuro un armario en condiciones estables, lo abrió y sacó toda la ropa que se encontraba ahí.

-¡Entren! ¡Rápido!

Rin y Len entraron, su padre intentó entrar, pero no pudo, ya no cabía. Mientras el monstruo se aproximaba. El señor salió del armario, volteó hacia sus hijos, les dedicó una última sonrisa y les dijo:

-Ustedes chicos, deben vivir.

Luego cerró el armario. Se pudo escuchar llegar al robot llegar. Len le tapó los oídos a Rin, ella hizo lo mismo con Len. Ambos cerraron los ojos. Aún tapándose los oídos pudieron escuchar lo que estaba pasando, pero no muy fuerte.

Pasó un rato hasta que ellos abrieron silenciosamente la puerta del armario. Su padre estaba tirado en el piso, Len le tapó los ojos a Rin y la guió para ir a otro lugar.

Cuando estuvieron lo suficientemente lejos para que Rin no pudiese ver esa tragedia, Len le destapó los ojos. La pequeña rubia rompió en llanto y abrazó a Len, mientras este la intentaba consolar.

Pasó un rato hasta que ambos se tranquilizaron y decidieron buscar una forma de revivir a la verdadera humanidad.

Caminaron mucho tiempo, evitando hablar para que no los descubrieran, y llegaron al laboratorio donde había nacido el programa de ese espantoso proyecto.

Entraron con cautela, Rin se aferraba al brazo de Len. Vieron lo que parecía ser una carta frente al computador.

-¿Qué es eso, Len?

-Una carta, creo…

Len la abrió y leyeron su contenido:

"A quien corresponda:

Soy el Doctor Yamato. Solía ser un científico, pero ahora que me doy cuenta de lo que hice he dejado esa profesión. Creí que incluso podía ganar el premio nobel de la paz, pero resulta que soy de lo peor. Yo soy el creador del "Proyecto de Revivir a la Humanidad", y es algo que lamento. Pensaba que esto haría que los recursos de la Tierra terminarían de agotarse si los humanos de carne y hueso dejaban de existir, más me doy cuenta de que sólo fue una tonta hipótesis. Al quitar sentimientos positivos que podrían transformarse en negativos, he quitado la esencia de la moral. Este programa según yo estaba diseñado para todo tipo de personas con diferentes historias de vida y forma de pensar… y ése fue precisamente el error; todos manejamos de diferente manera nuestros sentimientos, y ello no lo pude contemplar, ahora la humanidad es lo que es. Este planeta terminará destruyéndose. Empezó el proyecto con una joven de nombre Miku Hatsune, y nosotros al creer que tuvimos éxito seguimos con esto. Después se convirtió en algo imposible de controlar, se me escapó de las manos, y ahora los seres humanos, la verdadera raza, lo están pagando. Solían decirme que yo era el hombre más inteligente de todos los tiempos, ahora me doy cuenta de que sólo soy el más débil y estúpido. He creado una máquina del tiempo, desde que me di cuenta que esto iba a perecer, yo no puedo viajar en ella, puesto que mañana mismo me pondrán bajo mi propio experimento. Esta máquina reduce todo a cero, y alguien tiene que viajar en ella, en cuanto lo intenté fui capturado y mi fecha de "Revivir" fue programada. Espero que alguien lea esta carta, un ser humano y pueda salvarnos de todo esto. Estos son mis últimos momentos de persona, así que ya no tendré este sentimiento de culpa, porque ya no seré más un ser vivo.

Lo siento.

Atentamente:

Doctor Yamoto"

-Es horrible…

Dijo Rin.

-Pero al menos creo que podemos salvarnos.

-Sí.

"Sólo entrada a personal autorizado"

-Tal vez allí se encuentre la máquina del tiempo.

Entraron en aquella puerta y efectivamente, era la máquina del tiempo. Había un tablero con números en él. Y el botón más grande tenía el número cero.

-¿Cómo se usa esto?

-No lo sé.

Rin apretó un botón rojo de la pantalla y esta se prendió.

"¿Qué año quieres reiniciar?"

Decía la pantalla.

Len apretó el botón cero.

"¿A qué año quieres viajar?"

Len apretó cuatro botones al azar. Pensó que la máquina estaba mal, tal vez por error repitió la pregunta dos veces.

"¿Mostrar historia?"

Apretaron un botón al azar.

Se escuchó un ruido de la puerta, eran los androides que buscaban a los gemelos. Ellos voltearon asustados. Era bueno que la puerta fuese de un material duro, eso los entretendría por un momento.

Rin y Len se miraron, luego se sonrieron esperanzados, pronto la pesadilla terminaría.

Pero de la nada salieron unos cuadros con videos e imágenes que los rodeaban, parecía que contaban una historia. Los hermanos se pusieron de espaldas viendo aquellas imágenes. Se dieron cuenta después que todo eso eran acontecimientos verdaderos del pasado.

Un prisionero y una joven volando aviones de papel, mientras una barrera de alambres los separaba; luego tomando sus manos.

Ahora una niña triste esperando a alguien; dos chicos mirándose mientras luchan.

Dos huérfanos en un momento feliz.

Un sirviente frente a una jaula hablando con alguien.

Dos robots con corazón despertando en unas sillas.

Una princesa suplicando a su sirviente que no la deje.

Dos hermanos compartiendo la comida.

Todas las imágenes aparecieron de repente frente a ellos y luego desaparecieron. Rin y Len se dieron cuenta de algo. Esas personas que vieron en las imágenes, eran ellos, pero en otras épocas, mientras reflexionaban sus ropas iban cambiando de acuerdo a algunas épocas que vieron.

-Un sirviente…

-Una princesa…

"Evil saga".

-Un prisionero…

-Una persona enferma…

"Prisionero y Avión de papel".

-Un guerrero…

-Una persona que espera…

"Saga Synchronicity".

-Un huérfano…

-Hermanos…

"Saga Koji".

Rin se puso a reflexionar, Len siempre se había sacrificado por ella… él era importante para ella y no lo quería perder.

Lo empujó hacia la máquina y cerró la puerta asegurándose que Len no la pudiese abrir. Len no pudo reaccionar a tiempo. Los androides lograron entrar, y tenía un gran parecido con Len.

-¿Rin?

-Hermano, a este ritmo vamos a ser destruidos. Ganaré un poco de tiempo para que la máquina se cargue usándome a mi misma de cebo. Los distraeré unos minutos.

-¡Para! ¡Abre la puerta!

Dijo Len mientras golpeaba el vidrio desesperadamente.

-No quiero. Tú eres el que siempre… el que siempre me ha protegido y me cuidaba. Ahora es mi turno de ponerte las cosas más fáciles.

El androide tomó a Rin, lastimándola mientras se la llevaba, ella se quejó del dolor.

-¡Rin!

-No te preocupes… en el mundo en el que todo haya cambiado… nos volveremos a encontrar… la próxima vez…

Dicho esto Rin se fue. Len tenía lágrimas en sus ojos y las mejillas, su tristeza era profunda.

-¡RIIIIN!

La máquina terminó de cargarse, el proceso de cambio comenzó.