N/A: Empecé hace unas semanas a escribir un fanfic en inglés, cuando me di cuenta que realmente hay pocos fanfics de esta pareja en español. Y como mi lengua materna es el español, decidí terminar de escribir este fic en español y ya en dado caso traducirlo.
Harry Potter no me pertenece como ninguna de sus criaturas o personajes.
Solo soy una seguidora de la historia desde sus inicios. Y aquí en este fic continuo la historia, como yo creo que sería.
Espero que les guste.
Capitulo 1. deslumbradoEran inicios de verano; el sol era constante y se le veía alto en el cielo, a veces se sentía una brisa tímida que soplaba silenciosamente, a penas alcanzando a mover el pasto, las flores o las hojas de los árboles las cuales se movían con un pequeño tintineo como una brillante melodía. Más allá de donde tus ojos podían percibir el horizonte amarillo conformado de flores se volvía uno con el cielo azul.
Y después de unos minutos cuando el sol estaba en su cenit, el viento se volvía más constante, obligando a las flores a bailar con él, casi podías escucharlas hablar.
Y de pronto un chillido desgarro toda calma. Un grito agudo, que permaneció en el aire un segundo antes de que este se lo llevará junto con los pétalos de las flores.
Un hombre saco su varita tan rápido como sus músculos se lo permitieron, y de donde leía tranquilamente salió corriendo hacia fuera de la casa, hacia el sol, hacia donde susurraba el viento que había vuelto a bailar con las flores, llevándose el grito.
El miedo se podía leer en lo más profundo de sus ojos verdes, las comisuras de sus parpados ahora con arrugas estaban tensos ante lo que podía ser. Su corazón palpitaba como si quisiera saltar de su pecho en ese mismo momento, y llegar antes que el resto de él.
Dándole la vuelta a la casa, hacia el horizonte amarillo infinito se detuvo unos segundos, con el corazón en la mano. Y ahora que se había detenido sopló una brisa más intensa que todas las anteriores, que le acaricio el cabello y las orejas, distrayéndolo por un momento, suficiente para que dejara de sentir sus latidos en la cabeza; empezó a escuchar.
Se encontraba frente a un sauce que se había plantado unos años atrás cuando se habían mudado. No era hace tanto tiempo, pero uno al verlo creería que era mucho más.
Frente al hombre habían tres niños. Dos se encontraban sentados en el piso, mientras otro, que era unos años mayor volaba no a mucha altura, sobre su escoba haciendo trucos dando saltos, fingiendo que caía para levantarse y salir volando nuevamente. Una pequeña pelirroja se cubría la boca y gritaba cada vez que creía que este iba a caer y después se ahogaba en risas.
Su otro hermano junto a ella la veía divertido.
El hombre de las gafas plateadas sonreía ahora, había dejado atrás el miedo que le prohibía hablar o emitir algún sonido. Era la infancia que el nunca había tenido y jamás soñó que pudiera tener.
"Papiiiiii" gritó la pequeña pelirroja haciendo que éste se sobresalte "Ven a ver a James! Esta haciendo trucos!"
El hombre que vivió se acerco a ellos, y mientras lo hacía algo llamo su atención, haciéndolo sonreír aun más divertidamente "Mira papá" continuó la niña "Mira que hizo Al, le dije que quería tener mi cabello azul como Teddy, y mira lo hizo azul!"
"Bueno, solo la mitad" agregó el niño. Y era cierto solo una parte de su roja cabellera era ahora azul.
"Lily, mamá esta adentro, por qué no vas a buscarla para que te vea?"
Dicho esto la niña corrió dando tropezones hasta la casa. Harry se volvió hacia sus hijos y dijo mirando a Albus que estaba sentado en el piso observando a su hermano "Al, por qué no vas por las escobas, y jugamos un partido de Quidditch contra tu hermano?" El niño sonrió y corrió hasta la casa mientras su hermano protestaba que dos contra uno no era justo.
Unos minutos después Albus regresó seguido de Ginny y Lily, quien venía muy entusiasmada sosteniendo un tazón lleno de galletas.
El partido duro una media hora y parecía como si Lily se hubiera gastado la voz echándole porras a sus dos hermanos. Cuando por fin terminaron y se bajaron de las escobas estaban cubiertos de tierra y cansados.
"Vamos chicos, a bañarse y a dormir" dijo Ginny a pesar los reproches "Vamos, recuerden que mañana es cumpleaños de Hugo"
Lily corrió hacia la casa seguida de Albus que trataba de alcanzarla, y cuando James se preparaba para correr detrás de ellos Ginny se acercó para susurrarle al oído "Vamos, ve a dormir, necesitas toda tu energía para que mañana le ganemos a tu papá en Quidditch" Este sonrió y corrió a la casa.
Una hora más tarde la casa estaba sumergida de nuevo en ese silencio, ahora la luna ocupaba el lugar del sol, pero aun se podía escuchar el tintineo del viento sobre las hojas de los árboles y las flores.
Harry abrazaba a Ginny fuertemente mientras olía su cabello y le daba besos en la frente.
"No puedo creer que crezcan tan rápido" dijo este "Pronto estarán todos en Hogwards"
"James es el único que entrará a Hogwards este Septiembre, y a Albus aun le hace falta un año" Ginny sonrió "bueno… y Lily esta atascada con nosotros un tiempo más"
"Lo sé, pero… un día seremos demasiado viejos para ellos, dejaremos de hacerles falta y empezarán a salir y …"
"Harry!" dijo Ginny dándole un suave golpe en el brazo "Es muy pronto para eso; ellos siempre nos querrán y nos necesitarán aunque no lo admitan en público. Te aman, tanto como nosotros a ellos"
Harry sonrió y la besó, siguieron platicando por unos minutos hasta que quedaron dormidos.
Ya avanzada la noche cuando lo único que podía oírse era el viento rozando las ventanas, una voz temblorosa despertó a Ginny.
"Qué pasa Albus?" susurró tratando de no despertar a Harry
"Tuve una pesadilla" dijo este con la voz entrecortada
Harry suspiró y entonces abrió los ojos, volteando a ver a su hijo. "Ven" susurro mientras se hacia a un lado y levantaba la sabana en un espacio entre el y Ginny.
"James se va a burlar de mi" dijo éste con un hilo de voz
"Todo mundo tiene pesadillas Al, no tienes que sentirte mal, ni dejar que nadie te avergüence por eso" dijo Harry
"Hasta tu?" pregunto Albus tímidamente
"Hasta yo"
Albus se quedo ahí parado un momento más, y luego se subió a la cama quedando dormido al poco tiempo. Ginny tenía razón, todavía lo necesitaban…
