En uno de los inusuales días de tranquilidad para la Banda de Shane, Junjie, el experto en BabosaFu del equipo, se había ofrecido para explicar a Trixie como es que funcionaba dicha disciplina.
Sus primeros trabajos juntos habían resultado un desastre gracias a la abismal diferencia de sus personalidades. Pero últimamente estas se habían esfumado para dar la bienvenida a una amistad.
Esta había tenido un poco en alarma al líder del equipo, quien aunque no lo demostrara de una manera abierta, había desarrollado con el tiempo una atracción hacia su compañera, y veía en esta nueva relación con el nuevo chico un gran peligro para que ella respondiera de la misma manera a sus sentimientos.
Imaginarán la expresión de sorpresa en su rostro al encontrarlos a ambos sumamente juntos en el sofá del refugio, con la atención de la chica enfocada plenamete en Junjie. Algo tenía que hacerse.
-Hey, chicos.- saludó mientras se sentaba al lado de ella.
-Hola, Eli.
-Saludos, Eli.- respondieron ambos a su manera.
-No pude evitar que hablaban del BabosaFu y, bueno, ya que estoy en proceso de aprendizaje, pensé que no haría daño conocer unos datos más.- explicó cruzando su brazo en el espacio del respaldar detrás de Trixie.
-Claro.- dijo Junjie.- Le hablaba de la estrecha conexión que debe haber entre el lanzador y la babosa al momento de controlarla.
-Aja...- murmuró Eli acercándose "discretamente" a la pelirroja. Esta lo miró de reojo y sonrió, pero prefirió pretender no darse cuenta.
-También le mencioné de como los equipos, como las lanzadoras alteradas o los accesorios no son tan relevantes.
-Sí, eso es interesante...- Lentamente bajó su brazo para dejarlo reposar sobre el hombro de su amiga, sin quitarle los ojos de encima. Trixie miró hacia el lado opuesto sin dejar de sonreir, conducta que finalmente notó Junjie.
-Aunque creo que la concentración es la clave, y es obvio que es algo que voy a tener que trabajar contigo, Eli, ya que no puedes mantenerte atento a una simple conversación por centrarte en acercarte a Trixie.
-¡¿Qué?! ¡No! Yo...- Aquello fue como echarle agua helada al pobre Shane. Se separó de inmediato de la lanzadora, haciendo que ella soltara a reir.
-Oye, Junjie,- llamó la chica aún entre risas.- ¿quisieras seguir hablando afuera?- prepuso.
-Por su puesto.- El colorado lanzador ni siquiera tuvo el valor de reclamar que le abandonaran. Sus pensamientos lo habían colocado en una situación incómoda y no pretendía recibir otro comentario.
¿Alguna otra?
Palabra por: N. M. Hurtado Corrales
