Hey!, bienvenidos a mi 10º fic! Wiiiii llegué a los 2 dígitos de publicaciones xDDDD
Este es un fic dedicado a una chica muy especial… me refiero en específico a Sakura-Jeka, si a ella le gusta me doy por satisfecha ^^ (en todo caso, qué mejor época para esta historia?)
Bleach por más que queramos le pertenece a Tite Kubo, ni modo que lo que nos quede a nosotras ichirukistas sea escribir Ichiruki por aquí y por allá… juju, se imaginan si Tite algún día aprendiera español y leyera algunas de las historias? Me pregunto si se reiría, se enfadaría, bufaría, no volvería a meterse a dichosa página, nos demandaría o algo xDDD.
Bueno, el clima y la temporada están ambientados en el hemisferio Sur, total de ahí soy xDDD y por si quieren saber, esto se me ocurrió cuando estaba mirando por el balcón cómo caminaba la gente… algo nada que ver con la historia jajajajajaja. Aunque sé que hoy es 27, esto pasa el domingo que viene xD, es decir, el 30 jeje, de ahí el título.
La noche antes de Halloween
Parte 1
-¡Rukia!, apresúrate –Ichigo, curiosamente sonriente, gritó hacia tras.
Sólo se podía ver un conjunto de mochilas y sacos de dormir que parecían tener pies… avanzaban tambaleándose sobre la vereda. Era una tibia mañana del día domingo 30 de Octubre.
-I-Ichigo… -se escuchaba molesta. El esfuerzo para coordinar sus pasos y soportar el peso mientras trataba de avanzar hacia donde suponía estaba Ichigo, ya que no podía verlo, impedía que lo insultara de momento.
De momento… porque cuando logró llegar a donde se encontraba Ichigo, soltó brutalmente el equipaje.
-¡¿Qué te pasa enana? ¡Pudiste haber roto algo! –Ichigo se inclinó a revisar el equipaje, sin percatarse de que Rukia comenzó a hacer crujir sus puños mientras toda la molestia previa se apoderaba de ella.
-Si… ¿Qué me pasará? –hablaba con el rostro contraído en una mueca por el exceso de furia que almacenaba. Sin previo aviso, Ichigo se levantó y cogió las mochilas, volviendo a ponérselas en los brazos a Rukia, que no alcanzó a llevar a cabo su cometido de golpearlo, y le puso los sacos sobre todo.
-Yush… que no se te caigan de nuevo. –Y comenzó a caminar… mal, muy mal.
-¡Pedazo de idiota! –Rukia esta vez le arrojó las mochilas y sacos de dormir, aplastándolo, y saltó sobre él mientras intentaba ahorcarlo y pensaba en miles de formas de asesinarlo.
¿Que por qué ella era quien las cargaba?… Retrocedamos un poquitín.
*** La tarde del día anterior. ***
Una chica estaba perezosamente tirada sobre una cama que no le pertenecía, balanceaba los pies en el aire mientras sus manos estaban apoyadas sobre la almohada afirmando su rostro. El día era caluroso, por lo que la chica traía puesto un vestido largo muy ligero.
-Estoy aburrida –dijo dejando caer su cabeza en la almohada boca abajo y quedándose estática –Bfe klor –pese a que no era entendible por tener la cara contra la almohada, su interlocutor captó el mensaje de "hace calor".
-Ve a tomar una ducha fría –comentó indiferente el Kurosaki de naranjas cabellos, estaba leyendo Hamlet por tercera vez, había algo que quería resolver al respecto de Ofelia.
Rukia, molesta, en un esfuerzo sobrehumano por moverse a pesar de la modorra y el agotamiento producido por las temperaturas, levantó su cabeza de la almohada y con todas sus fuerzas la arrojó a la cabeza del chico.
-Idiota… tráeme helado. –Ichigo se había golpeado la nariz con su libro de tapas duras.
-Enana… ¡ve y cómprate uno tú misma! –le arrojó la almohada de vuelta mientras su libro reposaba ya olvidado sobre el escritorio. Rukia esquivó el proyectil y le arrojó una segunda almohada, dando ahora en el rostro del chico.
-Que tacaño eres Kurosaki-kun, no te cuesta nada comprar un helado –dijo justo cuando su almohadazo había impactado en el chico.
-¡Te dije que fueras por uno tú misma! –la táctica de Rukia de apelar a la molestia del chico no resultó. Resignada bajó de la cama e Ichigo volvió a sentarse. En la habitación un ventilador giraba de un lado a otro tratando de refrescar, pero el aire que impulsaba salía demasiado caliente, siendo poco conveniente pararse frente a él.
-Ichigo… -la chica se acercó lentamente al chico que mantenía los ojos puestos en su libro. –Si me compras un helado… te dibujo un Chappy… -mutismo.
-Con mayor razón, no te lo compro. –Rukia que ya estaba lo suficientemente cerca lo encaró.
-¡¿Qué quieres decir?
-¡Que Chappy es una asquerosidad monstruosa de conejo!
-¡Idiota!, ¡Chappy es lo más lindo que hay!
-Tienes un pésimo sentido del gusto, enana.
-Claro, lo dice el señor cabeza de zanahoria… -Ichigo ya había dejado olvidado su libro. –Qué te apuesto a que no puedes dibujar ni un lindo conejo aunque tu vida dependiera de ello.
-Bien –el Kurosaki tomó la apuesta por válida –si te gusta mi conejo me dejas en paz, de lo contrario vamos LOS DOS a comprar helado y yo pago.
-Trato –la chica estrechó manos con Ichigo y esperó a que él dibujara. –pero como yo no borro no vale que borres.
Ichigo estaba concentrado tratando de dibujar, Rukia por su parte trataba de combatir el calor luego de sentarse sobre la cama del chico. Ichigo estaba dibujando el rostro de su conejo cuando un suspiro de la chica lo hizo voltear disimuladamente. Rukia miraba al techo mientras desde la parte superior trataba de abanicar su vestido, haciendo que el aire que ingresara saliera despedido hacia su rostro, refrescándola un poco. Inevitablemente su mano se corrió y el rostro de su conejo se deformó un poco.
-Maldición –masculló mientras volvía a enfocarse en su dibujo. Acabó al poco y miró disgustado la boca del animal, por el desliz tuvo que realizarle "dientes" que en vez de hacerlo ver lindo le daban un aspecto más bien sádico. Detuvo su lápiz y miró a Rukia dos segundos. –Vamos por el helado –comentó levantándose.
-Espera, quiero ver.
-No –Ichigo levantó el papel por sobre su cabeza cuando Rukia trató de arrebatárselo.
-No seas idiota, deja ver.
-¡No! –trataba de mantener las manos de Rukia lejos del papel, pero la chica en un ágil movimiento lo golpeó y le quitó de las manos, que había bajado por el golpe, el esbozo.
-¡Jajajajajaja! –reía a carcajada limpia mientras se revolcaba en el piso, casi estaba llorando de la risa.
-Vamos de una vez o no te compro nada –dijo herido en su orgullo propio mientras salía del cuarto. –Tú tienes la culpa –comentó en un murmullo inaudible cuando Rukia se levantaba para seguirlo.
Al salir de la casa un viento cálido los golpeó a ambos. Aún no llegaban a verano y el calor arreciaba bastante.
-Qué rayos… -Rukia expresó con asombro y molestia.
Había fila. Una fila extremadamente larga se presentaba en la heladería más cercana. Fácilmente podía contar unas quince personas antes que ella. Se cruzó de brazos mientras refunfuñaba, odiaba esperar.
-Esto es el colmo –habían pasado dos minutos cronométricamente hablando y recién avanzaron un puesto. Ichigo captó algo curioso unos segundos y sonrió socarronamente.
-Rukia, ¿quieres volver a apostar? –O sí, quería recomponer su orgullo.
-¿Apostar?, pues te apuesto que no cierras tu boca… -la chica estaba molesta y se cruzó de brazos.
-No, verás… créeme que te conviene.
-Quita esa sonrisa estúpida de tu rostro –dijo de pronto viendo la sonrisa socarrona que no le inspiraba ningún bien. Ichigo trató de disimular su sonrisa. –Bien, ¿acerca de qué? –preguntó ya lateada.
-Pues… ¿qué tal acerca de cuánto tardamos en comprar?
-¿Qué clase de apuesta es esa?, obviamente tardaremos como media hora.
-¿Esa es tu respuesta?
-Espera… -temiéndose un truco bajo algo tan simple se lo pensó mejor. –Apuesto a que tardamos más de veinte minutos. Si gano quiero un helado mega gigante y no sólo de una bolita, además terminas el informe solo –en realidad se suponía que ambos debían hacer un informe sobre la obra de Shakespeare para el miércoles 2 de noviembre, que no era feriado lastimosamente. Ichigo la miró escéptico, en realidad él era el único que trabajaba en ello, la chica sonrió.
-Bien. Yo apuesto que tardamos menos de cinco minutos –y he aquí otra vez esa sonrisa socarrona. Rukia vio sus ojos y lo comprendió, él sabía algo que ella no. –Y si gano… -lo pensó un segundo –Bueno, si gano me harás "un favor" –en cuanto hubo acabado de decirlo Rukia lo golpeó en la cabeza.
-¡N-no seas pervertido idiota! –tartamudeó medio sonrojada.
-¡¿Qué te imaginaste enana?, es sólo que no se me ocurre nada por ahora, así que para cuando necesite algo no podrás rechazar mi petición. –Sellaron el trato, la tentación de victoria para Rukia era muy grande.
Cuando Rukia le dio la mano Ichigo la jaloneó y se salió de la fila mientras avanzaba adelante.
-¿Qué te pasa tarado?, ahora tendremos que hacer fila de nuevo –dijo molesta sin zafar su mano del agarre del chico. Ichigo se detuvo abruptamente a una persona del mostrador, haciendo que Rukia chocara contra su espalda.
-Inoue, hola –sonrió feliz de acertar. En el segundo puesto estaba Orihime Inoue a la espera por comprar helado.
-¡Kurosaki-kun!, ¡Kuchiki-san!, que sorpresa verlos –dijo alegre. Ichigo le sonrió uniéndose a la fila de forma natural, en otras palabras… se estaba colando.
-¡Esta no vale! –dijo Rukia antes siquiera de saludar a Orihime –¡La viste desde atrás!
-¿Te estás arrepintiendo enana?, admite tu derrota y prepárate para mi venganza –dijo el chico mientras ponía una mano sobre la cabeza de Rukia y se reclinaba un poco hacia ella.
-Una Kuchiki jamás falta a su palabra… pero eso fue sucio Ichigo –dijo la chica cogiendo la mano del chico y apartándola mientras lo miraba seria.
-¿Vienen juntos? –preguntó uno de los vendedores, Orihime había sido atendida por otro y aún estaba nombrando los sabores de sus bolitas.
-Sí, uno de fresa y uno de chocolate –Ichigo canceló en efectivo por ambos helados y junto con la chica se fue en dirección a Orihime. –gracias por lo de antes Inoue –dijo sonriente Ichigo. Orihime se sonrojó levemente y pasó a desestimar su ayuda.
-Que va, no fue nada Kurosaki-kun –Rukia también le agradeció y los tres comenzaron un camino de vuelta hacia sus hogares. El helado de Orihime tambaleaba por ser un conjunto de cinco sabores.
-Ichigo, ¿por qué no me dejaste pedir? –Rukia lamía con parsimonia su helado, disfrutando de la agradable sensación.
-¿Ah?, querías de fresa ¿no? –preguntó mientras él seguía con la tarea de saborear el de chocolate.
-¿Y qué si hubiera querido de chocolate?
-Entonces debiste haberme dicho antes para cambiarte.
-Hmmm…
-¿Qué pasa?, ¿está malo? –preguntó refiriéndose al helado de Rukia, la chica no respondió pero miró detenidamente el rostro del chico.
-Mmm… ¿quieres saber? –Ichigo se quedó callado mirándola, justo en ese momento Rukia embadurnó con su helado parte del rostro de Ichigo. –jajajajaja –salió huyendo de inmediato con el resto de su helado. Ichigo se lamió parte del labio y la mejilla que habían sido "ensuciados" con helado de fresa, sonrió mientras salía en su persecución. Orihime volteó a verlos con un toque de envidia, pero decidió seguir su camino tranquilamente.
-¡Ven aquí enana!, ¡seguro también quieres de chocolate! –cuando al fin llegó donde la chica y la acorraló realizó el mismo proceso que ella había hecho, la chica en vez de lamerlo se pasó el dedo y le manchó la nariz con chocolate a él.
En un descuido del chico, Rukia cogió su helado y se lo arrebató.
-Gracias, si quería probarlo –lo lamió con calma mientras el chico se paralizaba un momento…
-"indirecto… un… un…" –antes de terminar sus pensamientos Rukia le ensartó el helado de chocolate en la boca, haciendo que se lo terminara.
-Está muy denso –dijo volviendo al suyo de fresa, que por cierto estaba próximo a acabar. Ichigo molesto le arrebató el de ella y se lo comió entero. -¡Idiota!, ¡mi helado!
-Mm, estaba bueno –dijo simplemente, cabreando a Rukia. –Espera –sin esperar a que la chica respondiera se acercó y le afirmó el rostro. –Tienes… en la cara… -se sonrojó por lo que quería hacer, pero si Rukia estaba tan molesta igualmente saldría golpeado, por lo que lo hizo, lamió parte de la mejilla de ella que estaba ensuciada con chocolate.
-¡I-Idiota!, ¡¿Q-Qué crees que haces? –Rukia se puso roja a más no poder y le gritó en cuanto la soltó
-Tenías helado de chocolate… y sería un desperdicio… estaba bueno –sonrió muy sonrojado. Rukia volteó para que él no la viera y le dio una patada antes de continuar caminando rumbo a la casa del Kurosaki para acabar el informe.
Isshin Kurosaki les abrió la puerta y los hizo entrar.
-"¿Qué pasa aquí?... tienen un aura distinta… ¡¿Ichigo se habrá hecho hombre con Rukia-chan?" –aguantando las ganas de llorar de alegría siguió disimuladamente al par de jóvenes hasta la habitación de Ichigo y se quedó espiando.
-Ru-Rukia, de-deberías leerte al menos una vez el libro –Ichigo estaba de espaldas a Rukia, muy nervioso, sin poder concentrarse lo suficiente como para comenzar a redactar. Rukia estaba sentada en su cama sin saber que hacer realmente, había ido hasta allí sólo porque se suponía que eso estaría haciendo y creyó que se calmaría en el camino.
-C-creo que lo leeré en mi casa –dijo nerviosa también mientras se levantaba de la cama del de naranjas cabellos y trataba de volver a la normalidad.
-Espera… quédate a cenar… -dijo Ichigo cogiendo su brazo antes de que la chica fuera a tocar la puerta. Al instante retiró su mano como si Rukia quemara y volvió a sentarse.
Ring, Ring
Inesperadamente el teléfono del hogar sonó, haciendo que ambos jóvenes dieran un salto en sus lugares. Ichigo presuroso cogió el teléfono y contestó.
-¿Diga?
-Kurosaki-kun, esto… -del otro lado Orihime enrollaba nerviosa el cable del teléfono entre sus dedos. –Me preguntaba si querías ir mañana conmigo a la playa, ¡digo!, con nosotros…-se apresuró a agregar –los chicos… vamos a ir a la playa… p-puedes invitar a Kuchiki-san también, no tengo su número desde que perdí mi celular –la chica lo había dejado olvidado en un baño público hace unas semanas.
-¿Van a ir a la playa?
-S-sí, mi casera dijo que tenía una casa frente al mar, me dejó a muy buen precio la estadía por el fin de semana largo. –Ichigo tenía su ceño fruncido y había vuelto a la normalidad, Rukia lo miraba en silencio escuchando un poco de la voz de Orihime que escapaba por el auricular.
-¿Quiénes van?
-Chad, Rangiku-san, Tatsuki-chan, Abarai-kun, Ishida-kun y yo.
-¿Es amplio?
-Sí, vi unas fotos y es muy grande, te va a sorprender, aunque no tiene suficientes camas desde que nadie vive ahí, va a haber que llevar sacos de dormir. –Ichigo asintió al comentario y confirmó su asistencia. Repitió en voz alta la dirección que Orihime le dijera luego de anotarla, para asegurarse de no equivocarla.
Isshin la copió. Fuera lo que fuera que estuviera pasando entre su hijo y "su tercera hija" se aseguraría de que siguiera pasando y además confirmaría si ya tenía nuera o no.
Ichigo colgó y de pronto una idea cruzó su cabeza. Sonrió con malicia mientras volteaba a ver a Rukia, que lo observaba interrogante.
-¿Qué? –preguntó siendo consciente del escrutinio del chico y su media sonrisa, que no le auguraba nada bueno.
-Ya sé que favor pedirte… -Y así fue, Rukia quedó designada como la porta equipajes.
*** Tururururu ***
-¡Maldito aprovechado!, ¡¿Qué no tienes consideración por una dama? –Rukia lo zarandeaba e Ichigo ya estaba medio aquí medio allá… ciertamente ella estaba pagando su apuesta, pero Ichigo nunca específico el cómo debía hacerlo… algo para tener en cuenta a futuro.
De pronto, la puerta de una casa… no, casa no… una estructura de madera corroída, desgastada y mohosa, de un tono café oscuro sin barnizar, a la cual claramente las aguas salinas habían dejado en estado deplorable y probablemente la falta de inquilinos había contribuido a su aspecto lamentable, casi terrorífico, se abrió.
-Ah, ¡hey!, ¡ya llegaron los tórtolos! –Tatsuki Arisawa asomó por aquella puerta y miró divertida la escena que se mostraba fuera del cerco. –Ah, Orihime debería estar por llegar, fue a comprar sodas.
Por su parte, Rukia Kuchiki soltó a Ichigo y vio lo que sus ojos se habían negado a ver al caminar por aquel pudiente barrio marino. La casa parecía tener un desván, tenía por así decirlo una "torre" que podría confundirse con una arquitectura gótica, mas era completamente de madera. A su mente ese lugar le había pasado desapercibido por el hecho de que no encajaba con el resto… a una manzana estaban todas las demás casas pudientes, con amplios garajes, terrazas y hermosos jardines, construcciones de buena calidad, cemento puro.
-¿Qué…? –no alcanzó a contestar su pregunta cuando Ichigo la completó.
-¿… rayos?
Continuará…
Para que sepan, esto viene con motivo de un regalo por comentar muchas de mis historias (si es que no todas) a Saku-chan… sigan su ejemplo! xD .
Oh rayos, quedó muy largo… bueno, voy a tener que dividirlo… la próxima y última actua va a ser entre el 1 y el 2 de noviembre… sorry, pero no tengo internet antes u.u
Por cierto, ese lugar existe… seee… una casa como esa, toda de madera, con buhardilla y una parte tipo torre medieval, muy aparentemente deshabitada con vista al mar, está justo sobre un barranco a unas cuadras bajo mi universidad. Si me preguntan yo creo que la construcción tuvo que haber sido hermosa hace unos 40 o 50 años, pero ahora parece una casa encantada xDDD y lo más gracioso es que hay gente que vive ahí (cuando la fui a ver había ropa tendida, que claramente estaba limpia y era de adolescentes, tal vez eran universitarios que arrendaban). Por eso digo… me encanta ser curiosa ^^
Jeje, ahora ya pasamos el previo… se viene el terror xDDD jajajajajaja, jajajajajajaja se viene la parte que me va a dejar sin neuronas (me golpeé tantas veces la frente involuntariamente cuando comencé a escribirla que creo voy a quedar tonta, aún no la termino).
Apórtenme con sus reviews para poder mantener a mi creativo cerebro activo y concentrado xD, se desvía muy rápido y además corre graves riesgos mientras escribe la siguiente parte.
