ADIÓS

–¿Sabes qué, Green? ¡Me cansé y punto! ¡Adiós! –gritó una castaña
Dio la vuelta y empezó a caminar. El enojo embargaba todo su ser.
Si tan solo ese chico no fuera tan... tan Green.
Con la distracción del momento, casi choca contra alguien. Mas, ese alguien si quería chocar con ella, o por lo menos que ella sepa que la estaba buscando.

–Em ¿Usted es la señorita Blue?
Su uniforme hizo que al instante la chica reaccionara.

–Lo que me faltaba, un soldado del Team Rocket ¡¿qué diantres quieres?! –dijo con una actitud más desafiante de lo que pretendía, pero él no podía dejar esa encomienda inconclusa. El mal humor de la "señorita" era solo un pequeño obstáculo.

–El joven Silver me pidió que le entregara esta carta –respondió el soldado mostrando también algo de carácter.
El recluta se retiró apenas ella tuvo la carta en sus manos y, aunque la curiosidad la mataba, esperó llegar a casa. La caminata haría que su molestia desapareciera y así poder concentrarse en lo que Silver había escrito. De seguro era un aviso de su próxima visita.
Ya cómoda en su sofá abrió el sobre y desdobló el papel. Definitivamente no era una carta ordinaria.
''Blue, te escribo esta carta para avisarte que me voy de tu vida para siempre. Seguro te estás preguntando ¿por qué? y todo eso. Muy simple: tú me gustas mucho. Desde que te conocí creí que solo era admiración, pero con el pasar del tiempo me di cuenta de que en realidad eso no era lo único que sentía. Sin embargo, estás con Green ahora.
¿Sabes algo? No entiendo por qué lo prefieres a él, yo te trato cien veces mejor… me duele que me veas como un amigo o a lo más, como tu hermano mientras que yo aspiraba a ser alguien diferente en tu vida.
Me cuesta creer lo mucho que lo quieres (y lo repito porque en serio me preocupa). No le importa hacer cosas que no debería porque tú siempre lo perdonas. Sigues sufriendo, llorando, arrastrándote hacia él en el peor de los casos… tratando de buscar la felicidad a un precio que no deberías pagar, mientras yo muero. Para ser claro, daría el mundo porque estés a mi lado, aunque tengo que aprender de una vez. Me cansé de ser el que sobra en tu cuento, el que siempre te da consejos mientras adolece internamente, el que siempre ha estado contigo en los buenos y malos momentos.
Así que, simplemente adiós, Blue.
Te ama, Silver.
"

Maldijo el no leer aquel mensaje antes.
¿Qué es lo que había hecho? Sedujo sin querer a su mejor amigo y el precio a pagar por aquel desastre era no volver a verlo. No era justo.
Necesitaba encararlo, mirarlo a los ojos y dejar de sentir esa culpa atroz que la empezaba a atacar. Silver estaba sufriendo por ella, esa era la verdad a la que tanto miedo le tenía su razonamiento. Necesitaba engañarse con una mentira si hacía falta.
Y así es como empezó a buscarlo para reparar aunque sea un poco de lo que quedaba de confianza entre ellos.
Lo que no recordó es que él no usaba teléfono móvil. No podía utilizar la técnica de llamarlo insistentemente hasta que le respondiera gracias a ese inconveniente.
Se comunicó entonces con Crys y Gold, pero no supieron dar una referencia de su paradero. Si ellos no lo sabían, era inútil llamar a alguien más. Lo que quería era alejarse de ella, por eso tendría que ir a un lugar donde nunca iría Blue.
Y el único sitio que concordaba con esta suposición era el famoso Monte Moon.
Llena de sentimientos encontrados, recordó la vez que le mencionó a Silver su terror a aquel lugar, sobre todo a su cima. Era como un miedo vacío hacia los escarpados terreros de altura.
Y de nuevo las memorias se abalanzaban como dardos ¿desde cuando estaba dañándolo tanto? ¿Cuándo empezó a interpretarlo mal todo?
Un paraje tan incomparable con la realidad, aunque algo sobrio. Justo como el chico que buscaba y que halló sentado al borde de unas rocas mirando la nada del cielo y los algodones blancos amorfos.

—¡Silver! —gritó cuando divisó ese inconfundible cabello rojizo.
Él volteó desencajado, pero luego adaptó su expresión a algo más irónico.
Sus ojos encajaron con los de ella.

—Qué sorpresas Blue ¿Algo especial que te traiga por aquí?
Hablaba por la herida. Pero tenía la voluntad de pasar la página de una vez por todas, ese era el plan principal. Aquel plan que no se podía llevar a cabo teniéndola cerca.

—¡¿Cómo que qué me trae por aquí?! ¡He estado buscándote!
Reclamó como si hubiera algo que reclamar.

—Ah, solo eso. Pues, estoy aquí.

—Entonces, no te importará decirme si lo de... lo de la carta es verdad.
¿Para qué lo fue a buscar si aquel mensaje lo decía todo? Silver se desnudó en simples enunciados que actuaron de interfaz para eliminar para siempre un contacto que solo clavaba espinas para uno de los lados.

—Me tomé la paciencia de escribir todo lo que he guardado por años y aún así dudas de mí.

—Silv...

—Blue, yo te amo. Pero no quiero tu lástima, no quiero que me busques para solo querer obtener de mí una negación. Además —sonrió de repente— tú amas a Green ¿verdad?
Se escuchó silencio. El chico perdía su mirada en el infinito mientras ella trataba de retirarse con cuidado las lanzas que acababan de atravesarle la existencia.

—Silver...
Se puso de pie y la miró. Tan bella como siempre. Una belleza inalcanzable para él. Siempre sería así, siempre terminaría arrastrando su pena.

—Blue... ¿Te suicidarías conmigo?
La frase más desencajada que podría existir para un momento como aquel. Era de mal gusto que jugará así.
Sin embargo no era un juego. Para mala suerte, Blue lo descubrió demasiado tarde.
Una risilla y un "lo sabía" se arrojaron junto al chico de los guantes negros. Acompañando la escena iba una chica con iluminados ojos azules gritando a todo pulmón el nombre de su casi-hermano y una de las únicas personas que la entendía por completo.
El cuerpo caía destrozándose contra las rocas hasta que se perdió vista en su descenso.
Las lágrimas fluyeron a más no poder. Tan solo unos segundos en el tiempo bastaría para evitar tal fatalidad, segundos que no se podían recuperar nunca más. Al igual que la voz de Silver.
Blue nunca pudo reponerse de aquel trauma. Ver cómo aquella persona que hace poco te declaró su amor tirarse por un escarpado es lo peor que le pudo pasar. Lo que le quedó de fuerzas las usó para culpar a Green. No tenía un buen sustento, solo quería escapar del mundo de esa manera. Y pese a todo a él le dolía verla así.
Un engaño para evitar que la realidad la tragara. Para creer que las cosas con aquel chico tímido pero con una gran fortaleza pudieron ser diferentes.
Nunca hubiera podido ver a Silver con los ojos con los que él la veía, mas tampoco quería que pasara lo que pasó. No quería que todo acabase de esa fatal forma.
Quizá hubiese preferido suicidarse con él.

Emmm gracias por leer esta historia y disculpen mi desapareción

PD: quiero agradecer a jime que me ayudo mucho en la correción de ortografia