No sé que va a salir de esto, pero pienso continuarlo y van a acabar juntos. Con el tiempo.
- Gira la cabeza hacia la izquierda y levanta el brazo. Un poco más alto. Así. Bien. No te muevas.
Will se quedó quieto, mientras que Hannibal hacía un boceto. Tragó saliva. No era la primera vez que posaba para aquel artista, pero si era la primera vez que lo hacía de aquella manera. Desnudo, con una corona de laurel en la cabeza, sintiendo la mirada penetrante del otro hombre meterse dentro de su cuerpo, mirando debajado de su piel. Respiró hondo. Necesitas el dinero, Will. se recordó así mismo. Sí, necesitas el dinero y él no es como otros. No te mira con lujuria.
No, no lo miraba así. Lo miraba con la curiosidad de alguien que nunca había visto solo al modelo, a la estatua humana que adoptaba la pose que él quisiera; sino que en vez de eso, podía ver a la persona. El moreno no sabía que pensar al respecto. Volvió a respirar hondo y suspiró.
- ¿Te encuentras bien?- preguntó el otro, levantando la vista de su cuaderno para mirarle directamente a los ojos.- No paras de tragar saliva y respirar hondo. ¿Ocurre algo?
Mierda. No me mires fijamente a los ojos. No. Joder. pensó. Rompió el contacto visual y pensó en negar con la cabeza hasta que recordó que estaba posando.
- Estoy bien.- contestó de manera seca. Pudo ver cómo el dibujante levantaba una ceja, escéptico. Sin embargo, no dijo nada y volvió su atención al dibujo. Pasaron un rato en silencio, hasta que Hannibal abrió la boca para decir algo, pero el estómago de Will se adelantó, gruñendo por no haber almorzado aquel día. El de ojos azules se sonrojó un poco y una sonrisa apareció en los labios del artista.
- Ya he terminado, puedes vestirte.
Will asintió y bajó del taburete en el que estaba. Movió el cuello lentamente para desentumecerlo y buscó con la mirada su mochila. Cuando la encontró, la cogió y dirigió su mirada al otro, que le observaba detenidamente.
- Eh... ¿Te importa?- preguntó, señalando con la cabeza su mochila, mientras sus mejillas se coloreaban un poco.
- ¡Oh! Por supuesto, perdona.- sonrió y apartó la mirada. Ninguno de los dos entendía a qué había venido aquel arrebato de vergüenza y Will suspiró. Es porque estoy cansado. Solo es eso. se dijo. Terminó de vestirse y se acercó al de cabello rubio.
- Aquí tienes.- Hannibal le dio el dinero acordado por el trabajo. El americano lo contó rápidamente y procedió a salir del estudio, con su estómago aún rugiendo, pero antes de llegar a abrir la puerta, la voz del otro resonó tras él.
- Si quieres, puedo invitarte a cenar.
Will giró la cabeza.
- No hace falta, pero gracias por el ofrecimiento. No quiero molestar.
Hannibal negó con la cabeza.
- No es molestia, William. Considéralo un extra por el hecho de que el modelaje no haya sido como los otros.
La idea daba vueltas en la cabeza del moreno. Comida gratis. Siendo un universitario sin ingresos la comida gratis siempre era bien recibida. Eso tenía bastantes pros. Además, viendo cómo vestía el pintor, seguramente sería comida de una calidad decente. Estaba decidido, entonces.
- De acuerdo. ¿A dónde vamos?
En la boca de Hannibal apareció una sonrisa victoriosa.
