"Ino, ¿sabes por qué suelo sonreír y no reaccionar por lo que dicen las personas?", me preguntó, y yo moví mi cabeza hacia los lados como respuesta, "Porque la mejor forma de enfrentar los problemas es con una sonrisa y un corazón contento" me respondió con una enorme sonrisa en sus labios. Y en ese momento supe que quería mantener su cara sonriente para siempre, la sonrisa de la chica que me hizo creer en el amor a primera vista.
Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad exclusiva de Kishimoto Masashi.
Capítulo 1
"Muy bien, hoy es el día" dije mientras me preparaba para ir a la preparatoria, pero no era un día cualquiera, ese día finalmente comenzaba mi último año. A partir de hoy, aprovecharía todos los días para prepararme y finalmente entrar a la universidad. Sabía que sería más duro de lo normal, pero mi sueño era estudiar psicología y haría todo en mi poder por lograrlo.
"Ino cariño, apresúrate si quieres desayunar antes de ir a la escuela" escuché a mi madre decir desde la cocina, "En seguida voy" le respondí.
Rápidamente terminé de arreglar mi cabello en una coleta alta, afiné los últimos detalles de mi uniforme y zapatos para finalmente tomar mis cosas, asegurándome de no olvidar nada. Después de todo, era un día que marcaría mi último año de preparatoria.
Finalmente me encaminé a la cocina y me encontré con mi madre, Aiko, de cabello castaño claro y unos ojos azules que cautivan a cualquiera. Mientras ella terminaba de servir el desayuno, veo a un hombre de cabello rubio un poco más oscuro que el mío y ojos verdes sentarse en la mesa, mi padre Inoichi.
"Buenos días" finalmente le dije a ambos, quienes con una cálida sonrisa me miraron y respondieron "Buenos días princesa". Sonreí ante su respuesta, con mis padres no importa la edad, ellos siempre me verán como su pequeña y única princesa, lo cuál me hace realmente feliz.
No diré que somos una familia del todo acomodada o estable económicamente, sería una mentira, pero tampoco luchamos día a día solamente por sobrevivir. Lo que sí es muy cierto, es que el hecho de que a veces nos hicieran falta cosas nunca fue un obstáculo para que fuésemos felices juntos, pues siempre buscábamos y encontrábamos la manera de salir adelante, en ocasiones lo logramos y en otras no, pero eso sólo nos unía y hacía más fuertes como familia.
"¿Está listo el desayuno?" pregunté con una sonrisa en mi rostro. "Llegas justo a tiempo, toma asiento princesa" escuché a mi madre responder mientras yo asentía y tomaba el lugar que estaba al lado de mi padre. "¿Ya lista para tu primer día?" preguntó mi padre, a lo cuál yo respondí con un claro y seguro sí. Él me sonrió y asintió en forma de aprobación y satisfecho con mi respuesta.
Mis padres… algo que he adquirido de ellos son sus valores, ellos me enseñaron constantemente que la vida es dura, para unos más que otros, por lo tanto debemos siempre buscar alternativas y no rendirnos jamás, ellos acostumbraban a decir que la perseverancia y determinación siempre serían factores clave para tener éxito en algo, y esas creencias eran algo que yo misma había comprobado con el tiempo. Había sido gracias a ellos que llegué a formarme como una persona capaz de valerme por mí misma, alguien que cuidaría de sus amigos y personas queridas, alguien segura de sí y que no se rendiría ante las adversidades.
No noté mi distracción hasta que mi madre colocó mi desayuno en frente de mí, quien inmediatamente notando mi mirada distante me preguntó "¿Estás bien querida?, pareces un poco distraída de repente". Rápidamente reaccioné y le respondí, "Claro que estoy bien mamá, es sólo que me puse a pensar en algunas cosas, es todo". Ella dudó por un par de segundos, pero finalmente me dio una sonrisa y pude ver en sus ojos desaparecer toda preocupación que mostraban hace un momento.
"Muy bien, será mejor que desayunes pronto para poder partir a la escuela. Después de todo, no queremos que llegues tarde, ¿no es así princesa?" dijo mi padre después de un momento. "Tienes razón papá, será mejor que me apresure", respondí mientras terminaba mi desayuno.
Una vez que terminé de desayunar, tomé mis cosas y me despedí de mis padres con un beso en la mejilla y deseándoles un muy bien día. Ahora sí, mi día daba comienzo.
Llegué a la escuela con tiempo de sobra antes de la primer clase, así que aproveché y tomé mi tiempo para ir a mi casillero y aligerar un poco mi mochila, al final llevando conmigo sólo lo necesario para mi primer clase.
"¡Hey Ino!", escuché a alguien gritar, y aunque no era necesario que volteara a ver de quién se trataba, dirigí mi mirada hacia la persona que hacía un momento me llamó. Y en tan sólo un segundo, justo delante de mí se encontraba mi mejor amiga, Tenten, sus ojos castaño oscuro al igual que su cabello fijos en mí, ella era de mi misma estatura, así que no había problema para encontrar nuestras miradas. Ella vivía solamente con su madre, nunca conoció a su padre.
"Hola Tenten. ¿Preparada para comenzar el día?", le pregunté, "Pero por supuesto que lo estoy", ella exclamó con entusiasmo, lo cuál me sorprendió porque no era costumbre que ella se encontrara ansiosa por tomar las lecciones.
"Aunque en realidad yo sólo estoy emocionada por ver a los demás y no por tomar mis clases como alguien a quien tengo frente a mí", ella rápidamente murmuró, y yo bufé ante su comentario, pero casi inmediatamente solté una pequeña risa, ésa es la Tenten que conozco.
"Si bueno, di lo que quieras. Me gusta estudiar" respondí. Ella sólo rodó sus ojos en señal de comprensión y dijo "Sí lo sé, no por nada llegarás a ser una gran psicóloga algún día, ¿cierto?", yo sólo sonreí ampliamente y asentí en agradecimiento.
"Hey, ¿escuchaste los rumores?, dicen que los nietos de Haruno Kiyoshi estudiarán la preparatoria aquí", escuchamos a un estudiante decir, "Mmm, Haruno, ¿dónde he escuchado ese…?, ¡espera!, no te refieres a los Haruno que son dueños de prácticamente todos los hospitales aquí en Konoha ¿cierto?, no creo que sea posible. Con el dinero que tienen, no mandarían a los miembros de su familia a una escuela pública" inmediatamente respondió alguien más, lo cuál captó totalmente mi atención.
"¿Y por qué no?, el que sea pública no quiere decir que sea mala" escuché a alguien responder, y no pude evitar mas que estar de acuerdo, el hecho de que nosotros estudiáramos en una preparatoria pública no nos hacía menos que aquellos que asistían a escuelas privadas, sin embargo, lo que más llamó mi atención en ese momento fue el hecho de que mencionaran a la familia Haruno, porque francamente, todos en Konoha tenían que conocer a esa familia debido a su larga historia y trascendencia en la medicina, y por la gran cantidad de médicos habilidosos y excepcionales que surgían de ella.
"¿Haruno Kiyoshi, y ése quien es?", no pude evitar golpear mi frente con la palma de mi mano ante tal pregunta de Tenten, claro, sólo ella en toda Konoha podría ser así de despistada.
"Tenten, Haruno Kiyoshi es nada más y nada menos que el actual director general de los hospitales que llevan el mismo nombre de su familia, y que se encuentran en cada rincón o calle de Konoha, ¿de verdad no sabes quién es?", yo le pregunté con una secreta esperanza de que ella me respondiera con un sí, sin embargo, la mirada confusa que me dirigió fue más que suficiente para confirmar mi más grande temor en ese momento, era oficial, Tenten no sabía de los Haruno.
Soltando un suspiro y pensando en una forma de aclarar un poco la confusión de Tenten finalmente le dije, "Verás Tenten, los Haruno son una familia muy conocida en muchas partes alrededor del mundo por sus grandes aportaciones a la medicina y porque con el paso de los años han logrado establecer sus propios hospitales empezando desde su lugar de origen, es decir aquí en Konoha. La persona que comenzó a abrir los hospitales y hacer conocer su nombre de familia fue el bisabuelo de Haruno Kiyoshi, el director general hoy en día como ya te había dicho, y fue desde ese entonces que el legado familiar se ha pasado de generación en generación de padre a hijo, sin embargo, muchos dicen que ahora no ha sido así, y que Haruno Kiyoshi ha decidido dejar su puesto a uno de sus nietos, aunque no estoy segura de que eso sea verdad", finalicé de comentarle a Tenten y un poco pensativa acerca de si los rumores, tanto de los nietos que vendrían a estudiar aquí como de aquél nieto que recibirá toda la herencia, eran verdad.
"Oh, ¿de verdad?, nunca pensé que una familia pudiese llegar a ser así de poderosa y famosa, y menos aquí en Konoha", escuché a mi mejor amiga decir y dirigí mi mirada hacia ella, cuando repentinamente volvió a hablar, "Espera, si conoces tanto acerca de ellos, ¿cómo es que no sabes si los rumores son verdad o no?", cuestionó ella, lo que me tuvo pensando un momento hasta que encontré una respuesta concreta, "Bueno, ellos se fueron de Konoha poco después del nacimiento del segundo nieto de Kiyoshi – san diciendo ante la prensa nacional que había surgido una nueva oportunidad de negocios en el extranjero, y se ausentarían por un tiempo. O al menos eso me dijeron mis padres, después de todo, nosotras apenas teníamos dos años en ese entonces" finalicé bajando la mirada un poco en forma de pensamiento.
"Mmm, ya veo. Entonces sólo hay que esperar a ver si los rumores son verdaderos o no, ¿cierto?", levanté mi cabeza y ahora fue mi turno de dirigirle una mirada de confusión a Tenten, ojos cafés chocaron contra ojos azules, sorprendiéndome un poco al ver una sonrisa de medio lado en su rostro, sólo logrando incrementar la intensidad de mi mirada y con la esperanza de que continuara hablando.
Al notar la intriga que emanaba de mis ojos, ella soltó un suspiro y rió un poco, y finalmente despejando mi duda dijo "Bueno es bastante simple en realidad, si los rumores de los nietos estudiando aquí son ciertos, sólo hay que esperar a que pase el día. Si es verdad, en algún momento los veremos pasar por los pasillos, en la cafetería, afuera del edificio, o incluso en los baños. Vamos, hay muchos lugares donde podríamos verlos", dijo Tenten.
Yo respondí "Si, tienes toda la razón", sin embargo, notando que hacía falta algo le pregunté "Oye, ¿y qué hay del rumor sobre la herencia de la familia?, ¿cómo sabremos si es verdadero o falso?.
"Bueno, todo en su momento, esa parte ya vendrá después" me respondió, y con una nueva confusión haciendo presencia le pregunté, "¿Y ahora qué quieres decir con eso?. Ella soltó una ruidosa carcajada y yo fruncí el ceño. Notando mi descontento, rápidamente dejó de reírse y se tranquilizó, "Vamos relájate, no te molestes. Es sólo que tu cara de confusión fue muy chistosa" me dijo con una voz más neutra.
"Verás Ino, para resolver la otra duda en cuestión, la única forma para saber si es verdad o no es preguntar a la persona directamente. Lo cuál harás tú tan pronto te hagas amiga de los nietos Haruno, y luego claro me presentarás ante ellos como tu mejor amiga que soy, y listo, todo resuelto" terminó por decir ella con una gran sonrisa y su dedo pulgar arriba en señal de victoria.
Y fue entonces que noté lo que me acababa de decir… "Espera ¿¡qué!?, ¿yo hacerme su amiga así nada más?, si cómo no", exclamé con notorio sarcasmo en mi voz. Tenten me miró y preguntó "¿Por qué reaccionas así?, sólo se trata de presentarte y ya, no es gran cosa".
Titubeé un poco ante la repentina declaración y bajé la mirada apenada, "Bueno, es verdad que presentarse no es la gran cosa, pero ellos son personas de otro nivel, o bueno. No sé bien cómo expresarlo, pero no puedo evitar sentirme nerviosa ante la idea de conversar con personas como ellos, hablarles directamente, no lo sé, no me sentiría segura o cómoda creo yo" exclamé. Yo suelo ser una persona segura de mí misma, sin embargo, me fue inevitable que el nerviosismo se apoderara de mí ante el comentario de Tenten, supongo que se debido al status que esa familia posee.
No me mal interpreten, estoy realmente agradecida con mis padres por todo lo que me han dado, y por supuesto que no me siento apenada por mi status económico, pero al pensar en ellos, no lo sé..
Me sentí pequeña.
No estaba segura a qué se debían esos pensamientos, pero al final opté por el hecho de que nunca en mi vida he tenido la oportunidad de tratar con miembros de una familia de ese tipo, y así lo dejé.
Reaccionando ante el repentino silencio, levanté mi mirada ante una Tenten aguantando las ganas de reírse, seguramente por lo que acabo de expresar. Olvidando mi repentina timidez y vergüenza, fruncí el ceño ante el terrible intento de simular de mi amiga, quien al ver mi expresión, finalmente cedió ante la incontrolable risa.
"Oh mi querida Ino, de verdad que a veces no sé que hacer contigo, me matas de risa" dijo. "¡Basta Tenten!, lo digo en serio, deja de reírte" le pedí un poco molesta ante su reacción.
Calmándose poco a poco y retomando su postura, Tenten me miró a los ojos y con una nueva seriedad dijo "Mi querida amiga, sólo son personas, así como tú y yo, no hay necesidad de actuar diferente o cohibirnos frente a personas como ellos. Sólo sé tu misma, ¡recuérdalo!".
Mis ojos se agrandaron de sorpresa ante las palabras que acababa de escuchar, Tenten tiene razón, todos somos humanos, no había razón para sentirme insegura. Rápidamente retomando mi confianza y con una sonrisa en el rostro digo "Gracias Tenten", a lo cuál recibí una sonrisa de vuelta.
De repente, en el pasillo se comenzaron a escuchar murmullos "¿Entonces es verdad?", "¡Que emoción!", "Blah, seguramente son un par de presumidos", "Lo que faltaba, niños adinerados en la escuela", "Ya quiero conocerlos, seguramente son muy amables", "Son una familia de médicos, seriedad y frialdad deben ser lo que irradian de esas personas", muchos estudiantes comentaban alrededor, Tenten volteó a verme con la misma intriga que yo la veía a ella.
Al parecer, uno de los rumores fue rápidamente confirmado.
"¡Allí vienen!" alguien finalmente gritó, automáticamente llamando la atención de todos los alumnos presentes. Tenten y yo repentinamente volteamos hacia la puerta principal de la escuela. Con nueva curiosidad respecto a cómo serían los nuevos estudiantes.
La primer persona que logré visualizar fue un muchacho, de tez clara, cabello rubio y ojos verde oscuro, seguramente era el menor de los nietos, pues a pesar de aparentar tener la misma altura que yo, aún poseía ciertos rasgos similares a las de un niño. Mientras caminaba por el pasillo, llevaba una sonrisa de lado en su rostro, y sus ojos reflejaban entusiasmo, él parecía ser una persona muy amable. Tenía que admitirlo, incluso ahora ya era apuesto, seguramente al crecer se convertiría en un imán para las chicas, y creo que eso es mucho decir de alguien que no se siente atraída precisamente por el sexo opuesto.
En un instante, su semblante sereno y tranquilo cambió a uno de desconcierto, y su sonrisa se desvaneció mientras volteaba a su espalda. Su mirada se movía continuamente, al parecer en búsqueda de una persona quien suponía debía estar siguiéndolo, al menos hasta hace un momento. Y justo cuando parecía dispuesto a salir nuevamente en busca de esa persona y yo juraba haber visto a alguien de cabello rosa en la puerta principal listo para entrar, lo inevitable pasó… "¡Kyaaaa!", muchas estudiantes comenzaron a gritar emocionadas por el apuesto alumno nuevo en la escuela.
Yo rodé los ojos ante la infantil reacción. Típico de las chicas reaccionar así. Agradezco a Kami – sama cada día por no hacerme así.
"¡Pero qué rayos!, es como si nunca hubieran visto a un estudiante nuevo… y guapo" bufó mi mejor amiga con un ligero sonrojo en las mejillas y mirando de reojo al centro de atención en ese instante, yo reí ante el acto. Aún cuando Tenten actúe indiferente, yo sé cuando se siente atraída por alguien y éste era el caso. Pero conociendo a mi amiga, seguramente se le olvidaría pronto.
Mientras las estudiantes alocadas aún estaban alrededor el chico rubio ojiverde, se escuchó cómo la puerta principal volvió a abrirse, sin embargo no pude visualizar a la persona que ahora hacía acto de presencia, las estudiantes que sofocaban al chico no me dejaban ver.
Repentinamente, una dulce y amable voz se escuchó entre la multitud, inclusive podría decir que angelical, al menos para mí.
"Vamos chicas, un poco de espacio por favor. No quisiera ver a mi otouto avergonzado tan temprano. Verán, puede que no lo parezca, pero tiende a ponerse muy nervioso cuando es el centro de atención", dijo aquella hermosa voz.
"Oi onee – chan. No digas esas cosas", exclamó el chico.
"Jaja, lo siento otouto, no pude resistirme", respondió rápidamente, haciéndome sonrojar debido a su melodiosa risa. "Ahora chicas y chicos, otouto y yo necesitamos ver algunas cosas antes de clase. ¿Si nos disculpan…?", la aún misteriosa voz pidió ahora a tanto hombres como mujeres. Al parecer ella, al igual que su hermano captó mucho la atención de los alumnos alrededor.
Poco a poco la multitud fue disminuyendo y aún quedaron algunos alumnos alrededor, pero eso no impidió que finalmente posara mi orbes azules ante aquella persona que con tan sólo escuchar su voz deseaba conocer tanto.
En el momento en que la vi, mi corazón se aceleró.
Ante mis ojos, se encontraba una chica de tez clara, alrededor de mi misma edad y altura, con un cuerpo que haría voltear a cualquiera, de cabello largo hasta la espalda baja y rosa, pero lo que más llamó mi atención…
Sus ojos.
Orbes verde esmeralda que reflejaban calidez y carisma. Brillaban tanto que hubiese sido posible que esos orbes alcanzaran lo más profundo de tu alma.
Mientras ellos se alejaban, yo seguía observando absorta a tan hermosa chica que ni siquiera noté cuando Tenten me habló.
"Oi Ino, tierra a Ino. ¿Acaso no me oíste?, se nos hace tarde para clases. Pensé que estabas emocionada por llegar" escuché decir a la chica que me había hecho compañía todo este tiempo, finalmente sacándome de mi trance.
"Oh lo siento Tenten, me perdí por un instante" le dije apenada, a lo que ella soltó una pequeña risa, "No te preocupes Ino, está bien" me dijo con una sonrisa, lo cuál agradecí.
"¿Te veo durante el descanso entonces?, pregunté con una sonrisa de lado. Ambas asistimos a la misma escuela, pero desafortunadamente nuestros horarios son totalmente diferentes, principalmente por algunas clases avanzadas que estaré tomando este año. Oh bueno, aún tenemos el tiempo de descanso para vernos.
"¡Claro que sí bebé!, no tienes que preguntarlo" me respondió, y no pude evitar rodar los ojos ante su apodo que en ocasiones me llamaba. Finalmente asentí a mi mejor amiga y me apresuré al aula de clases.
Mis pensamientos se dirigieron nuevamente a quien hace un momento aceleró considerablemente los latidas de mi corazón. Inconscientemente una sonrisa llegó a mi rostro. Tal vez la sugerencia de Tenten no era tan mala. Tenía que conocerla. Deseaba conocerla.
No podría esperar a verla de nuevo.
