Quince cosas que hace un hombre cuando ama a otro hombre



Capítulo I: Acciones I-III



Maleysin
~~^_^~~
*Keep smiling*



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De Sócrates se cuenta que una vez se quedó parado delante de un puesto donde había un montón de artículos expuestos. Al final, exclamó:


"¡Cuantas cosas que no me hacen falta!"


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1. Sabe cómo hacerte sonreír cuando estás triste.


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Yamato se sienta pesadamente en la banca del parque en el que Taichi y él iban caminando. El día parecía lo suficientemente inofensivo como para suponer que todos andarían contentos por y con la vida. Claro que suponer eso de un rubio con la cara roja de enojo, las manos tapándose los ojos en frustración, el cabello despeinado de tantas veces que se lo ha jalado en desesperación, y la postura de haber sido vencido por un boxeador, es suponer que Britney Spears aún es virgen.


-¡Esto apesta! –exclama moviendo la cabeza negativamente.


Taichi lo mira con ojos suaves y coloca su mano contra la espalda de rubio, moviéndola en pequeños círculos, tratando de aliviar a Yamato.


-Yamato no es para tanto…


Yamato se sienta derecho y voltea a ver a Taichi con cara de ¡¿Estás loco?!


-¡¿No es para tanto?! –Grita exasperado, haciendo que Taichi remueva su mano -¡¿No es para tanto?! ¿Cómo no va a ser para tanto? Taichi, vi a mi hermano teniendo...


Yamato se detiene, sus cejas se juntan y expresa puro horror al pensar en su pequeño hermano Takeru, tan inocente, joven e inexperto, haciendo… ¡Le daba miedo aún decirlo!


-Yama, yo creo que es algo natural, ¡nosotros también lo hacemos! –Bajó la voz y murmuró –Y mucho…


-¡Pero con nosotros es diferente!


-Yo no creo eso, Yama. Takeru ya tiene 17 años, y sabe lo que hace.


Yamato baja la mirada y recuesta su cabeza en el hombro de Taichi, dejando sus costados presionados juntos.


-Lo sé, es que… -cierra los ojos tristemente- Estoy tan acostumbrado a cuidar de el que, de repente ver que ya ha crecido es tan frustrante…


-Yamato, ¡anímate! Todavía tienes a alguien quien cuidar.


Yamato voltea a verlo con los ojos brillando, a lo que Taichi le responde sonriéndole ampliamente.


-¡A mi! ¡Yama, me puedes cuidar a mí!


-¡Taichi, pero tu ya estás grande! –dice riendo.


-Eso no quiere decir que no necesito que me cuiden.


Yamato voltea hacia debajo de nuevo, no tomando muy en serio la propuesta de su novio. Taichi toma su mano, se la lleva a los labios y le deja un pequeño beso.


-¿Te acuerdas de aquella vez hace mucho tiempo, cuando un ave malvada dejó caer sus necesidades sobre mi cabello?


Yamato volteó hacia Taichi de nuevo, sonriendo gustosamente (obviamente recordando el accidente con el "ave malvada").


-Taichi, eso no fue hace mucho tiempo, ¡fue anteayer!


-Anteayer, el mes pasado o hace dos años, todo es lo mismo –dijo moviendo su otra mano en un gesto de "no importa"- Lo importante aquí es, lo que tú hiciste para salvarme.


-Lo único que hice fue lavarte el cabello cuando llegamos a casa –dijo frunciendo levemente.


-¡Exacto! –Dijo emocionado- ¡Yama, si no hubiera sido por ti, aún tendría esa cosa del infierno pegada a mi hermosa cabellera!


Yamato se soltó riendo, negando con la cabeza. Taichi sonrió satisfecho de haber alegrado a su mejor amigo.


-Yamato… -lo llamó con voz seria.


-¿Qué? –le preguntó divertido.


Taichi cambia su voz y pone un look suave, tratando de parecerse a Enrique Iglesias.


-¿Quieres ser mi héroe?



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2. Va por detrás de ti y pone sus brazos a tu alrededor.


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Taichi y Yamato se encontraban a las afueras del gimnasio de su escuela, haciendo fila para poder entrar al partido de basketball que se llevaba a cabo dentro. Takeru, capitán del equipo del distrito de Odaiba, se enfrentaba contra el equipo de Tamachi.


Siendo la final, estaba repleto de gente. Sintiéndose siendo empujados para enfrente, Taichi pone cara de hombre fuerte y valiente y se para detrás de Yamato en la línea, con el único propósito de protegerlo contra aquella masa de gente que trataba de aplastarlos.


Yamato voltea a ver a Taichi y lo toma del brazo, intentando ponerlo a su lado. Al notar que el moreno no se movía, lo miró con una ceja arqueada.


-Taichi, ¿qué haces? ¿Por qué te paras ahí?


Taichi frunce el ceño y mira al rubio decidido.


-No dejaré que te aplasten, Yamato.


El Ishida comenzaba a sonreír cuando vio a Taichi balancearse hacia al frente, quien para mantener el equilibrio tuvo que tomar los hombros de Yamato, quien a su vez colocó sus manos fuertemente en los antebrazos del moreno.


Con semblante molesto, Taichi voltea hacia atrás, dispuesto a empezar a repartir golpes cuando ve un rostro familiar sonriéndole traviesamente.


-¡Taichi, ¿cómo estás?!


Taichi lo ve con los ojos entrecerrados.


-Tienes suerte de que estamos en un lugar público o ya te hubiera roto la nariz, Daisuke.


Daisuke sólo ríe.


-Vamos Taichi, me quieres demasiado como para hacerme cualquier tipo de daño.


Taichi se encoge de hombros, y Yamato aparece a su lado, sonriéndole a Daisuke en forma de saludo, quien le saluda de vuelta.


-¿Y qué haces aquí Daisuke?


-A ver basketball, obviamente –le dijo Yamato a Taichi.


Taichi le saca la lengua a Yamato, quien le contesta con una mueca de disgusto.


-A lo que me refería –dijo viendo a Yamato, -¿A quién vienes a apoyar?


Daisuke estaba a punto de responder, cuando ve que Ken se dirige hacia ellos. Motomiya le saluda fervientemente, y al momento en que su novio llegó con él, deslizó su brazo por su cintura y le sonrió a Taichi.


-A Tamachi, por supuesto –dijo orgulloso.


Taichi mira el brazo de Daisuke y entra en modo de: "mírame yo tengo el mejor novio del mundo", así que entre cierra los ojos y toma la mano de Yamato.


-Pueden hacer fila con nosotros, así entramos juntos y más rápido –le dijo Yamato amablemente a la otra pareja, no notando la acción de Taichi.


Ya todos juntos y avanzando lentamente, Taichi se dio cuenta de que Daisuke no notaba que el y Yamato tenían las manos juntas. Yagami en cambio, vio a Ken inclinarse ligeramente contra Daisuke.


Apretando los labios, se movió para pararse detrás de Yamato de nuevo, deslizando sus brazos alrededor de la cintura de su novio, y agachándose para besar su mejilla fuertemente, queriendo llamar la atención de la otra pareja.


-¿Qué haces Taichi? –le pregunta Yamato, volteando su cabeza para verlo.


-¿No puedo abrazarte para demostrarte cuanto te quiero? –dijo en voz alta.


Yamato no dice nada, frunce un poco y se voltea de nuevo. Taichi mira de reojo hacia los otros, y se da cuenta de que ni siquiera notaron su comentario de amor, así que abraza al rubio más fuerte, comenzando a besar ruidosamente su cuello.


-¡Taichi déjame! –grita exasperado, luchando por liberarse del abrazo del moreno.


El Yagami se da cuenta de que ahora s contaba con la atención de Daisuke y Ken (además de la mayoría de los presentes) y sonriendo ligeramente, volteó a Yamato para tenerlo frente a el, y procedió a besarlo como si el mundo fuera a acabarse.


Yamato se resistió al principio, moviendo su cabeza de lado a lado, y tratando de empujar a Taichi con sus manos, pero el abrazo de su novio parecía de acero, así que se resignó y colocó sus brazos alrededor del cuello del moreno.


Viendo la escena con una pequeña sonrisa de asombro y/o ternura, Ken sintió el brazo en su cintura apretarse. Despegó su vista de sus amigos y miró a Daisuke. Su sonrisa desapareció cuando sintió labios fuertemente presionados contra los suyos.


Suspirando en resignación (al igual que Yamato), dejó que Daisuke lo besara, ruborizándose instantáneamente (al igual que Yamato) cuando recordó la cantidad de gente que los veía, asombrados por las parejas que trataban de superarse una a la otra.


Taichi terminó el beso y sonrió al ver el rostro de su novio, con las mejillas ardiendo, los ojos cerrados y el cabello un poco despeinado. Sin embargo, cuando vio a su lado, y se encontró a sus ahora "rivales" besándose apasionadamente, fue hacia ellos y los separó bruscamente.


-¡Yamato y yo somos los únicos que pueden hacer eso en público, ¿me entienden?!


No esperando respuesta, el moreno regresó con su Yamato y lo volvió a abrazar por detrás, escondiendo su rostro enojado en el cuello pálido.


Daisuke y Ken vieron confundidos a Taichi y a Yamato, quien seguía ruborizado.


Yamato sólo se encogió de hombros sonriendo.



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3. Trata de oler tu pelo secretamente, pero tú siempre te das cuenta.


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Taichi suspira aburrido mientras descansa su barbilla sobre su mano y mira aflojeradamente al maestro de matemáticas frente a la clase, hablando sobre inecuaciones y la mejor forma de graficarlas.


-Vamos a ver como la variable independiente afecta la forma gráfica de la función de equis en una ecuación cuadrática.


El moreno deja caer su cabeza en el escritorio y ve a su alrededor, viendo como la mayoría de sus compañeros ponían atención, y asentían con la cabeza cuando el maestro hacía alguna observación y tomaban notas en su cuaderno, con sus reglas, curvígrafos y demás sobre sus escritorios.


Taichi miró el suyo y se sintió un poco avergonzado de sólo tener fuera su cuaderno (el de inglés, porque el de matemáticas lo había olvidado), el cual se encontraba completamente en blanco, a excepción del nombre garabateado en la esquina superior derecha de la hoja.


Yamato…

ヤマト。。。


El chico se sintió sonreír inconscientemente por el simple hecho de leer ese nombre que se le hacia dulce hasta en pequeñas letras. Volteando al lugar frente a el, sus ojos automáticamente se tornaron más gentiles al ver una hermosa cabellera rubia perteneciente a un hermoso caballero rubio.


Taichi podía notar que Yamato –al igual que los demás- tomaba notas y asentía a las observaciones del maestro.


Desanimado, el moreno suspiró pesadamente. ¡Pues no era su culpa que el maestro hablara en español! (sabiendo que él es japonés). Matemáticas definitivamente no era su fuerte y ni siquiera trataría de aparentarlo, así que se recostó sobre sus brazos en el escritorio, dispuesto a una merecida siesta en la clase que tanto amaba.



Yamato tuvo un presentimiento y volteó ligeramente hacia atrás. Viendo a Taichi empezar a quedarse dormido no fue algo que le agradó mucho, ya que era siempre él quien tenía que ayudar al moreno a estudiar para los exámenes, y esas reuniones para estudiar nunca terminaban como sesión de estudio.


El rubio sonrió. No era que se estuviera quejando de la manera en que Taichi le mostraba gratitud por ayudarlo, era que el moreno terminaba reprobando o con muy bajas calificaciones, lo que resultaba en el Yagami teniendo que ir a clases particulares para poder pasar exámenes, y así poder continuar y tal vez graduarse.


Frunciendo el cejo ahora, Yamato golpeó a Taichi en la cabeza "discretamente". El moreno de inmediato reaccionó, levantándose derecho de golpe y mirando al rubio con sorpresa.


-¡Taichi pon atención! –le suspiró exasperado.


Taichi resopló y miró la cabeza de Yamato indignado.


"Si tan solo hubiera una forma de hacer esta clase menos aburrida…"


Una idea brilló en la cabeza morena y el chico sonrió maliciosamente. Todo sería más divertido si…


Taichi estiró su mano y comenzó a trazar la espalda de Yamato lentamente, con el dedo índice. Sintió con placer un escalofrío bajo su dedo, y se permitió sonreír disimuladamente. Subió después su dedo y lo deslizó hasta el cuello del rubio, jugando con la pequeña oreja ahí.


Yamato aprovechó para golpear la mano que lo molestaba y escuchó con gusto un "¡ouch!" de dolor. Aunque un simple golpe no podría hacer parar a Taichi por nada en el mundo, así que deslizó sus cinco dedos por los cabellos de oro, sólo para escuchar a su novio toser fuertemente.


-Si sigues con esto, Taichi –suspiró peligrosamente- no habrá nada para ti de… ya sabes qu


Ojos chocolate se abrieron grande en horror, y Taichi se sentó asustado correctamente, la espalda bien derecha y la mira fija al frente. Luego una pequeña sonrisa adornó sus facciones.


Taichi se recargó en sus antebrazos contra el escritorio, de manera que quedaba inclinado en un ángulo que le daba fácil acceso a Yamato debido a su cercanía. Aprovechando esto, el moreno acerca su nariz al cabello rubio e inhala profundamente, sus sentidos llenándose de esa deliciosa fragancia intoxicante que a el le gustaba llamar:


La deliciosa intoxicante fragancia que no sé que es de Yamato.


El moreno pensó en aquella vez que le había dicho a su novio el nombre que le había puesto a su olor y Yamato se soltó riendo. Nunca había entendido por qué, pero estaba seguro que era por qué Matt no lo entendía.


Cuando Taichi exhaló, dejó salir por su boca un suspiro casi inaudible. Casi significando que Yamato pudo oírlo. La respiración en su oído tensando su cuerpo en anticipación de lo que el moreno hacía que le molestaba y le gustaba tanto al mismo tiempo…


Yagami siendo la perspicaz persona que conocemos, notó la espalda tensa del muchacho frente el y sonrió victorioso, acercándose de nuevo y repitiendo la acción deliberadamente, solo que está vez, dejó salir su respiración lentamente.


Yamato trató de golpear a su novio sin suerte.


-Deja de hacer eso –suspira amenazante.


Ojos azules se cierran al sentir la respiración de Taichi en su oído, y cálidos labios rozar su oreja.


-Me encanta como huele tu cabello… -le suspiró, sus labios acariciando el lóbulo de la oreja pálida.


Yamato apretaba sus labios, tratando de no perder la paciencia y no dejar escapar un gemido.


-Sabes que odio que me huelas el cabello –le suspiró de nuevo.


Taichi sólo sonríe y vuelve a aspirar profundamente la esencia de su novio.


-Mmmhhh... –dejó escapar Taichi al exhalar, provocando un escalofrío al otro chico.


Yamato cerró los ojos y los abrió después de un segundo, volteando a ver a Taichi con extremo enojo. Miró después al frente y comenzó a recoger sus cosas.


-Maestro, ¿puedo retirarme? –preguntó con fingida cortesía.


El maestro frunció, pero lo dejó irse, hablándole a la clase de cómo la sociedad le daba demasiadas libertades a la juventud. Yamato salió sin mirar atrás, con la cara de enfado y sus pertenencias fuertemente tomadas en las manos. Así sin más, se dirigió al baño de caballeros.


No le sorprendió cuando apenas abriendo la puerta de los sanitarios, escuchó su nombre siendo llamado no muy lejos de ahí.


-Cinco, cuatro, tres, dos, uno…-contó Yamato en voz alta.


-¡Yama, tu si caminas rápido! –entró Taichi al baño sonriendo –Cualquiera diría que estabas huyendo de mi.


Yamato cruzó sus brazos frente a su pecho y miró hacia otro lado, justo cuando sintió un par de fuertes brazos en su cintura y unos cálidos labios en su cuello. Segundos después, sintió a Taichi oliendo su cabello de nuevo.


-En serio, Yamato… -dijo con voz profunda- Me encanta La deliciosa intoxicante fragancia que no sé que es de Yamato.


El rubio negó con la cabeza, pero no pudo evitar mirar a Taichi con esos grandes tiernos ojos chocolate.


Taichi le sonrió y juntó sus frentes. Los brazos pálidos subieron hasta el cuello del Yagami y un suspiro abandonó sus labios.


-Estúpido Taichi… -alcanzó a pronunciar antes de que sus labios fueran sellados por esos de aquella estúpida persona.




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¡Aloha!

¿Cómo están?

Me llegó la idea de este fic hace mucho tiempo, cuando un amigo me mandó un mail titulado originalmente "26 cosas que hace un hombre cuando ama de verdad". Me dio la idea pero pensé que eran muchas cosas, así que las corté a 15. Iba a ser un one-shot de una página por cosa, pero... Me salieron muy largos así que, ¡Aquí están!

Serán series pero todas de la misma pareja (con apariciones estelares) ¡Taito!. No están en orden cronológico ni nada, son solo tiernos momentos en su vida cotidiana. Algunos de estos momentos no coordinan muy bien con los subtítulos, pero se entiende la idea, ¿no?

Espero que les guste esta idea y como siempre, les pido review (sólo para no perder la costumbre).

De verdad que sus comentarios me mantienen aquí, si no fuera por eso... creo que me hubiera retirado desde hace mucho, y solo por eso ¡Los quiero!

¡Byes!

Maleysin
~~^_^~~

*Keep smiling*

R E V I E W