Hola a todos, soy nueva en esta pagina. Me encanta el ichiruki. Ojala que les guste esta historia salida de mi mente loca
CHICO DE OTRA DIMENSION
Los típicos días de clases, recreos, clases y salida. En ese momento me encuentro yo, la ansiada salida, realmente, me gusta el colegio pero…hoy no fue un buen día. Iba a salir del colegio cuando oí una voz llamándome, me voltee y era inoue quien venía corriendo hacia mi –vámonos juntas, kushiki-san- exclamo ella llegando a mi lado, yo sonreí levemente mientras comenzábamos a movernos. Íbamos en un gran silencio…pero era cómodo…-kushiki-san…alguna vez…te has enamorado- pregunto sin mirarme -¿eh?- exclame yo mientras le miraba nerviosa –creo…que no- dije mirando al cielo -¿y tú?- pregunte inocentemente –jiji, no- respondió inoue sonriendo nerviosamente –aun no llega- dijo un poco triste –cierto-. Seguimos caminando en silencio hasta que nuestros caminos se separaron.
Abrí la puerta de mi casa, que, como siempre, estaba vacía. Tire mi bolso al sofá y luego me tire yo –estoy repitiendo el año- susurre, maldije para mis adentros. Anteriormente yo era una de las que tenían mejores notas pero…maldición…. Cerré los ojos lentamente, cuando me estaba entregando a Morfeo sentí un leve temblor, abrí los ojos levemente mientras esperaba que se detuviera, cuando por fin lo hizo me disponía a volver a dormir cuando volvió a temblar más fuerte, me levante sorprendida, mirando a mi alrededor, sin saber que hacer fui y me puse debajo de un marco de puerta esperando a que pasara. De la nada empecé a sentir gritos –pero qué demonios-…este temblor se fue, me levante lentamente mientras miraba a mi pasillo ya que veía mucho humo, camine cuidadosamente hacia ese lugar cuando el humo se disolvió ya que un hombre salió de allí rápidamente a atacarme –ya- grite tirándome al piso esquivando el primer ataque de la espada que tenía, el miro hacia abajo y rápidamente comenzó a mover la espada para atacarme el cuello, cerré los ojos esperando lo peor pero no sentí nada, abrí los ojos y tenía la espada a centímetro del cuello, mire hacia arriba y el me miraba serio, tenía la cara tapada por un trapo cualquiera, su cuello lo rodeaba una bufanda y era muy alto, sin quitar la espada de mi cuello pregunto -¿Quién eres?-. Yo le quede mirando sorprendía –eso, eso debo preguntar yo- exclame con ironía –llegas a mi casa, me atacas con una espada al estilo samurái y más encima me preguntas quien eres- grite enfadada, el, por sus ojos pude saber que estaba sorprendido –lo, lo siento dijo quitándome la espada y guardándola. Me levante lentamente mientras que el miraba a su alrededor con curiosidad. Lo mire de reojo y vestía como una polera al cuerpo y un buzo más o menos ancho, su ropa estaba llena de cortes y manchada con sangre -¿Quién eres?- pregunte con cautela –kurosaki ichigo- respondió mirándome -¿Dónde estoy?- pregunto mirando a su alrededor –en…mi casa- respondió con ironía –ya me dijiste eso, en qué distrito- dijo el esperando mi respuesta –distrito?- pregunte –aquí no hay distritos, estamos en Tokio, Japón- dije riendo –Tokio…Japón- susurro mirando al piso -¡no me mientas! Enana, ¿Dónde estoy?-. ¿Enana?, me…acaba de llamar ¿enana? -¿Qué dijiste maldito?, ¡¿Qué tienes encontrar de las enanas? ¿eh?- grite enfadada –tu misma admitiste que eres una enana- dijo con tono de triunfante mientras se cruzaba de brazos -¡fueraaaa!- grite lanzándole cualquier cosa mientras que él lo esquivaba –pues, no pretendía quedarme- grito el mientras caminaba hacia mí para luego pasar de largo –la puerta está allí- dije apuntando al lado contrario de donde él iba –cállate, ya lo sabía- dijo volviendo a pasar por el lado mío, al darme la espalda me di cuenta que tenía un gran tajo, le iba a llamar la atención cuando comenzó un temblor –wuooo- exclamo el mientras se sujetaba de la puerta, yo me sujete de un mueble esperando a que pasara. cuando paro ese chico abrió la puerta y se comenzó a caminar, yo le mire, quería que se fuera pero esa herida…-oye, espera- grite comiéndome el orgullo, él se volteo –tu espalda…¿quieres ir a un hospital?- pregunte mientras caminaba hacia él, este me miro serio cuando se dio la vuelta –nah- dije caminando, sentí que la sangre me hervía –pues muérete- grite cerrándole la puerta en la cara, comencé a caminar para recoger las cosas que se cayeron por el temblor cuando sentí un grito, Salí rápidamente cuando vi a ichigo poniéndole una espada en el cuello a una chica, corrí hacia el para tratar de calmarlo -¿Qué demonios estás haciendo?- grite tirándolo para atrás –ella se me acerco corriendo, no tenía otra- grito explicándome, -pero es inofensiva- grite enfadada –pero- iba a reclamar cuando yo lo rodee con mis brazos y lo tire hacia atrás mientras que el trataba de darle un corte a la mujer que luego huyo. Lleve a ichigo a mi casa, cerré de un portazo –oye tú, debes ubicarte- exclame mirándolo nuevamente pero no lo vi, mire a todas partes, cuando mire el piso, él estaba tirado en el suelo, me agache a verlo y estaba inconsciente, respiraba alteradamente. Puse mi mano en su cabeza y tenía fiebre, mire hacia todos lados buscando el teléfono, cuando lo encontré comencé a marcar el número de la ambulancia cuando una mano me quito el teléfono, mire y era ichigo –¿Qué haces- pregunto mirándome –llamo a la ambulancia- dije seria –no es necesario- dijo el mientras comenzaba a sacarse el trapo que le tapaba la cara, mire atenta. Es guapísimo, oh dios, oh dios, rukia, tranquilízate –¿cómo te llamas?- pregunto soltándome la mano –kushiki rukia- dije anonada –bien rukia, te explicare lo que acabo de enterarme- dijo serio. Nos sentamos en la mesa, lo peor, es que yo tuve que llevarlo a la mesa ya que estaba mareado. Con un cuadernos comenzó a dibujar varios círculos y a ponerles números –vengo de otra dimensión- explico el sin mirarme -¿eh?- susurre yo –me estas mintiendo, ¿no?- dije sonriendo levemente, el apunto con el lápiz el cuaderno –mira, hay miles de dimensiones por las que uno va pasando cada vez que muere, esta es la primera dimensión, cuando mueres pasas a la segunda renaciendo como un bebe, pero, renaces con todos tus recuerdos, yo pertenezco a la segunda dimensión, yo ya pase por este mundo- explicaba el sin mirarme –pretendes que te crea- dije mirándolo con indiferencia –no estoy mintiendo- exclamo el serio –demuéstralo- dije seria –ehm…demostrarlo, oh, en el otro mundo tienes un arma compañera- dijo el levantando su dedo –cualquiera se puede comprar un arma y decir "mira es mi compañera"- dije con gracia –pero no pueden hacer esto- dijo parándose y alzando la mano, mire con atención como una luz rodeaba su mano hasta transformarse en una espada gigante –wuooo- exclame asustada –esta…es…uf-uf…zanguetsu, mi zampacto- dijo el mientras se sostenía de la silla -¿Cómo hiciste eso- exclame –porque vengo de otra dimensión- dijo el mientras su espada desaparecía y se sentaba –bien, te creo, pero ¿Cómo fue que 2 dimensiones se juntaron?- pregunte seria –no lo sé, pero, si dos dimensiones distintas chocan habrá desastre, ya ha pasado esto con otras dimensiones y el resultado final es…la gente de la dimensión que ocasiono la colisión muere o eso dicen- dijo el mirándome a los ojos –no puede ser- exclame levantándome –posiblemente…la que ocasiono la colisión fuimos nosotros- dijo el cerrando los ojos -¿estás bien?- pregunte –son las heridas, no te preocupes, he estado en peores- dijo el –llamare a la ambulancia- dije mientras me levantaba –detente- dijo el sosteniéndome del brazo -¿Por qué?, puedes morir sabes- exclame enfadada –moriré de todas formas pero…si llamas a la ambulancia ellos no podrán hacer nada, nuestros cuerpos, los cuerpos humanos de mi dimensión son más evolucionados que los suyos, solo necesito limpiarme las heridas y luego esperar que sanen- dijo el mientras me soltaba el brazo, suspire levemente –no pretendo molestar más tiempo- dijo el mientras se levantaba y caminaba hacia la puerta, mientras caminaba choco con un pilar –está bien, te dejare quedarte solo porque me das pena- dije mientras camine hacia él y lo sostuve hasta llegar a una habitación, él se sentó en la cama -¿Por qué me ayudas?- pregunto mirándome –no lo sé- dije dándole la espalda –oye, ¿tienes paños?- pregunto –sí, te traigo enseguida….tengo una duda, en esa dimensión que tú dices…¿Qué sucede?- pregunte mirándole con cierta tristeza –estamos en guerra- dijo el serio, me sobresalte sin querer –traigo los paños- dije saliendo de la habitación. Le pase los paños a ichigo y él me dijo que saliera, Salí y me dirigí a mi habitación, cerré la puerta y prendí la televisión y vi las noticias "atención, múltiples temblores se sintieron en Japón, la gente afirma que luego de esos temblores apareció gente extraña, si contiene información por favor llamar al número que se tiene en pantalla". Mire atenta a ese número, ¿debería llamar?. Mire hacia la puerta pensando –si llamas, posiblemente nos tratarían de conejillos de indias- dijo una voz dentro de mi cabeza, me sorprendí -¿Quién es?- pregunte mirando a todos lados –tonta, soy ichigo- dijo dentro de mi cabeza –puedes usar eso de la telepatía- exclame sorprendida –si- dijo el secamente, salí corriendo de mi habitación para donde se encontraba ichigo, abrí de golpe –es..- iba a hablar cuando lo vi sin camisa, me sorprendí, se estaba sacando como agujas del cuerpo -¿Qué te sucedió?- pregunte acercándome ignorando que él estaba rojo –es…es…es obvio, la guerra- dijo el mirando hacia otro lado –déjame ayudarte- -no- respondió el secamente –confía en mi- exclame -¿Por qué?, acabo de conocerte- exclamo el –a ver, ¿Quién presto su casa para que te quedaras?- exclame enojada, el bajo la mirada. Ahora que me doy cuenta, él tiene siempre el ceño fruncido, como enojado – a ver, déjame ayudarte- dije mientras traba de sacar una espina. Al sacársela salió sangre, agarre un paño rápidamente para taparle la herida. Estuvimos así por horas, hasta que por fin terminamos –listo- dije mientras me sacudía las manos como símbolo, no recibí respuesta de ichigo, me acerque a el –oye ichigo- dije moviéndole pero el no dijo nada, me agache para llegar a su altura y mire su cara. Estaba pálido y con los ojos medí abiertos -¡ichigo!, ¡oye ichigo!- exclame mientras lo movía pero no reacciono, es más cayo hacia atrás, reaccione a agarrarlo, le tome la temperatura y estaba ardiendo, como pude lo subí a la cama, lo tape y puse una toallita mojada en su frente, maldición, él me dijo que no llamara a la ambulancia pero el…está mal…¿Qué debería hace? –volví a chequear su temperatura, esta vez, él estaba helado –ichigo…-susurre mientras trataba de asimilar lo que sucedía, su respiración ha cesado, trate de sentir su pulso, tenia . Anonada mire a ichigo quien trataba desesperadamente de respirar -¿Qué hago? Que hago….-
Continuara
