¡Hola a todo el mundo! Sí, ya se que hace muuucho que no publico nada, pero es que estoy muy ocupada con los estudios y estoy en medio de la época de exámenes D: Meh, es caso es que otra vez yendo en coche se me ha ocurrido una idea maravillosa para escribir y aquí está un Cutters para el que le guste ;) Vuelvo a advertir que puede que tarde hasta que vuelva a publicar otro fic, así que paciencia, ya haré más fics largos :))
SP no es mío, es de Trey Parker y Matt Stone.
...
No era muy usual ver a Eric Cartman deprimido, al menos, no públicamente, pero ahora mismo estaba solo en su casa sollozando mientras veía cualquier chorrada en la televisión. ¿Por qué? Bueno, ese mimo día era su cumpleaños y en teoría ahora mismo debería estar divirtiéndose en la fiesta a la que invitó a todo el salón de clases. Como ya habréis supuesto, el problema era que no apareció nadie, Stan estaba de viaje con su familia, y ni Kyle ni el resto de las personas a las que invitó se dignaron a aparecer, excepto Kenny, quien le llevó los regalos de Stan y Kyle además del suyo, pero al ver que no había nadie más, lo único que hizo fue sentarse a tomar un trozo de tarta y marcharse con la excusa de que había quedado con su novia de esta semana. Cartman entonces se sentó en el sofá de la sala a abrir los regalos, el de Kenny era un trozo de papel que ponía: "Vale por una noche gratis con Kenny McCormick".
- "Maldito pervertido".- Pensó Cartman tirando el papel al suelo. Ya sabía que no podía esperar mucho de Kenny debido a su economía, pero a veces el rubio le sacaba de sus casillas.
Continuó con el de Stan, era un DVD de "La pasión de Cristo", esta vez lo que hizo fue dejarlo en la estantería que tenía junto a la televisión, justo al lado de la edición especial de la misma película que Stan le había comprado. Y por último abrió el regalo de Kyle, tampoco esperaba mucho de él, y efectivamente, su regalo era una lata de aumento 4000 para perder peso. Dejó la lata sobre la mesa y fue a la cocina a por el resto de la tarta, eso nos lleva a la situación actual, Cartman comía la tarta a solas (Ya que su madre había salido para que disfrutara de la fiesta) mientras sollozaba porque nadie había querido acudir. De repente, un ligero golpe se escuchó en la puerta principal, Cartman dejó la tarta a un lado y corrió a abrir la puerta lleno de emoción mientras se secaba los ojos con la manga de la chaqueta, pero al abrir se encontró con la única persona de todo el colegio a la que no había invitado a la fiesta, Butters.
Cartman lo miró despectivamente, pero el rubio mantenía su cálida sonrisa a pesar de todo.
- ¿Qué quieres marica?- Espetó secamente.
- ¡Feliz cumpleaños, Eric!- Sonrió.- Ya se que me dijiste que no podía venir a tu fiesta, pero solo he venido a traerte tu regalo.- Dijo sacando un paquete envuelto de una bolsa y entregándoselo. Cartman lo miró extrañado y aceptó el regalo.
- Gracias.- Butters se le quedó mirando como esperando a que le invitara a pasar, pero al ver que el castaño no iba a hacerlo se dispuso a marcharse.
- Bueno, ya me voy... Hasta mañana.
Cartman cerró la puerta de golpe y dejó el regalo sobre la mesa mientras volvía a sentarse en el sofá a comer, pero al darse cuenta de lo que estaba haciendo, Butters podía caerle mal, ser un bobo y un pesado con su imborrable sonrisa de idiota, pero era la única compañía que podía tener en aquellos momentos, por lo que volvió a levantarse y se dirigió a la puerta. Aún podía ver a Butters a lo lejos.
- ¡Butters!- El aludido se dio la vuelta.- Vuelve aquí.- El rubio tragó saliva al escuchar gritar al gordo pensando que había hecho algo mal y se acercó corriendo.
- ¿Qué pasa?- Dijo jadeando después de la carrera.
- ¿Quieres pasar?- Esta proposición tomó al menor por sorpresa.
- Por supuesto.- Sonrió felizmente.
Ambos entraron en la casa, estaba oscura ya que Cartman tenía todas las luces apagadas, la tarta a medio comer, el regalo de Kyle y el suyo estaban sobre la mesa y la tele estaba encendida.
- ¿Dónde están los demás?- Preguntó Butters sabiendo que Cartman celebraba una fiesta.
- No ha venido nadie.- Dijo Cartman tratando de mantener su tono neutral y no volver a llorar
- ¿Y estás bien?- Preguntó al notar que se le quebraba la voz.
- Claro, soy impresionante, ¿recuerdas?- Contestó volviendo a su típico tono fanfarrón sacándole una risita a Butters.
- ¿Vas a abrir mi regalo?- Dijo Butters sentándose a su lado en el sofá.
- Sí voy.- Cartman tomó el paquete de la mesa, le quitó el papel de envolver y al ver lo que era se quedó petrificado, pero enseguida se le iluminó la cara. El regalo de Butters era la edición para Xbox del nuevo videojuego de Terrance y Phillip
- ¿Te gusta?- Preguntó el rubio preocupado al ver que Cartman no decía nada.
- ¡Síiiiiiii!- Exclamó finalmente poniéndose de pie de un salto.- ¡Vamos a jugar ahora mismo, enciende la consola.
Butters rápidamente se levantó y el cumplió la orden, enseguida ambos se pusieron a jugar, Cartman como Phillip y Butters como Terrance en el modo multijugador, el rubio se dejaba ganar de vez en cuando para no disgustar al cumpleañero mientras este se reía y le llamaba torpe y cosas similares.
- ¡Já, te he vuelto a ganar, eres un noob Butters!- Rió Cartman después de ganar al menor por cuarta vez consecutiva mientras Butters sonreía al ver que había logrado animar a Cartman.
- Eres demasiado bueno para mí.- Se encogió de hombros el rubio.
- Lo se ¿Quieres un poco de tarta?- Ofreció el gordo.
Butters miró el gran pastel, a pesar de estar a medio comer, seguía siendo la tarta más grande y chocolateada que había visto nunca, sin duda la madre de Cartman era una de las mejores cocineras del pueblo. Tomó un trozo, estaba tan buena como parecía, Butters se puso a comer en el sofá mientras Cartman seguía jugando.
- ¿Te ha gustado mi regalo?- Preguntó Butters sin dejar de sonreír.
- ¡Claro, es mucho mejor que cualquiera de esas mierdas que me han regalado Kenny y los demás!- Respondió Cartman sin apartar la vista de la pantalla.
- Me alegra oír eso, feliz cumpleaños, Eric.- Dijo Butters a la vez que se inclinaba para darle un beso en la mejilla.
Pero justo en aquel momento, Cartman se giró hacia él, haciendo que el menor juntara los labios de ambos sin querer, fue un simple roce de labios, pero al darse cuenta de lo que pasaba Butters se separó de él pálido como un papel temiéndose lo peor mientras Cartman se ponía le observaba con la boca abierta y se ponía rojo, no se sabía si por vergüenza, furia, o ambas cosas.
Concluyamos en que al día siguiente, Butters apareció en el instituto con la nariz rota.(N/A: Seh, van al colegio en Julio porque YOLO xD) Todo el mundo le preguntaba al rubio cuál era la razón de la herida, y él mentía diciendo que se cayó por las escaleras de su casa, nadie sabía que él había estado en casa de Cartman la tarde anterior. Por otra parte Cartman trataba de evitar a Butters a toda costa, cosa que no era muy sencilla teniendo en cuenta que se sentaban juntos en la mayoría de las clases.
- Oye Eric, yo... lo siento.- Se disculpó Butters después de un rato esperando que empezara la clase.
Cartman le miró de reojo, al mirar a Butters no se arrepentía lo más mínimo de lo que había hecho, cuando aquello sucedió Cartman se sintió lo más vulnerable y repugnante del mundo, sin embargo, recuerda que fue consciente de lo que sucedía mucho antes de apartarse del rubio, y eso lo hacía sentirse aún más raro y repugnante por haber "Disfrutado", por así decirlo, aquel beso involuntario para ambos. En lugar de contestar nada, solo se encogió de hombros mientras sacaba los libros de su mochila para cuando diera comienzo la clase, Butters suspiró y desvió su mirada a la ventana. Al contrario que Cartman, lo que él sintió al besar a su amigo no fue nada malo, sino todo lo contrario, se sintió demasiado bien como para haber sido algo que sucedió sin querer, pero no pensaba decírselo a nadie, solo por haberlo hecho Cartman le había roto la nariz, imaginaos si le dijera que no le importaría volver a hacerlo.
La clase transcurrió tranquila, no volvieron a cruzar palabra y al salir de clase se separaron para ir a sus respectivas taquillas, al abrir la suya, Butters se sorprendió al encontrar una pequeña hoja de papel, en ella estaba tachado un texto del que llegó a comprender "Gratis" y "Kenny McCormick", debajo de lo tachado había algo escrito con la letra de la misma persona que había escrito las palabras tachadas: "No creo en los cuentos de hadas, pero creo que tú y yo podemos escribir el nuestro. Vayamos juntos al País de las Maravillas. Te espero hoy a las siete en el jardín trasero de la casa de Kevin Stoley". Butters se cuestionó lo que acababa de leer, pero decidió acudir para ver qué pasaba.
Llegó la hora acordada y Butters estaba frente a la casa del fan de Star Wars, después de estar delante de esta dudando qué hacer, se decidió a llamar, Kevin abrió la puerta, estaba en pijama y con una espada láser en la mano haciendo Dios sabe qué, al ver al rubio se extrañó.
- Hola Butters, ¿qué se te ofrece?
- He quedado con mi admiradora secreta en tu jardín trasero.- Sonrió con toda naturalidad.
- ¿En mi jardín? ¿Por qué mi jardín?- Preguntó contrariado.
- No lo se, pero ella me lo ha pedido así, ¿puedo pasar?
- Supongo, la puerta al jardín está en la cocina.- Señaló la habitación y Butters se dirigió hacia allí.
Al salir aún no había nadie, todo estaba muy oscuro, lo poco que veía era gracias a la luz que venía de la habitación de Kevin, Butters miró hacia la ventana, podía ver a Kevin luchando con su sable láser contra una almohada a la que había pegado una foto de Darth Vader, eso le resultó muy gracioso y se quedó mirando la escena hasta que un ruido le sobresaltó. Al girarse vio cómo alguien trataba de colar una pierna desde el otro lado de la verja de madera, esto le asustó, porque pensaba que era alguien dispuesto a robar en la casa de Kevin, sin pensarlo cogió un poco de nieve y se la tiró a la cara al invasor.
- ¡Agh! ¡Que está fría subnormal!- Exclamó la estridente voz de...
- ¿Eric?- Preguntó Butters al reconocerle.
- Sí, coño, ¿me puedes ayudar a bajar?- Pidió después de quedar sentado sobre la verja haciéndose bastante daño en su zona "masculina".
- Por supuesto.- Contestó el rubio tirando del brazo de Cartman hacia él haciendo que ambos cayeran al suelo quedando en una posición bastante comprometida, ya que tras perder el equilibrio sus caras se encontraban a escasos centímetros una de la otra, únicamente gracias a los rápidos reflejos de Cartman que le permitieron apoyar las manos en el suelo antes de que se juntaran totalmente. (N/A: Tranqui todo el mundo, Butters no murió aplastado xD)
Se miraron durante unos segundos ambos casi tan rojos como el pelo de Kyle, quizás más, ya que esa noche hacía bastante frío, mientras respiraban pesadamente y el aire se mezclaba en el efímero espacio que aún quedaba entre sus bocas. Entonces Cartman se puso de pie y ayudó a Butters a hacer lo mismo.
- ¿Q-qué haces aquí?- Preguntó Butters ignorando lo que acababa de pasar.
- ¿Y tú?
- Hoy he recibido la carta de una admiradora secreta y me dijo que quería verme aquí.- Explicó el menor.- ¿Y tú? ¿Por qué te has colado en el jardín de Kevin?
- ¿Tú qué crees?- Preguntó Cartman cansado de la ignorancia del rubio.
- ¿Vas a volver a hacer una sociedad pirata?
- A veces puedes ser tan estúpido...- Butters le miró molesto y dubitativo ante ese comentario.
- ¿Por qué dices eso?
- Butters, yo soy la "admiradora", la carta es mía.
- ¿Qué? ¿Tú has escrito esto?- Preguntó incrédulo sacando el papel de su bolsillo.
- Nah, no lo escribí yo, le pedí a Kenny que te escribiera algo cursi, no se me dan bien esas mariconadas, pero la carta es mía.
- ¿D-desde cuando tú...?
- Créeme, desde mucho antes de lo de ayer.
Butters se le quedó mirando con una mirada bastante sorprendida pero en el fondo estaba totalmente seguro de que Cartman decía la verdad, aunque lo confirmó totalmente cuando este lo tomó de la cintura y lo acercó a él haciendo que su nariz chocara con la barbilla del castaño, Butters se puso de puntillas e inclinó la cara para que sus labios se juntaran por segunda vez.
- ¡Chicos!- Gritó Kevin desde la ventana.- ¿Va todo bien?
- ¡Kevin, me cago en tu puta madre!- Gritó Cartman furioso por romper con todo el encanto del momento.
- Tranquilo, es mejor que vayamos a otro sitio.- Dijo Butters avergonzado al recordar dónde se encontraban.
- Ni de coña, ¡Kevin!- Exclamó para que el moreno le prestara atención.- ¡Ya tienes tema de conversación para mañana!- Y dicho esto, tiró de Butters hacia él estampándole un beso en los labios.
El rubio tenía los ojos cerrados mientras notaba cómo Cartman trataba de apegarlo a él lo más posible abrazándole por la espalda desesperadamente y profundizando el beso lo más que podía, al separarse, ya que el beso había durado bastante, ambos estaban rojos como semáforos. Butters se quedó estático en el sitio mientras Cartman apartaba la vista. Al ver que el rubio no reaccionaba, le zararandeó por los hombros con la mayor delicadeza que pudo (Que tratándose de él obviamente no era mucha).
- ¿Estás bien?- Preguntó cuando vio que el menor volvía a la normalidad.
- Claro.- Dijo mirando al suelo.- ¿Y ahora qué?
- Mmm... ¿Quieres venir a mi casa a jugar al videojuego de Terrance y Phillip?
- Buena idea.- Sonrió Butters mientras ambos entraban a la casa de Kevin dispuestos a marcharse a la casa de Cartman.
...
¿Y? Sí ya se, un asco ha sido otro de mis momentos de lucidez xD, pero mi inspiración solo viene en los peores momentos, se nota bastante en la carta de Cartman, ya que es el estribillo de la canción "Wonderland" de Natalia Kills x/ Espero que os haya gustado y sobre todo la idiotez de que vayan al instituto en Julio xD Además hacía tiempo que tenía ganas de escribir sobre estos dos :D Lo dicho, tardaré el volver a publicar, lo chento, ¡pero cuando vuelva será APOTEÓSICO! (Se oye a alguien gritar ¡Mentira!) ¡Nos leemos ;)!
