Un día maravilloso en París,Marinette finalmente pensó que tendría una oportunidad

con Adrien,el chico de sus sueños;el amor de su vida,lo ama.

Pero se está dando cuenta de que

quizás ella esta malinterpretando lo

que siente.

Simplemente no lo conocía,antes

ella se dejaba llevar por lo que él

aparentaba.

Pero simplemente le costó ignorar lo que sintió al ver sus ojos,tan brillantes y verdes,que lamentablemente nunca la verían con amor.

Ella no podía soportarlo más,porque ahora ya lo conoció.Y no le decepcionó decepcionó que sea un tonto a veces,o que fuera un poco

ingenuo y tardara en entender cosas

bastante directas.

Su sonrisa, sus ojos;su voz. A ella le

gustaba.

Así que no tuvo más opción que ayudarle con la chica que le gusta.

¿Resignarse estaba mal?

Es que le causaba cierto pesar que ella nunca había sentido antes.

Pero nada parecía conocido sobre lo que Adrien le hacía sentir,podía

crearse un cuento junto a él en

su mente,y soñar con él.

El realmente la quería,y ella lo

notó;pero más platónico de lo

que imaginaba.

Ella llegó al colegio,y se encontró

con él;¡parecía feliz!¿y nervioso?

¡Oh no!será que la chica olvidó la

tarea o algo así.

-Hola Mari—Le dijo con una sonrisa muy cálida que alegró su corazón.

Y se acercó a abrazarla. Sí,así de

cercanos eran ahora.

¡Hola Adrien!—Dijo con rápidez.

Pero respondiendo al gesto de

forma amable.

Marinette...—Habló el rubio con

la cabeza aún en sus hombros.

¡necesito contarte algo!.Exclamó

emocionado.

¿Si,dime?—La chica se separó un

poco del abrazo para mirarlo a

la cara.

Está bien,¡pero no le digas a Nino que te lo dije primero!¿eh?—Guiñó un ojo. La chica solo asintió,

impaciente de escuchar su relato.

¡Kagami y yo somos enamorados!

Dijo con una sonrisa,pero estaba algo vacía,eso pensó Marinette.

La chica sintió el dolor más agudo y

horrible que no había sentido nunca,

pensó que era su corazón,pero parecía su alma.Las lágrimas traicioneras querían caer por su pálida piel,pero ella era terca y no lo permitiría.

Intentó no mostrar casi ni un segundo sus verdaderos sentimientos,y con su mejor sonrisa lo abrazó;claro para

prepararse para su teatro¿no?

¡Felicidades Adrien!—Mintió con emoción al chico que tanto le gustaba

Estoy nervioso,Marinette—

Comentó este, al oído de la chica,con suavidad,para no molestarla.

Me alegra tanto...—la chica no sabía si lloraba por sentir verdadera alegría por el chico,o porque todo le dolía.

Después de todo,Adrien ahora

está con la chica que le estaba

gustando los últimos 6 meses.

El habló de una azabache valiente,con mucha fuerza,que portaba un traje rojo distintivo.

¿Quién más podría ser?.Debía tratarse de ella,nunca podría gustarle a Adrien Muy a su pesar,se dió cuenta de que al enamorarse y no ser correpondida,ella se quedó sin corazón.

Y decidió,que ya no lo necesitaba más.