~INTRODUCCIÓN~
Desde que Mic Brumby y René Peterson se conocieron, entablaron muy buena amistad. Sus respectivas pajeras trabajaban en las oficinas del JAG y solían encontrarse allí a menudo. Uno de esos días, ambos acordaron ir a cenar los cuatro juntos, a un restaurante chino, abierto recientemente en el centro de la ciudad de Washington DC.
Cada uno insistió tanto a su pareja que, al final, acabaron cenando allí, un viernes por la noche. El restaurante tenía mesas privadas, cada una separada por grandes murales de tela. Cuando estaban sentados, escucharon al camarero indicarle la mesa de al lado a otra persona.
21:13
Horas
Restaurante Chino "Gran Dragón"
Washington DC
-:
Aquí, señorita.
-: Gracias.
Escucharon a la joven sentarse, y Harm se puso tenso. Él reconocía esa voz. Por suerte, ninguno de sus acompañantes pareció darse cuenta y la charla continuó. Al cabo de los minutos, el camarero volvió, esta vez guiando a un hombre. Todos escucharon la voz del recién llegado y lo reconocieron inmediatamente. Era Webb.
W:
Bienvenida a casa.
-: Gracias. –Sonrió-. Bien. Aquí estoy.
¿Tienes lo que te pedí?
W: Si. Oficialmente, fingiste tu muerte
para colaborar con la CIA, a favor de la seguridad nacional. –Le
devolvió la sonrisa-. Recuperarás tu rango y tu uniforme. Además,
he conseguido que no te sometan a un consejo de guerra.
-: Muchas
gracias. –Sacó de su bolso y un sobre y se lo entregó-. Ahí
tienes toda la información que he recopilado. Es bastante más de lo
que me pedisteis. Espero que sirva.
W: Es increíble. Con esto
pagas con creces el haberte salvado la vida aquel día en el muelle y
la devolución de tu identidad. –Guardó el sobre, y sacó otro-.
Pero, ya sabes lo que se dice de la CIA.
-: No existe ningún ex
agente.
W: Exacto. Tu nuevo destino será en las oficinas del
JAG, en Falls Church.
-: ¿Bromeas? ¿No es ahí donde
trabaja…?
W: Lo sé. –Suspiró-. La CIA trabaja con ellos
cuando los necesita. No se levantarán sospechas en el otro bando
mientras trabajes allí. Aunque, antes de eso, necesitas conocer
algunos aspectos de la oficina. –Sacó una foto del sobre y la
mujer se sorprendió-.
-: ¡Es idéntica a mí!
W: Es la
teniente coronel Sarah Mackenzie, del cuerpo de marines. Fue
designada al JAG cuatro meses después de que tú… bueno…
entrases en la agencia.
-: ¿Estás diciendo que tendré que
trabajar con una mujer que podría ser mi gemela?
W: Se que
piensas que podría ser incómodo pero…
-: ¿Podría? Será
incómodo.
W: Te aseguro que sois muy distintas.
-: ¿Acaso la
conoces? O mejor dicho, ¿Acaso me conoces lo bastante bien a mí,
Webb? Apenas he podido hablar con alguien mientras trabajaba para
vosotros.
W: Si la conozco. No mucho, pero lo bastante para saber
que hay diferencias entre vosotras.
-: Dime una cosa, ¿cómo
crees que podré trabajar con él, cuando se entere de que estoy viva
y no le dije nada?
Le preguntó, molesta. Webb no pudo contestarla porque el camarero les interrumpió. Ambos estuvieron de acuerdo en encargar la comida para llevar y se fueron.
Por otro lado, Mac y Harm se habían quedado perplejos al escuchar a Clayton Webb. Harm intentó observar a la acompañante de Webb, pero lo único que alcanzó a ver era como los dos salían del restaurante. Cuando regresó a la mesa, los tres le miraban expectantes.
M:
¿Has visto algo?
H: Si, a Webb saliendo de aquí.
M: ¿Tienes
alguna idea de quién podría ser su acompañante?
H: No.
–Mintió-. Se me ha quitado el hambre. Creo que me voy a ir…
Re:
¿Ya? ¿Tan pronto? –Se quejó, René-.
H: Quédate si quieres,
René. No pasa nada. –Sonrió-. Tengo un caso en el que trabajar.
Harm salió rápidamente de allí, dejando a su novia y a Mic sorprendidos, y a Mac bastante preocupada. Sabía perfectamente que su compañero tenía otro motivo para marcharse de esa manera y no se lo había dicho.
Esperó nerviosamente a que René y Mic terminaran de cenar, para despedirse de ellos y poder ir al lado de Harm, para saber qué es lo que ocultaba.
23:
03 Horas
Apartamento de Harm
Al norte de Estación Unión,
Washington DC
Llamó por segunda vez a la puerta y cuando estaba a punto de hacerlo por tercera vez, su compañero le abrió. Sin decir nada, Harm se apartó para dejarla entrar. Mac colgó su abrigo y el bolso en la silla de siempre y se giró a su amigo, para ver que él ya no estaba al lado de la puerta.
Le buscó por todo el apartamento, hasta que le encontró, frente a su ordenador. Se acercó lentamente hasta él y contempló la pantalla.
M:
¿Qué buscas?
H: Algo sobre un antiguo caso. –Se giró a ella-.
No hace falta que te quedes, Mac. De verdad, no pasa nada.
M: Ah…
No. No te vas a librar de mí tan fácilmente. Te conozco demasiado
bien como para saber que me ocultas algo. ¿Qué es?
H: Creo que
sé quien era la acompañante de Webb, pero no tiene sentido. Yo
mismo vi el cadáver y no… no puede ser.
Mac caminó hasta una de las sillas y la acercó al ordenador. Estuvo observando lo que aparecía en la pantalla. No entendía lo que podía estar buscando. Nada más que veía una página tras otra. Leía algunas cosas y enseguida lo cerraba. Pasaron así tres cuartos de hora, hasta que Harm se levantó de repente de la silla. Caminó hasta su habitación y después de escuchar un par de ruidos, volvió con una caja.
M:
¿Qué es eso?
H: Cosas…
Contestó, ausente. Se sentó en el sofá y la abrió. Mac se acercó hasta él y miró el contenido de la caja. Se quedó helada al ver lo que contenía. Cuando se le pasó el shock, se giró hacia Harm y le sujetó por el brazo, antes de que se levantara.
M: ¿Diane? ¿Crees que la mujer que estaba con Clay en el restaurante era… era Diane?
