Luka Couffaine era un tipo bastante
reservado,aunque no se note a simple vista. La única forma en la
que podía transmitir lo que siente,
es a través de la música.
Siendo su guitarra su única y fiel
compañera.
Hasta hace demasiado poco tiempo
que él estaba conforme con eso.
Pero su mundo se colocó de patas
arriba por culpa de aquella niña.
Marinette Dupain Cheng.Una chica muy valiente y dulce,con
los ojos más hermosos que había
visto jamás. Le costaba mucho
conscentrarse a su lado,y eso era
extraño.
No podía dejar de pensar en su rostro sonrojado,aquel roce con
sus manos,aquella bonita sonrisa.
Era tan genial,que cuando la vió
por primera vez no pudo evitar enamorarse.
Ya había oído de ella,fué quien ayudó a su hermana cuando esta
tenía miedo a sacarse fotos.
Dijeron que era dulce,amable,tierna,
considerada y hermosa.
Aquella incólume chica,había despertado a su corazón;que
antes parecía descansar con paz.
Pero ahora se pasaba los días
como si estuviera en una carrera.
Lo peor de todo es que no sabía
que hacer,la admiraba ahora.
Y podía disfrutar de su vista en la
lejanía,pero su corazón necesitaba
más,era tan estricto que exigía a
gritos amor.
Él se sentía devastado,muchas veces;más ahora que notó el
sentimiento que guardaba su
enamorada. El corazón de Marinette
pertenecía a aquel chico rubio de
las portadas. Un chico que sin duda
sería una buena pareja para ella.
Debía aceptar este amor unilateral
y avanzar,pero algo se lo impedía.
Dejó su guitarra a un costado,una
frustación enmarcada,casi invisible
en su relajado mirar.
—¿Problemas hermanito?—Habló
Juleka,quien acababa de ingresar
a la habitación de su hermano.
El de cabello turquesa,se encontraba algo asustado. Pero
pensó que la sinceridad era la
mejor arma.
—Estoy enamorado Juls—admitió.
Me eh enamorado de Marinette.
Ante esta confesión,la chica quedó
estática,para luego mostrar un rostro lleno de sorpresa.
—¡Wow!—pausó—No esperé eso
hermano,¡es genial!—mostró una
sonrisa,aunque esta rápidamente
se borró,bajó la vista —Me temo
que ella.No tuvo que continuar la
frase,él ya lo sabía.
—Lo se,se que le gusta alguien más—Admitió con dolor. La de mechas
moradas colocó una mano en el
hombro de su hermano,con la
esperanza de que él se relajara ante
su toque.
—En realidad,¿no se qué hacer?—
él mostró una cara seria.
—Hermano—lo tranquilizó—como tu
hermana,te daré un consejo—pausó
un momento—deberías luchar por
ella—Habló sorprendiendo al chico.
—Pensé que querías ayudarla con Adrien—admitió avergonzado.
—Sueles escucharnos¿no es así?—
soltó una risotada.
—A decir verdad,no son muy discretas—el mayor mostró una
sonrisa pequeña.
Él se paró con determinación,con
su guitarra en mano.
Encaró a su hermana,quien estaba
sentada en la cama.
—Voy a conquistarla,Juls—admitió
él—ella no va a recordar el nombre
de Adrien,me aseguraré de eso—sonrió confiado.
Puede que él no tenga dinerales ni
fama,tampoco la cara más bonita.
Pero sus sentimientos son reales.
Y Juleka apoya a su hermano,ya que sabe que nunca lastimaría a
su amiga,que le daría la atención
que merece.
¡Juleka y Marinette serían perfectas cuñadas!
