La vida de Marinette empezó como
cualquier otro día de rutina.
Despertarse tarde(algo bastante común en ella)vestirse apresuradamente,e irse sin desayunar.
Ella no era para nada ni cerca la definición de responsabilidad.
La responsable,la de las buenas notas;
la perfecta;la "intachable" era su
hermana mayor llamada Tiffany.
Sus padres siempre glorificaron más a
su hermana,cosa que le causó dolor
a ella.
—¡Adiós mamá,adiós papá!—gritó
mientras se iba hacia la puerta,para
después salir y cerrar la puerta sin
esperar respuesta.
Seguramente que estarán haciendo
una videollamada con Tiffany por
skype,pensó ella celosamente.
Tiffany había ido hace 1 año y medio
a la universidad,en Inglaterra.
No hubo un sólo día en el que estuviera incomunicada.
Marinette esperó el transporte frente
a su casa,al llegar este;subió con
prisa a él. Reconociendo a los
pasajeros,quienes eran habituales.
Por si les da curiosidad,debo decirles
que ella tiene actualmente 16 años.
Es una chica bastante sociable a
decir verdad.
Finalmente bajó,frente a una
gran preparatoria;se apresuró hacia
la entrada,por suerte el portero le
dió la autorización de ingresar.
Ingresó a su salón,el profesor parecía
fastidiado,pero la dejó pasar de igual
forma.
—Justo a tiempo cómo siempre,amiga—le bromeó su amiga Sandra.
Ella sólo le sonrió inónica,y le quitó la
lengua,mientras se sentaba al lado.
—Genial,literatura;mi materia
favorita—pensó con molestia.
Finalmente,luego de unas horas;fué
la sálida,ella junto a Sandra ,además
Marc y Jhoan se encontraban reunidos en un callejón,cómo si de una pandilla se tratase.
—Chicos¿ya saben lo que harán para
halloween?—preguntó Sandra,muy
animada.
—Bueno,estamos un poco viejos para
pedir dulces—Dijo burlona la azabache.
—¡Vamos!igual podemos divertirnos,
no seas así—habló infantilmente Jhoan.
—Jhoan tiene razón—replicó Marc.
Marinette los miró,mientras los
shippeaba a ambos en su cabeza.
—Oye San,¿piensas lo mismo que yo?—cuchicheó.
Su amiga la miraba con cara pervertida.
—Tú sabes que sí—
Yaoi~pensaban ambas.
—Tengo miedo Marc—dijo uno.
—Yo también Jhoan—respondió el
otro. Ambos al notar las expresiones
de sus amigas.
Marinette esa tarde,después de llegar a su casa;navegó en las redes sociales.
Y después se bañó,entonces decidió
salir un rato a pasear. Notó que
llovía,de igual forma decidió salir.
Explorar toda la ciudad,esa era su
meta;tenía el GPS activado,buscando
sitios interesantes;con la otra mano
sostenía un paraguas negro.
Su error fué descuidar su camino por
un momento,como resultado estaba
un poco lejos de casa,llovió más fuerte,así que decidió quedarse en un
lugar hasta que escampe.
Optó por esconderse bajo la carpa de
un negocio chino. Orando para no
ser testigo de ver como cocinaban a
un perrito o gatito.
—¡Señora,yo quería el juguete de
naruto;no puede hacerme eso!—
lloriqueó alguien dentro del negocio.
—Muchacho,ya esta lande,ésto ser
¡pála niñós!—la voz sonaba de una
mujer mayor,aparentemente extranjera.
—¡no!deme mi dinero,acaso no sabe
quién es mi madre¡la voy a denunciar
vieja piruja!—exclamó con enfado.
—Niño,vete,shu shu,¡lamalé a la
polichía!—se escucharon ruidos
de escobazos y tazas rotas.
La chica que estaba entretenida con
su teléfono,se apresuró a mirar hacia
la lluvia;con el rostro inocente. Haciendo cómo si no hubiera oído nada.
Escuchó unos pasos dentro del local
que se acercaban a la salida.
En unos instantes,la vieja puerta de
madera se abrió,con un chirrido;una
vieja mujer asiática sacaba estirado
por las orejas a un menor de cabellera
rubia. La señora sin paciencia lo
empujó hacia afuera. Este se tambaleó pero se recompuso antes de
caer.
—¡Y no vuelva!—gritó la mujer de pesado humor. Y cerró la puerta con
brusquedad. Marinette cerró los ojos
por el sonido irritante.
—¡Como si alguien quisiera volver
aquí!es más¡voy a ponerte una sola
estrella en tu puntuación en google
maps!—respondió tercamente el
muchacho,sacando su iphone de una
cartera masculina que traía puesta.
El muchacho parecía realmente sumergido en la tarea que se propuso.
Sacando su lengua en señal de concentración.
El móvil de la chica que había presenciado todo ese espectáculo
digno de una película de comedia,
comenzó a sonar;advirtiendo al
desconocido de su presencia.
Este volteó a mirar en su dirección con
curiosidad,sólo los separaban unos
pasos,pues el lugar era algo estrecho.
Las mejillas de la chica se encendieron
por la vergonzosa situación.
¿Que iba a decirle?
"—oh,hola extraño;escuché toda tu
conversación,porfavor olvida que
existo—"
Se decidió por contestar su insistente
aparato móvil.
—¿Hola?no,no soy Alya Cesairé;
número equivocado—respondió con
irritación,y colgó. Soltó un suspiro.
Volteó a mirar al chico,este la
observaba fijamente;ella se
sobresaltó. Sus manos apretaban con
nerviosismo su paraguas cerrado.
Miles de pensamientos zurcaban su
cabeza,uno peor que otro.
"Que pasa si es un violador" o,
"Un secuestrador" o,
"El asesino de ojos azules" ¡nisiquiera
tiene ojos azules,en todo caso sería
el asesino de ojos verdes¡que bonitos
ojos,es guap...
—Hola,señorita—el se acercó a ella,
besando una de sus manos;sacándola
de sus "interesantes pensamientos."
—Hola,guapo—ella se abofeteó
mentalmente por su respuesta.
Pero el chico parecía conforme.
—¿Que hace una dama tan solitaria
con este temporal?su novio no la merece—habló coqueto.
Él tenía una sonrisa que le parecía
conocida.
—No,no tengo a nadie—murmuró
con meláncolía,si tan siquiera sus
padres le prestaran atención.
—¿Te gustaría ir a una cita?—propuso
él.
—Me parece bien—accedió sin pensar,
por alguna razón sentía que confiaba mucho en ese chico,y eso que acababa de conocerlo.
Esa tarde,intercambiaron números.
Ambos acordaron encontrarse al
siguiente día,y así fué.
—Marinette,¡hola!—le saludó
alegremente el chico.
—Oh,hola¡Adrien!—dijo ella,el le
comentó su nombre por whatsapp,
irónicamente.
Él se levantó y la ayudó a sentarse en
la silla,como todo un caballero. Él se
sentó frente suyo.
La chica observó el restaurante con
asombro.
—ja,ja,ja¡no me digas que eres hijo
del presidente!—bromeó ella.
—No,cómo crees—sonrió él. Mi madre
es dueña de una empresa binacional.
Comentó él con orgullo.
—Y tus padres ¿a que se dedican?—
preguntó curioso.
—¡Oh!pues a tiempo parcial;a ignorarme—pausó ella—y el resto
del tiempo mi mamá es abogada y mi
papá contador. Suspiró.
—Valla,así que gente seria—sonrió
levemente,pero su sonrisa se borró
con rapidez—espera,¿dijiste "ignorarte"?.Preguntó genuinamente
preocupado.
Suspira su acompañante —así es—
Adrien posó una de sus manos sobre
las de ella.
—No se porqué,pero no quiero verte
triste—intentó explicarse él.
La otra empezó a pensar,¿el sentirá
lo mismo que yo? este extraño dejavú.
Por alguna razón,la fémina no alejó
su mano de la de él;se sintió raro,
indescriptible,se sentía correcto.
—¿Sabes que me haría feliz?—interrogó ella. El otro negó en señal de
que no sabe. Que me des un beso. Soltó sin pensar.
Luego se tapó la boca,desconcertada
por sus propias palabras.
¿Porqué aceptó salir con él?
No lo conocía, no sabía nada de él.
¿Porqué se sentía cómo si todo
encajara cuando estaba con ese chico?¿podría ser amor si solamente
se vieron una vez?
Porque su corazón palpitó como
un loco,sólo al oír su voz.
Adrien estaba sonrojadísimo,no
podía procesar el pedido que le
hizo ella;una locura dentro de su
pecho le animó a decir que sí.
—Cuando terminemos nuestro almuerzo,podemos ir al lugar que tú
quieras;entonces ahí,te daré un beso—manifestó el,sonriendo tanto.
La joven parecía de acuerdo.
Después de una divertida cita,ambos
se dirigieron a un lugar más privado.
(No piensen mal,okay)parecía que
la lluvia los perseguía,pero era
algo normal en esa ciudad que
lloviera mucho.
Estaban en un callejón bastante
colorido,a diferencia de otros;este
tenía escritos y grafitis muy positivos.
Que insentivaban la inclusividad,el
amor y la paz.
Ambos sonrieron al notar eso.
Puede que lloviera,pero en el corazón
de ambos había un sol que resplandecía en toda su gloria.
Ambos se acercaron uno al otro,
el rubio tenía una gran campera de
tono marrón grisáseo aterciopelado.
Y un pantalón negro de vestir.
La de cabello oscuro tenía una camiseta de invierno,ajustada al
cuerpo,con un dibujo de unicornios.
Y un pantalón de poliéster lila. Su
cabello libre por su espalda,y una rosa
cerca de las orejas;cortesía de Adrien.
Estaban sonrojados y no podían
despegar sus miradas,para ambos
era algo único.
Sus labios finalmente se encontraron
en un inocente roce,el chico sujetaba
sus hombros con delicadeza;y ella lo
tomaba de las mejillas.
Se volvió más constante el contacto,
y empezaron a brotar una serie de
recuerdos que finalmente le causarían
un gran dolor de cabeza.
—Yo puedo dar mi vida,Chat Noir, Adrien,piénsalo;¡tu madre viviría!—gritó desesperada Marinette.
—¡No puedo aceptarlo!¡no quiero perderte a ti también!—lloriqueó un
chico con un aparente cosplay de
gatubela.
—Tikki debo hacerlo,por él;por su
felicidad—
—Marinette—habló con pena la
pequeña criatura roja.
"Están hechos el uno para el otro"
"Sin ladybug,no hay chat noir;pues
son unidad."
"Quiero dar mi vida,porque sin ella
ya no es mía"
"Hay una forma de que los dos
vivan,pero no podrán recordarse"
Tantas frases y momentos,cayeron como agua fría para ambos.
Esos labios,ellos ya lo probaron.
Ambos chicos llamaron la atención de
la gente por sus gritos de dolor,
cayeron inconscientes pero antes de
hacerlo,al unísono dijeron.
—¿Ladybug?—
—¿Chat Noir?—
Los chicos despertaron en el hospital,
no podían recordar exactamente lo
sucedido;pero sólo sabían que se
enamoraron mutuamente.
Ambos se hicieron más cercanos,y cada día se reunían,Marinette se
enteró de que Adrien no iba a la
escuela,y era enseñado en casa.
Así que a veces iba a visitarlo.
La familia de Adrien era muy amable,
no tuvieron problemas con su
amistad,y sus padres al parecer eran
conocidos.
Finalmente se hicieron pareja,ambos
eran felices;Adrien era un adicto al
anime,y a Marinette le gustaba vagar.
Veían maratones en netflix y claro
que también se ayudaban en las
tareas.
—Sabes Adrien—habló la azabache.
A veces siento que mi vida es vacía. El
chico la miró sin comprender. Siento
que esta no es mi vida,y que en un lugar lejano,están personas esperándome. Pero desde que te conocí a tí,me siento completa. Sonrió.
—Me pasa exactamente lo mismo,
princesa—dijo con dulzura antes de
besarla. Siempre eh tenido miedo al
compromiso,como si mi libertad pendiera de un hilo,pero contigo me
siento libre,como si pudiera ser yo
mismo sin miedo. No puedo ver un futuro con alguien que no seas
tú,siempre has sido sólo tú.
No hay nadie más...
Con quién quiera compartir mi vida,
bromear y ser yo mismo. No hay nadie
que pueda darme tanta amistad y
amor a la vez. Con quién pueda actuar
como si volviera a mi niñez. Que me
haga reír y que me entienda,ya no
tengo miedo;porque estás conmigo.
A lo lejos,un hombre moreno los
observaba con una sonrisa,una criatura verde se acercó a él.
—Parece que todo está bien ahora,
maestro—dijo Wayzz.
—Así es—afirmó Nino con una sonrisa.
Mientras se alejaba.
El sacó su celular,y envió un mensaje:
—¿Llamarla y preguntarle si conocía a Alya,fué tu mejor idea?Chloé :c —
El sonrió mientras negaba divertido.
Esta rubia nunca iba a cambiar.
