DBS no me pertenece, es propiedad de Akira Toriyama.
Avanzar, seguir de pie, mantenerse y ganar; repetía esas palabras una y otra vez. Tenía que mentalizarse, no podía rendirse ahora que estaban en la arena. ¿Cuánto tiempo quedaba? ¿Cuántos guerreros? La ansiedad lo consumía con cada segundo que transcurría. Un estruendo se escuchó y vio salir del campo de batalla una silueta familiar, apretó el puño de la impotencia, ¿por qué les parecía tan divertido? Dirigió su vista a donde se encontraban aquellos seres. Su mirada se tornó dura ante el capricho del Dios del todo. Él no era como los demás, a él no le gustaba pelear, aun cuando la sangre saiyajin corría por sus venas, él prefería vivir con tranquilidad. Sin embargo, sabía que debía proteger a los que amaba, por eso había retomado las artes marciales, porque tenía una razón. Esa era la diferencia entre él y su padre.
A pesar de tener una gran experiencia en el campo de batalla, nunca había disfrutado ningún combate como su padre. Pensó en todos sus errores cuando combatía, era demasiado ingenuo y joven. Observó una vez más y encontró a su próximo rival, uno más y todo acabaría. Con la mente pensando en sus pequeñas mujeres se abalanzó a toda velocidad, directo a luchar por ellas. No dejaría que desaparecieran, no lo permitiría.
-¡Vamos Gohan! ¡Tú puedes!- Gritaron desde la arena sus amigos.
"Enojate, piensa en aquella batalla con Cell. Cuando te enfadas todo tu poder se libera, no hay nadie que te supere"
Aún recordaba aquellas palabras de su padre, que tan cierto y equivocado estaba. Su poder radica en proteger, mientras tuviera una razón para continuar, él lo haría. Dio el primer golpe directo al rostro de su contrincante, y se molestó por ver su estúpida sonrisa. Iba creciendo poco a poco aquel coraje que contenía desde el inicio. La furia por ser parte de un simple juego rápidamente alumbró el lugar haciendo levantar las piedras acompañado de un viento fuerte. Odiaba que otros decidieran por la vida de los demás, ¡lo odiaba!
-¡No se los permitiré!
Fue el grito que liberó todo su poder y que dio inicio a la batalla final.
P.D. No lo pude evitar.
