Título: Algún día.
Fandom: Glee.
Character/Pairing: Rachel/Quinn.
Rating: K
Disclaimer: Nada me pertenece. Todo es propiedad de FOX.
Sumario: Rachel está super colada por Quinn . ¿Será capaz de decírselo? ''SHORT-FIC''
Algún día
¡Maldita Quinn! - pensaba Rachel en su cabeza.
La obsesión que la morena tenía con la rubia superaba ya los límites del universo. Siempre se quedaba dos minutos más en el pasillo de instituto después de que sonara la campana porque sabía que Quinn siempre llegaba un poco rezagada.
Le encantaba ver como la rubia se pasea por los pasillos metida en ese uniforme de animadora, a veces Rachel tenía que taparse la boca para que la gente no se diera cuenta de que babeaba cada vez que Quinn pasaba por su lado.
A veces incluso se colaba en los ensayos de las animadoras, escondida detrás de los asientos para que la entrenadora Sylvester no le viera y le echara de allí. Disfrutando de una de sus cosas favoritas del mundo, ver bailar a Quinn.
Como cada mañana Rachel estaba en su taquilla cogiendo los libros de la siguiente clase cuando Quinn apareció por el pasillo tan deslumbrante como siempre . Ese día Rachel pensó que tenía que hacer algo al respecto ya, no podía aguantar más esa situación, tenía que contárselo a Quinn, tenía que decirle cuanto se muere por sus huesos, aunque se muriera de la vergüenza al decírselo.
Mientras Rachel discutía con ella misma en su cabeza veía como Quinn se alejaba del pasillo, cuando de repente vio como unos imbéciles (así los llamaba ella) le tiraban un granizado a la cara a Quinn.
¡Perdedora! - le decían los imbéciles a Quinn.
La rubia salió corriendo hacia el baño tapándose la cara con su carpeta para que nadie notara que estaba a punto de echarse a llorar.
Rachel salió tras ella.
- Quinn, ¿estás bien? - preguntó Rachel preocupada.
- Lo que me faltaba, ¡déjame en paz, Berry! - contestó Quinn muy ranciamente, mientras peleaba por quitarse el granizado del pelo.
-Por favor, Quinn, déjame ayudarte. - dijo Rachel con tono muy suave.
- Siéntate aquí - le ordenó la morena y al final Quinn accedió para no discutir más.
Rachel puso el grifo en marcha y empezó a lavarle la cabeza a Quinn suave y lentamente.
Ese era uno de los momentos más felices para Rachel.
Cuando acabó, Quinn se secó con una toalla y ella y Rachel se quedaron mirándose fíjamente en silencio. Y entonces Rachel lo vió, ese era el momento perfecto, el que había estado esperando ansiosamente para decirle a Quinn todo lo que sentía por ella.
- ¿Te pasa algo Berry? - preguntó Quinn.
- Quinn... yo... tengo que decirte algo... yo... - Rachel estaba empezando a tartamudear y pensaba que se iba a desmayar de los nervios.
En ese momento la campana empezó a sonar,. ''Salvada por la campana'' pensó Rachel.
- Me lo piensas decir o... - dijo Quinn impaciente.
- Da igual, venga, que llegamos tarde y Mercedes me va a quitar todos los solos como no vaya. - dijo la morena en tono cómico.
Las dos salieron por la puerta del baño directas a la sala del Glee Club.
En el fondo Rachel estaba deseando que al día siguiente algún imbécil le tirara un granizado a Quinn para así poder lavarle la cabeza y estar a solas con ella el tiempo necesario.
Cuando iban a entrar en la sala del Glee Club, Rachel se paró en seco, miró a Quinn entrar en la habitación y se susurró:
- Algún día.
