Descargo de responsabilidad: Nada de HnG me pertenece (si así fuera créanme que no hubiese terminado la serie XD)
Antes de comenzar la historia solo quiero agradecer a esas personas que se tomaron el tiempo en pasarse a leer esto, y bueno, si será una historia shounen-ai aún no lo tengo muy decidido, yo solo escribí lo que tenía ganas de leer.
CAPÍTULO I
¿Cómo había llegado a esta situación? Lo último que recordaba era haber tomado una taza de té de la Asociación de go y después todo negro.
Había despertado amarrado de pies y manos, con los ojos y boca vendados; no veía nada y ciertamente todo era perturbadoramente silencioso.
"Sai ayúdame a salir de esto" pensó.
Estaba seguro que lo habían secuestrado pero, "¿Por qué?" se preguntó.
A pesar de ser un 3-dan no tenía mucho dinero como para que lo secuestraran, que él recordara no tenía ningún enemigo ni nadie que lo odiara, entonces… ¿Por qué?
A juzgar por su dolor de muñecas y pies, ya tendría mucho tiempo amarrado, así que otra de sus desesperadas preguntas era cuánto tiempo había permanecido inconsciente.
Decir que no estaba asustado sería una mentira. Podía sentir las lágrimas ser absorbidas por el pañuelo que lo mantenía ciego, y un temblor insano le recorría todo el cuerpo. No era por frío, de eso estaba seguro, y un indicio más de su estado aterrado era la falta de voz de la que sufría desde despierto. Un poco más y tendría un ataque de pánico.
Comenzó a morder lo que le mantenía mudo. No era tela. Pudo darse cuenta al tratar de romper su atadura con los dientes.
"Parece plástico"
Masticó y mordió hasta que su mandíbula se quejó por medio de un dolor agudo. Si bien no había sido suficiente para romperlo, por lo menos ya podía abrir la boca y obtener aire de forma desesperada, pues su nariz hace un buen rato no lograba obtener el suficiente aire necesario.
El tiempo pasaba, o al menos eso quería creer, y el frio, la sed y el hambre, después de haber superado el susto de saberse raptado, comenzaban a aquejarlo. Trató de gritar fuertemente, pero lo único que consiguió fue sacar un gemido lastimero que muy apenas pudo retumbar en la habitación en la que estaba.
Se gastó las últimas fuerzas que le quedaban tratando de acomodarse y adoptar una posición cómoda en el suelo frío de la habitación, y rezando a Dios por que pudiera salir entero de esta, se sumergió en un horrendo duermevela entre el sueño y la desesperada realidad en la que se encontraba.
"Si tan solo Sai estuviera aquí…"
Algo chiquito para comenzar, una especie de preludio para la historia, espero y les haya llamado la intención y les haya gustado. Gracias por leer! Y reviews sean bienvenidos!
Aisha.
