Desde la ventana…
Esta noche no he podido dormir. Solo veo fijamente el techo de la habitación, esta que comparto contigo desde hace ya algún tiempo en donde tu aroma perfuma cada rincón. Algo me dice que está por amanecer y si mi intuición no me engaña,tú no duermes, esperas ansiosa ese momento en que has de partir. ¡Ojalá no fuera cierto!
Puedo sentir cuando te levantas, tus pisadas son pausadas y sigilosas,aparentemente pretendiendo no querer molestarme. Has de pensar que aún estoy descansando pero, ¿Cómo podría hacerlo si sé que tú te marcharás? ¿Cómo serán mis días sin ti? Mi mente está llena de vacíos… Vacíos que solamente tu presencia llena pero te he dicho que estaré bien en tu ausencia; ¡Oh, cuánto desearía eso! ¡Poder estar bien aunque tú no estuvieras! pero eso jamás será posible, sin ti en mi vida nada tiene sentido.
Es tan lindo verte despertar por las mañanas, tu cabello enredado, tus ojos somnolientos y tu risa que es la música que llena cada día mi espíritu de fe. Sonrío sin poder evitarlo. Sales de la habitación que compartimos, ¡Qué hermoso suena la palabra compartir! ¡Ojalá pudiéramos compartir algo más que un apartamento!…Te escucho entrar al baño tratando de hacer el menor ruido. Con desánimo me doy cuenta de que a pesar de tenerte tan cerca, estás demasiado lejos.
El murmullo de tus movimientos me indica que cada vez falta menos para tu partida. Dando un salto salgo de la cama, resignado a representar ese papel que cada día me sale mejor, el de tu mejor amigo. Fue muy duro para mí escucharte cada tarde, pero estabas feliz, tu entusiasmo es mi desgracia. Tuve que hacer bromas para no mostrarte mi aflicción. Sé que no soy un buen amigo, tú piensas que sí pero yo sé que en realidad no lo soy.
Si supieras cuantos días rogué al cielo que ocurriera un milagro, algo que evitara tu partida. Lo hacía mientras te escuchaba desbordante de alegría ¿Es acaso eso ser un buen amigo? Por más que lo pienso creo que no… Lo he intentado, he querido ser ese hombre maravilloso que piensas que soy. Ese hombre sabio que tiene todas las respuestas, pero al final mi hermosa amiga, no dejo de pensar ¿Cómo podría ser él…si ni siquiera sé en realidad quién soy? Estoy muy lejos de ser ese hombre perfecto, solo soy un egoísta que te quiere únicamente para sí mismo.
Finalmente salgo de la habitación, está haciendo demasiado frío pero aun así te encuentro cerrando la maleta dispuesta ya a partir. Estás tan concentrada en ello que ni siquiera has notado que estoy detrás de ti. Cierro los ojos con fuerza para que mi llanto contenido no me traicione, antes de pronunciar tu nombre aspiro un poco de aire para fortalecer mis pulmones y así evitar que percibas el temblor de mi voz.
En cuando tu nombre escapa de mis labios temblorosos, tú volteas a verme con cara de angustia. Tienes demasiada prisa para notar la desolación de mi mirada, solo me gritas con preocupación que regrese a la cama porque puedo enfermar ¿A quién le importa eso?Estás a un paso de por fin vivir tu amor soñado.
Y te sonrío disfrazando mis anhelos. Finjo comprenderte mientras por dentro estoy muriendo y te digo con la voz ahogada" ¿Así que ahora te vas?" Pero quizás lo he dicho tan quedito que no lo has escuchado. Tienes demasiada prisa por salir de aquí pero eso debe ser normal;es que tienes una enorme dicha pues has madrugado. Aun no entiendo cómo has podido hacerlo, tú que eres una dormilona nata.
Me acerco tratando de llamar tu atención, te abrazo y cuando recuestas por un instante tu cabeza sobre mi pecho, cierro los ojos aspirando el perfume de tu cabello. Lentamente te apartas de mis brazos como el agua que escapa entre los dedos. Sé que el momento ha llegado y mientras te veo salir, imagino el momento en que finalmente te reencuentres con él… Él, que tiene la dicha de poseer tu amor… Ese que se ha adueñado de cada uno de tus sueños…Quisiera poder recordarlo para quizás así, poder comprender como es que pudo ganar tu corazón.
Mientras corres hacia la escalera te pregunto si puedo acompañarte a la estación,más nuevamente te niegas. Veo como sales y me acerco a paso lento a la ventana, sosteniéndome de la pared para no derrumbarme. Tú corres a toda prisa escalera abajo sin detenerte ni por un segundo y sin voltear a ver mis ojos que te gritan ¡Quédate…por favor no me dejes! Pero te irás o al menos has salido ya. Entonces algo sucede,¡No puedo creerlo!… Te has detenido y mi corazón empieza a latir desesperado, solo ha sido por un minuto… Un minuto en el que se despertó dentro de mí la ilusión de que regresarías… De que verías que era un terrible error marcharte porque no soportarías estar sin mí.
Mi pecho siente un agudo dolor y siento un nudo en el estómago al darme cuenta que has seguido, ¡Tonto de mí!..¿Cómo pude creer que tú te quedarías solo por mí? Solo soy un don nadie ¿Cómo puedo pretender que un día tus ojos se posen en mí? ¿Cómo aspirar a que me mires alguna vez? Al menos de la manera en que yo desearía que lo hicieras.
Al fin te veo aparecer en la acera mientras suspiro, pensando que ojalá regreses pronto… Pude percibir en tus ojos un destello diferente, quizás es el júbilo de sentirte amada…¡Oh, si supieras cuanto te amo yo! ¡Si al menos un día hubiese cogido algo de valor!… Te detienes nuevamente para regalarme una tímida sonrisa... Te sonrío y te digo adiós con la mano. Te grito no sientas pena por mí sin siquiera pronunciar una palabra… Tú pareces entenderlo y continúas caminando hacia la estación. Ojalá regreses pronto… Me quedo inmóvil en el mismo lugar… No me he atrevido a dar ni un solo paso a pesar de que ya has desaparecido… Tal vez quise ser un poco optimista pensando que quizás regresarías pero eso no sucedió… No sé cuánto tiempo me quedé allí observando el horizonte… Viendo tan solo la calle vacía porque al fin te habías ido.
Sin ver atrás, seguiste el camino que te llevará al hombre del que estas enamorada. Tú serás feliz cada día de tu estadía a su lado mientras yo, cada día intentaré que mi alma sobreviva sin ti, aún no he conseguido moverme, sé que volverás… Algo dentro de mí dice que regresarás, que seguiremos viviendo juntos como hasta ahora lo hemos hecho. Trato en vano de animarme con este pensamiento absurdo, deseo seguir compartiendo contigo los buenos momentos que sin duda continuarán y sé que entonces, no me hará falta nada más… No necesito siquiera recordar quién soy, lo único que necesitó es estar junto a ti.
¡Vuelve pronto Candy porque ya he empezado a extrañarte!-susurró mientras cerraba la ventana.
FIN…
